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El deporte competitivo en la clase de Educación Física

de las escuelas en Puerto Rico: ¿Realmente es importante?

 

Maestro de Educación Física en la Escuela Elemental Julio Seijo en Arecibo

Profesor universitario a nivel sub-graduado del 2001 al 2010

en la Universidad Metropolitana, Recinto de San Juan

Juan Manuel Serrano Mendoza

juanmeserra@yahoo.com

(Puerto Rico)

 

 

 

 

Resumen

          Este trabajo tiene como objetivo principal argumentar en contrapunto sobre la relación de la clase de educación física en términos de su importancia para el ser humano dentro y fuera del escenario escolar versus la utilización del deporte competitivo como herramienta principal de enseñanza en muchas escuelas de Puerto Rico con la finalidad de desarrollar atletas para la consecución de medallas y trofeos lo que representa según la percepción de muchos colegas, el éxito de su trabajo profesional.

          Palabras clave: Educación Física. Deporte competitivo. Escuela. Puerto Rico.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 162, Noviembre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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    "Durante la clase de hoy, vamos a jugar baloncesto. Los voy a dividir en dos equipos de cinco contra cinco y de ese juego decidiré los jugadores que van a participar en el torneo interescolar de la semana próxima. Mister, ¿Podemos jugar? Le preguntan otros niños de la clase al maestro. Sí, mas tarde, es que voy a seleccionar el equipo, ustedes se quedan tranquilitos y no interrumpan". Luego, el maestro en la práctica del "equipo" reclama mayor agresividad y entrega junto con un alto nivel de "motivación" hacia las virtudes del ejercicio, "El que falle una jugada, dará diez vueltas a la cancha y se queda en el banco"

    Esta situación, muy cercana a la realidad en la clase de educación física en el nivel elemental y secundario de muchas escuelas en Puerto Rico, me invita de manera intrínseca a reflexionar sobre lo que podríamos estar haciendo o dejando de hacer en el campo educativo, situación que incide en subestimar la educación física al extremo de cuestionar su importancia y tal situación conduce a pensar en su posible eliminación del ofrecimiento académico.

    Me parece pertinente entrar en contrapunto sobre esta relación cuasi adultera entre el deporte competitivo y la educación física si pretendemos construir una base sólida para sustentar la importancia de nuestra profesión de manera apropiada. ¿Por qué razón el desempeño de nosotros los educadores físicos es visto principalmente como un refugio para personas conocedoras de uno o varios deportes? ¿Por qué razón a nosotros los educadores físicos nos limitan intelectualmente, lo que redunda en una aportación irrelevante a la formación holística del estudiante? ¿Cuál es la pertinencia que tiene el deporte en la formación de los alumnos? ¿Cuál es el camino que debería seguir la educación física para poder justificar su aportación a la formación del alumno? ¿Cuál es la diferencia entre un maestro de educación física que solo enseña deportes y un técnico-deportivo cuya especialidad se basa en la enseñanza de deportes y el desarrollo de atletas? ¿Acaso es la educación física, la materia responsable por el desarrollo de atletas y posterior representación olímpica? ¿Cómo es eso de que el deporte de base se debe comenzar con las clases de educación física en el nivel elemental?

    Hay varios aspectos que desde mi óptica son pertinentes puntualizar en relación con las preguntas reflexivas antes mencionadas.

    Primero, nosotros los educadores físicos de algún modo hemos contribuido erróneamente respecto a la justificación de nuestra profesión debido a que seguimos adoctrinados con que la educación física se resume en deportes para desarrollar atletas de alto rendimiento. Este aspecto provoca interrogantes acerca de la importancia de nuestra profesión al alumno desde una perspectiva educativa enmarcada en la formación holística versus la aportación de conocimientos técnicos –deportivos de alguna disciplina.

    Segundo, mientras limitamos la participación (del universo de alumnos que asisten a la clase de educación física), al alto rendimiento por medio de deportes competitivos para un minúsculo grupo que presentan habilidades poco o mucho más sobresalientes, validamos incorrectamente ante amplios sectores sociales la etiqueta de que la educación física es una clase fácil, sin dirección, que no necesita ni dispone de gente pensante, que carece de enmarcación teórica-conceptual, que no contribuye a la formación integral y que su pertinencia no procede más allá de un balón y una malla o peor aún no nos distingue de aquellos que presentan certificaciones como técnicos-deportivos por lo que desvirtúan la formación integral del estudiante por el ‘coaching’ y el desarrollo de atletas para llevar premios a las escuelas.

    Relacionado con este punto, debo añadir que ante la crisis económica por la que atraviesa nuestro País, no representaría ninguna sorpresa que debido a la mínima diferencia existente entre la enseñanza de deportes por alguien con un título en educación física cuyo salario es superior a otro con certificaciones que lo señalan como experto en la enseñanza de deportes, el Gobierno y/o Departamento de Educación decida buscar alguna estrategia para eventualmente contratar a estos técnicos-deportivos para llevar a cabo una labor similar por una menor compensación económica a la que recibe el educador físico.

