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Papel del preparador físico durante la recuperación
de lesionados en el fútbol profesional

   
Preparador Físico del Rayo Vallecano de Madrid
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF - Madrid)
Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (UAM)
 
 
Víctor Paredes Hernández
victorparedesh@yahoo.es
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    Durante una temporada, en el fútbol profesional, el número de jugadores que aparecen lesionados en cada equipo es bastante elevado. El preparador físico debe tener claro una serie de objetivos básicos a la hora de planificar, para prevenir de manera notable un alto número de lesiones. Al igual que para la mejora del rendimiento del jugador, interviene sobre él un grupo de profesionales especializados en diferentes áreas interrelacionadas dentro de las ciencias del deporte, de la misma manera, la intervención que debe realizarse para un futbolista desde el momento que se lesiona, es trabajar en base a la planificación de un equipo multidisciplinar. La aportación del servicio médico, coordinando el trabajo del preparador físico con el fisioterapeuta y psicólogo, y este trabajo condicionado por las necesidades del entrenador o circunstancias que rodeen el club, marcaran la evolución de los futbolistas lesionados.
    Palabras clave: Recuperación de lesiones. Preparación Física. Fútbol.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 77 - Octubre de 2004

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1. Introducción

    Actualmente, en el fútbol profesional, el preparador físico tiene cada vez mayor protagonismo dentro del cuerpo técnico de cualquier equipo. A la hora de planificar los entrenamientos, el preparador físico es el encargado de cuantificar todas las sesiones de entrenamiento, es decir, controla todos los factores que van influir en la ganancia y conservación de la condición física del futbolista. Por lo tanto, llevará un exhaustivo control sobre el volumen, intensidad, número de series y repeticiones, pausas, etc.

    Además de ser el responsable de esta función tan determinante para que el equipo obtenga un buen rendimiento durante toda la temporada, el preparador físico se encarga del entrenamiento de los jugadores que sufren una lesión a lo largo de la temporada. La función de planificar cada sesión de entrenamiento de los jugadores lesionados puede ser una de las claves del éxito de la temporada de cualquier equipo, sobre todo cuando un jugador determinado que sufre la lesión es una de las referencias del grupo, y pieza clave en el dibujo táctico del entrenador. Según Muñoz y Olcina (2001), el problema existente en el fútbol es el que podemos observar en todos los deportes de equipo, y es la escasa individualización que existe del entrenamiento. En su opinión, esto es debido a la falta de especialización, preparación y recursos tanto de los entrenadores como de los preparadores físicos.

    En este sentido, se debe tener claro que no podemos asignar la misma carga de entrenamiento a todos los miembros del equipo, debido a las enormes diferencias existentes entre cada uno. Existen muchos aspectos a considerar a la hora de determinar las cargas del entrenamiento aplicables a cualquier jugador:

  • tarea que desempeña en el campo

  • puesto específico que ocupa

  • características fisiológicas: % fibras, niveles de resistencia, fuerza, etc.

    Como podemos observar existen muchos factores que habría que controlar para establecer una carga de entrenamiento adecuada para cada jugador, esto lleva mucha dedicación y mucho tiempo, tanto al entrenador como a los preparadores físicos, para tratar de conseguir la mejora del futbolista en cada entrenamiento.

    Esta dificultad de cuantificación individual del entrenamiento provoca en ciertas ocasiones que determinados jugadores no soporten estas cargas, con los consecuentes problemas que esto acarrea, entre ellos las lesiones deportivas, el sobreentrenamiento, etc.

    Durante una temporada, centrándonos en el fútbol profesional (1ª y 2ª División), el número de jugadores que aparecen lesionados en cada equipo es bastante elevado. El preparador físico debe tener claro una serie de objetivos básicos a la hora de planificar, para prevenir de manera notable un alto número de lesiones:

  • Mejorar continuamente las capacidades de coordinación básicas de las áreas corporales que intervienen de forma preferente en la ejecución de las técnicas específicas de una especialidad deportiva

  • Lograr el equilibrio necesario del balance muscular en los grupos más importantes

  • Conseguir una mejora constante de la movilidad articular

  • Ayudar al logro de la deseada elasticidad muscular

  • Lograr la comprensión mecánica de las técnicas específicas

    Ante tantas lesiones y tantas consecuencias que producen las mismas, tanto para el deportista (miedos, pérdidas económicas, pérdidas de puesto de juego, etc.), como para el equipo (reestructuración táctica, dependencia según ciertos jugadores, etc.), un aspecto fundamental cuando hablamos de lesiones, es su prevención.

