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La intervención psicológica en las lesiones deportivas
Antonio Hernández Mendo

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 52 - Septiembre de 2002

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El regreso a la actividad deportiva. Es muy importante realizar un entrenamiento en las habilidades necesarias para la reintegración a la actividad deportiva. Los factores más importantes para el éxito deportivo según entrenadores y deportistas son la confianza, las autoimágenes positivas, la concentración, laboriosidad, determinación, seguimiento de metas, tenacidad, agresividad, mejora, motivación, actitudes positivas y capacidad comunicativa (Williams y Roepke, 1993). Williams (1986) identifica un perfil psicológico asociado a la ejecución exitosa con las siguientes características psicológicas: autorregulación, aumento de la confianza en sí mismo, buena concentración con un apropiado foco de atención, auto-control, imágenes y pensamientos positiva y compromiso. Teniendo en cuenta esto, una buena estrategia para que el deportista se reintegre a los entrenamientos y a la competición, deberá pasar por el entrenamiento en habilidades -durante la rehabilitación- que estimulen la aparición de actitudes positivas, una optimización de la autoimagen, un incremento de la motivación, optimización de los focos atencionales y estimular la confianza en la intervención psicológica.

4. Instrumentos de evaluación

    Junto a las escalas ya citadas y descritas existen numerosos inventarios psicológicos que pueden ser administrados a deportistas. Ostrow (1990), recoge 175 tests psicológicos específicos relacionados con dichas áreas. A continuación describimos algunos de los que consideramos de mayor interés:

  1. Profile of Mood States (POMS). Creado por McNair, Loor, & Droppleman (1971), es una escala de 65 adjetivos clasificados, derivados de un factor de análisis, el cual mide seis dimensiones de estados de humor: Tensión-Ansiedad, Depresión-Melancolía, Ira-Hostilidad, Vigor-Actividad, Fatiga-Inercia y Confusión-Aturdimiento. El POMS posee excelentes propiedades psicométricas (establecidas la fiabilidad y validez). Las instrucciones requieren al usuario indicar cómo se ha sentido durante la última semana, pero puede ser usado para preguntar acerca de periodos de tiempo más largos o más cortos. El POMS es una excelente medio para medir de forma regular estados de ánimo y se usa frecuentemente en contextos aplicados y de investigación, pero puede convertirse en un instrumento muy pesado y fatigoso si se administra muy a menudo. Una posible solución a este problema puede ser el uso de un nuevo instrumento llamado el POMS Corto (Dean, Whelan, & Meyers, 1990) o ISP, el cual ha reducido los 65 items a seis. La validez concurrente aparece aceptable, y ha sido usado de forma efectiva en contextos deportivos. No obstante, hemos encontrado que los entrenadores se muestran dudosos a la hora de pasarle el ISP a sus deportistas cuando la competición está próxima, por miedo a que éstos focalicen demasiado su atención sobre sus estados de ánimo, particularmente cuando éstos son negativos. Hay versión informática de este cuestionario (Hernández Mendo y Ramos, 1995, 1996, 2000)8

  2. Sport Anxiety Scale (SAS). Creado por Smith, Smoll, & Schutz (1990), es una medida específica-deportiva de los rasgos cognitivos y somáticos de la ansiedad. En concreto se miden las diferencias individuales en la ansiedad somática y dos clases de ansiedad cognitiva: preocupación y ruptura de la concentración. Tiene excelentes propiedades psicométricas.

  3. Eating Disordes Inventory-2. El EDI-2 (Garner, 1991) es un inventario autorespuesta de 91 items que tratan una serie de factores relativos la anorexia y bulimia nerviosa. Proporciona información sobre la frecuencia y severidad de los síntomas importantes en relación al diagnóstico de un desorden alimenticio, un área problemática particularmente presente en algunas poblaciones deportivas (gimnastas, corredores, buceadores, luchadores, etc.)

