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Práctica de actividades físico-deportivas de tiempo libre y
motivos para realizarla. Estudio comparativo entre el
alumnado de enseñanza secundaria postobligatoria
y de segundo ciclo de la Universidad de Almería
Dr. Francisco Ruiz Juan y Dra. María Elena García Montes

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 53 - Octubre de 2002

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    Según Corcuera y Villate (1992) las mujeres se muestran más favorables (27%), que los varones (11%) en realizar ejercicio para mantener la línea. A la inversa sucede con practicar por diversión (62% varones y 55% mujeres), con ver a los amigos (40% varones y 27% mujeres) y con que les gusta competir (11% varones y 3% mujeres). En el propio gusto del ejercicio físico, no existen diferencias entre sexos. El grupo de edad entre 20 y 24 años se mantiene en la media del total de la juventud española, en los motivos relacionados con el gusto por el ejercicio físico en sí mismo, por divertirse y por la competición. Se aprecia que a medida que la edad aumenta también se incrementa el interés de practicar deporte por mantener la línea. Justamente lo contrario sucede con ver a los amigos.

    Los resultados obtenidos sobre la práctica deportiva de la población sevillana (Romero, Martínez, Pacheco, Sanchís, Antequera y Rey, 1994) muestran, para el grupo de edad de 15 a 29 años, como el primer motivo que mueve a realizar práctica a este colectivo, porque me gusta el deporte, con un 34% y, en segundo lugar, para mantenerme en forma, con un 29%.

    En el estudio realizado en la provincia de Granada sobre las actitudes y comportamientos de la mujer ante la práctica física de tiempo libre, García Montes (1997), concluye que los motivos relacionados con el ambiente de diversión y relación social son más señalados por los grupos de niñas y jóvenes y el de salud forma física o estética por las ancianas y adultas.


2. Metodología

    La población de Enseñanza Secundaria Posobligatoria de la provincia de Almería, en el curso académico 98/99, está formada, según datos facilitados por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía, es de 11.359 sujetos (5.278 varones y 6.081 mujeres). Por su parte, según cifras aportadas por los Servicios Centrales de la Universidad de Almería, la población de segundo ciclo, en ese mismo curso académico, asciende a 3.440 sujetos, siendo 1.401 varones y 2.039 mujeres.

    La magnitud del tamaño de la población hace inviable sondear la opinión de cada uno de sus integrantes. Por este motivo, se ha recurrido a la aplicación de técnicas de muestreo que, tras su adecuada ejecución, nos permite generalizar al total de la población la información ofrecida por un número reducido de sus componentes. Así, la muestra del alumnado almeriense de ESPO, durante el curso 98/99, es de 1375. por su parte, en segundo ciclo de la Universidad de Almería, se considera que la muestra representativa es de 878. En ambos casos supondrá una validez en los resultados de un margen de error muestral del + 3% y un nivel de confianza del 95.5%.

    Para realizar la selección de la muestra en ESPO se ha utilizado el procedimiento de muestreo polietápico estratificado con afijación proporcional. Las razones que justifican la aplicación de dicho procedimiento vienen dadas por la heterogeneidad en el tamaño de cada uno de los colectivos que componen la población objeto de estudio (modalidades de estudios, niveles, tipos de centro, horarios, sexo), lo que determina la necesidad de que el muestreo se desarrolle en diferentes etapas.

    En primer lugar se consideró al alumnado según las modalidades de estudios que cursan. Para cada estrato posible se ha determinado el tamaño de las submuestras asumiendo un error del + 5 % y un nivel de confianza del 95.5 %. En una segunda etapa, en cada submuestra, se procedió a la afijación proporcional del número de sujetos según los tipos de centro (público-privado-diurno-nocturno) de manera que el tipo de centro que cuente con menos sujetos se le aplicará un menor número de encuestas.

    En la tercera etapa fueron asignados unos códigos a cada centro. Por medio de un sorteo al azar fueron elegidos los centros que formarían parte de la muestra en cada tipo de centro. Se procedió a la afijación proporcional del número de encuestas en cada uno de ellos. Por último, se procedió a realizar la afijación proporcional en cada centro por niveles (primer o segundo curso) y sexo (varones y mujeres).

    Una vez determinado el tamaño muestral, del alumnado de segundo ciclo de la Universidad de Almería, igualmente se procedió a efectuar la afijación proporcional. En primer lugar se realizó por facultades, en una segunda etapa por los diferentes estudios de cada Facultad. A continuación, se realizó la afijación proporcional teniendo en cuenta los cursos de los diferentes estudios en los que se encontraban matriculados el alumnado. Y, por último, se efectuó según la variable sexo.

