Precisiones necesarias en relación con la Psicología del Deporte
Dr. Hiram M. Valdés Casal

Lecturas: Educación Física y Deportes | http://www.efdeportes.com/
revista digital | Buenos Aires | Año 5 - N° 19 - Marzo 2000

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     En este sentido la Psicología y las ciencias biológicas, como ciencias, serán fundamentos de la Teoría y Metodología del Entrenamiento por complementación y no por sustitución.


La práctica de la Psicología del Deporte
    De acuerdo con las definiciones que hemos venido aportando la utilización de la Psicología es indispensable al entrenador deportivo, en tanto interactúa con una persona.

     Sin embargo, el trabajo de preaparación del deportista es tan complejo que diversas áreas comienzan a precisar de profesionales especializados. Por ejemplo, es común la figura del preparador físico en los equipos deportivos, que no sustituye al entrenador principal, sino que complementa su trabajo en un área especializada. Lo mismo puede pensarse cuando se incorpora a la preparación un psicólogo del deporte.

     Sin embargo, en la corta historia de la Psicología del Deporte se han establecido varias forma de ejercer la profesión más influidas por las corrientes psicológicas de mayor desarrollo que por las especificidades de la actividad a la cual se aplica.

     Así hemos podido distinguir al menos los siguientes modelos de práctica:

  1. Algunas instituciones -e incluso países- favorecieron la investigación en tanto consideraron como campo de trabajo de la Psicología del Deporte la búsqueda de datos y la elaboracion de construcciones teóricas para fundamentar psicologicamente la enseñanza y el entrenamiento.(Ver por ejemplo, Rudik, P. 1988).

    Como extensión de esta práctica realizaban diagnósticos de los atletas con el fin de comunicar a los entenadores resultados que pudieran servir para orientar el entrenamiento concreto. Pero de hecho la intervención psicológica continuaba siendo prerrogativa exclusiva del entrenador.

    Muchos de estos diagnósticos se basaban en características de tipo psicofisiológico, como el tiempo de reacción simple y complejo, la percepción de profundidad, temporal o kinestésica y la capacidad de anticipación entre otras.

    Este tipo de datos y la formación propia de los entrenadores lleva a considerar que la intervención psicológica sólo pueda ser realizada mediante los medios del entrenamiento y considerando el apoyo emocional, la estructura de los grupos, el conocimiento del liderazgoy la cominicación y otros aspectos psicológicos como recursos de segundo orden, centrados en la intuición del entenador.

  2. A partir del desarrollo de la Psicología Clínica como profesión - no como método- surgió la tendencia a llevar el modelo de trabajo clínico al deporte. En este modelo se realizan innumerables tests -ahora centrados en la personalidad, la ansiedad y la autoestima- para realizar un dignóstico que permita el trabajo psicoterapéutico con el atleta; pues de psicoterapia se trata. (Puede verse esta práctica en Ribeiro, A, 1981).

    Esta posición aún es defendida, pues los clínicos plantean que las técnicas basicas de intervención provienen de la Psicología Clínica -lo cual es en parte y sólo en parte verdadero- y ante la crítica del sesgo psicopatológico se defienden diciendo que la terapia cognitivo conductual se basa en un modelo de adquisición de habilidades o de eliminación de conductas inadaptadas. (Gardner, 1981)

        

  3. Más modernamente, los psicólogos están empleando la enseñanza de habilidades mentales como el relajamiento, el control de la respiración y de la atención, la imaginación con distintos fines, la práctica mental, etc. Aquí la teoría básica es la psicología cognitiva desde el punto de vista teórico - a lo cual no hay nada que objetar-; pero desde el punto de vista de la intervención práctica se utilizan estos recursos sin plantearse el problema complejo de la intervención psciológica total - a todos los niveles de la conformación del atleta y del equipo- y sobre todo en relación con el entrenamiento decurrente, lo cual nos retrotrae al problema de la limitación arbitraria de la problemática de la Psicología del Deporte.(Al respecto pueden consultarse Loehr, 1999;Gardield, 1988 o Suinn, 1986).

