PRACTICAS Y VALORES EN EL PROCESO DE POPULARIZACION DEL FUTBOL... Julio David Frydenberg     
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Notas

1. Los sectores populares, a partir de su anclaje en la realidad económico-social, comprendían un conjunto amplio de grupos integrados por trabajadores de todas las ramas de la actividad económica urbana, empleados de comercios y estatales, hasta pequeños comerciantes y profesionales.
2. Llamo "liga oficial" a la institución creada por el educador Alejandro Watson Hutton en 1893 y que organizó desde entonces los campeonatos de la primera división del fútbol nacional. La liga tuvo una vida turbulenta y fue conocida a lo largo del tiempo bajo distintos nombres: "Argentine Association Football League" en 1893, "Argentine Football Association" en 1903, "Asociación Argentina de Football" en 1907, momento en el que se adopta el castellano tanto para las comunicaciones escritas como para sus reuniones internas.
3. J. Scobie, 1977: Buenos Aires, del centro a los barrios 1870-1910 Hachette, Bs. As.; O. Yugnovsky, 1974: Política de vivienda en la ciudad de Buenos Aires (1880-1914) en Desarrollo Económico, Julio; D. Armus, 1990: Conventillos, ranchos y casas propias en el mundo urbano del novecientos en Mundo urbano y cultura popular, Ed. Sudamericana, Bs. As. El tema de las condiciones de vida fue tratado en L. Gutiérrez, 1981: Condiciones de vida material de los sectores populares en Buenos Aires 1880-1914 en Revista de Indias, vol. XLI, ene-feb.; L. Gutiérrez, y J. Suriano 1984: Vivienda política y condiciones de vida de los sectores populares, Bs. As. 1880-1930, I Jornadas de Historia de la Ciudad de Bs. As., MCBA. Para un panorama de las distintas tradiciones con las que vinculan a los sectores populares porteños, L. A. Romero y L. Gutiérrez 1985: La cultura de los sectores populares porteños (1920-1930) en Revista Espacios Nº2, Facultad de Filosofía y Letras UBA, julio/agosto Bs. As.
4. Los trabajos más representativos de la historia tradicional del fútbol argentino son: E. Escobar Bavio, 1923: Historia del fútbol en el Río de la Plata. Sports, Bs. As.; E. Olivera, 1932: Orígenes de los deportes británicos en el Río de la Plata, Bs. As.; Historia de los cinco grandes del fútbol argentino s/f, Ed. Castroman Hnos., Bs. As.; R. Lorenzo (Borocotó) et allí, 1956: Historia del fútbol argentino Ed. Eiffel, Bs. As. En los años setenta y ochenta, basados en los ya nombrados, aparecieron: J. Puente, 1971: El fútbol Vida y milagros de nuestro pueblo, Nº41, CEAL, Bs. As.; J. J. Sebreli, 1980: Fútbol y masas Ed. Galerna, Bs. As.; H. De Marinis, 1982: La pasión futbolística en cuadernos de historia popular argentina Nº1, CEAL, Bs. As. Finalmente el trabajo estadístico más completo acerca de la época amateur, J. I Wanzuk, 1993: Historia del fútbol amateur argentino Bs. As.
5. "La Argentina" se editó por primera vez en Buenos Aires hacia fines de 1902, mientras que su sección deportiva data de 1903. Apareció los martes y viernes por la tarde hasta 1907 y desde esa fecha fue editada todos los días. La política editorial del periódico intentó producir un acercamiento con el público lector. Con este propósito, incentivó un ida y vuelta de información, como la publicación de avisos laborales y un fluido contacto epistolar. Gran parte de los nuevos "footballers", para armar su programa de partidos, usaban al periódico. Avisaban al diario para desafiar a otros competidores, de quienes esperaban respuesta o leían la sección deportiva para enterarse contra quienes debían jugar, cuando una liga independiente anunciaba su programa de partidos. Toda esta serie de características transforman a la sección deportiva del diario en cuestión, en una fuente de gran valor para los fines de la investigación. Sólo "La Argentina", y unos años más tarde "La Mañana", dedicaron espacio al fútbol aficionado. La gran prensa porteña sólo percibió a los sectores populares -en el marco del fenómeno del fútbol- en su papel de público del incipiente espectáculo, tema que no abordaré en este trabajo. A su vez, los periódicos socialistas y anarquistas de principios de siglo tampoco incluyeron noticias al respecto; por el contrario, se opusieron a la práctica activa del fútbol, al percibirlo como un elemento portador de nocivas influencias.
