Estudio de las variables que
afectan al rendimiento de la
recepción del saque en voleibol:
Análisis del equipo nacional
masculino de España.

Aurelio Ureña Espa*, Ruth María Calvo Ferrer** y Cristina Gallardo Sundvisq***
(España)
aurena@platon.ugr.es y rucalvo@yahoo.com

*Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada.
**Licenciada en Educación Física por la Universidad de La Coruña Profesora de la Escuela de Magisterio La Inmaculada de la Universidad de Granada (España).
***Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Granada.

    Resumen
    El presente estudio se ubica en el Campeonato del Mundo de Voleibol de 1998, celebrado en Japón, y forma parte de la serie destinada a profundizar en el conocimiento de la estructura y función de este deporte, en general, y analizar, en particular, las características y el rendimiento del equipo nacional masculino español, instalado en la elite internacional. El objetivo es conocer variables que afectan al rendimiento de la recepción del saque en el equipo nacional masculino español, principalmente en relación con el saque del oponente y la participación del líbero. En este sentido se encontraron relaciones significativas de estas variables con el rendimiento.
    Palabras clave: Voleibol. Recepción. Alto rendimiento. Líbero.

http://www.efdeportes.com/ revista digital | Buenos Aires | Año 5 - Nº 20 - Abril 2000

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    Para favorecer la comprensión de la estructura del voleibol y la dinámica de entrenamiento se divide clásicamente el desarrollo del juego en dos grandes fases. Por un lado, el complejo 1 ó KI, protagonizado por las acciones que persiguen la obtención del punto cuando el saque está en posesión del adversario, también denominado fase de cambio o recuperación del saque, y por otro, el complejo 2 ó KII, responsable de preservar el saque o, lo que es lo mismo conseguir el punto cuando el saque está en posesión propia.

    Cuando el equipo que interviene en ataque se ve obligado a defender y contraatacar, a su vez, el contraataque del adversario, se da una situación con peculiaridades propias que se ha dado en denominar complejo 3 ó KIII (Ureña, 1998).

    El complejo I supone en el voleibol masculino de alto nivel la fase donde se da el mayor porcentaje de éxito, debido a la preponderancia que existe del ataque sobre la defensa. Los elementos que constituyen este complejo son: la recepción del saque, la colocación y el ataque.

    Los sistemas de recepción son las estructuras o sistemas que se utilizan para neutralizar el saque procedente del campo contrario, y enviarlo al colocador en las mejores condiciones, de ahí que su rendimiento tenga una relevante presencia en el resultado final del juego de un equipo.

    La introducción progresiva del saque en suspensión en la década de los 90, ha significado variaciones en los sistemas de recepción (Over, 1993), que se presentaban, en el voleibol masculino, como un elemento estable y unánime con los esquemas de dos receptores. En la actualidad, frente a esta técnica, se disponen tres y hasta cuatro receptores.

    Pese a este cambio estructural la adaptación extraordinariamente eficaz que el voleibol masculino presentaba en la recepción del saque en la década de los 80 se ha visto perturbada (Gerbrands y Murphy, 1995; Alberda, 1995; Zimmermann, 1995; Fröhner y Zimmermann, 1996; Ureña, 1998; Ureña y col., 1998). Esto sin duda se corresponde con que el saque está incrementando su valor como "destreza final" (Hurtado, 1998).

    Debido a esta circunstancia el juego de ataque se simplificó notablemente en el Campeonato del Mundo de 1994 (Zimmermann, 1995), con menor presencia de variaciones complejas en el ataque y una mayor proporción de colocaciones altas (5% - 10% más que en 1992). En el estudio de Zimmermann (1995) se apunta una exigencia en la mejora del control de la recepción que permitiría de nuevo enriquecer el juego combinativo. Aunque la proporción de colocaciones altas disminuyó un 15%, debido a una mejora en la recepción de los saques en suspensión y a la utilización mayor de colocaciones a zagueros en circunstancias no óptimas, parece asentarse la tendencia a la simplificación en las combinaciones de ataque (Fröhner y Zimmermann, 1996).

    El presente estudio se ubica en el Campeonato del Mundo de 1998, celebrado en Japón, y forma parte de una serie destinada a profundizar en el conocimiento de la estructura y función de este deporte, en general, y analizar, en particular, las características y el rendimiento del equipo nacional masculino español, instalado en la elite internacional.