    Es difícil evaluar todos los factores predisponentes y sus efectos desde cada deportista, pero se pueden ir teniendo en cuenta posibles señales que se anticipan a una lesión, estas pueden ser: (Florean, A: 2002)

  • Cambios de personalidad o cambios de actitud

  • Factores que en la actualidad puedan actuar como potencialmente estresantes

  • Historia de lesiones anteriores

  • Fortaleza psíquica para afrontar las cargas de estrés y sociales

  • Fluctuaciones de la motivación

  • Déficits atencionales

  • Variaciones de estados de ánimo

    Hay que poder prevenir desde ambos aspectos, tanto físicos como psicológicos, para lo cual habría que tener en cuenta: (Florean, A: 2002)

  • En relación a la demanda de entrenamiento sería importante ir incrementando progresivamente las demandas físicas que obligue a los deportistas a enfrentarse y controlar la adversidad gradualmente (dolor, cansancio) ayudándolos de ésta manera a que lleguen más "duros" a la competencia.

  • Incluir períodos de descanso físico y mental que eviten sobreentrenamiento. Sobre todo en los momentos que exijan muchas horas de trabajo (competencias seguidas)

  • Variar el planteamiento de las sesiones de entrenamiento de manera que suscite interés y evitar el aburrimiento y en consecuencia una baja en la motivación.

    El fútbol es un deporte de equipo. Según Moraes (2003), el deporte de equipo es definido como una actividad de contacto constante entre el adversario y oponente e incluso entre compañeros del mismo equipo, produciendo situaciones muy distintas y variadas como por ejemplo: aceleraciones y desaceleraciones bruscas, saltos, desplazamientos laterales, cambios bruscos de direcciones, etc. Las características de los jugadores del deporte de equipo son muy peculiares, donde predominan las grandes estaturas y elevados pesos. Por ese motivo, los deportes de equipo es una actividad física en el que se dan gran incidencia de lesiones tanto en las que se denominan como las agudas, así como las provocadas por "L.E.R." o sea, por la repetición de los gestos.

    Una de las claves del preparador físico, para evitar que se produzcan el mayor número de lesiones, será manejar las causas y las variables que pueden influir en las lesiones. Desde el área de la psicología, la variable más relevante es el estrés. Martens (1977), define el estrés como el proceso que comprende la percepción de un desequilibrio sustancial entre las demandas objetivas del ambiente y la capacidad de respuesta, bajo condiciones donde el fracaso al afrontarlo se percibe como algo que tendrá importantes consecuencias, y a lo que responde con un incremento de los niveles de ansiedad. Según este autor las situaciones potencialmente estresantes serían:

  • Sucesos de tipo general (conflictos familiares, pérdida de seres queridos, problemas financieros, etc.)

  • Sucesos relacionados con la actividad deportiva (cambios de status o rol, cuestiones contractuales, cambios de equipo, cambio de entrenador, etc.)

  • Demandas de entrenamiento

  • Demandas de la competencia

  • Otras situaciones relacionadas con la actividad deportiva (la opinión de los medios de comunicación, la relación con los dirigentes, etc.)

  • Lo impredecible del resultado y del propio rendimiento

  • Estar permanentemente expuestos (prensa, público, amigos, entrenador, compañeros, familia, etc.)



2. "Recuperador" de lesionados

    Al igual que para la mejora del rendimiento del jugador, interviene sobre él un grupo de profesionales especializados en diferentes áreas interrelacionadas dentro de las ciencias del deporte, en este caso aplicadas al fútbol. Consideramos que de la misma manera, la intervención que debe realizarse para un futbolista desde el momento que se lesiona, es trabajar en base a la planificación de un equipo multidisciplinar, como se puede ver en el esquema que aparece a continuación.

    Este equipo multidisciplinar estará dirigido por el servicio médico, el cual marcará las pautas y las directrices de trabajo a sus principales colaboradores, el fisioterapeuta y el preparador físico. Por otro lado, la aportación del psicólogo será fundamental, y su trabajo estará ligado a la figura del médico y del preparador físico. El club tendrá en su poder decisiones importantes cuando ciertas lesiones sean complicadas, en función de tratamientos quirúrgicos o finalizaciones de contratos por parte del jugador. Y el entrenador, será el que en todas las lesiones demande la necesidad de disponer del jugador desde un punto de vista táctico y competitivo. En función de la importancia que tenga el jugador lesionado para su entrenador, este jugador también querrá acelerar el periodo de recuperación.

    De esta manera, se ve claramente que en ningún momento tiene lógica denominar al preparador físico ni a ninguna figura dentro del mundo del fútbol, con la terminología de "recuperador". La recuperación sólo puede tener éxito dentro de la concepción por parte del deportista que está en manos de un equipo multidisciplinar que actúa sobre él de manera eficaz.