6. Los trabajos de la historiografía profesional han tendido a complejizar esta perspectiva. El presente estudio se enmarca dentro de esta orientación e intenta dotar a esa imagen de mayor vida. Cabe destacar que en este esquema bipolar queda poco lugar para imaginar la existencia de jóvenes movilizados por el fútbol, en el marco de los esfuerzos por ascender socialmente y/o de luchar contra el sistema socio-político imperante.
7. La temática referida al desarrollo de la ciudad, al uso y a las nociones que de ella se fueron formando los jóvenes aficionados, no se tratará en este trabajo. A pesar de lo cual, vale mencionar que la formación del mundo de la competencia deportiva ayudó también a ampliar el conocimiento y el uso del espacio urbano. Las ligas independientes incluyeron clubes asentados en zonas distantes entre sí. Los equipos que participaban en estos torneos debían recorrer la nueva trama que iba adquiriendo la ciudad. El movimiento urbanizador fue abarcando vecindarios cada vez más alejados del centro, merced a la expansión de la red tranviaria y a la subdivisión y lotes de terrenos. Quienes vivían en el centro de la ciudad necesitaban movilizarse hacia los bordes urbanos para encontrar un lugar apto para jugar, mientras que los residentes de los nuevos vecindarios gozaron de la comodidad de vivir cerca de sus respectivas canchas. Para los fines de la presente exposición vale tener en cuenta que jóvenes de todas las áreas urbanizadas participaron de este nuevo mundo competitivo.
8. Respecto del uso del tiempo libre: O. Troncoso, 1971: Buenos Aires se divierte, Historia popular, Nº36, CEAL, Bs. As., y 1983: Las formas del ocio en Historia de cuatro siglos, T II, Abril, Bs. As. Sobre el criollismo, el circo criollo y el teatro popular ver: A. Prieto, 1988 El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna, Ed. Sudamericana. Bs. As.; Seibel, 1982: Los cómicos ambulantes, CEAL, Bs. As.
9. A todo lo que se le suma, en muchos casos, la imposibilidad del ingreso femenino. Podría arriesgarse una tipología de clubes existentes hacia principios de siglo XX en Buenos Aires según el origen de sus fundadores y sin tener en cuenta el curso de su evolución posterior. Así estarían los clubes que agruparon a alumnos y ex alumnos de escuelas inglesas (como el Buenos Aires High School, luego Alumni), los más o menos exclusivos creados por la élite criolla (como Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires) o por empresas (Ferrocarril Oeste); luego aparecerían los generados por empleados de casas comerciales y los fundados por jóvenes de los vecindarios porteños. Este trabajo se ocupa básicamente de estos últimos dos casos.
10. En 1898, el Ministro de Justicia y Instrucción Pública, Dr. Luis Belaustegui, dicta un decreto por el cual se torna obligatoria la enseñanza de los ejercicios físicos en los Colegios Nacionales. Un artículo del decreto disponía que en cada establecimiento "...se organizara un club compuesto por alumnos, ex-alumnos..."
11. La Argentina, 25 de octubre de 1907, p. 22.
12. En un principio los clubes tuvieron acceso a terrenos cedidos por particulares o a espacios públicos baldíos. Con el tiempo, los propietarios fueron expulsando a los jóvenes de las tierras privadas ahora valorizadas por la especulación inmobiliaria abierta por el proceso de loteos de terrenos de la frontera urbanizada de la ciudad en la primera década del siglo XX. También fueron echados de los baldíos públicos requeridos para la apertura de calles. En suma, vivieron una situación precaria que motivó el incesante peregrinaje en busca de un predio que hiciera las veces de cancha.
13. Los fundadores del Club Atlético Independiente fueron empleados de un comercio ubicado en las cercanías de la Plaza de Mayo. A su vez, los del Racing Club fueron empleados ferroviarios.
14. Esta serie de indicaciones aparecieron por ejemplo en un largo editorial bajo el título de "Consejos. La organización de los clubs" en La Argentina, 28 de septiembre de 1907, p. 11.
