efdeportes.com
El psicólogo deportivo incluido en el
cuerpo técnico: un delicado equilibrio

   
Psicólogo del deporte
(Argentina)
 
Lic. Marcelo Roffé
mroffe@sion.com
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 42 - Noviembre de 2001

1 / 1

Trabajo presentado en las IIas. Jornadas Internacionales de Ciencias del Deporte
CeNARD, Buenos Aires, noviembre de 2001

 
¿Adentro o afuera? ¿Cuáles son las ventajas y cuales las desventajas?
¿Es consultor, terapeuta o entrenador mental?
¿Qué perfil debería tener el cuerpo técnico para incluir este rol?
¿Debe usar la misma ropa que el resto del cuerpo técnico?
¿El DT debería poder saber todos los movimientos del especialista en un hotel?
(ej. ¿a quién asistió y porqué motivo...?)
¿Y las presiones del psicólogo del deporte? ¿Son mayores en posición activa?
¿Inserto, tiene más incidencia en la programación del entrenamiento?
¿Puede un psicólogo del deporte ayudar a incrementar las habilidades de comunicación
y la armonía de equipo estando afuera?
 


Introducción

    Intentaremos responder en el transcurso de la exposición, algunas de estas preguntas-guía. Seguramente será bueno que otras queden planteadas sin respuesta.

    Lo primero por diferenciar es el rol del psicólogo de la especialidad del psicólogo deportivo. "La propia persona del psicólogo deportivo comparte un mayor número de situaciones experienciales con los atletas, debido a que las delegaciones deportivas suelen ser acompañadas, durante los viajes, por un equipo de psicólogos del deporte" (Nascimbene y Nachón, 2001).

    Según mi estudio el número ideal de psicólogos del deporte es dos (mi fundamentación queda para otro trabajo). Y dentro de esta especialidad, se destaca la apropiada calidad profesional y humana sumada al adecuado perfil para ese deporte, en ese momento, de ese sujeto.

    En la Conferencia Anual de 1998, la Sociedad Inglesa de Psicología del Deporte y la Sección del Ejercicio de la Psicología aprobaron el principio de garantía cuyo titulo era "Cartera de Psicólogos del Deporte" para la apropiada calidad profesional. Es un poco controvertido el tema de la acreditación de los psicólogos del deporte (Matt Javis, 1999).


¿Un psicólogo deportivo insertado en el Equipo?

    La presencia de un psicólogo en el equipo favorece el proceso de preparación psicológica, aunque ello no significa que este especialista sea el único que vele por este tipo de preparación (González Carballido 2001; Aguayo 1998).

    Sin embargo el concepto y el campo de aplicación es el del "consultorio grande" (Roffé, 1999). Esto es observar entrenamientos, competiciones, conductas en la concentracion, visitar a los deportistas en el lugar de "ocio" (sala de juegos), en sus habitaciones, teniendo charlas, comer en los mismos horarios y lugares, organizar juegos con el preparador físico, etc. provocando y generando la demanda, sin esperar de brazos cruzados en el consultorio, pero sin "ser insistentes al extremo".

    No son pacientes (aunque no siempre que aparezca una problemática clínica podemos derivarlo: hay que analizar cada caso) sino deportistas normales o asesorados o consultantes o clientes...

    "Se sugiere que los psicólogos del deporte cambien sus batas de laboratorio por chandales, dirigiendo sus esfuerzos a la investigación de campo, multivariada y a largo plazo" (Martens,1979).

    Con jogging o equipo deportivo como uno más, pasando desapercibido, manejando los tiempos de entrar y salir para intervenir pero "in situ", poniendo el cuerpo en el micro, en la cancha, en el vestuario, en las charlas del DT o del médico...

    Compartiendo los viajes al interior y al exterior, buscando como objetivo que los deportistas utilicen eficazmente sus mejores recursos, para que su rendimiento sea el máximo posible, consiguiendo previo a la competencia que lleguen en las mejores condiciones psicológicas y posteriormente que se recuperen de la experiencia competitiva y obtengan el máximo beneficio de ella. Lógicamente siendo el objetivo fundamental durante el periodo de entrenamiento, mejorar los recursos de los deportistas y prepararlos psicológicamente para la competición (Buceta).

Obviamente que el lugar que este profesional tenga o pueda tener dependerá
en gran medida, del que pueda y quiera darle el líder: EL ENTRENADOR.
¿Qué tiene que hacer el entrenador para sacarle todo el jugo posible al rol de este profesional?