    La recogida de datos se ha realizado con metodología cuantitativa mediante encuestas (cuestionario autoadministrado con aplicación masiva -por aulas- y presencia de aplicador).

    Las técnicas cuantitativas de análisis de datos mediante el programa informático SPSS/PC+ (V 7.52), presentando análisis descriptivos de las diferentes variables planteadas, así como análisis inferenciales.


3. La Práctica de Actividad Físico-Deportiva de Tiempo Libre del Alumnado
de ESPO y Segundo Ciclo de la Universidad de Almería

    Las cifras de practicantes entre la juventud se ha incrementado considerablemente. Esto queda claramente demostrado al observar las bajas cifras de sujetos, en torno al diez por ciento, en las poblaciones objeto de estudio, que dicen no haber realizado nunca práctica físico-deportiva en su tiempo libre.

    Podemos apreciar como el 69,5% del alumnado almeriense de ESPO practican actividades físico-deportivas, en el curso académico 1998/99, existiendo más de once unidades porcentuales de diferencia con respecto al alumnado de segundo ciclo (58%). Esto se traduce, para este último colectivo, en mayores porcentajes (diez unidades porcentuales de diferencia) entre los que habían abandonado las prácticas en su tiempo libre y entre los que decían no haber practicado nunca (con sólo una unidad porcentual más).


Figura 1

    No podemos perder de vista lo que se concluye en una perspectiva diacrónica, en el estudio realizado en la Junta de Castilla y León (1994:180) “los jóvenes que realizan actividades deportivas en su primera juventud abandona esta práctica antes de cumplir los 30 años. El abandono más pronunciado se produce a partir de los 19 años, coincidiendo bien con la entrada al mercado de trabajo, bien con el acceso a los estudios universitarios, es decir al mismo tiempo que se produce una ruptura con los grupos primarios de relación de la primera etapa de juventud".

    Esto parece ser reproducido por las cifras que aparecen entre los resultados de nuestra investigación, que a medida que se va avanzando en los niveles educativos el abandono que se produce es mayor. Aunque parece equilibrarse progresivamente entre el alumnado, ya universitario, según se estabiliza su nueva situación.


Características del alumnado almeriense de ESPO y de Segundo Ciclo de la Universidad de Almería que Practican Actividad Físico-Deportiva de Tiempo Libre

    Del total de practicantes de la población almeriense de ESPO y de segundo ciclo de la UALM (personas que realizan algún tipo de práctica de actividad físico-deportiva de tiempo libre en el curso 1998-99) obtenemos, atendiendo a las variables sociodemográficas y de vida universitaria, la siguiente distribución.

    Por grupos de edad, entre el alumnado de ESPO, apreciamos como la distribución entre los que practican actividad física en su tiempo libre se corresponde prácticamente con la existente por edades en el total de esta población produciéndose un ligero incremento de algo más de tres puntos en el grupo de 16 y 17 años lo que provoca que se produzca un descenso en el resto de grupo de edades (18 a 20 y de 21 años en adelante). Esta situación se invierte entre el alumnado de segundo ciclo de la UALM, ya que se aprecia un ligero descenso de algo más de tres puntos entre los más jóvenes, con respecto a la distribución de la totalidad de la población, siendo los mayores de 21 años los que más practica de actividad física realizan en su tiempo libre.


Figura 2

    Haciendo referencia al estudio longitudinal de García Ferrando (1997) (tras su seguimiento desde 1980) sobre los hábitos deportivos de los españoles, es necesario resaltar su afirmación de que el grupo de edad de 16 a 25 años es el que realiza más práctica físico-deportiva y, que atendiendo al nivel de estudios, se aprecia como aquellos que poseen estudios universitarios medios o superiores son los que muestran mayor tasa de práctica.

    El análisis por sexo indica que los varones realizan más práctica de actividad físico-deportiva que las mujeres, siendo la diferencia de casi nueve puntos entre el colectivo de ESPO (54,4% los varones y 45,6% las mujeres) y de algo menos de cinco unidades porcentuales en el de segundo ciclo (52,1% de los varones y 47,9% de las mujeres) (figura 2). Las implicaciones, en la práctica de varones y mujeres, atendiendo a los dos colectivos, no muestra diferencias porcentuales (figura 2). No obstante, comparando con las proporciones de la población objeto de estudio en relación con el sexo -el total de mujeres supera en cinco unidades porcentuales a los varones en ESPO y en dieciocho en segundo ciclo universitario, se puede afirmar la existencia de práctica mayoritaria entre los varones.

