Lecturas: Educación Física y Deportes
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Significado y alegría en el deporte en América Latina
Joseph L. Arbena

María Laura San Martín


VII

En resúmen, los trabajos mencionados anteriormente sugieren que los deportes modernos fueron transportados desde sus áreas de orígen hacia sus nuevos hogares por una variedad de vías, que las culturas receptoras aceptaron estas nuevas actividades por una variedad de razones, que las sociedades anfitrionas no sólo adoptaron dichos deportes sino que además se adaptaron a ellos para acomodarlos a sus necesidades y sus complacencias, y que a través del tiempo dicha difusión se anexó al largo proceso de internacionalización, incluso de globalización, del cual los deportes son sólo un elemento.

Aún, a través de todo esto, muchos escritores a quienes había caratulado de románticos escépticos y muchos de los cuales están reflexionando a cerca del fútbol recomiendan un poco de cautela en nuestro apuro por construir teorías y elaborar interpretaciones sofisticadas. El escritor y fracasado político peruano Mario Vargas Llosa advierte que el problema en tratar de intelectualizar el fútbol está en que "la realidad sobrepasa a la teoría". Mientras que las teorías son racionales y lógicas, "en el comportamiento social e individual, el no raciocinio, la inconciencia y la espontaneidad pura siempre aparecerán". En resúmen, el fútbol "ofrece a las personas algo que apenas pueden tener: una oportunidad de divertirse, de darse un gusto, de exitarse, de emocionarse, de sentir ciertas emociones intensas que la rutina diaria raramente les brinda".26 De manera similar, el ex jugador de la Selección Nacional de Fútbol Argentina y ahora escritor residente en España, Jorge Valdano, sostiene que "un viaje por la razón a través del mundo del fútvol demuestra el sumun del placer, mientras no tratemos de entenderlo", porque es un mundo de sueños e ilusiones donde uno afronta "esa seducción por la pelota".27 Luego, le reuga a Dios que "nos libere de los pseudo-cientifistas que aún no entienden que el fútbol es un factor cultural y que . . . "no pueden interrumpir la emoción" . . . El fútbol, atacado por el virus hiperrealista tendrá un triste destino. Adiós a la seducción". Además predice que "si algún día el fútbol muere, será de seriedad".28 Tales sentimiento son compartidos por otro amante del fútbol latinoamericano quien mantiene que "al final, el fútbol no puede ser reducido a explicaciones socio-culturales; mucho depende del juego mismo . . . como dice un texto literario, un partido de fútbol no puede ser entendido simplemente en términos de su contexto social: algo siempre rebalsa los bordes de semejantes análisis". Por lo tanto, las tentativas por dominar el deporte intelectualmente podrían traer "consecuencias desastrosas".29

El historiador mejicano Enrique Krauze toma una postura similar. Mientras reconoce que el fútbol posee dimensiones sociales, políticas, económicas y psicológicas grupales, sugiere que "el fútbol, sobre todo es un juego. ... Su utilidad es lúdica. En el fútbol hay algo que nos transporta a nuestra infancia, que nos hace permanentemente jóvenes, y por eso nos gusta".30 Aquí Krauze hace eco a lo expuesto por un ecuatoriano quien encontró en el fútbol "un drama humano en el cual la gente se ve a sí misma y a su completa existencia reflejada en la lucha, los triunfos, las derrotas, el dolor, de sus vidas diarias. No siempre es diversión, nostalgia o una escapatoria, pero sí una expresión de lo que hay en su interior y en sus mundos personales".31 Consideremos también las palabras de un norteamericano recientemente enamorado del fútbol: "El fútbol nunca tuvo la intensión de ser disfrutado. La tuvo de ser experimentado. ... Hay, después de todo, algo familiar alrededor de una competencia en la que nadie gana y nadie convierte un gol. Cero a cero es el puntaje de la vida. . . el fútbol no fue pensado como una escapatoria de la vida. El fútbol es vida, en toda su injusticia y su hastío. . . Aceptar la eventual certeza de una derrota a su vez te libera para aceptar auténtica alegría en cualquier pequeña victoria – esa buena patada".32

