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Deporte y Educación. Nuevas preguntas sobre una vieja relación.
Rodolfo Rozengardt

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 26 - Octubre de 2000

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    El esquema presentado puede ayudar a ordenar las diferentes perspectivas científicas que abordan este objeto en su complejidad.

    Pueden estudiarse aspectos parciales en los niveles más bajos sabiendo que se está aportando al objeto en su totalidad. Por ejemplo, las investigaciones en fisiología del rendimiento motor, que son el paradigma principal de la corriente denominada Ciencias del Deporte han dado material abundante para mejorar aspectos puntuales en el rendimiento de los atletas. De algún modo, el desarrollo en estas áreas modifica la estructura en su totalidad. Pero no puede perderse de vista que el deportista está a la vez atravesado por los numerosos niveles superiores, de los cuales no puede escapar.

    Por ejemplo, la incorporación de las grandes marcas de indumentaria deportiva o de la televisión (nivel de los contextos socio culturales) influye de manera mucho más significativa sobre el deporte como fenómeno que el mejoramiento individual de un deportista o un grupo de ellos. En cambio, es probable que el propio entrenamiento de este grupo de deportistas comience a estar regulado por las exigencias de los sponsors o los calendarios de competiciones fijados por los medios de comunicación.

    De algún modo, las investigaciones afincadas en los niveles inferiores se refieren a los aspectos de desarrollo humano en un nivel de lo molecular o lo biosocial. El nivel de la competencia está relacionado con la expresión de lo comunal y recién anclando las investigaciones en los niveles más altos estamos considerando las expresiones societales y estatales del fenómeno deportivo.

    El ascenso por los niveles implica un camino de lo abstracto a lo concreto, en el sentido que los niveles inferiores son abstracciones o descontextualizaciones. Sólo se comprenden los objetos cuando se los ubica en sus múltiples determinaciones, esto es, considerando la totalidad de la que forman parte como estructura de significados. Se evidencia que los niveles inferiores constituyen a los superiores pero son regulados por aquellos.

    Anclar en un nivel implica tomar a sus atributos y sus valores como el texto a investigar y los niveles superiores serán su contexto. Este contexto inscribe necesariamente sus características en el texto. No es posible renunciar a su existencia; sólo se puede suspender su consideración ya sea por decisiones metodológicas o por limitaciones ideológicas.


4. Eficacia y validez ¿o eficacia vs. validez?

    Toda norma supone grados de validez y de eficacia, existiendo propiamente en el estado de tensión entre ambos. La validez es el atributo de la norma que tiende a reproducir el todo, la estructura. La eficacia, en cambio, es el atributo de la norma que reproduce a la parte.

    En el deporte, su combinación lleva a buscar la victoria respetando las reglas.

    El credo liberal sostiene que si cada uno se ocupa de lo suyo, se garantiza el bien general. Allí se pone por delante la eficacia. Esta postura de la eficacia lleva a la búsqueda del triunfo por cualquier medio. Seguramente en el proceso de estructuración de los deportes, los jugadores se comportaban con esta lógica. Las reglas no estaban bien determinadas.

    En cualquier estructura, la operación o acción de su parte corresponde al cumplimiento de una función del todo (Piaget).

    En el nivel de análisis "partido", las acciones que el jugador o el equipo llevan a cabo deberían ser funcionales al objetivo planteado. Esto es, buscar la victoria. De ese modo, el partido tiene sentido para sus jugadores (y quienes lo miran).

    La sola validez, cuidando en exceso el partido podría anular los esfuerzos por intentar ganar.

    En los deportes modernos, las reglas están prefijadas y determinan las interacciones entre los equipos con más o menos nivel de prescripción (según la disciplina); respetar esas reglas permite la continuidad del "juego".

    Para no ver el partido en una pura abstracción, se hace necesario buscar concreciones vinculándolo con el todo-deporte como disciplina y en sus relaciones con los contextos socioculturales. Allí también opera la lógica del conflicto entre la validez y la eficacia. Particularmente se pueden señalar una rica gama de interfases. Transcribo algunas citas que, a mi parecer, son elocuentes.

    "Sí, el deporte es una orden de caballería, es honra, ética y estética, pero concebidas para todas las clases y todos los pueblos, a los que mezcla fraternalmente por todo el orbe terrestre (...) Sí, el deporte es una cultura, porque los gestos efímeros que traza en el tiempo y en el espacio, ponen de manifiesto, con dramático brillo, los valores más elementales pero también, los más profundos y amplios que posee cada pueblo y hasta la propia especie humana..." (René Maheu, 1963)

    "Desde un punto de vista ético es inconcebible justificar una acción meramente por su eficacia. ¿Cómo hablar entonces de ética en el deporte de competición? El atleta, cualquiera sea su nivel, se prepara constantemente en función de un único objetivo: la victoria. Victoria sobre el adversario, sobre sí mismo, sobre el tiempo, victoria por la patria. Aquí tiene su origen la formidable ilusión del deporte, la de la omnipotencia corporal del deportista. Pero el deporte de competición es ante todo desposesión del cuerpo. Cuerpo atrapado enseguida por el sistema, cuerpo robotizado, cuerpo maltratado, cuerpo dominado y mantenido a raya, alienado, cuerpo mercancía".

