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Bases para la Iniciación al Deporte en Silla para niños y adolescentes
Daniel Germán Zucchi

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002

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7. Cadenas motoras complejas

  • Combinación de tres o más habilidades motoras con complejidad táctica.

D. Capacidades Coordinativas

  • Ritmización

  • Reacción.

  • Acoplamiento

  • Diferenciación

  • Equilibración

E. Capacidades condicionales

  • Fuerza: Fuerza-resistencia.

  • Resistencia: Tolerancia al esfuerzo

  • Velocidad: traslación y reacción

  • Flexibilidad: Mejorar el grado de movilidad.

F. Habilidades motoras específicas o técnicas deportivas

  • Estas habilidades se trazarán según el perfil deportivo del alumno

Grupo Nº 3

Iniciación a los siguientes deportes: Fútbol para P. Cerebrales y para amputados, atletismo (pista y campo), Tenis de mesa.

A. Estructuración del esquema corporal

  • Percepción del propio cuerpo: Reconocimiento segmentario / Movimiento y Control / Concientización del esquema corporal.

  • Postura: Control postural / Exploración de posiciones.

  • Relajación: Global / Segmentario.

  • Respiración: Espiración / Control respiratorio.

  • Equilibrio.

B. Percepción del entorno

1. Espacio. Identificación de las nociones espaciales

  • Ubicación

  • Situación

  • Dirección

  • Dimensión

2. Exploración del espacio

3. Tiempo. Identificación y reconocimientos de las nociones temporales

  • Dimensión.

  • Sucesión: Antes, durante, después.

  • Duración: mucho, poco.

  • Ritmización propia

4. Estructuración objetal

  • Exploración y reconocimiento del objeto

  • Función y utilización del objeto.

5. Relación temporo-espacial-objetal

  • Ajuste de los movimientos al tiempo, el espacio y el objeto.

C. Habilidades motoras

1. Manipulativas

  • Prensión, arrojar, soltar.

  • Exploración y control viso-motor: ojo-mano.

  • Lanzamientos.

  • Pase y recepción.

2. No locomotivas

  • Flexión

  • Extensiones

  • Rotaciones de grandes segmentos corporales.

  • Giros

3. Locomotivas

  • Desplazamiento: caminata, trote, carrera.

  • Apoyos

  • Rolidos y trepa.

  • Saltos

4. Cadenas motoras simples

  • Correr y saltar.

  • Correr y girar.

  • Saltar y girar.

5. Cadenas motoras compuestas

  • Combinación de tres o más habilidades motoras.

6. Cadenas motoras complejas

  • Combinación de tres o más habilidades motoras con complejidad táctica.

D. Capacidades coordinativas

  • Ritmización

  • Reacción.

  • Acoplamiento

  • Diferenciación

  • Equilibración

E. Capacidades condicionales

  • Fuerza: Fuerza-resistencia.

  • Resistencia: Tolerancia al esfuerzo, resistencia aeróbica y anaeróbica.

  • Velocidad: traslación y reacción

  • Flexibilidad: Mejorar el grado de movilidad.

F. Habilidades motoras específicas o técnicas deportivas

  • Estas habilidades se trazarán según el perfil deportivo del alumno


Desarrollo de los contenidos del Grupo nº 1

    El desarrollo de las habilidades perceptivo-motoras al comenzar un programa de iniciación deportiva debe ser el punto de apoyo para que el programa cumpla con las expectativas proyectadas. Los alumnos que ingresan a un P.I.D.A deberán haber incorporado las nociones perceptivas del entorno y proponerse a corto plazo completar la estructuración espacio-temporal-objetal.

    Si bien el niño antes de ingresar a un programa de iniciación deportiva tuvo que recibir una fuerte estimulación temprana y un tratamiento multidisciplinario especializado, en el programa mismo también se buscará una estimulación pero a través de múltiples experiencias perceptivo-motoras.

    El desarrollo perceptual siempre va acompañado de un desarrollo motor y este desarrollo se inicia a través de la captación, selección y clasificación de los estímulos. Junkala (1972) nos dice: “La percepción es un proceso de elección de estímulos que rodean al niño; integración y estructuración de los estímulos de modo que el niño los pueda identificar con exactitud y al fin tenga la capacidad de adjudicar un nombre o un concepto verbal a su estructura”.