15. En los avisos publicados en "La Argentina" puede verse claramente esta unidad socio-jugador: "El club Juárez Celman acepta socios para sus III y IV teams, inscribirse a Jujuy 341 a nombre de Juan Padula, la cuota es de 0,30$ mensuales". (4 de Mayo de 1907, p. 11) "El Club FC. Honor y Libertad hace saber a todos los aficionados al viril juego del football, que se reciben adhesiones para ingresar como socios de este club, se prefieren que sean buenos jugadores. Se necesitan buenos jugadores para completar el II team, un goal keeper, tres half backs y dos forwards" (7 de mayo de 1907, p. 18).
16. El club Trovador Argentino informe que los componentes del team que milita en la Liga Pellissier deben reunirse en determinado lugar a la hora indicada para ir a la cancha del contrario. "Nota: todo aquel socio que faltase se le eliminará del team quedando suplente" (La Argentina, 6 de setiembre de 1907, página 11)
17. Por ejemplo: "Asociación Porteña de Football. Partidos Suspendidos. Por solicitud de varios afiliados para poder presenciar la final de la Copa Competencia de la Liga Oficial, entre Alumni y Peñarol de Montevideo" (La Argentina, 29 de Septiembre de 1907, p. 15)
18. El Club Buenos Aires organiza el trofeo de fútbol llamado "Copa Buenos Aires". La institución resuelve: "El team del club Buenos Aires debido a las muchas preocupaciones de la Comisión Directiva con el fin de terminar en buena forma sus trabajos finales, no jugará los matches restantes que le corresponden" (La Argentina, 28 de septiembre de 1907, p. 11)
19. Por ejemplo: "La CD del Defensores de Belgrano FBC. Comunica a las Ligas Siglo XX y Villa Crespo que le es imposible afiliarse a las mismas por no estar de acuerdo con los reglamentos, comunica a la Liga Albion que no pueden afiliarse a ella por que el team que iba a anotar era el de menores. La CD (...) solicita reglamentos de las Ligas Nacionales Central y General Pringles, remitirlos a la brevedad a Monroe 2099 (Belgrano)" (La Argentina, 1 de Septiembre de 1907, p.14)
20. La Argentina, 15 de septiembre de 1903, p. 28.
21. Durante la primera mitad de 1907 aparecieron avisos en las página de "La Argentina" de las siguientes ligas independientes, en cada una de las cuales competían no menos de quince equipos equipos: Liga Central, Sarmiento, Buenos Aires, Barracas, Pellissier, Nacional Central, Liberal, Quo Vadis, Estímulo al Estudio, Estudiantes, Porteña y Trinchieri. Junto a éstas se disputaron torneos menores como las Copas Bahía Blanca, Juárez Celman, Vuelta Abajo, Eureka, Juniors, Almirante Togo, Argentinos Juniors, Washington Juniors, en las cuales participaban una cantidad muy variable de equipos, que podían ir desde los seis hasta los veinte.
22. Debido a los reiterados incidentes, a veces las ligas independientes debieron modificar la condición de local de un club. Por ejemplo, para evitar problemas, se decidió que se juegue en terreno neutral, "esta resolución la ha tomado la CD debido a la gran rivalidad. Jugar en Talleres es completamente imposible" (La Argentina, 25 de octubre de 1907, p.13). Otros ejemplos curiosos se sucedieron cuando en un partido en el que el local era vencido, sus partidarios "comenzaron a encender fuego tras del arco", además de robar la copa en juego (La Argentina, 6 de diciembre de 1906 p.23); o cuando un partido tuvo que terminar antes de tiempo debido a que "el público que presenciaba el partido tomó a trompis sin causa al referee" y a algunos jugadores visitantes. (La Argentina, 17 de mayo de 1906, p.22).