    "La moral de la competición es una moral de esfuerzo, de sacrificio, de violencia, simbólica o no. El sistema deportivo escoge, clasifica, distingue, elimina, selecciona (...) Pero también es un adoctrinamiento moral, en la medida en que impone valores, que son los cimientos de nuestra sociedad: elitismo, abstinencia, sumisión, obediencia y privación." (M. Caillat, 1992)

    "Bajo la perspectiva individualista que tiende a depositar en el sujeto la responsabilidad de los éxitos y los fracasos personales cifrados, sobre todo, en términos de adaptación-adecuación social, el deporte ha sido mostrado y eficazmente utilizado como la enmienda para los transgresores de la ley de la normalidad: moral para amorales, correctivo para delincuentes, revulsivo para vagos, purga para drogadictos, templanza para violentos, pedagogía para inadaptados, ilustración para ignorantes, esperanza para desahuciados. La herencia, en fin, que el sistema reserva a los desheredados." (Miguel Vicente Pedraz, 1995)

    Desde perspectivas diferentes, estos autores plantean las relaciones entre la eficacia y la validez del deporte como sistema, más allá de la manifestación particular del hecho deportivo y en las interfases entre estos niveles.

    En términos de la oposición planteada, Elias y Dunning plantean que el deporte cumple funciones catárticas o de equilibración de las tensiones por sobreesfuerzo o stress que las sociedades modernas (estructuras) generan. El mecanismo sería el de "excitación controlada", hecho que asimilan a lo que describe Aristóteles acerca de las antiguas tragedias griegas.

    Norbert Elias describe con mucho detenimiento el proceso por el que la cacería de zorros se fue transformando en un deporte de la aristocracia inglesa durante los siglos XVIII y XIX y allí se evidencia que la misma formulación de las reglas del deporte jugaba continuamente con la dialéctica de validez y eficacia para mantener el interés y la tensión-emoción de los participantes, sin importar, claro está, la suerte del zorro. "Era la ética de las clases ociosas ricas, refinadas y comparativamente restringidas que habían llegado a apreciar la tensión y la emoción de las batallas fingidas bien reguladas como parte principal de su placer."

    Las reglas de la caza de zorros, elaboradas y vigiladas por caballeros y rigurosamente aplicada contra los infractores, garantizaban que la caza les proporcionase los componentes esenciales del buen deporte: "... la justa medida de tensión agradable y emoción placentera por la batalla".

    Hoy se tiende a explicar la relativa igualdad de oportunidades para ambos contrincantes que es característica de todos los deportes, como un postulado moral en cuanto a la justicia o limpieza del juego se refiere.

    Pero los aspectos morales, sostiene Elias, "suelen ocultar los aspectos sociológicos, la estructura o función de tal ordenamiento". "La caza de zorros mostraba ya, en esencia, que los seres humanos habían aprendido a organizarse según una técnica específica que es utilizada en toda clase de deportes, para mantener por un rato, dentro de una determinada figuración de participantes, un equilibrio de fuerzas en tensión con una alta probabilidad de catarsis, de liberación de tensión."

    Para aquilatar estas consideraciones probablemente se trate de relacionar las tres dimensiones clásicas del nivel humano: la ética, la estética y la eidética.


El análisis pedagógico

    Será, en primer término, el lugar de la pregunta. Las perspectivas consideradas actúan como aperturas de grandes y pequeños interrogantes que deben acompañar la tarea cotidiana del docente. Si no hay preguntas, queda todo el espacio destinado a la reproducción de tradiciones o de valores que se venden en el mercado.


Bibliografía consultada

  • Aisenstein, Ángela El contenido de la Educación Física escolar y la formación del ciudadano, Documento preliminar

  • Berger P. y Luckmann T., La construcción social de la realidad, Amorrortu, 1986

  • Bracht, Valter, Educación Física y aprendizaje social, Ed. Vélez Sarsfield

  • Caillat, Michel ¿;Tiene el deporte una moral?, El Correo, 1992

  • Elias, N. y Dunning, E., Deporte y ocio en el proceso de la civilización, F.C.E.

  • Falco G. P., El desafío de Clío: el deporte como objeto de estudio de la historia, Lecturas: Educación Física y deportes, Revista digital

  • Henquet, Pierre, Un concepto multiforme, El Correo, 1992

  • Jeu, Bernard, Análisis del deporte, Ed. Bellaterra, 1988

  • Mauriras-Bousquet Un oasis de dicha, en El Correo, 1991

  • Petrus, Antonio El deporte escolar hoy. Valores y conflictos, Aula, 1998

  • Puig B. Nuria, Tendencias del espacio deportivo contemporáneo, Apunts, 1994

  • Renson, Roland, Juegos y deportes tradicionales, El Correo, 1992

  • Samaja, Juan, Epistemología y metodología, EUDEBA

  • Samaja, Juan El proceso de la ciencia, ficha

  • Samaja, Juan y Ynoub, Roxana, La investigación social y educativa como componente de la praxis docente, ficha

  • Solar, Luis, ¿Quién nos enseña a competir?, Aula, 1998

  • UNESCO, El niño y el juego

  • Vázquez, Benilde, La educación física en la educación básica, Gymnos

  • Vicente Pedraz, Miguel, Poder y cuerpo, en Educación Física y ciencia, 1997


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