    Dentro de nuestros tres grandes grupos vamos a tener alumnos con diferentes grados de bagaje perceptivo-motor. Generalmente cuanto mayor es el grado de discapacidad motora del niño, menor es el acceso que tienen hacia los estímulos. Un ejemplo nos presenta Zuhrt (1998) cuando nos dice: “Un niño con el reflejo tónico asimétrico del cuello, con una de sus manos que se ubica en la región occipital eventualmente puede agarrar, pero para el lactante el objeto no es visible. El niño nota la otra mano pero teniendo sus dedos y codos estirados no puede ejecutar movimiento alguno con ellos. No se desarrolla sentido alguno para el eje corporal, como tampoco audición y visión en tridimensión. Si el circunmundo no se ocupa de él adicionalmente se declararía una discapacidad mental”.

    A través de la explicación y el ejemplo anterior vamos a comprender que la facilitación hacia la adquisición perceptivo-motor en los alumnos del Grupo Nº 1 se proyectará según el siguiente diagrama.

    En este grupo las limitaciones físicas son mayores y crean problemas en su autonomía e independencia, con la resultante de un nivel de exploración del medio muy pobre. Es por eso que debemos facilitar la percepción del circunmundo al que no puede acceder por sus propios medios. Esta facilitación va a estar dada como lo clarifica el Cuadro Nº 1, por una posición correcta en la silla que le permita mejorar la tridimensionalidad en la captación de los estímulos, además necesitaremos inhibir los reflejos involuntarios para que estos no desvirtúen los movimientos aprendidos voluntariamente. En paralelo a este punto se deberá trabajar en un ámbito silencioso y con un cantidad de asistentes de uno cada dos o tres alumnos, ninguno de los asistentes serán quienes dirijan las actividades. Esta va a estar planificada por un Profesor o Licenciado en Educación física especializado en trabajar con personas con discapacidad.

    Tanto la correcta posición en la silla como la creación de un ámbito que procure la máxima atención y concentración va a permitir generar un nivel de percepción mayor que el que tenía, con el cual se facilitará la máxima movilidad de los segmentos corporales dentro del espacio cercano y en relación con la silla, como así también la mayor movilidad del “cuerpo + silla” a través de la exploración por el desplazamiento mismo2. Sobre este último punto es importante asesorar a los padres hacia la adquisición de una silla de ruedas eléctrica que ayudará al desarrollo perceptivo-motor de los alumnos con un perfil propio de este grupo.

    Los alumnos de este grupo, en general, tienen un bien marcada falta de experiencias perceptivo-motoras, es por eso que al comenzar un Programa de iniciación deportiva el niño se va a sentir desbordado de experiencias deberán ser guiadas por los profesionales a cargo, y de esta manera el niño no se convertirá en un alumno “estímulo-dependiente” con una consecuente atención dispersa y falta de concentración.

    Las habilidades perceptivo-motoras y las habilidades propiamente motoras comenzarán un desarrollo en conjunto, emprendiendo un proceso interactivo. En general con alumnos que componen este Grupo Nº 1 se le dará mayor protagonismo a las habilidades manipulativas y no-locomotivas, esto puede variar si el niño tiene una silla de ruedas eléctrica, la cual le facilitaría el trabajo de las habilidades locomotivas sin ningún inconveniente.

    En primer lugar la importancia de las habilidades manipulativas toman la punta, en especial el trabajo sobre los encadenamientos simples de movimientos de manos y brazos (tomar y soltar; tomar y lanzar; “release”). Para nosotros el “release”, que es la suelta sumado a la prensión de objeto, es un encadenamiento de dos habilidades motoras manipulativas, ya que es un acople en relación a la maduración del sistema nervioso que el niño tiene3. En segundo lugar trabajaremos sobre las habilidades manipulativas sumadas a las habilidades locomotoras (flexión, torsión, extensión, balanceo de extremidades y/o tronco). Si al ejemplo del “release” le sumamos un balanceo (flexo-extensión) de hombro entonces tendremos una cadena motora compuesta de: toma - balanceo y suelta o lanzamiento. El desarrollo simultáneo de habilidades manipulativas y habilidades no-locomotivas son el cimiento de deportes como: Boccia, bowling, atletismo de campo, que junto a natación establecen las disciplinas deportivas más populares del Grupo Nº 1.