    Las diferencias entre los colectivos de ambos sexos, tanto en lo que respecta a la población en general, como a la juventud en particular, han arrojado resultados que muestran al colectivo de varones como el que más práctica físico-deportiva realiza, claramente diferenciados de las mujeres. No obstante, estos datos están mostrando cambios en los últimos años, a medida que el “sistema deportivo” va asumiendo las nuevas formas de realizar práctica física bajo objetivos muy dispares y relacionados con las diferentes necesidades acordes al devenir de la sociedad.

    García Montes (1997), en la investigación centrada sobre comportamientos de práctica físico-deportiva de tiempo libre de la mujer granadina, corroborando lo ya expuesto en las últimas décadas por otros autores (Puig y Martínez del Castillo, 1985; Lagardera, 1992; Puig y Heinemann, 1992; Blanco, 1996; Puig 1996; entre otros) sobre las nuevas formas asumidas por la población para ocupar de forma activa su tiempo libre, muestra cómo aunque los porcentajes de mujeres que practican deporte -en el sentido más estricto de la palabra- se reduce a sólo el 20%, esta cifra asciende hasta el 60% si se contempla el concepto más amplio de actividad física, y llega hasta el 66% si se analiza el conjunto de las que realizan prácticas tanto entre las contempladas como deportivas o como actividad física.

    Concretamente en el ámbito universitario, tal como expone Salvador (1994), la tendencia hacia las actividades de carácter lúdico antes que competitivo, es algo que, en parte, puede deberse, a la relativa reciente incorporación a éste mundo -el de la práctica de actividad físico-deportiva de tiempo libre- de la mujer, mostrando sus gustos, intereses y necesidades, no acordes a la oferta existente hasta el momento.

    En relación con la variable estado civil, tanto para el alumnado de ESPO como de segundo ciclo universitario, se observan valores que se corresponden con las proporciones descritas en la población objeto de estudio, es decir entre los solteros es donde encontramos los mayores porcentajes de practicantes (figura 2).

    En ambos colectivos, el mayor porcentaje de práctica de actividad físico-deportiva de tiempo libre corresponde al alumnado que tiene un turno de asistencia a clases diurnas (en ESPO) y de mañana (en segundo ciclo de la UALM), existiendo unas diferencias, con respecto a la totalidad de la población, de dos puntos tanto en el colectivo de ESPO como en el de segundo ciclo de la UALM.


Figura 3

    Centrándonos en la distribución por modalidad de estudios, se observa que en bachillerato antiguo y bachillerato ESO los porcentajes obtenidos incrementan en algo más de tres y dos puntos, respectivamente, con relación a la distribución de la población, por el contrario, estos mismos incrementos se transforman en descenso, porcentualmente, en los estudios de Formación Profesional de segundo ciclo y en los Ciclos Formativos de Grado.

    Centrándonos en la distribución por facultades y escuelas, se observa que los porcentajes obtenidos se aproximan a los de la totalidad de la población, produciéndose un descenso de seis unidades porcentuales en los alumnos de segundo ciclo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (27,9%), existiendo unas diferencias casi inapreciables (entre uno y dos puntos) entre el resto de facultades de segundo ciclo

    Por último, exponer que atendiendo al expediente académico las mayores proporciones siguen dándose entre los que obtienen una calificación de bien (43,2%) no existiendo apenas diferencias con respecto al total de la población, al igual que sucede con los que obtienen una calificación de notable ya que el aumento de porcentaje producido es de algo más de un punto. Por lo que respecta a los alumnos de segundo ciclo de la UALM observamos como los resultados se aproximan bastante a los anteriormente indicados si tenemos en cuenta que calificación de bien no existe en estos estudios y es considerado como aprobado.


Figura 4


Modalidades practicadas: frecuencia, tipo de oferta, carácter o finalidad, periodo de tiempo e instalación y/o espacio utilizado.

    Entre el alumnado de ESPO, la tendencia de práctica se decanta claramente hacia los deportes -existiendo un 44,8% de participaciones para el bloque de los colectivos y un 33,7% para los individuales-, siendo muy inferior la realización de actividades físico-deportivas; mientras que, entre el alumnado de segundo ciclo de la universidad, se produce una distribución equitativa de las participaciones, entorno al treinta por ciento, para estos tres conjuntos de modalidades -deportes colectivos, deportes individuales y actividades físico-deportivas-. El total de participaciones en actividades físico-deportivas en la naturaleza, para ambos colectivos, es baja, aunque es necesario destacar que es el doble para los de segundo ciclo universitario.


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