Lecturas: Educación Física y Deportes
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LA PSICOSOCIOLOGIA DEL DEPORTE
EN EL AMBITO DE LOS PROGRAMAS DE
ACTIVIDAD FISICA MUNICIPAL

Antonio Hernández Mendo (España)
mendo@uma.es

Universidad de Málaga


A pesar de la juventud de la Psicología del Deporte (PD), especialmente en nuestro país, la importancia de su inclusión en los programas de entrenamiento para deportistas de alto nivel ha quedado evidenciado en numerosas ocasiones. Aunque si bien es verdad este campo de aplicación es la punta del iceberg de otro con una gran relevancia social, la psicología aplicada a la actividad física del ciudadano.

Para situar nuestra línea argumental se hace necesario recordar algunos de los objetivos de esta área de aplicación (Hernández Mendo 1994a, 1994b; Hernández Mendo y Ramos, 1996):

Para poner en marcha estos objetivos parece evidente que es necesario conocer los distintos factores que están determinando la iniciación y la adherencia de los ciudadanos en un programa de actividad física. Distintos estudios (Hernández Mendo y González, 1995a y 1995b) han concentrado sus esfuerzos en identificar los factores determinantes de la adherencia. Cifrándolos en los siguientes:
  1. Situacionales
    Los individuos no desean trasladarse muy lejos para hacer ejercicio (Dishman, 1982; Wankel, 1985). El tamaño del grupo también afecta a la adherencia. Esta tiende a ser más elevada en grupos pequeños que en grandes (Massie y Shephard, 1971; Andrew et al., 1981).

    La salud y la forma física son las principales razones para entrar en un programa de ejercicio (Heinzelmann y Bagley, 1970; Sidney y Shephard, 1976; Knapp et al., 1983). Sin embargo, si permanecen durante algún tiempo la mayoría de los sujetos afirman que son aspectos sociales los motivos principales para permanecer en el programa (Sidney y Shephard, 1976; Knapp et al., 1983; Wankel, 1985).

  2. Entrenamiento
    La duración de las sesiones de ejercicio tiene un efecto significativo sobre la adherencia. Cuanto mayor sea la duración, mayor es el porcentaje de abandonos (Gillum y Barsky, 1974; Andrew et al., 1981).
    Es extremadamente importante individualizar los programas (Stalonas et al., 1978; American College of Sports Medicine, 1978). El abandono está asociado con la falta de atención a las necesidades individuales.

  3. Biológicos
    Numerosos investigadores han concluido que no hay diferencias en la edad (Andrew et al., 1981; Bernacki et al., 1983) ni en el sexo con relación a los adherentes al ejercicio y abandonos (Andrew et al., 1981; Bernacki et al., 1983; Godin y Shephard, 1986). Algunos autores informan que hombres con síntomas de enfermedades coronarias tienen una mayor probabilidad de abandonar la práctica de ejercicio que los no sintomáticos (Haynes et al., 1981; Dishman y Gettman, 1980). Sin embargo, Dishman (1981) encontró que pacientes con enfermedad coronaria tienden a realizar ejercicio durante más tiempo. La diferencia puede ser debida a la percepción subjetiva de enfermedad.

  4. Personales
    Una razón común para abandonar un programa de ejercicio es no estar satisfecho con el programa o haber perdido interés en él (Andrew y Parker, 1979; Oldridge y Spencer, 1983; Wankel, 1985). Falta de tiempo es otra razón asociada al abandono (Riddle, 1980; Andrew et al., 1981; Lee y Owen, 1985) así como la obesidad y el tabaco.

  5. Sociales
    Los adultos que tienen el apoyo del cónyuge (Andrew y Parker, 1979; Andrew et al., 1981; McCready y Long, 1985) y/o de la familia (Haynes, 1976; Andrew y Parker, 1979; Kavanagh et al., 1979) tienen mayor probabilidad de adherencia que aquellos que no tienen el apoyo de otras personas significativas.

  6. Psicológicos
    Algunos autores cuestionan la función de las actitudes hacia el ejercicio y afirman que éstas no parecen estar relacionadas con la adherencia. Individuos con actitudes positivas hacia el ejercicio no tienen mayor probabilidad de adherirse a un programa de ejercicio que los individuos con menos actitudes positivas (Dishman y Getman, 1980; McCready y Long, 1985). Nuestra experiencia apunta a que una actitud positiva ayuda a mantener un nivel de actividad física (Hernández Mendo y González, 1995a y 1996b).
Junto a estos factores, hemos enunciado, al comienzo, una serie de objetivos, que unido a los elementos a tener en cuenta en la planificación nos pueden ir acercando a la función que puede y debe desempeñar la psicología dentro de la actividad física, actividad física que es ofertada, generalmente, y de forma mayoritaria por los ayuntamientos.

La importancia de la planificación en este tipo de actividades viene determinada por el objetivo de incrementar la participación de los ciudadanos, nosotros proponemos siguiendo a Anguera (1989) las siguientes fases en el diseño de una actividad:

  1. Planteamiento de objetivos generales.
    1. Estudio previo de necesidades
    2. Objetivos primarios y secundarios
    3. Cobertura del programa

  2. Conocimiento de la realidad que incluye:
    1. Criterios taxonómicos de servicios ya existentes.
    2. Estudio analítico de recursos disponibles.
    3. Determinación de la oferta.
    4. Análisis del entorno.