  4. Health Attribution Test (HAT). De Lawlis & Lawlis, (1990), es un test de 22 items que evalúa el locus de control de la salud de un individuo. Las atribuciones del control de la salud de uno mismo deben ser provocados desde factores internos, otros factores poderosos, y la ocasión. Esta escala proporciona una excelente medida que permite el desarrollo de un perfil predictivo del tiempo de recuperación de los individuos lesionados.

  5. Coping Resources Inventory (CRI). Es un inventario de Hammer & Marting (1988) con 60 items que comprende los recursos de aprendizaje e imitación con situaciones por parte del individuo. Los recursos de imitación pueden ser definidos como esos recursos inherentes en los individuos que les hacen ser capaces de manejar estresores de forma efectiva, para experienciar poco o menos la intensidad de los síntomas que se encuentran expuestos al estresor, o en vía a alejarse pronto de la exposición. Las medidas del CRI tratan cinco aspectos: cognitivo, social, emocional, espiritual/psicológico, y físico. Su utilidad resulta especialmente relevante como instrumento de investigación de recursos de modelado en varias poblaciones, y como instrumento de identificación de individuos que podrían estar en riesgo, necesitando consejo o una intervención médica.

  6. Life Experiences Survey-Athletes (LES-A). De Hardy (1989), es un examen de 80 items que pretende determinar si alguna de las variadas experiencias de vida ha ocurrido al deportista dentro de los 12 últimos meses, y qué y cómo percibió el sujeto el impacto de dicho evento.

  7. The Exercise Salience Scale (TESS). Creado por Morrow y Harvey (1990), comprende un número de factores que determinan el grado de dependencia del ejercicio. Los deportistas más dependientes tienden más a insistir en la participación a pesar del estrés de vida negativo. El TESS posee grandes propiedades psicométricas.

  8. Athletic Life Experiences Survey (ALES) 9 de Passer & Seese (1983) evalúa los cambios vitales positivos y negativos en deportistas masculinos colegiados. Está compuesto de 70 ítems. Las puntuaciones en el ALES se gradúan desde +3 (bueno, mayor efecto) a -3 (malo, mayor efecto). No se tienen datos acerca de su fiabilidad. No existen datos definitivos sobre su validez. El contacto con sus autores es en: Michael W. Passer, Department of Psychology, Ni-25, University of Washington, Seattle, WA 98185.

  9. Life Events Questionnaire (LEQ) de Lysens, Vanden Auweele & Ostyn (1986) permite evaluar solo eventos vitales, está adaptado para los estudiantes de educación física. El LEQ está construido a partir de una modificación de la Escala del Grado de Reajuste Social y Deportivo. (SARRS). No hay datos sobre fiabilidad. La validez concurrente ha sido satisfactoria. El contacto con los autores se puede realizar a través de: R. Lysens, Institute of Physical Education, Katholieke Universiteit Leuven, Tervuursevest, 101, Leuven, Belgium.

  10. Sport Career Locus Of Control Test (SCLCT) de Kamlesh (1989) permite identificar los factores externos e internos más significativos que influyen en la carrera de un deportista. Está compuesto de 20 ítems. El cuestionario está diseñado para evaluar los factores internos (superioridad en la habilidad de juego, practica, y habilidad) y factores externos (apoyo financiero, equipamiento y entrenador, suerte e influencia en las categorías superiores) y como afectan a la carrera del deportista. Los sujetos responden a cada item usando un escala Likert de 5 puntos. La fiabilidad se estimó a través del método test-retest (n=23) y fue 0.65. No hay datos sobre validez. El contacto con el autor es: M.L. Kamlesh, Lakshmibai National College of Physical Education, Kariavattom P.O., Post Box No.3, Trivandrum (Kerala) 695581, India. (Phone # 8712, 8722).