23. Los clubes solían tener más de un equipo y los desafíos estaban dirigidos a alguno de esos equipos. Por ejemplo, en los desafíos entablados a través de "La Argentina" el III equipo de un determinado club desafiaba al III equipo de otro club. A menudo ocurrían sorpresas como la siguiente: "Correspondencia: Nos escribe el club Relámpago: Habiendo desafiado al club Villa Klein al IV team del club Relámpago, este aceptó el desafío, pero para el V team, en la creencia de que aquellos eran menores de 15 años como lo eran los nuestros, pero fue todo lo contrario, porque eran hombres de 18 a 20 años. Era una vergüenza ver jugadores de 13 o 14 años contra hombres; estos los empujaban con las manos y los lastimaron" (La Argentina, 28 de Septiembre de 1907, p. 11)
24. La Argentina, 7 de abril de 1905, página 12. Otro caso - y este sí es excepcional - un club repite que se declara ganador porque su adversario había escrito su lista de jugadores en lápiz y no con tinta. (La Argentina, 27 de octubre de 1903, p. 26)
25. La Argentina 14 de mayo de 1906, p. 22.
26. La Argentina 26 de Julio de 1906, p. 19.
27. En este caso, en el intento de frenar tales desbordes la redacción del diario respondía a una solicitud de publicación de un aviso en el cual un representante de un club desafiaba a otro: "Señor Anacleto Subí: No conocemos al Club Trueno Primitivo. Ud. hace muchos desafíos pero parece que nunca se los aceptan" (La Argentina, 7 de agosto de 1906, p. 20) En otras palabras, "La Argentina" acusaba al aficionado A. Subí de retar a clubes inventados por sus alardes de superioridad.
28. El término "sportivismo" es sinónimo de fair play. Con el deporte inglés, el fair play y la rivalidad deben entenderse integrando un sólo haz de fenómenos. Para los sportman la rivalidad debe ser entendida como un circunstancial enfrentamiento entre amigos, que pude generar tradición competitiva entre rivales. Esta puja fue vista como condimento muchas veces necesario para elevar el choque deportivo, la distancia entre los adversarios debía deshacerse sin mediar orden alguna. Para el esquema de valores del fair play la rivalidad fue aceptada, mientras que la enemistad fue desaprobada como ajena a la esencia del deporte.
29. La Argentina, 7 de agosto de 1903, p. 20.
30. La Argentina, 25 de septiembre de 1906, p. 19.
31. "Hemos recibido una nota de (la Liga) La Unión Argentina en la que nos notifica las causas por las que han sido descalificados los clubs Africanos del Oeste y Chacarita Juniors. Queda terminado el asunto y esperamos que las relaciones entre los clubs sean un poco más caballerescas, pues los continuos incidentes que se producen desdicen mucho de lo que deben ser cultura y educación" (La Argentina, 12 de diciembre de 1907, p. 13).
32. El Monitor de la Educación Común, mayo 1909, p. 304.
33. Los juegos populares, tradicionales, rituales y festivos fueron transformados en los colegios de la burguesía inglesa, creando a partir de ellos los deportes modernos. Estos tuvieron formas y contenidos francamente distintos a los anteriores. Véase P. Bourdieu 1984: ¿Cómo se puede ser deportista?, en Sociología y Cultura, Grijalbo; E. Dunning, 1993: Reflexiones sociológicas sobre el deporte, la violencia y la civilización en Materiales de Sociología del deporte, Ed. La Piqueta, Madrid.
34. Entrevista a Alejandro Watson Hutton, realizada en 1899, citada en Escobar Bavio, 1953, Alumni: Escuela de campeones y escuela de hidalguía, Buenos Aires, p. 35.
35. E. Escobar Bavio, Op. cit., pp. 81 y 99.
36. Vale recordar que la bibliografía tradicional acerca de la historia del fútbol argentino menciona los partidos jugados por marineros ingleses en los puertos del país entre tripulantes o entre éstos y criollos. Esta vertiente inorgánica no generó modelos ni instituciones.
37. Sobre este tema se puede ver: A. Aisenstein, 1994: El contenido de la Educación Física escolar y la formación del ciudadano. 1880-1930. Mimeo. L. Bertoni, 1995: ¿Debe la escuela formar soldados? Ejercicios militares o gimnasia integral en la formación de la nacionalidad argentina a fines del siglo XIX. Ponencia Jornadas Interdepartamentales de Historia, Montevideo.