Aún el dócilmente marxista y a veces pesimista Galeano se jacta de haber mirado todos los partidos del Mundial del '98 y cree que "el fútbol conserva su capacidad por belleza".33 También insiste en que lo que lo hace de esta manera es "su empecinada capacidad de sorprender. Cuanto más los tecnócratas programan hasta el último pequeño detalle, cuanto más los poderosos lo manipulan, más continúa el fútbol siendo el arte de lo imprevisible. Cuando menos lo esperás, ocurre lo imposible ..."34 Este es el motivo por el cual Galeano es, admitido por él mismo, un "solicitante del buen fútbol" que "va por el mundo, con la mano extendida" suplicando: "Un movimiento bonito, por el amor de Dios. Y cuando el buen fútbol aparece, agradezco por el milagro, y no me preocupo por qué equipo ó que país lo consiguió.35 Y denuncia a aquellos "intelectuales" tanto de derecha como de izquierda, que no comparten su entusismo por "la pelota", aquellos que fracasan en reconocer sus sentimientos, sus experiencias de diversión, ó en apreciar la belleza y el significado del juego. El desprecio de la derecha viene de "la creencia de que la adoración por el fútbol es lo que la religión de la gente (la prole) se merece" mientras que los izquierdistas denigran al fútbol porque supuestamente "castra las masas y descarrila su ardor revolucionario".36 En otras palabras, lo toman muy seriamente e interpretan cosas que no son.

Mi argumentación es que lo que estos fanáticos del fútbol dicen en su mayoría a cerca de su deporte favorito debe ser igualmente aplicable al análisis de otros deportes. El recientemente periodista Bill Plaschke observó que lo que hace al baseball tan bueno es que "No se trata de imaginar ni de buscar factores, se trata de sentirlo".37 Y el crítico Jonathan Yardley, reviendo un libro académico consagrado a la cultura playera, lamentó que "Como con muchos otros comprometidos por profesionales estos días en el nombre de la 'cultura popular' [este libro] haga tanto de tan poco. La suposición de que todo está bendecido (o maldito) por el Gran Significado es fundamental al comentario cultural, y los practicantes siempre buscan significados donde no los hay. ... El mejor consejo es leer a sabiendas de estas tonterías y concentrarse en la investigación del autor".38


VIII

En conclusión, los deportes en Latinoamérica y en cualquier otra parte bien pueden ser "algo que amamos [justamente] porque nos hacen sentir vivos, despiertan nuestros sentimientos más profundos y nos hacen reir y llorar".39 Los deportes, permitiendo alguna exageración literaria y romántica, deben ser como la gente sobre quien el novelista brasilero observó que "Uno es amado porque es amado. No se necesita una razón para amar".40 Por ello no sugiero que desistamos de buscar explicaciones o construir teorías, y ciertamente que no ignoremos el contexto cultural e histórico en el cual el deporte se desarrolla; los trabajos anteriormente sitados proveen algunas posibilidades exitantes para nuevas perspectivas interpretativas. Lo que sugiero es que no fracasemos al distinguir entre las cualidades intrínsecas y extrínsecas del deporte,41 que no perdamos de vista las dimensiones irracional y emocional del espíritu humano, esas cosas que pueden hacer la vida a veces tan horrible y a veces tan hermosa, muchas veces por motivos que exceden nuestra comprensión.42


Notas

  1. Artículo presentado en el Sports and Cultural Distinctiveness Symposium, Universidad de Iowa, Mayo 28-30, 1999.

  2. Joseph L. Arbena, "Sport in Latin America and the Caribbean", pp. 463-466 en The Cambridge Encyclopedia of Latin America and the Caribbean, eds. Simon Collier, et al. (2nd ed.; Cambridge and New York: Cambridge University Press, 1992) y "Sports" pp. 171-175 en Encyclopedia of Latin American History and Culture, V, ed. Barbara A. Tenenbaum (New York: Charles Scribner's Sons, 1996).

  3. Joseph L. Arbena, An Annotated Bibliography of Latin American Sport: Pre-Conquest to the Present (Westport, CT: Greenwood Press, 1989); Patrícia Falco Genovez, "El desafío de Clio: el deporte como objeto de estudio de la historia", Lecturas: Educación Física y Deportes, 3:9 (Marzo 1998).

  4. Joseph L. Arbena, Latin American Sport: An Annotated Bibliography, 1988-1998 (Westport, CT: Greenwood Press, 1999) y "Dimensions of Latin American Soccer On and Off the Field", Studies in Latin American Popular Culture, 17 (1998), 265-274.

  5. Allen Guttmann, Games and Empires: Modern Sports and Cultural Imperialism (New York: Columbia University Press, 1994).

  6. En Colombia, por contraste, el fútbol llegó menos directamente desde Inglaterra que desde otras partes de América Latina.

  7. Eduardo A. Olivera, Orígenes de los deportes británicos en el Río de la Plata (Buenos Aires: Talleres Gráficos Argentinos L.J. Rosso, 1932); Bill Murray, The World's Game: A History of Soccer (Urbana: University of Illinois Press, 1996); Tony Mason, Passion of the People? Football in South America (London: Verso, 1995).

