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XI Campeonato Mundial de Atletismo
Osaka, Japón, del 25 Agosto al 2 de Setiembre de 2007

Osaka 2007
Día Uno
Sábado 25-08


Jorge de Hegedüs
Desde el Estadio


Tulio Guterman
Producción digital

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Sevilla 1999

Maratón

El estadio casi se inclina

    No, no es que hubo un terremoto, solamente que le llegó el turno a los lanzadores de bala (peso), verdaderos gigantes, los cuales en su conjunto llegan a sumar toneladas de músculos. Esta vez fueron los Estados Unidos los dominadores, teniendo a un señor muy especial llamado Reese Hoffa ganador con 22.04 metros y a su compatriota Adam Nelson mediante 21.61 metros en segundo lugar. Por qué se destaca al señor Hoffa como "especial". Ello es debido a que mide 1.82 m. y pesa...133 k. ¡Un verdadero mastodonte! Y según nuestro dicho, mide tanto de ancho como de alto. Pero no pensemos de forma alguna que se trata solamente de una persona excedida de peso, nada de ello. Su gran peso se debe a una cuantiosa masa muscular, seguramente bien entrenada con levantamiento de pesas. Desde el punto de vista técnico hay que destacar que la mayoría de los lanzadores de peso o bala utilizan la técnica "rotatoria". No debemos dejar de mencionar algo muy importante: todos están pendientes del duelo que tendrá lugar entre Asafa Powell y Shawn Craford en los 100 metros.

Los 10 mil metros damas, y los accidentes

    Ya anocheció el sábado 25 y la jornada culminaba con los 10 mil metros damas. Se esperaba un neto dominio de las corredoras africanas. En realidad ello ocurrió solamente de forma parcial dado que se produjeron situaciones anormales, inesperadas. La carrera comenzó con 20 corredoras que se movieron con relativa lentitud para las primeras vueltas, a no más de 1.25 min. Pero luego tomó el comando la fondista belga Nathalie de Vos y pasó a ritmos de 1.16 - 1.18 min. Promediando los 6 kilómetros comenzaron a plantearse los problemas. El grupo seguía tan compacto que hubo algunos roces, lo que provocó la caída de varias corredoras, entre ellas etíopes y una japonesa. Y aquí cometieron serios errores tácticos. ¿Cuál tendría que haber sido la conducta apropiada ante estos percances? Recuperar la distancia perdida de forma paulatina, quizás utilizando para ello 2 a 3 vueltas de pista. Sin embargo algunas de las corredoras que se cayeron prácticamente en menos de 300 metros ya estaban enganchadas al grupo delantero. Ello significó que "salieron" del área aeróbica, y pasaron a la anaeróbica. ¡Craso error que se pagó muy caro! Dos de ellas abandonaron y el resto se retrasó. Pero en la punta se comenzó a incrementar el ritmo a gran nivel. El puesto de comando lo tomó la atleta turca Elvan Abeylegesse teniendo pegado a sus pequeñas espaldas a la etíope Tirunesh Dibaba. Elvan trataba de sacarse de encima a la negrita africana forzando la marcha todo lo posible dado que sabía con quien tendría que "sprintar" al final. Pero no pudo y faltando una vuelta, al toque de la campana, sale desde atrás la etíope como un verdadero bólido. La fondista de Turquía ya no pudo seguirla, y el espacio entre ellas se fue haciendo cada vez mayor y mayor. Tirunesh Dibaba obtuvo para Etiopía la medalla dorada (31:55.41), Elvan Abeylegesse la de plata (31:59.40) y, sorpresivamente, la norteamericana Kara Goucher la de bronce (32:02.05). Un dato a tomar en cuenta: el suscrito cronometró la última vuelta de Dibaba: ¡¡¡¡59"4!!!!