  11. Locus Of Control In Rehabilitation Scale (LCRS) de Duda, Smart & Tappe (1989) permite evaluar el grado con el que los deportistas perciben su éxito en la rehabilitación de la lesión por su control personal o por la responsabilidad del entrenador deportivo. Este cuestionario está compuesto de 9 ítems e incluyen subescalas de locus de control externo e interno. Los sujetos responden a cada ítem usando una escala Likert de 6 puntos. La fiabilidad se estimó a través del alfa de Cronbach (n=40) para las subescalas de Interno y Externo, se obtuvo unos resultados de 0.77 y 0.75, respectivamente. La validez de predicción fue satisfactoria. El contacto con los autores es a través de: Joan L. Duda, Departament of PEHRS, 113 Lambert Hall, Purdue University, W. Lafayette, 1N 47907 (Phone # 317- 494-3172).

  12. Rehabilitation Adherence Questionnaire (RAQ) de Fisher, Domm & Wuest (1988). Permite identificar los factores personales y situacionales definidos para la adherencia a la rehabilitación de los deportistas. El RAQ contiene 40 items y 6 escalas: esfuerzo percibido, tolerancia al dolor, apatía, apoyos significativos, plan de rehabilitación y condiciones ambientales. Los sujetos responden sobre un continuo de 4 puntos en una escala Likert. No hay datos sobre la fiabilidad. La validez discriminante fue satisfactoria. Se puede contactar con los autores en: A. Craig Fisher, Departament of Exercise and Sport Sciences, Ithaca Collage, Ithaca, NY 14850. (Phone # 607-274-3112).

    Una batería formada por algunos de estos cuestionarios podría ser administrada para formar una línea base (antes de comentar la temporada de competición, por ejemplo) para que nos indicase los problemas psicológicos que podrían haber aparecido en el periodo vacacional, en el cual, el contacto con los deportistas habrá sido mínimo. La intervención, entonces, podría llevarse a cabo si el psicólogo deportivo considera que las puntuaciones del cuestionario señalan esta vía de acción.

    Los datos relativos a factores intervinientes en la lesión son recogidos a lo largo de la temporada deportiva, en los entrenamientos y competiciones, así como en los periodos recreacionales. Algunos de los inventarios deben ser readministrados de una forma regular para monitorizar los cambios potenciales. Esto resulta de particular importancia para aquellas medidas que indican estados, más que las vinculadas a los rasgos. Las medidas de rasgo tienden a ser estables en el tiempo, y recoger dichas medidas dos veces al año son suficientes. Al final del año, los datos provenientes de los inventarios psicológicos pueden ser analizados para asesorar las relaciones en potencia de la importancia teórica y la importancia aplicada, así como para detectar cambios posibles en el curso de este procedimiento. Consideramos importante destacar que para lograr un óptimo proceso de administración de estos inventarios psicológicos, requerimos la cooperación de los entrenadores y de los deportistas.

    En relación a la aplicación de esta estrategia, existe un gran número de usos potenciales. Quizás el más importante, desde una perspectiva clínica y proactiva, es el caso donde los resultados indican un nivel significativo clínico de distrés psicológico en uno de los inventarios.


Técnicas psicológicas en la rehabilitación de lesiones deportivas

    En este apartado, creemos importante, recordar la distinción entre la rehabilitación y la atención psicológica al deportista lesionado. En cuanto al concepto de rehabilitación, debemos de hacer mención a una técnica eminentemente psicológica como es el biofeedback (en especial, electromiográfico). En cuanto a la atención psicológica, consideramos que merece una especial atención la hipnosis. Abordaremos sucintamente ambas técnicas de intervención.


Técnica 1: El Biofeedback10

    El biofeedback (BF) es un técnica con numerosas variantes que además de sus aplicaciones en el área de la rehabilitación tiene numerosas aplicaciones en el área de la mejora de la performance o ejecución (Hernández Mendo, 1994). Las publicaciones sobre esta técnica comienzan en 1971 con dos trabajos y en la actualidad -treinta años después- pueden alcanzar los 10.000 (recogidos en diversas bases de datos). Pero curiosamente, apenas suman 500 trabajos en el área del deporte y la actividad física. Si restringimos la búsqueda a las lesiones producidas en el deporte, éstas apenas alcanzan son 25 trabajos que utilicen esta técnica.