  8. Julio D. Frydenberg, "Redefinición del fútbol aficionado y del fútbol oficial. Buenos Aires, 1912", pp. 51-65 en Deporte y Sociedad, eds. Pablo Alabarces, Roberto Di Giano, and Julio Frydenberg (Buenos Aires: Eudeba. 1998) and "Espacio urbano y práctica del fútbol, Buenos Aires 1900 - 1915", Lecturas: Educación Física y Deportes, 4:13 (1999); Roberto Di Giano, "El fenómeno inmigratario y el fútbol", Lecturas: Educación Física y Deportes, 4:13 (1999).

  9. Con respecto a la violencia en el fútbol en Argentina, ver Amílcar G. Romero, Muerte en la cancha (1958-1985) (Buenos Aires: Editorial Nueva América, 1986).

  10. Para un muestreo de los argumentos de Archetti, consultar "Argentina and the World Cup: In Search of National Identity", pp. 37-63 en Hosts and Champions: Soccer Cultures, National Identities and the U.S.A. World Cup, eds. John Sugden y Alan Tomlinson (Aldershot, England: Arena, 1994); "Fútbol, violencia y afirmación masculina," Debates en la Sociedad y la Cultura, 2:3 (1985), 38-44; "El potrero y el pibe: territorio y pertenencia en el imaginario del fútbol argentino," Nueva Sociedad, 154 (1999), 101-119; "Masculinity and Football: The Formation of National Identity in Argentina," pp. 225-243 en Game Without Frontiers: Football, Identity and Modernity, eds. Richard Giulianotti and John Williams (Aldershot, England: Arena, 1994).

  11. Jeffrey P. Tobin, Manly Acts: Buenos Aires, 24 March 1996 (Unpublihsed Ph.D. thesis, Rice University, 1998).

  12. Louis A. Pérez, Jr., "Between Baseball and Bullfighting: The Quest for Nationality in Cuba, 1868-1898", The Journal of American History, 81:2 (September 1994), 493-517.

  13. Roberto González Echevarría, "Literature, Dance, and Baseball in the Last Cuban Fin de Siecle," The South Atlantic Quarterly, 95:2 (Spring 1996), 365-384. Las ideas de González Echevarría sobre la evolución y el significado del baseball cubano están desarrolladas más completamente en su nuevo libro The Pride of Havana: A History of Cuban Baseball (New York: Oxford University Press, 1999). Peter C. Bjarkman, quien contribuye regularmente en el baseball cubano para el Informe del Baseball Internacional, actualmente está también trabajando en un largo expediente de estudio; para una temprana introducción de Bjarkman en la historia del baseball latinoamericano, incluyendo referencias de jugadores cubanos, ver su Baseball with a Latin Beat: A History of the Latin American Game (Jefferson, NC: McFarland & Co., 1994). Para un reciente debate sobre el lugar de los jugadores Latinos, incluídos mucho cubanos, en Las Ligas Mayores de baseball, ver Samuel O. Regalado, Viva Baseball! Latin Major Leaguers and Their Special Hunger (Urbana: University of Illinois Press, 1998).

  14. En la historia de Yucatán ver Gilbert M. Joseph, "Documenting a Regional Pastime: Baseball in Yucatán," pp. 76-89 en Windows on Latin America: Understanding Society Through Photographs, ed. Robert M. Levine (Coral Gables, FL: North-South Center, University of Miami, 1987) y "Forging the Regional Pastime: Baseball and Class in Yucatán," pp. 29-61 en Sport and Society in Latin America: Diffusion, Dependency, and the Rise of Mass Culture, ed. Joseph L. Arbena (Westport, CT: Greenwood Press, 1988).

  15. Carlos Fuentes, The Crystal Frontier, trans. Alfred Mac Adam (New York: Harcourt Brace, 1998 [1995]).

  16. Alan M. Klein, Sugarball: The American Game, the Dominican Dream (New Haven, CT: Yale University Press, 1991).

  17. Alan M. Klein, Baseball on the Border: A Tale of Two Laredos (Prinecton, NJ: Princeton University Press, 1997).

  18. C.L.R. James, Beyond a Boundary (London: Stanley Paul & Co., 1963); reeditado por Pantheon Books in 1983 y por Duke University Press in 1993.

  19. Michael Manley, A History of West Indian Cricket (Rev. ed.; London: André Deutsch, 1995 [1988]); Hilary McD. Beckles and Brian Stoddart, eds., Liberation Cricket: West Indies Cricket Culture (Manchester, UK: Manchester University Press, 1995).