    En cuanto al desarrollo de las capacidades físicas o condicionales los alumnos de este grupo se ven limitados debido al cuadro severo de su discapacidad motora. La resistencia se reduce a una tolerancia al esfuerzo que lo ayudará a mantener una postura correcta por una mayor cantidad de tiempo, de esta manera la construcción de movimientos voluntarios sobre esas correctas posturas mejorarán tanto cualitativa como cuantitativamente. En relación al trabajo de fuerza este mejorará en relación al desarrollo de las habilidades motoras básicas y específicas. Se deberá tener en cuenta en todo momento la rigidez o la espasticidad del alumno delineando consecuentemente actividades de estiramiento y elongación. Por último el trabajo de velocidad buscará reducir los tiempos de ejecución de los movimientos de los segmentos corporales específicos (MMSS, MMII y cuello), como así también el rápido traspaso de una posición correcta a otra correcta.

    Debido al severo grado de discapacidad de este grupo es importante que en el diagnóstico previo se establezca la funcionalidad del alumno. ¿Tiene mejor función en los brazos y manos o en piernas y pies? ¿Ó su función principal está en el cuello? ¿Tiene buen agarre y/o toma de objeto? ¿Realiza bien el “release”? ¿Cabecea? ¿Patea? ¿Inclina su cuerpo hacia los laterales y al frente? ¿Realiza remadas pequeñas con sus brazos? ¿Realiza desplazamientos de la silla con sus pies?


Desarrollo de los contenidos del Grupo nº 2

    Los alumnos del grupo Nº 2 “transitan por el mismo proceso de adquisición de habilidades” que los alumnos del grupo anterior. Con esto queremos decir que los alumnos de este grupo podrán tener mayor autonomía y grado de acción, pero las habilidades perceptivo-motoras y motoras serán potencialmente de similar características que en el grupo Nº 1.

    En un primer plano tenemos como expectativa de logro el desarrollo perceptivo-motor, para eso necesitaremos un espacio de facilitación.

    En este grupo tendremos alumnos con limitaciones físicas de nivel moderado y grave, pero nunca estas disminuciones son de la magnitud del Grupo Nº 1. Tienen una autonomía suficiente debido a su regular o buen control de tronco y miembros superiores. A raíz de esto le es más fácil explorar el medio y adquirir nociones de espacio y tiempo rápidamente. En este grupo disminuirá el nivel de asistencia y aumentarse las adaptaciones arquitectónicas, de recursos y metodologías. Nunca estas adaptaciones desvirtuarán el movimiento que el niño pueda crear. Los asistentes serán de uno cada cinco y sólo asistirán para que la tarea no pierda orden y continuidad

    La mayor desventaja está dada en la sobreprotección familiar. Hemos llegado a observar niños de 9 a 16 años con mielomeningocelle que tienen normal función y buena función en el tronco que no se visten o se duchan solos. Estamos hablando de niños que en muchos hogares se pasan horas frente al televisor, y los padres le acomodan el almohadón cuando el niño se los pide (o no se los pide). Esta sobreprotección hace que el niño no sienta curiosidad por diferentes estímulos que él debe descubrir.

    Esta misma sobreprotección es la que no permite ansias de búsqueda de objetos interesantes, ya que todo es facilitado por sus progenitores o familiares. Por todo esto, en primer medida el profesor deberá buscar que el niño relacione todo el aspecto perceptivo-motor: estructura del esquema corporal y percepción del entorno. Paralelamente estos elementos deben confluir en la búsqueda de su autonomía y construcción de personalidad. Es importante en estos alumnos poder alcanzar un nivel percepción serial. Ernst Berger (1977) nos explica que “la etapa serial integra las áreas sensoriales junto con la secuencia temporal”. Para trabajar sobre etapa incluiremos cadenas motoras con un espacio y un tiempo específico de ejecución. Ejemplo: Un niño en la silla con el balón sobre su regazo, realizará dos remadas y lanzará el balón al arco. Todo esto lo deberá realizar entre dos líneas, sin pasarse de la última línea al después de lanzar.

    Como nuestro programa de iniciación deportiva busca el desarrollo multifacético del futuro deportista entonces este último trabajo del ejemplo anterior puede variar en su realización con una “bocha” en su regazo y el lanzamiento sobre los bimbos para derribarlos, o también con un balón de mini-básquetbol y el consecuente lanzamiento al aro.