    Biofeedback es un término de acuñación inglesa, compuesto por el prefijo griego bio (vida) y la palabra compuesta inglesa feedback11­ (retroalimentación). Feedback o retroacción se opone conceptualmente a feedforward12 o proacción, éste sería el mecanismo de control que permite el primer movimiento y feedback el que permite el segundo (Carrobles y Godoy, 1987; Corra­ze, 1988).

    Sobre la definición de biofeedback, en general, todos los autores coinciden en los aspectos fundamentales. Diversas fuentes de información general coinciden al señalar la utiliza­ción del término, las modalidades de uso, etc., aunque ninguna se refiere con claridad al origen de tal aprendizaje.

    Distintas fuentes coinciden en la aproxima­ción conceptual del término, aunque con pequeñas variantes. Así The New Encyclopaedia Britannica (vol.2, pp.221) señala al respecto del término biofeedback que es la informa­ción suplida instantá­neamente acer­ca de los procesos fisiológi­cos del indivi­duo. Estos datos conciernen a la activi­dad car­diovascular (presión sanguínea y tasa car­díaca), temperatura, ondas cere­brales o tensión muscular de cada persona electrónicamente monitorizado y devuelto por un indicador en un ­contador, una luz o un so­nido. Aunque semejante actividad del siste­ma ner­vioso autónomo fue ideada para llevar el control individual cada vez más lejos, se ha demostra­do que un indivi­duo puede ser enseñado para usar los datos biológicos, para aprender cómo controlar voluntariamente el propio cuerpo ante reac­ciones de stress o sucesos de "outside-the-skin"13. Un individuo aprende a través del entrena­miento en BF (Biofeedback) a detectar sus reaccio­nes físicas (sucesos de "inside-the-skin"14) y/o estable­cer el control sobre ello. El entrena­miento en BF es un tipo de terapia de con­ducta que permite el aprendizaje del cambio de respuestas estresoras. Esto puede ser muy apropiado para eliminar síntomas (p.e. dolor y tensión muscular) de un de­sorden y estos efectos pueden ser en última instan­cia especiales si son usados en com­binación con psicoterapia de ayuda al pa­ciente para comprender sus reacciones al stress. Los trastornos que han sido trata­dos con entre­namiento en BF incluyen migra­ñas, calambres gastrointestinales (p.e. colitis), hiper­tensión, tics y en la fre­cuencia de los ataques epilépticos. Teóricamente muchos psicólogos creen posible lle­var un control parcial de cada proceso fisioló­gico que puede ser constantemente monitori­zado y visualizado inclu­yendo acti­vidad electrofi­siológica del sistema límbi­co y otros pro­cesos homeostáti­cos. El en­trena­miento en BF con ondas cerebrales también ha sido provechoso en realzar el funciona­miento mental. El entrenamiento en ondas alfa elicita la calma y efectos de integra­ción meditativa. El entrena­miento en ondas theta ha conducido a una mayor aten­ción focaliza­da referida al control del bloqueo mental durante exámenes y al control de la ansie­dad.

    En esta misma línea, Budzynski en The Encyclopedia America­na (vol.3, pp. 765) acerca del biofeedback afirma que en los años que van desde 1960 hasta 1966, inves­tigadores de laboratorio de todas partes de Estados Unidos comenzaron a explorar un nuevo fenómeno reconocido. Por medio de instrumen­tos electrónicos fueron capaces de monitorizar ciertos factores biológicos como las ondas cerebra­les, tensión arte­rial, tasa cardiaca y tempera­tura de la piel; y dando "feedback" de las medidas de esos factores a las personas que las origi­naron. Usando el "feedback biológico", una persona puede aprender a ejercer el control voluntariamente sobre las respuestas moni­torizadas. El descubri­miento del control mente/cuerpo refutaba la vieja tesis de que los factores biológicos no eran suscepti­bles de ser controlados voluntariamente. El BF tal y como ha sido definido en 1969, es la per­cepción -generalmente mediante el oído o la vista de un indicador electróni­co- de uno o mas estados bioló­gicos o acti­vidades. Por ejemplo, una persona puede ser conectada con instrumentos de medición de la tensión muscular e indicar el grado de tensión de los músculos de la frente e indicar el grado de tensión por el tono del sonido producido en el altavoz. La tensión del músculo o el tono, incrementa el sonido en frecuen­cia o pitidos. Si el músculo se relaja la frecuencia decrece. De este modo las personas pueden "escuchar" la ten­sión del músculo y finalmente reducir­lo, ba­jar­lo, relajarse. Este tipo de BF es llamado feddback EMG (electro­miográfi­co), porque es la medida electrónica de la tensión del músculo. Este es el tipo de BF más usado. Aplicaciones de BF-EMG incluye rehabilita­ción de músculos y tratamiento de migrañas tensionales, insomnio y ansie­dad.