38. La Institución escolar fue y es un espacio en el cual se manifiestan distintos elementos sociales muchas veces en conflicto. Así puede llegar a entenderse como, si por un lado y tal como se vio, existió una normativa que apuntaba a excluir los elementos competitivos, por otro, hubo prácticas se dirigieron en otra dirección (por ejemplo los cuadros de honor, los torneos intercolegiales). En realidad, el fútbol apareció excepcionalmente en algunas competencias intercolegiales. De hecho el fútbol, desde la fundación de los institutos de educación física, fue dejado de lado del curriculum. Si apareció en los patios escolares fue por la potencia con que los estudiantes presionaron por practicarlo. Sobre el tema se puede ver A. Aisenstein op. cit. Además, agradezco los aportes de la Profesora L. A. Bertoni.
39. En 1898, Romero Brest opinaba que el deporte inglés podía ser medio eficiente para la educación física. Pero en 1905/6, cuando él formula el programa nacional, los descarta por considerarlos vehículos de corrupción moral y de violencia corporal. Al respecto se puede ver A. Aiseinstein, op. cit. y E. Escobar Bavio, op. cit.
40. En la serie de polémicas aparecidas en la correspondencia, se pueden detectar muchas referencias al fair play y al exitismo, aunque en ellas sólo se está dispuesto a adoptar la lógica del fair play como un recurso argumental, para legitimar una práctica que en realidad poco había tenido de "juego limpio".
41. La Argentina, 9 de febrero de 1908, P. 15.
42. Sobre la historia de la liga oficial: A. Scher y H. Palomino, 1988 Fútbol pasión de multitudes y de elites. CISEA. Bs. As.
43. Por ejemplo: "El Club La Prensa desmiente a al Liga Liberal sobre lo que publica en La Argentina fecha 15 del corriente, donde se dice que el Club La Prensa jugó 7 partidos y perdió 2, cuando jugó 7 partidos y ganó 7, con goals a favor 64, goals en contra 0" (La Argentina, 22 de mayo de 1906, P. 22).
44. Alumni, formado por ex alumnos del English High School de A. W. Hutton, fue campeón de la liga oficial entre 1901 y 1911. Varios son los medios para contrastar la idea de que el Alumni y los equipos de la liga oficial fueron ejemplo para los aficionados. En principio, - como se mencionó arriba - cuando habían grandes enfrentamientos locales o internacionales, las ligas independientes suspendían sus partidos ante el requerimiento de los jugadores quienes deseaban asistir a esos acontecimientos. Por otro lado, en varias oportunidades aparecen en "La Argentina" referencias a la asistencia de los jugadores de los clubes-equipos aficionados que habían ido a presenciar partidos de la liga oficial. Otra forma de testearlo es la frecuente adopción de nombres de clubes ingleses al fundar el club-equipo. Y por último, el aporte de Escobar Bavio, verificable también en los medios periodísticos de la época, que sintetiza el clima del momento en la siguiente frase: "en aquellos tiempos todos éramos del Alumni".
45. Los sostenedores del fair play han repetido una anécdota ejemplarizadora en la que se relata como Jorge Brown - capitán del Alumni y la Selección Nacional - se cruzó con fuerza aunque virilmente en la cancha contra un adversario que lo miró desafiante. Una vez terminado el partido Brown abrazó e invitó a tomar el té junto a los otros jugadores, cumpliendo un ritual establecido entre los sportmen. Esa ceremonia ejecutada entre los competidores al terminar el partido fue llamada "tercer tiempo". En la práctica competitiva de la liga oficial durante la primera década del siglo XX hubo numerosos partidos en los que no se respetó el fair play. Sin embargo nadie podría sostener que el ideario del juego caballeresco no reinara entre los iniciadores del juego.
46. Respecto del concepto de "uso" para comenzar a definir a la popularidad se puede ver A. Cirese 1978: Ensayos sobre las culturas subalternas, Ed. Palumbo. Para acercarse a la conceptualización de la "cultura de los sectores populares": R. Williams 1980: Marxismo y Literatura, Ed. Península; L. A. Romero, 1991: Los sectores populares urbanos como sujeto histórico, en Boletín de Historia Social Europea, Nº 3, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, La Plata; J. Martín Barbero, 1987, De los medios a las mediaciones, Ed. G. Gil, México.



Lecturas: Educación Física y Deportes.
Año 3, Nº 10. Buenos Aires. Mayo 1998
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