    Es importante que el alumno experimente una gran cantidad de experiencias motrices con variaciones en el espacio, en el tiempo y con diversidad de objetos. Todas estas experiencias deberán ser vividas entendiendo a su esquema corporal como el cuerpo + la silla de ruedas. En relación a la mayor movilidad de estos niños con respecto es que buscaremos facilitarles sillas de ruedas deportivas. Además de las concretas ventajas que una silla más liviana y rápida puede dar al niño, debemos tener el cuidado pertinente con respecto a los golpes por choques o caídas de las mismas.

    Dentro de las habilidades motoras se le dará primordial importancia a las locomotivas, las cuales nosotros dividimos en dos: aquellas que engloban los apoyos, rolidos, trepa, etc.; y las segundas son las técnicas de desplazamiento que incluyen: la remada continua, remada alternada, desplazamiento en slalom, cambio de dirección simple, parada brusca, remada en retroceso, cambio de ritmo, etc. Debemos tener en cuenta que estos alumnos participarán en disciplinas deportivas (salvo el atletismo de campo) que le demandará el máximo de posibilidades en el desplazamiento de la silla de ruedas.

    El trabajo de las habilidades motoras no locomotivas permitirán a los futuros deportistas una mejora del volumen de acción en la articulación escapolohumeral y coxofemoral, y sus respectivos grupos musculares. Cuanto mayor sea la afectación del tronco y menor sea su funcionalidad en los extensores y flexores del mismo, entonces mayor será el trabajo que se deberá realizar sobre la zona escapolohumeral. Debemos decir también que cuanto menor sea el volumen de acción de cada alumno mayor será la limitación del equilibrio sedente y el recupero de este ante la pérdida del mismo. A los alumnos con carencias o limitaciones en la fuerza de los flexores y extensores del tronco les va a resultar dificultoso recuperar el equilibrio perdido. El centro de gravedad va ir variando en relación al movimiento que se ejecuta, y como en todo deporte el paso de una praxia a otra es rápidamente ejecutada por lo tanto el centro de gravedad va a ir variando también rápidamente y en consecuencia con inestabilidad en el equilibrio. Hemos observado a niños desplazarse (remando), tomar el balón desde el suelo y después no poder levantarlo. Por ello muchos frenan la silla como pueden, y apoyando el balón y/o sus antebrazos sobre el regazo y, al fin, subir el objeto para seguir jugando. En otros casos necesitan de un gran esfuerzo muscular (generalmente psoas-ilíaco) que se traduce en una hiperlordosis lumbar, con las consecuencias perjudiciales que esto genera. Entonces los lectores se preguntarán como modificar este punto. Para mejorar el movimiento del alumno en todos los planos debemos recurrir a las adaptaciones. En el básquetbol en silla los jugadores de categoría baja elevan el apoyapié con un suplemento que les permite tener las rodillas por encima del nivel de la cadera, de esta manera el recupero de la posición sedente cuando el tronco está flexionado es más rápido y menos dificultoso. Otra adaptación es la de aflojar el asiento (tipo bolsa) y elevar un poco los laterales, de esta manera la cola hasta la cadera estará “encajonada” en la silla lo que le permitirá al alumno mejorar los movimientos laterales. Estas y otras adaptaciones que se le puedan ocurrir al profesor son muy aplicables en este grupo, espacialmente en aquellos niños y adolescentes con mielomeningocelle y grado de lesión dorsal. Nunca nos debemos olvidar de trabajar los grupos musculares que flexionan, extienden, giran e inclinan la cadera. Ya que a pesar de las limitaciones que el alumno pueda tener en este aspecto podemos activar a través de movimientos correctos, fibras musculares que se encuentran “dormidas”. El alumno parapléjico para poder alcanzar objetos que se encuentran a los costados o detrás de su cuerpo necesitará una máxima amplitud de hombros debido a la disminución o falta de fuerza de sus oblicuos o erectores del raquis. Para demostrar hasta que punto el desarrollo de todas las cualidades del hombro es importante, citamos a Raimundi (1984) cuando dice “El hombro es la articulación que tiene el grado más amplio de todas las articulaciones del cuerpo. El hombro sostiene el miembro superior y es el fulcro de los movimientos que en combinación con el codo, la muñeca y los dedos exploran el espacio con gran amplitud y precisión”. Imaginemos la dimensión que toma esta potencial funcionalidad del hombro en niños que se encuentran en este grupo cuya disminución está dada a nivel del trono y/o de las piernas.


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