  20. Richard D. E. Burton, Afro-Creole: Power, Opposition, and Play in the Caribbean (Ithaca, NY: Cornell University Press, 1997).

  21. Kenneth L. Shropshire, In Black and White: Race and Sports in America (New York: New York University Press, 1996); José Sérgio Leite Lopes, "Successes and Contradictions in 'Multiracial' Brazilian Football," pp. 53-86 en Entering the Field: New Perspectives on World Football, eds. Gary Armstrong and Richard Giulianotti (Oxford, UK: Berg, 1997); Sergio Levinsky, Maradona: rebelde con causa (Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1996) Aún en la Cuba Revolucionaria, donde se hizo mucho para reducir la plaga de racismo, resta evidencia de su persistencia en el mundo deportivo; ver John Sugden, Boxing and Society: An International Analysis (Manchester, UK: Manchester University Press, 1996).

  22. En adición a numerosos artículos, se publicaron dos libros relacionados; ver Jay R. and Joan D. Mandle, Grass Roots Commitment: Basketball and Society in Trinidad and Tobago (Parkersburg, IA: Caribbean Books, 1988) y Caribbean Hoops: The Development of West Indian Basketball (Langhorne, PA: Gordon and Breach, 1994).

  23. Ver capítulos relevantes en John Bale y Joseph Maguire, eds., The Global Sports Arena: Athletic Talent Migration in an Interdependent World (London: Frank Cass, 1994). También ver Sergio Levinsky, El negocio del fútbol (Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1995).

  24. Hugo Batalla, et al., ¿Nunca más campeón mundial? (Montevideo: LOGOS, 1991); Eduardo Santa Cruz A., "Hacia dónde va nuestro fútbol?" Nueva Sociedad, 154 (1998), 157-167; Klein, Sugarball.

  25. Eduardo Galeano, Soccer in Sun and Shadow, trans. Mark Fried (London: Verso, 1998 [1995]), p. 209.

  26. Mario Vargas Llosa, Making Waves, ed. & trans. John King (New York: Farrar, Straus and Giroux, 1996), pp. 167-168.

  27. Jorge Valdano, Cuentos de fútbol (Madrid: Extra Alfaguara, 1995), pp. 13-17.

  28. Jorge Valdano, Los cuadernos de Valdano (Madrid: Aguilar, 1997), pp. 23-24.

  29. Maurice Boriotti Del Burgo, "Don't Stop the Carnival: Football in the Societies of Latin America," en Giving the Game Away: Football, Politics and Culture on Five Continents, ed. Stephan Wagg (London: Leicester University Press, 1995), p. 71.

  30. Citado en Jesús Yáñez Orozco, Política y mafias del futbol (México, D.F.: Grupo Editorial Planeta, 1994), p. 230.

  31. Miguel Donoso Pareja, ed., Area chica (Quito: Editorial El Conejo, 1982).

  32. Adam Gopnik, "Endgame," The New Yorker, LXXIV:19 (July 13, 1998), 33.

  33. "All the World's a Ball," The Nation, 267:5 (Agosto 10/17, 1998), 41-42.

  34. Soccer in Sun and Shadow, p. 209.

  35. Ibid., p. 2.

  36. Ibid., pp. 33-34. Una temprana expresión del amor de Galeano por el fútbol y su lamento por el fracaso de los intelectuales de capturar su significado en sus escritos se encuentran en su volúmen editado Su majestad el fútbol (Montevideo: Arca Editorial, 1968).

  37. Bill Plaschke, "Belly Up to the Ballgame," The Sporting News, 223:16 (Abril 19, 1999), 22.

  38. Jonathan Yardley, "Wet and Wonderful," The Washington Post Book World, XXVII:23 (Junio 7, 1998), 3.

  39. Juan Sasturain, "Desde el túnel," en El día del arquero (Buenos Aires: Ediciones de la Flor, 1986), p. 5.

  40. The Alchemist: A Story About Following Your Dream, trans. Alan R. Clarke (New York: HarperFlamingo, 1998 [1988, 1993]), p. 123.

  41. Guttmann, Games and Empires, pp. 171-188..

  42. Otra advertencia sobre confiar en las abstracciones simplificadas en extremo para evitar el enfrentamiento con la complejidad se encuentra en Carol Tavris, "Biology Is Not Destiny," The Washington Post Book World (Marzo 7, 1999), 13.

Cuadro: María Laura San Martín (Arg.), Las olímpicas. 150 x 120, 1999.


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revista digital · Año 4 · Nº 17 | Buenos Aires, diciembre 1999