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El profesor de apoyo y la integración en las clases de educación física.
Una experiencia con alumnos/as con N.E.E.

  * Profesor de E.F. en el IES. Miguel Fernández
** Alumno de la Facultad de Educación y Humanidades, especialidad E.F.
*** Maestra especialista en Educación Especial
**** Profesor de E.F. en el IES. Enrique Nieto
(España)
 
Miguel Martínez Duarte*
mmart7@clientes.unicaja.es
Jesús Huertas Antón**
Asunción Martínez Duarte***
Mario Lisbona Moreno****
 

 

 

 

 
Resumen:
    La aprobación del R.D. de 6 de Marzo de 1985 y las posteriores Órdenes Ministeriales de Planificación de la Educación Especial y Experimentación de la Integración, introducen en la institución escolar la figura del maestro de apoyo a la integración encargado de realizar el refuerzo pedagógico.
    En el IES. Miguel Fernández de Melilla, llevamos tres años intentando cumplir con la premisa reflejada en el preámbulo de la LOGSE del derecho a la educación de todos nuestros alumnos, con una experiencia de apoyo en el área de Educación Física, donde nos encontramos con alumnos con discapacidad motora, psíquica y sensorial. Es nuestro deseo ofrecer la mejor E.F. posible a nuestros alumnos/as, y respaldados por la propia ley, que en sus artículos 36 y 37 respectivamente comenta que “el sistema educativo dispondrá de los recursos necesarios...y de profesores especialistas y cualificados...”, nos disponemos a compartir con nuestros compañeros nuestro proyecto práctico con sus posibilidades y limitaciones.
    Palabras clave: Necesidades Educativas Especiales. Educación Física. Profesor de Apoyo. Investigación-acción en el aula.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 35 - Abril de 2001

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    Nos permitimos utilizar la cita de Stenhouse, L. como respaldo a nuestra labor investigadora y de estudio continuo en nuestra área y en nuestras clases de E.F.

    Stenhouse, l. (1987):

“Investigando en la acción , las aulas son los laboratorios y los profesores, los investigadores, que comprobarán en ellas la teoría educativa. Así, la investigación educativa puede definirse como la realizada en el contexto de un proyecto educativo y enriquecedora de la labor educativa”


Introducción

    En el IES. Miguel Fernández, desde el curso 98-99, venimos desarrollando una experiencia que ha pasado de contar con un monitor para el deporte especial en actividades extraescolares, al apoyo dentro del aula de E.F. por el mismo monitor a ciertos alumnos con NEE, especialmente motóricos y sensoriales. Hasta el curso actual 2000-01 en el que, siempre en coordinación con el Departamento de Orientación y la Jefatura de Estudios desde donde se ha potenciado y animado esta experiencia, hemos ampliado la actividad para realizar clases de apoyo a alumnos con NEE, algunos de los cuales hasta ahora no recibían E.F. de forma curricular por necesidades pedagógicas de refuerzo de otras áreas.

    Desde el Departamento de E.F. queremos hacer viable lo recogido en el preámbulo de la LOGSE en lo referido al derecho de todos, sin distinción, a una educación digna. Desde nuestra área nos toca velar por el desarrollo corporal de nuestros alumnos y contribuir a su crecimiento integral, que sin el trabajo riguroso de la misma se vería seriamente dañado en su conjunto.

    Rescatamos para justificar todo lo anterior el artículo 1 de la LOGSE que señala, entre otros fines de la educación, el desarrollo pleno de la personalidad del alumno. Para alcanzar este principio, “se dispondrá de los recursos personales y materiales necesarios para que todos los alumnos puedan participar activa y positivamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje”.


Justificación legal y pedagógica

    Con la LOGSE se da un importante paso hacia la integración real de la educación especial, aunque en áreas como la de E.F. todavía no se contemple la figura del profesor de apoyo en sus clases como actualmente ocurre con otras áreas; esto ha motivado experiencias como la que aquí relatamos y que esperamos que con el tiempo devengan en un tratamiento de igualdad entre las áreas y un cumplimiento de lo establecido en ley.

    El profesor de Educación Física, al igual que el resto del profesorado, se está encontrando ante una compleja tarea: hacer compatibles los intereses generales del grupo-clase con los de los alumnos que presentan necesidades especiales, atendiendo a sus características individuales (Ruiz, 1994). Para atender esta problemática será necesario que los profesores tengan conocimientos y recursos educativos que hagan posible atender las necesidades educativas de estas personas (Linares, 1996).