  3. Estudio de indicadores.
    1. Cuestiones previas de operacionalización.
    2. Criterios taxonómicos.

  4. Instrumentos de medida.
    1. Instrumentos disponibles.
    2. Construcción de instrumentos no estándar.
    3. Uso de instrumentos estándar.

  5. Elaboración de un programa de actividades.

  6. Análisis de la estructura del programa.
    1. Garantías de validez.
    2. Diseño del programa.

  7. Resultados del programa.
    1. Análisis de componentes.
    2. Evaluación de resultados.

  8. Análisis coste-beneficio.
    1. Costos en evaluación
    2. Operativización de los beneficios.
    3. Optimización de las ratios coste-beneficio.
No obstante, en este tipo de planificación debemos tener en cuenta algunos de los aspectos señalados tanto por Grushin (1968) en la consideración del tiempo libre como por Puig (1994) en la conceptualización del espacio deportivo. Para la formulación de un modelo explicativo del tiempo libre Grushin (1968) consideraba los siguientes factores: el volumen de tiempo libre disponible, la estructura y distribución de ese tiempo libre, su contenido y el empleo que se hace de él. Para nuestros intereses creemos importante considerar los dos primeros, esto es, el volumen y su distribución. Por lo que se refiere al espacio deportivo, atendiendo a su carácter social, se considerarán los factores de permeabilidad, cierre, división y vigilancia (Puig, 1994).

Un aspecto importante a considerar dentro de los espacios deportivos, es el referido al hacinamiento. Este es uno de los aspectos que Hombrados (1998) revisa es el referido a los efectos del hacinamiento agudo, y más en concreto el referido al hacinamiento en los entornos recreativos utilizando para ello el modelo de Westover (1989). Este modelo considera que el hacinamiento es un proceso dinámico que está influido por: (a) la imagen del lugar, (b) la interpretación de la realidad objetiva, (c) reevaluación constante de las condiciones ambientales en cuanto a obtención de metas. Por otro lado los factores concomitantes son: (1) las expectativas individuales, (2) las habilidades de control, (3) la familiaridad con el entorno, (4) los elementos físicos.

Existen dos explicaciones teóricas en las investigaciones empíricas sobre el hacinamiento en áreas recreativas: la sobrecarga de estímulos y la interferencia social. La Teoría de la Sobrecarga de Estímulos incluye las expectativas sobre la situación y las preferencias por las características del entorno. La Teoría sobre la Interferencia Social incluye una amplia variedad de objetivos que se ven frustrados por las condiciones de hacinamiento. Las evidencias empíricas señalan que la frecuencia de visita o la especialidad en una actividad determinan la aparición de normas y expectativas específicas de la situación.

Cuanto más se rompan las normas y las expectativas existirá una mayor probabilidad de aparición de malestar, problemas de adaptación y hacinamiento. En un trabajo de Ditton, Fedler y Graefe (1983) en una situación de navegación fluvial, encontraron que los sujetos que tuvieron mayor sensación de hacinamiento fueron los más habituales. Por su parte Gramann y Burdge (1984) han encontrado una correlación positiva entre la exposición de los sujetos a situaciones donde había restricción física de movimientos y la amenaza para la obtención de los objetivos propuestos. Por otro lado el deseo de contacto social y la afiliación funcionan disminuyendo la experiencia de hacinamiento; contrariamente esta experiencia aumenta con el deseo de soledad y la evitación de la interacción social.

Nuestra experiencia en esta área se centra en la actividad desarrollada desde el año 1991 con actividades de iniciación y promoción de los deportes de montaña (Hernández Mendo, González y Rubio, 1994). Desde ese año se ha llevado a cabo una investigación que incluía la actividad a desarrollar y la propia implementación de la investigación. La subvención de la primera de ellas corrió a cargo, principalmente, del ayuntamiento de La Coruña; y la segunda de la Diputación de La Coruña a través de una beca de investigación. Las hipótesis planteadas han sido numerosas, no obstante las principales han sido:
  1. Determinar en qué medida los estados de humor, siendo consistentes con las predicciones del modelo utilizado, estaban mediatizados por las aptitudes y capacidades motrices de los sujetos.

  2. Relación de los estados de ánimo y la percepción que el sujeto tenía acerca del éxito de la actividad.

  3. Establecer como la estructuración de una actividad repercutía en el cambio de actitudes que los sujetos tenían frente a la práctica deportiva.

  4. Determinar si un programa de actividad física estructurado en su nivel de dificultad progresivamente de acuerdo a las habilidades de sujetos, prácticamente sedentarios, puede propiciar una actitud hacia la actividad física similar a la adoptada por sujetos altamente motivados hacia la actividad física.
Los resultados son sumamente alentadores y coherentes con la teoría. El modelo teórico empleado como marco de referencia contextual (Csikszentmihalyi 1975, 1988, 1992), se ajusta, como señala su autor, a cualquier tipo de actividad.

Los resultados son coherentes con los postulados básicos del modelo, esto es, cuando los retos están equilibrados con las habilidades se produce un estado de ansiedad moderado y el sujeto percibe la situación como atrayente y motivante.

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· Año 4 · Nº 15 | Buenos Aires, 08/99