    En 1997 se decide poner a prueba una nueva figura, el jugador defensivo (líbero). En principio, queda esta norma claramente enmarcada en las que van dirigidas a equilibrar la relación ataque-defensa, sin embargo de los estudios de Murphy (1999) y Zimmermann (1999) se deduce que esta función está teniendo más repercusión sobre la recepción del saque que sobre la defensa, con lo cual favorecería el juego de ataque disminuyendo las opciones de puntuar del equipo que defiende. El Gran Prix, algunas competiciones especiales y la Liga Mundial, se toman como el marco para tal experimentación. En 1998, se introduce esta nueva función en los torneos oficiales.

    Previamente, en 1996, se suprimen ciertas restricciones, como el contacto del balón con cualquier parte del cuerpo y el doble toque en el primer contacto de un equipo. Ambas abren expectativas con respecto a las técnicas a utilizar en recepción y en defensa.

    Hay que destacar estos importantes cambios en la reglamentación que se han dado recientemente, ambos aspectos estarán recogidos entre las variables sometidas a investigación.

    El objetivo del presente estudio es conocer variables que afectan al rendimiento de la recepción del saque en el equipo nacional masculino español, principalmente en relación con el saque del oponente y la participación del líbero.


Método

Muestra

    Situamos el análisis en el Campeonato del Mundo de 1998, donde se dieron cita los equipos nacionales más importantes en el plano internacional.

    Se tomó como población objeto de estudio al Equipo Nacional masculino de España, en un total de doce partidos disputados y completando un total de 274 casos de recepción del saque, registrados aleatoriamente.


Diseño

    Los factores sujetos a estudio pueden agruparse en dos categorías: con la que se representan valores relacionados con el rendimiento en las acciones de juego estudiadas, y con las que se describe el tipo de situación que protagoniza cada caso.

    Se han seleccionado como variables dependientes las que suponen criterios de rendimiento: a) el resultado de la jugada, distinguiendo como positivo cuando gana el equipo analizado o negativo si gana el equipo oponente; b) el resultado del encuentro, distinguiendo como gana si obtiene la victoria el equipo analizado y pierde si ocurre lo propio con el oponente; y c) el éxito de la recepción, distinguiendo las recepciones perfectas del resto.

    Las variables que se han tomado como independientes son: función del receptor, técnica de recepción y técnica de saque.

    En función del receptor se diferencian los casos en los que el jugador responsable de recepción es a) líbero, b) atacante o c) zaguero.

    En cuanto a la técnica de recepción se ha distinguido entre las que utilizaron a) pase de antebrazos, b) pase de dedos o c) otras.

    Se contempla la técnica de saque empleada en cada caso, atendiendo a los conceptos de flotabilidad frente a potencia y si el sacador se encuentra en apoyo o en suspensión en el momento del golpeo. Esta variable se divide en las siguientes categorías: a) saque en apoyo flotante, b) saque en suspensión potente y c) saque en suspensión flotante.

    Se realizó un análisis descriptivo mediante el estudio de frecuencias y uno inferencial mediante el Chi-cuadrado de Pearson.


Instrumental

    El instrumental de medida consiste en una hoja de observación sistemática donde se registran todas las variables expuestas ordenadas por acciones y junto a datos no analizados que facilitan su identificación. Dicha herramienta se deriva de la utilizada y validada en el estudio de Ureña (1998).

   Los datos fueron recogidos en una hoja de cálculo Excel desde grabaciones en video (magnetoscopio VHS ) de los encuentros del Campeonato del Mundo de 1998. Para el análisis estadístico fueron exportados al paquete SPSS.


Resultados

   Desde un primer análisis de frecuencias se observa que el porcentaje de recepciones perfectas del equipo español es del 77% (Gráfico 1), gana las acciones del Complejo I en un 71,9% (Gráfico 2), utiliza la técnica de pase de antebrazos en recepción un 97,8% (Gráfico 3) y la participación del líbero en recepción es de un 20,7% frente al 54,5% de un receptor zaguero y el 24,7% de un delantero (Gráfico 4).


Gráfico 1. Porcentaje de recepciones perfectas

Gráfico 2. Porcentaje de éxito en el KI

Gráfico 3. Técnica de recepción empleada

Gráfico 4. Participación en recepción según función

    Antes de profundizar en la influencia de las distintas variables sobre la recepción del saque, se ratifica la relación entre esta acción y el resultado de la jugada (Tabla 1). Se comprueba la dependencia altamente significativa de estas variables.

    La dependencia que el rendimiento de la recepción tiene de la técnica de saque empleada es altamente significativa (Tabla 2), siendo el nivel saque en suspensión de la variable Técnica de saque, el que marca el mayor grado de dependencia.


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