    En centros con alumnos de educación especial es el profesor de E.F. el que previo conocimiento del informe del alumno, en lo referido a deficiencias que afecten directamente a su desarrollo en nuestra área (como pueden ser problemas cardíacos, lesiones en la columna vertebral, válvulas en el cerebro, parálisis, paraplejias, implantes...) y evaluando las mismas, tomará las medidas oportunas para educar físicamente a estos alumnos, como establece Arráez, J.M. (2000) “sería interesante disponer de un profesor de apoyo, al igual que existe para otras materias curriculares, que colaborase con el profesor-especialista de E.F. en la puesta en práctica de las ayudas o adecuaciones pertinentes. En su defecto, y mucho nos tememos que será para largo, será el propio profesor de E.F. el que asuma el rol e incluso puede ser muy válido el que un alumno-compañero se preste a ello, lo que contribuirá, sin duda, a desarrollar actitudes solidarias”.

    Siguiendo al profesor López Melero (1999) “La escuela pública, sólo así, cumplirá su papel social como agente de transformación, si ella misma y su profesorado se transforma comprendiendo que cada niña o cada niño tienen un estilo, un ritmo y un modo de aprendizaje independientemente de su handicap. Este profesorado comprende que cada estilo o modo personal de aprendizaje requiere un cambio en el modo de enseñanza” . Nos sumamos a esta necesidad de cambio, desde nuestro difícil cometido de enseñar-aprender, destacamos la concepción de singularidad y de diferenciación, y es que todos nuestros alumnos son especialmente desiguales, sin distinción de su handicap y eso debe animarnos a tender hacia la enseñanza personalizada para todos nuestros alumnos, ya que todos, sin excepción son diferentes.

    Siguiendo con esta justificación, estudiamos que el fundamento de la educación personalizada “es la consideración de la persona como principio consistente de actividad que se manifiesta a través de las notas de singularidad, autonomía y apertura, cada una de las cuales presenta sus peculiares características”(García Hoz,1983,497). Consecuentemente, la acción motriz personal determina que el protagonista de la educación es el propio sujeto que se educa.

    El objetivo de la E.F. desde el punto de vista de la singularidad personal es hacer al sujeto consciente de su propia realidad corporal, de sus posibilidades de actuación en el entorno físico y humano, y de sus propias limitaciones. Por otro lado, la E.F. debe permitir el desarrollo de cada persona de acuerdo con sus capacidades físicas, sus intereses, su ritmo individual (cinético y de aprendizaje), su grado de madurez motriz y sus circunstancias personales.

    Todos nuestros alumnos, en la medida de nuestras posibilidades y de nuestra habilidad profesional, experiencia y conocimientos como docentes, necesitan de una enseñanza de la E.F. individualizada, pero todos nuestros alumnos sin distinción exigen una enseñanza lo más normalizada posible de la E.F.

    El capitulo Quinto de la LOGSE, dedicado a la educación especial, dice en su artículo 36 que “el sistema educativo dispondrá de los recursos necesarios para que los alumnos con NEE temporales o permanentes puedan alcanzar, dentro del mismo sistema, los objetivos establecidos con carácter general para todos los alumnos.” En su artículo 37 establece que “el sistema educativo deberá disponer de profesores de las especialidades correspondientes y de profesionales cualificados, así como de los medios y materiales didácticos precisos para la participación de los alumnos en el proceso de aprendizaje. Los centros deberán contar con la debida organización escolar y realizar las adaptaciones y diversificaciones curriculares necesarias para facilitar a los alumnos la consecución de los fines indicados. Se adecuarán las condiciones físicas y materiales de los centros a las necesidades de estos alumnos. La escolarización en unidades o centros de educación especial sólo se llevará a cabo cuando las necesidades del alumno no puedan ser atendidas por un centro ordinario.”