    De acuerdo con todo lo anterior Greene, en la Encyclopedia of Psychology (vol.1, pp.148-150), señala que la literatura consulta­da sobre la teo­ría y aplica­ción del BF presenta un incre­mento exponencial durante los años 1960 y 1970. Neal Miller en 1978 en Annual Review of Psychology, y Aubrey Yates en su trabajo de 1980 titulado Biofeedback and the modi­fica­tion of behaviour, abarcan la literatu­ra hasta esas fechas. El BF es entendido como un cír­culo de informa­ción cerrado. El círcu­lo está com­puesto por el organismo que pretende la detec­ción y visualización de la res­pues­ta por el siste­ma de control. El sistema de control es o programado por instruc­ciones o influido por recom­pensas y castigos para modificar la respuesta. Por ejemplo una persona es instruida en el incremento de la tasa cardiaca (fase de progra­mación): la tasa cardiaca es detec­tada por el monitor y se devuelve la infor­mación a la persona. Un círculo de informa­ción estabilizado de esta manera se lleva a cabo con el fin de que el incremento en la tasa de respuesta cardiaca pueda ser indicado. Los sistemas biológicos son completa­dos con parecidos círculos de informa­ción, por ejem­plo, las fluctuacio­nes de la temperatu­ra corporal son observadas con unos límites muy restrin­gidos por un círculo de informa­ción. En BF el sistema de control puede ser concebido exactamente como un aliado del sistema nervioso central y de los procesos de a­prendizaje, antes que como operaciones re­flexi­vas de control para el mantenimiento de la integridad homeostática.

    En cuanto a la definición del término biofeedback, Schmidt (1988) afirma que la información puede ser dada acer­ca de rasgos distintivos o de movimientos que no pueden ser percibi­dos directa­mente -una distinción clave del entrena­miento en BF. Si la información acerca de un proceso biológico particular (p.e. la presión sanguínea) es medida electrónicamente y usada como información, los sujetos pueden apren­der a realizar este control voluntariamente (que normalmen­te es involuntario).

    La utilización del término inglés ha dado origen a muchas polémicas en distintos autores (Le­febvre, 1986) que prefieren utilizar el término retroacción (retroaction). No obstante en la literatura española (Vila, 1981; Fuente y otros, 1981; Palmi, 1986; Carro­bles y Goody, 1987; Labra­dor, 1987; Cor­bal, 1988; Si­món, 1989, 1991; Ve­ga, 1990;) se prefiere la utilización del vocablo inglés. Asimismo, otros autores no anglófonos, se decantan por la utiliza­ción de dicho término (Friedman, 1977; Fontai­ne, 1981; Tho­mas y otros, 1987; Swin­nen, 1990). Por el contrario, otros autores no anglófonos, pese a trabajar con la información derivada de la ejecución de una actividad que previamente ha tenido lugar, no utilizan ningún término en concreto para designarlo, aunque no en todos sus trabajos (Fernán­dez, 1980; d'Ydewalle y Eelen, 1982).


Ilustración 3. El biofeedback como un proceso o sistema de con­trol. (Carrobles y Godoy, 1987, pp.19).

    Podríamos pensar que el término biofeedback apareció por vez primera en 1969 con la formación de la "Biofeedback Research Society", actualmente denominada "Biofeedback Society of América".


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