    Hoy en día, resulta prácticamente imposible hablar de rehabilitación y no tener en cuenta al ejercicio físico como uno de los medios más potentes de la recuperación del paciente en esta esfera médica. El profesional de la actividad física, es el más capacitado para la administración del ejercicio físico en la sociedad; se hace imprescindible para el desarrollo de la rehabilitación física, incorporar a este profesional a ese equipo de trabajo, con el objetivo de explotar todas las potencialidades de este elemento terapéutico (el ejercicio físico).

    No se trata, bajo ningún concepto, de sustituir el trabajo del fisioterapeuta, es exactamente todo lo contrario; se trata de culminar aquello que el fisioterapeuta le resultaría imposible de obtener porque requiere de otros elementos del ejercicio físico y conocimientos de carácter más pedagógico que en su formación no son objetivos de estudios, ni tienen el porqué serlo, pues pertenecen al campo de trabajo del Educador Físico. De esto existen experiencias en muchos países, tanto desarrollados como subdesarrollados. El problema no es oponerse, impedir o pelear; sino integrar ambos procesos profesionales en un todo único, respetando la ética a partir de los conocimientos adquiridos en las respectivas carreras de formación profesional. (Alonso & León: 2001). Los preparadores físicos debemos ser capaces de poseer conocimientos teórico-prácticos y desarrollar investigaciones sobre los métodos más idóneos de tratar diferentes lesiones a través del ejercicio físico.


3. Planificación de la recuperación de la lesión

    Para la realización de una adecuada planificación en la recuperación del lesionado, como preparador físico y miembro de un equipo multidisciplinar, seguimos una línea de trabajo basada en los principios básicos del entrenamiento (progresión, individualización, etc…).

    A la hora de definir la terminología en las tres fases de la planificación (corto, medio y largo plazo), nos basaremos en la idea de entrenamiento coadyuvante, donde Mula, F. J. (1998) lo define como aquellas forma de entrenamiento que ayuden a la medicación y contribuyen de forma fundamental en la prevención de lesiones de los deportistas, participando ocasionalmente en la terapia post-lesión. Y a su vez, diferencia cuatro tipos de entrenamientos: Durante la lesión (Entrenamiento de evitación y Entrenamiento alternativo); y durante la recuperación (Entrenamiento post-dramático y Entrenamiento de resolución final).

    En la propuesta que realizo a continuación aparecen tres tipos de entrenamiento durante la recuperación del futbolista lesionado.


Entrenamiento compensatorio (a corto plazo)

  • Tiene una aplicación paralela con la línea de actuación del servicio médico y el fisioterapeuta, con la que se debe tener plena coordinación

  • Hipertrofia compensatoria sobre los grupos musculares activos no afectados en su totalidad

  • Activación articular, evitando la pérdida total de estímulos kinestésicos que la inmovilidad ocasiona

  • Mantener el tono muscular y motor con la práctica selectiva del entrenamiento, para mantener el nivel de técnica anterior

  • Realizar un trabajo en el gimnasio de los grupos musculares no afectados por la lesión; y complementar lagunas de formación muscular no trabajadas por falta de tiempo anteriormente

  • Mantener la condición física general, fundamentalmente sobre los sistemas de aporte energético

  • Hacer el entrenamiento táctico necesario sobre problemas teóricos y video



Entrenamiento transitivo (a medio plazo)

  • Refuerza y acompaña el tratamiento médico propuesto hasta esta fase de la recuperación

  • Se busca la cooperación en la más rápida restauración de las funciones perdidas

  • Readaptación fisiológica de la zona afectada a la sistemática del entrenamiento, fundamentalmente en los mecanismos específicos de fútbol

  • Planificación de las cargas de trabajo para poder gradualmente integrarse a la dinámica de esfuerzos y descansos del entrenamiento normalizado



Entrenamiento pre competitivo (a largo plazo)

  • Proporciona las cargas de entrenamiento, desde el momento del alta médica hasta que el futbolista alcanza el nivel de condición del grupo o el que poseía anteriormente

  • Según el ciclo de competición será diferente, pero en cualquier caso se debe situar a nivel de posible competición inmediata

  • Seguridad en la ejecución técnica e integración en la aplicación táctica

  • Confianza en su restauración total para la competición

  • Integración total en el grupo de entrenamiento



4. Caso práctico

    Se trata de un jugador de fútbol profesional de la liga española (1ª División), que en la temporada 2002/2003 pertenecía al Rayo Vallecano de Madrid.

    La lesión se produce durante un entrenamiento, el 29 de Enero de 2003, al realizar un mal apoyo, en una acción de juego real durante un partido en espacio reducido. Por decisión del servicio médico, se le realiza una artroscopia dos días después. El diagnostico médico fue de Rotura del Menisco Interno y Esguince Ligamento Lateral Interno de la rodilla izquierda.