    La administración educativa pertinente debe ofrecer los medios para asegurar el cumplimiento estricto de la ley y resolver los problemas que a ella le atañen. Los docentes somos conscientes de las dificultades para la puesta en práctica de estos programas, así Arráez, J.M. (2000) comenta que planificar y llevar a la práctica adecuaciones curriculares requiere una preparación específica que no existe, debido a la falta de preparación del profesorado, la falta de recursos, etc. En los proyectos educativos de los centros se observa cierta demagogia entre el “querer hacer” y el “poder hacer” planteándose un problema de difícil solución para la praxis educativa en los escolares con N.E.E.”

    Es un hecho que en este y en otros temas, al no cumplirse lo establecido en ley, los profesores utilizando recursos de todo tipo intentamos abordar los problemas con los que nos encontramos en el día a día de nuestra profesión, la enseñanza, de ahí que ante la multiplicación de casos de difícil desempeño optemos, como se realiza en el proceso de aprendizaje, por ir asentando las bases para mejorar nuestra labor docente diaria. Si bien es cierto que los resultados no se producen de hoy para mañana, y que al tratarse en definitiva de un proceso de investigación, el producto resultará de limar asperezas y de resolver los problemas del camino, tal vez los éxitos lleguen en unos años, y los beneficiados no sean estos alumnos, sino los que vengan después. Ésta es una tarea conjunta, en la que debemos implicarnos todos, desde todas las áreas y contando con la participación de todos los estamentos de la cadena educativa; el fallo en cualquier eslabón sólo retrasará el resultado final, que debe ser ofrecer la mejor educación, en nuestro caso la mejor educación física a todos nuestros alumnos sin distinción de dificultades o teniendo en cuenta todas sus diferencias y sus singularidades.


La Educación Física Especial y su apoyo en el IES Miguel Fernández

    Nuestro centro recibe alumnos de educación especial y es un hecho, que hasta ahora viene siendo normal, que sea el profesor, el que mediante su motivación e interés, intente resolver las dificultades de hacer llegar la E.F. a todos sus alumnos, en una ratio aproximada de 1/30 . Existen grupos donde puede haber 2/30 y donde no hay ningún alumno catalogado de educación especial. Habrá que recordar que un alumno tiene NEE si presenta dificultades de aprendizaje mayores que el resto de los alumnos, bien por causas internas, bien por una respuesta educativa desajustada, de forma que requiere adaptaciones de acceso y/o adaptaciones significativas en más de un área del currículo. En estos tres años hemos pasado de realizar un Deporte Especial, en horario extraescolar, a realizar apoyos en el aula de E.F. llegando a la situación actual de incorporar otro colaborador-profesor en el aula y aumentar el tiempo pedagógico dedicado a nuestra área con una clase de ayuda semanal que sumar a sus clases lectivas, de esta forma muchos de estos alumnos con deficiencias psíquicas, motóricas y sensoriales, reciben tres clases de E.F. semanales.

    En nuestro caso utilizar a un colaborador en el aula de E.F. es una experiencia educativa, una investigación que intenta resolver el problema de falta de medios y recursos humanos y materiales de nuestra administración educativa.

¿Cómo lo hemos hecho?

    Contratando a un monitor, alumno de la Facultad de Educación y Humanidades, de la especialidad de E.F. tiene la experiencia de estar involucrado en el proyecto desde un primer momento.

¿Por qué?

    Principalmente para cumplir la ley, sobre todo en lo referido a los objetivos mínimos de debida consecución, porque la educación es un derecho que asiste a todos los alumnos como reconoce el artículo 27 de la Constitución, por nuestra inquietud en resolver los problemas derivados de llevar nuestra área a todos nuestros alumnos, por la necesidad de dar una respuesta motriz real a todos nuestros alumnos y también a los alumnos con NEE, por la alta ratio de alumnos por clase, por la dificultad para acceder a las instalaciones (por ejemplo un alumno en silla de ruedas que debe cruzar dos carreteras para acceder a las pistas exteriores -aula de E.F.), por la pequeñísima sala cubierta que dificulta la realización del currículo de nuestra área al no cumplirse la ley que especifica un espacio cubierto de 480 m2, (el espacio cubierto del que disponemos tiene 15 x 6 m aproximadamente), por el problema añadido de traslado de materiales específicos y porque es nuestra difícil obligación a la que intentamos dar respuestas. Otro motivo sería el de poder aumentar el insuficiente tiempo académico asignado a nuestra área, con dos clases de 50 minutos semanales. Estos alumnos pasan a tres sesiones semanales al finalizar el curso veremos los resultados de esta experiencia

¿Quién gratifica estas sesiones y en qué concepto?