Desarrollo

    Hay dos cuestiones básicas que intentaré abordar en este trabajo, para demostrar la superioridad del grado de eficacia y de intervención metodológica de un especialista incluído en el cuerpo técnico como uno mas:

  1. el tiempo compartido (no alcanza solo con las horas)

  2. el lugar que el DT le da a ese especialista para desarrollar su función.

    Siguiendo a Williams "los entrenadores y atletas reconocen la importancia de los factores psicológicos en el desarrollo y rendimiento deportivo, aunque en realidad el tiempo que los deportistas dedican a la práctica de habilidades psicológicas contradice esa opinión".

    Es muy probable que estando el profesional presente (el concepto de presencia me parece decisivo) los trabajos de respiración, relajación y visualización puedan desarrollarse de otra manera .La referencia es pre y post competitiva pero durante una competencia. En instancias importantes la concentracion puede durar un mes.

    Los dos puntos parecen relacionarse.

    Comenzando por el punto 1, y en relación al tiempo (horas de vuelo semanal) no es lo mismo estar 4 hs. por semana que 20 hs. Vale agregar que en el deporte no hay tiempo.

    Los/as psicólogos/as tenemos fama de :

Por todo esto nos resulta complicado insertarnos/que nos inserten en un
EQUIPO DE TRABAJO INTERDISCIPLINARIO.

    Lograrlo, desmistificando ese perfil "rechazable", ya significa ganar media batalla y habilitar las condiciones para intervenir eficazmente y buscar ganar la otra media batalla "la de la identificación y comprensión de teorías y técnicas psicológicas que pueden ser aplicadas al deporte con el objeto de maximizar el rendimiento y el desarrollo personal de los deportistas" (Williams, 1991). Nos referimos a la instrumentación metodológica científicamente probada en su eficacia.

    En referencia al segundo punto, nuestra llegada vía el DT suele ser favorablemente decisiva. Según mis experiencias en ambos casos (llevado y no llevado por...) nuestras posibilidades de intervención varían.

    Nuestra tarea de "complementariedad" de la función del entrenador se ve beneficiada por la demanda inicial de él . Pero es fundamental no "desubicarnos" y usar ese "pequeño poder" para cumplir con nuestro objetivo en un contexto de trabajo solidario de equipo y no para "usar la piscina" o "jugar el picado en cortos, con los muchachos"....o "meterse en el vestuario a tratar de espiar y/o escuchar intimidades"...o "hablar de táctica".

    Nuestro trabajo "debería " ser supervisado por dos instancias decisivas:

  1. Interna: por el máximo responsable, o sea, El Entrenador, ya que el pulpo tiene muchos tentáculos pero una sola cabeza y esta es la del líder. Esto no significa violar la ética y el secreto profesional.

    El entrenador deberá tener claro desde el comienzo que se le dará solo la información que le sea útil, no toda.

  2. Externa: por un colega de mayor experiencia a quien uno le adjudica un saber, para pulir errores o simplemente para tener la "garantía" de que la cosa marcha muy bien. Es fundamental que se confíe en ese supervisor y que éste reúna las características de personalidad "aptas" que el deporte requiere para uno (perfil) y que además de saber teórico, tenga saber práctico (el famoso "tener vestuario" ).

    Siguiendo a Wainstein (2000) "un psicólogo, salvo que se dedique a la investigación, es un consultor... un papel en el cual alguien es llamado por otro/s que siente/n que algo ha pasado en su/s espíritus, alma/s, mente/s, mundo/s cotidiano/s... ese otro es lo que hoy llamamos consultante".

    Y consultante en el ámbito del deporte puede ser el entrenador o el deportista y cuanto mas tiempo "estemos y nos vean", mas podremos ser consultados si estamos bien posicionados, aunque la cantidad poco tiene que ver con la calidad, es la oferta la que genera la demanda, de aquí a la eternidad.

    Responder a esa demanda puntual del entrenador o del deportista para resolver el conflicto pensando el 90 por ciento del tiempo en la solución y solo 10 por ciento en el problema. O sencillamente ayudarlos a mejorar ya que siempre se puede un poquito más.

    ¿Por qué el psicólogo no puede ser consultor externo en vez de interno? ¿Qué cambia? La eficacia del trabajo no queda lesionada pero si recortada. En general se usa este tipo de abordajes en cinco casos:

  1. la institución o el DT no pueden afrontar el gasto (sueldo) de un especialista a tiempo completo.

  2. el DT no quiere esta modalidad ya que al no estar convencido, el especialista le resulta invasivo a su rol.

  3. el profesional no está verdaderamente calificado o especializado en esta área, con lo cual elige este abordaje terapéutico-clinico

  4. el profesional no quiere descuidar sus otros compromisos laborales (consultorio, docencia, etc.) y va cuando puede. Esto se alimenta si su inclusión es ad-honorem desvirtuando y descalificando nuestra posible eficacia.