4 semanas después comienza la fase de recuperación con el Preparador Físico

    A partir del 4 de Abril de 2004, el jugador comienza a entrar en las convocatorias del equipo para disputar los partidos oficiales de liga. Durante el resto de temporada, el jugador sigue un plan específico de entrenamiento, basado en un trabajo realizado en la máquina de cuadriceps y máquina de bíceps femoral, en el gimnasio, para fortalecer y potenciar en el mayor grado posible su rodilla dañada. El jugador no volvió a sufrir ningún fallo articular en su rodilla izquierda, y pudo realizar el 100 % de los entrenamientos planificados para el equipo durante el último tramo de la temporada 2002/2003.



Ejemplos de sesiones durante la fase de Entrenamientos Transitivos controlados por pulsómetros:

CIRCUITO FUERZA EN MÁQUINA
CARRERA CONTINUA: 5 x 7'
CIRCUITO FÍSICO-TÉCNICO


5. Conclusiones

    A través de la experiencia de poder trabajar en el Rayo Vallecano de Madrid, con futbolistas profesionales, llegamos a la determinación de que la clave para que la recuperación de los jugadores lesionados sea correcta y se obtenga el objetivo previsto, pasa por una planificación detallada y flexible durante el periodo que el deportista no entrena dentro del grupo, y por lo tanto sigue un ritmo diferente de trabajo.

    Para diseñar una adecuada planificación, partimos desde la idea de trabajo de un equipo multidisciplinar, en el cual el servicio médico marca las pautas de actuación, con el apoyo principal de sus colaboradores más participativos, fisioterapeuta y preparador físico, y sin dejar de contar en todo momento con las opiniones del psicólogo y decisiones del entrenador y el club. Pensamos que sería muy interesante protocolizar un método de trabajo para cualquier tipo de lesión y jugadores.

    En el Rayo Vallecano de Madrid, contamos con un protocolo común a la hora de intervenir y comenzar la recuperación de los futbolistas lesionados. Hasta el momento, en cualquier lesión sobre la que hemos actuado, siguiendo esta línea de actuación, hemos obtenido muy buenos resultados, pero pensamos que se debe afinar y perfeccionar para conseguir un salto de calidad que nos permita crecer cada día más en este campo del deporte que permite realizar planteamientos tan interesantes en cualquier especialidad deportiva. Un ejemplo del protocolo que utilizamos es la lesión de rodilla que hemos podido ver anteriormente. También conviene destacar, que una de las claves del éxito del equipo multidisciplinar es la interacción entre diferentes áreas de trabajo, y un diálogo regular, constante y diario entre todos los miembros del equipo. Es imprescindible a su vez que cada profesional sepa asumir su rol dentro del equipo multidisciplinar.

    En la actualidad, uno de los problemas que existen en la en el momento de empezar la recuperación de los jugadores lesionados, es que el preparador físico tiene la dificultad de no poder compatibilizar su tiempo de trabajo dedicado al grupo, y al jugador lesionado. La solución por la que se opta en todos los casos es que el entrenamiento específico del futbolista lesionado comienza cuando acaba la sesión de entrenamiento del equipo. Esto conlleva un problema, tanto para el preparador físico como para el futbolista, en muchos detalles que marcan la calidad del entrenamiento. La solución práctica es muy sencilla, cada club debería de contar con dos preparadores físicos dentro del cuerpo técnico, ya que de esta forma se tendría un completo control sobre los futbolistas que se encuentran fuera del equipo, y que en periodos cortos de tiempo pudieran pasar no contar para el entrenador por la lesión de cada uno, a ser participes en los triunfos del equipo y en la mejora del rendimiento colectivo. De manera paralela, el área de la preparación física del equipo daría un grandísimo salto de calidad, al ser dos profesionales los que trabajarían como un grupo de trabajo. En la temporada 2003/2004, hemos podido ver como son varios los equipos de 1ª División como el Real Madrid, Atlético de Madrid, Real Betis Balompié, Real Valladolid, etc., que cuentan con preparadores físicos que se ocupan de manera específica de la recuperación de los jugadores lesionados, y trabajan con el mientras simultáneamente el equipo realiza su sesión de entrenamiento bajo la tutela de otro preparador físico y el total del cuerpo técnico.

    Por último, recordar que una de las claves para reducir el número de lesiones, es realizar una buena planificación para prevenir cualquier tipo de lesión. El prevenir una lesión es otra de las claves al hablar de la gran importancia que tiene el preparador físico. Por lo tanto, será el encargado de cuantificar todas las sesiones de entrenamiento, o sea, controlar todos los factores que van influir en la ganancia y conservación de la condición física del futbolista. De esta manera, llevará un exhaustivo control sobre el todos los factores, fundamentalmente, fisiológicos que influyen en el entrenamiento.


Bibliografía

Otros artículos sobre Rehabilitación de lesiones

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revista digital · Año 10 · N° 77 | Buenos Aires, Octubre 2004  
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