Atletismo: deporte de cordialidad

    Hace pocas semanas atrás se realizaron los Campeonatos Panamericanos en Río de Janeiro, los cuales nos mostraron con claridad la influencia que puede tener un deporte como lo es el fútbol sobre las otras disciplinas deportivas. Obviamente aquí no se pretende desprestigiar a este hermoso deporte. De todas maneras nos tenemos que dar cuenta que las cosas se están saliendo de sus cauces. En los Campeonatos Panamericanos se pudo apreciar, en general, la reacción contra los deportistas no pertenecientes al país organizador. En general se siente la influencia del fútbol, de su pasión llevada a niveles verdaderamente exagerados. En la mayoría de los países latinoamericanos existe una pasión por este deporte, a tal nivel, que la violencia que surge de dicha actividad ya tiene ribetes sumamente peligrosos en la sociedad. Obviamente aquí se puede destacar lo que llamamos "barras bravas". Desde el punto de vista emocional los sentimientos del "futbolero" se trasladan hacia distintas manifestaciones en la vida privada: hay casos en que el violento en el fútbol también traslada esas características en su vida de relación: es una persona agresiva. Pero, ¿qué es lo que sucede en el caso de un país, caso de Japón, en el cual no es el deporte del fútbol de mayor relevancia? ¿Qué sucede con otras actividades deportivas, caso del atletismo? Se reconoce como un deporte limpio -teniendo algunas reservas debido a los casos del doping- en donde todo el público festeja a todos los atletas. En el atletismo no hay violencia. Es obvio que se manifiesta un mayor entusiasmo por los locales, pero también se aplauden a los otros cuando muestran una buena performance. Si un atleta japonés tiene una gran actuación, entonces todos lo festejan, pero si este es superado por un rival, el público también le tributa un gran reconocimiento a su adversario. Para ejemplificarlo con nuestro clásico deporte del fútbol, es como si la "hinchada" de Boca o River Plate festejara algún gol que le hace un equipo contrario. En nuestro caso concreto, cuando un atleta de otro país está por ejecutar un salto (alto, largo o garrocha), dicho deportista pide al público que lo aliente mediante aplausos durante su intento. Esto es muy loable en el deporte y, qué bueno sería que estas características que presenta el deporte del atletismo hicieran el camino inverso, es decir, que contagiara al fútbol. Demás está decir de la caballerosidad de los japoneses, los cuales siempre están dispuestos a ayudar a toda persona que lo necesita, especialmente al visitante. Los japoneses tienen sus reglas y se ajustan a las mismas. Pero si dentro de este esquema se presenta alguna dificultad, entonces se hace todo lo posible por ayudar a quien lo necesita. Es un país de cultura milenaria, que salió destruida de la II Guerra Mundial, pero de forma admirable se ha convertido en toda una potencia mundial. Japón es el Primer Mundo, y no solo en el aspecto del desarrollo económico.

¿Maratón o sauna?
Maratón

    Exactamente a las 7 de la mañana del día 25 de agosto se largó la agotadora y clásica carrera de los 42.195 metros. En la misma hubo dos luchas: la que tienen los corredores entre ellos y también la temperatura. En efecto, se corrió la distancia con 30° C, lo que hizo colapsar a varios fondistas. Hasta la mitad de la carrera hubo un pelotón bastante compacto de unos 20 - 25 corredores. Pero ya sobre los 30 kilómetros el keniata Luke Kibet comenzó a forzar la carrera y de esta forma hizo el "desparramo". La fila se empezó a extender y comenzaron los rezagados. El espacio entre Kibet y sus más cercanos perseguidores se empezó a ampliar. Se pudo apreciar, además, cómo varios corredores de buenos antecedentes empezaron a rezagarse y hasta hubo algunos abandonos. Detrás de él estaba el atleta de Eritrea Mubarak Hassan Shami y el otro keniata William Kiplagat. Luego estaba algo más alejado un pelotón integrado por los locales, es decir, los japoneses. Finalmente Kibet cruzó la meta en 2:15:59. Aparentemente el registro no es bueno, pero dada las condiciones de la temperatura no se podía pedir más. Sin embargo hubo otra sorpresa; el corredor suizo Viktor Rötling logró una preciada medalla de bronce con un gran esfuerzo sobre los dos últimos kilómetros. El equipo japonés, conformado por Satosi Osaki, Tsugoshi Ogata, Toshinari Suwa y Tomoyusi Sato obtuvo la medalla de oro por equipos. Gran mérito de los locales. Además, la organización de la carrera fue realmente admirable lo que demuestra la gran capacidad de organización que tienen los nipones en todos los aspectos.


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Lecturas: Educación Física y Deportes
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