  5. existe un equipo de psicólogos trabajando en la institución y atendiendo las demandas de los protagonistas de las distintas disciplinas deportivas (Departamento de Psicología Deportiva).

    También sabemos que hay tres modalidades de intervención en deportes de equipo estando adentro o afuera:

  1. individual (en general no molesta a los entrenadores)

  2. grupal (en general molesta a los entrenadores)

  3. institucional (no es recomendable por sus efectos posteriores)


Conclusión

    El psicólogo del deporte ¿es parte del cuerpo médico o técnico?.

    La discusión es vieja y bizantina. A mi modo de ver debería poder ser parte-engranaje de una verdadera cooperación interdisciplinaria (no multidisciplinaria).

    Si está inserto en un lugar es en el cuerpo técnico por el lugar de confianza que tiene para ese entrenador y por efecto de esto obtiene esa misma confianza con los dirigidos por éste. A los deportistas no les resulta igual verlo al DT dialogando con el especialista que no verlo. El cuerpo médico es parte del equipo y también tendrá una comunicación fluida con ellos sobre todo en la prevención y rehabilitación de lesiones.

    El psicólogo del deporte pone a disposición del DT, datos y conocimientos científicos. Su observación de lo gestual puede en determinados casos ser más relevante que la escucha, para realizar buenos diagnósticos (aunque se trate de una acumulación y entrecruzamiento de datos).

    Aporta otra mirada, una mirada diferente y un saber diferente, que ayuda a potenciar al DT, que suma en el análisis de ese deporte y en los vínculos con los deportistas. Y que respecto de estos últimos colabora a optimizar los rendimientos y al sentir-se bien de los deportistas, "controlando" juntos situaciones de estrés.

    El atleta no es una máquina, tiene emoción y corazón... la cabeza decide muchos juegos y es preciso prepararla (Samulski,1999).

    El objetivo de la colaboración persigue un mayor disfrute, con mayor desarrollo y mayor rendimiento. ¿Es posible el disfrute o la capacidad de divertimento bajo presión? Mi experiencia me dice que es posible. El especialista se ocupa con el DT y el resto del equipo de potenciar las variables y los procesos psicológicos que inciden en el rendimiento, además de todos aquellos factores personales que pueden influir en el mismo. Todo trabajo psicológico para que sea óptimo tiene que ser tan sistemático y constante como el trabajo físico-técnico al que potencia (de Diego y Sagredo, 1992).

    Y esto lo comprobamos en la Programación del Entrenamiento Mental propiamente dicho y en la enseñanza de las técnicas anti-estrés que pueden llevar meses instrumentarlas y es bueno destacar que solo es conveniente administrarlas cuando las condiciones del vínculo así lo permitan y no antes ya que podemos echar a perder algo muy valioso.

    Siguiendo a Ucha "sus resultados estarán influidos por el grado de colaboración de los deportistas. Este entrenamiento requiere concentración y disposición". Y si estamos incluidos en el cuerpo técnico y supimos manejar ese delicado equilibrio de nuestro rol, sin dudas los deportistas colaborarán de diferente manera.

    Incorporado al cuerpo técnico tiene más posibilidades de tener una incidencia directa en la situación y no indirecta como estando afuera. Las cosas buenas son lentas y requieren que apostemos a pleno poniendo lo mejor de nosotros sin guardarnos nada y estando en todos los detalles que la situación requiera. Si bien la psicología aplicada al deporte busca incidir en los deportistas y esto es factible vía el DT cuya palabra vale 10 veces más que la nuestra y no como dice Angel Cappa, a quien mucho respeto, quien es Entrenador y Profesor de Filosofía "Sin embargo como los jugadores antes que eso son personas, es posible que alguno necesite individualmente, alguna vez, la asistencia de un psicólogo como en otro momento la de un odontólogo. Pero en el cuerpo técnico de un equipo de fútbol, entrenador y psicólogo se encuentran en el mismo papel, con una ventaja para el entrenador: conoce mejor a Garrincha". Si lo ideal, sin confusiones mediante, no es posible no desdeñamos para nada el otro modo de intervenir. Si trabajamos (autorizados) directamente con los deportistas, asumiendo los límites de nuestra función y estamos mucho tiempo compartiendo las instancias como/con ellos, aumentamos la chance de volvernos verdaderamente necesarios.


Bibliografía


Otros artículos de Marcelo Roffé
sobre Psicología del Deporte | Fútbol

  www.efdeportes.com/
http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
   

revista digital · Año 7 · N° 42 | Buenos Aires, Noviembre de 2001  
© 1997-2001 Derechos reservados