    Tercero, muchos de los programas universitarios relacionados con la preparación de maestros de educación física, han contribuido erróneamente a mantener de alguna manera, latente la percepción de que el deporte con un fin competitivo es la herramienta principal aun cuando en algunas instituciones de educación superior, este fenómeno se ha disfrazado a través de la modalidad de trabajar con el desarrollo motor de los alumnos que desde mi óptica, teóricamente podría tener su valor inherente a la educación física, no obstante, se convierte en limitante. Esto debido a que en muchos casos el foco de atención está adherido a la mecánica relacionada con la variedad de formas en que puedo moverme en el espacio personal lo que eventualmente buscará que el estudiante desarrolle destrezas refinadas para que pueda seleccionar el deporte de su preferencia principalmente en el plano competitivo por lo que, no incide en aportaciones significativas que vayan más allá de la efectividad de la coordinación motriz mientras se evapora la posibilidad de que el estudiante derive satisfacción; se divierta sanamente, comparta socialmente con sus pares y que juegue libremente sin estar pendiente a la elegancia con la que ejecuta una acción de movimiento.

    Entonces, para vender apropiadamente el producto educativo a través de la educación física, necesitamos analizar la importancia de la clase de educación física no para un grupo particular y minoritario como lo son los atletas de alto rendimiento y sí para que la sociedad la entienda como un beneficio a corto y largo plazo de la salud holística para todas las edades-Si al lector le crea interrogantes esta aseveración, haga el ejercicio de indagar entre sus colegas y otros cómo definen la clase de educación física y de seguro encontrará muchas respuestas distintas. Una vez el profesional tiene claro hacia donde se dirige entonces cuenta con las herramientas para defender apropiadamente su labor y responder a las necesidades de la sociedad con mayor efectividad.

    Es necesario erradicar el deporte del ofrecimiento de la clase de educación física en todos sus niveles-Mientras el deporte competitivo o no siga representando la alternativa de mayor valor entre muchos colegas tomando como base el supuesto erróneamente infundado relacionado con la efectividad del maestro atada a la cantidad de trofeos y medallas obtenidas, la cantidad de alumnos que se beneficiarán de nuestra materia continuará su incontrolable descenso, por lo que la educación para la vida a través de fomentar estilos de vida activos y saludables quedará relegado a una postura idealista o utopía de unos pocos.

    No obstante, el deporte y las destrezas motoras podrían ser efectivas en el desarrollo del estudiante siempre y cuando tengan el propósito de facilitar el deseo e interés por participar en actividades físicas que fomenten el aspecto social, mental, emocional y espiritual de las personas que es algo más completo que la visión existente de muchos colegas acerca del deporte y la motricidad con el fin ulterior de desarrollar atletas que nos representen en competencias nacionales e internacionales. Debo esbozar que mis diferencias con la utilización del deporte y la motricidad como parte del ofrecimiento académico son filosóficas en términos de la finalidad en que se emplean (aumento en la cantidad de atletas, competencias y mecánica de movimiento) no como parte de las herramientas para el desarrollo efectivo del estudiante (valores, recreación, salud integral, uso inteligente del tiempo libre y de beneficio general y no para grupos específicos).

    Finalmente, aún cuando me incomoda la manera en que se coloca al maestro de educación física en la actualidad debido a la generalización cuando se opina sobre la profesión y el profesional del campo, acepto que hasta cierto punto propiamente hemos creado esta imagen distorsionada. Por cuanto, más que mantener al deporte competitivo como algo estrechamente vinculado a la enseñanza de la educación física, si queremos que nuestra profesión no claudique, entonces para defender nuestra posición ante la sociedad debemos hacerla pertinente a tales intereses y debemos concentrar en las acciones tales como darnos la oportunidad de crecer intelectualmente así como dirigir esfuerzos hacia la formación integral del alumno. Por tanto, deberíamos cuestionar de manera introspectiva qué estamos haciendo para transformar esta imagen negativa que por tanto tiempo se ha percibido en nuestro campo profesional y si vamos a continuar haciendo el papel de entrenadores deportivos para fomentar el aumento de atletas y la cantidad de trofeos que según algunos representa la diferencia entre el maestro que trabaja y el que no lo hace.

    La educación física es una materia educativa capaz de aportar significativamente a la calidad de vida de todo un pueblo, por lo que es la materia profesional más importante del campo educativo y una herramienta social de incalculable valor. En Puerto Rico contamos con una sociedad que agoniza física, mental, social y espiritual y estoy absolutamente convencido que si a través de la clase de educación física se trabaja para la vida, la percepción generalizada se transformará de manera radical a favor de este campo profesional. Si estás de acuerdo con esta aseveración, entonces debes preguntarte sobre el deporte competitivo en la educación física, ¿Es importante?

Referencias

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