    La Ciudad Autónoma, en concepto del Proyecto del Deporte en Edad Escolar y como figura del Deporte Especial.

¿Hacia qué modelo tendemos?

    Hacia la implantación de la figura del profesor de apoyo al área de E.F. que forme parte del Departamento de Orientación, bien como plantilla fija o itinerante, al igual que el fisioterapeuta por ejemplo y que su contratación sea realizada por el MECD

¿Cuál es el perfil más adecuado para este trabajo?

    Pensamos que pueden ser los Licenciados en E.F., maestros especialistas en Educación Especial y en Educación Física, siempre que tengan cursadas asignaturas relacionadas con el puesto de trabajo, Psico-pedagogos, Logopedas, otra opción sería el cubrir esta plaza por un profesor de este Departamento, creando horas de apoyo que añadir a los grupos de los diferentes niveles y ciclos, de tal forma que estas clases de apoyo de una hora se sumaran al resto del horario lectivo, así en nuestro horario aparecerían las modalidades de clases a) y b) que veremos más adelante. Este perfil debería ser estudiado por la administración educativa competente y por los Departamentos implicados.

¿Qué otras opciones son posibles?

    Pensamos que la figura del Practicum en colaboración con la Facultad de Educación y Humanidades tendría en este apartado un interesante abanico de posibilidades para realizar sus prácticas en un momento donde las mismas son difíciles, por el escaso campo de actuación en los centros escolares, otra opción sería el Curso de Aptitud Pedagógica para futuros docentes que tengan que realizarlo por no encontrarse incluido en su plan de estudios.

¿Quién la respalda?

    Los Departamentos de Orientación y de Educación Física apareciendo recogida en su Programación Didáctica, y la Jefatura de Estudios de nuestro centro conocedora de este importante Proyecto, la incluirá en la Memoria de Actividades y dispone de un escrito para solicitar esta figura (profesor de apoyo) para el curso 2001-02.


Adaptaciones en el área de EF

    Individualizar la enseñanza siempre supone un ajuste de los tipos de ayudas pedagógicas a las necesidades y características de los alumnos. Este ajuste desde una concepción amplia del currículo escolar, puede entenderse como un continuo de mayores o menores modificaciones de los programas que el profesor diseña para el grupo-clase, con vistas a facilitar el aprendizaje de los diferentes alumnos de este grupo. Cualquier programación es susceptible de ser modificada y mejorada con tal que incluya elementos que permitan y faciliten una práctica educativa diversificada y conveniente a las diferentes características individuales de los alumnos.

    Las adaptaciones curriculares, en sentido amplio, son una de las estrategias metodológicas que los docentes deberán emplear como vías y/o medidas específicas de atención a la diversidad en el proceso enseñanza-aprendizaje y se dirigirán a aquellos alumnos, o grupos de ellos, que presenten diversos tipos de dificultades en su proceso educativo. Según esta definición prácticamente todos nuestros alumnos requieren adaptaciones curriculares, ya que en mayor o menor medida todos tienen en algún momento alguna dificultad en el aprendizaje de algún contenido concreto o para alcanzar tal capacidad precisa. Ésta es la riqueza humana, nuestra diferenciación para aprender y responder en tiempos y formas desiguales. Son necesarios metodológicamente los estilos de enseñanza individualizadores, la tendencia hacia la personalización de cualquier área como un criterio de mejora de la calidad de nuestra docencia, la eliminación de referirnos a un alumno/a tipo medio, que determine el denominador común de todos los de esa clase, ya que en este error pedagógico mal asumido por todos los docentes perdemos de vista a los alumnos que no tienen ninguna dificultad de aprendizaje y en su mayor o igual defecto a los alumnos con una importante dificultad de aprendizaje (alumnos con NEE), en el punto medio están el grueso de alumnos, esa mayoría con algunas dificultades en el aprendizaje, a todos sin excepción deberíamos dirigirnos, y para todos deberíamos modificar, adaptar en mayor o menor medida, esto sigue siendo un criterio de calidad de la enseñanza, y por cuestiones externas (ratio, equipamientos, recursos materiales y humanos) y también internas (falta de conocimientos, motivación, reciclaje, descoordinación) nuestros alumnos no reciben la educación que debieran.


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