        Lo cuestionable de estas aproximación es principalemtne su carácter unilateral. De hecho se selecciona en el proceso del entrenamiento y las características de la persona aquello a lo que se va a atender, en lugar de considerar primordialmente el proceso en su característica ontológica total.


Un modelo integral de la práctica de la Psicología del Deporte
    Este modelo se refiere a lo que en otras publicaciones he llamado paradigma integrador de la práctica de la Psicología del Deporte. (Valdés, H. 1993 y 1996).

    El modelo tiene contacto en algunos aspectos con las consideraciones de otros autores, por ejemplo García,1997 o Cruz, 1993)

    Los aspectos centrales de la comprensión que proponemos son los siguientes:

  1. La Psicología del Deporte es una parte de lo que pudiéramos llamar Psicología de la Actividad Fisica. Sobre este aspecto ya abundamos en párrafos anteriores.

  2. El trabajo de la Psicología del Deporte se subordina al proceso de enrenamiento.

    El entrenamiento, como ya establecimos, es un sistema pedagógico de preparación del deportista. En relación con este sistema la preparación psicológica es un subsistema.

    El objetivo fudamental de este proceso es el rendimiento deportivo. El responsable principal de este objetivo es el entrenador principal o director del equipo.

    Todos los entrenadores auxiliares, médicos, masajistas, nutricionistas u otros profesionales que puedan colaborar- e incluso el psicólogo, deben subordinarse al entrenador principal en tanto todos participan del objetivo central de búsqueda del rendimiento. No hay por qué temer a este planteamiento. La derrota no es huérfana como a veces se dice. Las derrotas no dependen sólo del psicólogo sino que son responsabilidad fundamental del equipo multidisciplinario y en particular de su líder: el entrenador principal.

    En el párrafo inmediato anterior hay otro aspecto que resulta impresicindible comentar. En un artículo, que nos parece muy interesante, Caracuel y Pérez Cordoba (1996) precisan que inicialmente la interacción del psicólogo se realizaba con el atleta y que después el campo se fue ampliando a las relaciones e influencia sobre el entrenador. Resaltan la falta de indicación en la literatura sobre las relaciones del psicólogo con el preparador físico y añaden que el psicólogo entra en contacto con directivos, árbirtros y jueces, el público y la prensa.

    Estimamos que aquí falta lo principal: el psicólogo -en muy primerísimo lugar- es parte del equipo multidisciplinario -como señalamos con anterioridad- y actúa en primera instancia, además de con el atleta con el entrenador principal, con los preparadores físicos y entrenadores auxiliares de cualquier naturaleza, con el personal médico y paramédico (enfermeros, masajistas, nutricionistas), con profesionales que pueden ser parte del equipo para solucionar determinadas tareas como los biomecánicos, bioquímicos, etc..

    Este es el tipo de relación ligada al principio de subordinación al proceso de entrenamiento. Los contactos con directivos, árbitros y periodistas -sin dejar de ser importantes- son de una naturaleza diferente a la que se sostiene con el personal del equipo multidisciplinario y también tiene otros fines.

    Otra cuestión bien importante en este aspecto es la dosificación del trabajo psicológico de acuerdo con el plan de entrenamiento asumido.

    Todo plan de entrenamiento se plantea distintos momentos que priorizan aspectos como la preparación física, la preparación técnica, la preparación táctica y la preparación directa a la competencia.

    La importancia y la duración del trabajo sobre estos aspectos dependerá del nivel del equipo así como del tiempo disponible entre competiciones importantes. Pero siempre están presente en algún momento del proceso.

    La psicología deberá adaptarse a esta situación y analizar qué puede hacer en cada etapa para colaborar con los objetivos específicos del entrenamiento en cada momento.

    La actuación profesional depende basicamente de los problemas concretos que se van planteando al deportista y al equipo.

    No se parte fanaticamente de la teoría para focalizar los problemas, aunque un cierto nivel teórico se necesite -imprescindiblemente- para percibirlos, sino precisamente a la inversa: se parte de los problemas para seleccionar y precisar las teorías y los métodos a utilizar.

