Vol. 25 Núm. 265 (2020)

Remando en el Río Luján, Tigre, Provincia de Buenos Aires, Argentina

Deporte, segregación y prejuicio
La mayoría de los deportes en el alto rendimiento aún hoy mantiene la reglamentación de que la competición tiene que ser segregada, mujeres por un lado, hombres por el otro. Explican que estas normas garantizan la igualdad de posibilidades y el juego limpio. Pero si nos limitamos a estas etiquetas, un o una atleta de alto rendimiento ve negada la posibilidad de elegir su percepción y expresión de género. Y particularmente para cualquier mujer talentosa, el obstáculo infranqueable de acceso a los premios mayores del deporte. Planteadas así las cosas, la brecha entre competiciones masculina y femenina produce una segmentación insondable.
Actualmente, ideas alternativas nos conducen hacia perspectivas mucho más desafiantes. En este sentido, Judith Butler, filósofa norteamericana afirma que la biología tiene una historia social y no siempre se ha considerado el sexo de la misma manera. Y agrega que las categorías nos dicen más sobre la necesidad de categorizar los cuerpos que sobre los cuerpos mismos.
Así como la segregación racial en el deporte hoy la vemos como una práctica arbitraria e injusta, también lo es la determinada por el sexo. Es ahora que quienes hacen posible el alto rendimiento deportivo (lo gestionan, patrocinan, comunican, preparan, compiten y hacen ciencias) empiecen a imaginar -y sobre todo hacer posible- prácticas integradas y justas.
Tulio GutermanDirector - Junio 2020

Publicado: 2020-06-21

 

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