    Por otra parte, la investigación de los problemas básicos aspira a suprimir la dicotomía entre la investigación básica y la aplicada. En este sentido estamos de acuerdo con Martens (1987), quien planteaba un proceso de síntesis investigadora dentro del conocimiento aplicado. Este tipo de planteamiento posiblemente no es privativo de la Psicología del Deporte, sino que apunta hacia el conocimiento psicológico en general, que se puede construir a partir de la psicología aplicada a cualquier área de la actividad humana.

    El ámbito de los problemas de la Psicología del Deporte se refiere a la competición, pero también al entrenamiento y a lo que se puede llamar des-entrenamiento, sea recuperación o retiro atlético. No puede obviarse que los problemas de la vida en general influyen en el desempeño deportivo.

    Los problemas se presentan a nuestro juicio, en cuatro grandes áreas que son: ajuste emocional y volitivo del deportista, aspectos psicológicos de la técnica deportiva, aspectos psicológicos de al táctica deportiva y aspectos sociales del equipo deportivo.

    Subrayamos intencionalmente la relación entre la técnica, la táctica y la psicología que en la mayoría de los textos de Psicolgía del Deporte se pasa por alto.


Diversidad de los medios de preparación psicológica
    Los medios de preapración son variados y entre ellos se recogen tanto los medios propios del entrenamiento deportivo como los medios especificamente psicológicos.

    Los medios de entrenamiento son también medios de preparación psicológica en tanto siempre que Ud. entrena a un atleta, a la misma vez que interviene sobre su bioquímica y su fisiología, interviene sobre su psicología. La preparación de un maratonista -porejemplo- es preparación biológica pero también preparación para luchar, resistir y vencer psicologicamente la fatiga.

    Por otra parte, para todos los psicólogos esta claro que ciertas tareas especiales, así como la comunicación en sus diversas formas y el condicionamiento o la enseñanza de habilidades psicológicas son medios psicológicos específicos.

  1. Diversidad de los niveles de operación psicológica
        En el deporte, contrariamente a otras actividades, todos los niveles de la conformación humana son importantes y casi siempre decisivos en el rendimiento deportivo.

        Ud. puede hacer psicoterapia con un neurótico y olvidarse de su visión periférica o de su percpción de profundidad. A menudo también tiene que olvidar su entorno social pues no tiene participación directa en él -esto ha traido, por ejemplo, la vigorización de las terapias familiares-. Lo mismo puede hacer un psicólogo organizacional en relación con la personalidad de los sujetos que investiga. En la actividad deportiva esto no es admisible.

        De los factores psicofisiológicos depende el nivel de la preparación técnica y táctica. En el deporte Ud. está directamente frente a los factores sociales y no tiene excusa para que no sean objetivo de su intervención cuando de ellos depende el rendimiento. En la actuación deportiva los aspectos individuales tienen un peso que no puede esconderse tras el funcionamiento de un colectivo, aun cuando del deporte sea de equipo.

        Aquí, entre los factores sociales muy importantes a tener en cuenta si podemos incluir las relaciones con los directivos y autoridades en general, la prensa, los árbitros y jueces, los aficionados, etc.. El trabajo principal consistiría en ayudar al atleta, pero también al equipo multidisciplinario, a hacer frente a estos factores e incluso utilizarlos en el propio beneficio.

        Esto quiere decir que el psicólogo deportivo deberá intervenir en el nivel psicofisiológico, el nivel que podemos llamas personológico -motivación, ansiedad, autoconfianza, etc.- y el nivel social del equipo deportivo, con toda la complejidad que este presenta.

  2. El psicodiagnóstico o control de la preparación psicológica deberá ser realizado en la diversidad de los niveles de operación citados
         En este sentido el aspecto más abandonado es el nivel psicofisológico. Este tipo de tarea requiere cierto instrumental de laboratorio que generalmente se pasa por alto. Nadie se olvida de una estera o un veloergómetro en una laboratorio fisiológico, pero para muchos es difícil pensar en la relación psicología e instrumentos de laboratorio para determinar cosas como la percepción de profundidad, la visón periférica, el tiempo de reacción, etc.. A veces ni los psicólogos se percatan de esta necesidad.


Tareas de la Psicología del Deporte
    A partir de las definiciones anteriores es posible establecer y clasificar las tareas propias del actuar en la Psicología del Deporte. Estas serían las siguientes:


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