Precisiones necesarias en relación con la Psicología del Deporte
Dr. Hiram M. Valdés Casal

Lecturas: Educación Física y Deportes | http://www.efdeportes.com/
revista digital | Buenos Aires | Año 5 - N° 19 - Marzo 2000

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  1. La enseñanza de habilidades psicológicas basicas: entre ellas el relajamiento, la utilización de la respiración tanto con fines sedativos como activadores, la concentración de la atención voluntaria son muy importantes, pues no sólo dotan al deportista de medios para combatir la ansiedad, sino que pueden ser base para la utilización de otros procesos psicológicos como la imaginación tanto con fines de práctica mental, como de aprendizaje táctico o de control emocional.

  2. Trabajo educativo-preventivo y psicohigiene: generalmente los deportistas son jóvenes y muchas veces niños, por lo cual las charlas informativas sobre diversos temas actuales como las drogas -que pueden comenzar como doping-, la conducta social y en particular las conductas sexuales que pueden ser relacionadas con el SIDA y las posibilidades de prevenirlo, la importancia de una adecuada relación trabajo descanso, la importancia del desarrollo integral de la pesonalidad y otros muchos temas pueden ser parte de la influencia educativa sistemática del psicólogo en colaboración con otros miembros del equipo multidisciplinario u otros profesionales ajenos al mismo.

  3. Psicodiagnóstico: tanto en relación con los atletas individuales -a nivel psicofisiológico, personológico y social- como a nivel del equipo y su engarce con el equipo de trabajo multidisciplinario.

  4. La aplicación de elementos de psicoterapia: este es un aspecto que generalmente esta presente en el trabajo atlético tanto por factores asociados al deporte y al rendimiento como por factores de carácter personal. Por supuesto, al referirnos aqui a la psicoterapia no estamos obviando que comportamientos patológicos de cierta gravedad deben ser remitidos a un especialista de mayor nivel en el campo de los trastornos mentales.

    En relación con el equipo multidisciplinario y sobre todo con los entrenadores se pueden desarrollar importantes tareas psicológicas:

  5. Preparación psicológica de los entrenadores: con el objetivo de facilitarles el autocontrol emocional en condiciones de estrés competitivo, pero también para que sepan dominarse en momentos difíciles del entrenamiento.

  6. Asesoramiento al colectivo técnico en relación con las características psicológicas tanto desde el punto de vista psicofisiológico como personológico y social de los atletas (es necesario recordar los diversos niveles de conformación de la persona).

  7. Asesoramiento al colectivo técnico en relación con la implantación de formas de trabajo, evaluación y discusión colectivas, tanto en el equipo multidisciplinario como una unidad técnica, como en el equipo deportivo.

  8. Asesoramiento al colectivo técnico, y mediante él a los atletas, sobre como enfrentar aquellos aspectos de orden social que se ubican más allá del colectivo deportivo y que pueden influir en el entrenamiento y la competición. Entre ellos los periodistas y la prensa, la relación con los árbitros y jueces, las autoridades deportivas y los aficionados.

  9. Estructuración de esquemas de tratamiento de problemas técnicos y tácticos. Se trata de la influencia directa de la Psicología en aspectos que generalmente están reservados al entrenador. No obstante, como estos aspectos tienen fundamentos psicológicos -entre otros-, el profesional de la Psicología puede estar capacitado para ayudar a mejorar el trabajo en este sentido.


    Desde el punto de vista de los árbitros, y jueces se puede plantear:

  10. Preparación psicológica de los árbitros y jueces: en relación con ellos se pueden aclarar los fundamentos psicológicos de su actuación; entre otros los errores de la apreciación, los aspectos técnicos, morales y económicos que hacen presionante este trabajo, la incidencia de sus decisiones en los atletas y también aportarles una serie de recursos para su control emocional en competiciones. No sólo lo agradecería el deporte sino -muy posiblemente- también la salud de estas personas.


    Desde el punto de vista de las instituciones en las cuales se desarrolla el deporte el trabajo del Psicólogo del Deporte puede ser útil de la siguiente manera:

  11. Asesorando a los directivos sobre modificaciones en la forma de trabajo de vida de los deportistas y su repercusión en el plano psicológico. (Obsérvese que estamos planteando una tarea donde el psicólogo es un medio de enlace especializado y calificado entre los directivos y el atleta; no estamos dándole connotaciones de psicólogo institucional).


    Desde el punto de vista del autoperfeccionamiento del trabajo profesional la última tarea a plantear es la siguiente:

  12. Investigación científica en la Psicología del Deporte. Con independencia de que este aspecto pueda ser realizado en Universidades e Institutos de Investigación por profesionales a tiempo completo, estimamos que el Psicólogo del Deporte debe someter a la indagación científica los aspectos de su trabajo que considere más relevantes. No sólo para perfeccionar su trabajo sino porque está mejor ubicado que otros interesados en el tema para realizar trabajos ecologicamente válidos En otros trabajos nos referiremos a los aspectos epistemológicos y metodológicos que implica esta afirmación.


Sobre la formación de psicólogos del deporte
    Antes de exponer los objetivos que consideramos indispensables para la formación de todo Psicólogo del Deporte, debemos discutir, cual es la formación básica del personal que pudiera adistrarse como tal, pues la Psicología del Deporte sólo puede ser concebida como una especialidad.

    Esta discusión no es nueva, ni tampoco las decisiones tomadas, por lo que consultaremos algunas opiniones de especialistas.

    La disyuntiva siempre presente ha sido adiestrar como Psicólogo del Deporte personas con formación básica en Psicología o formar en esta especialidad a personas con conocimientos profesionales Educación Física y Deportes.

    En la Rusia Soviética el Doctorado, fuera en Psicología o en Pedagogía, podía realizarse sobre el campo de la Psicología del Deporte, a partir de una formación básica en Psicología o en Cultura Física y Deportes.

    En realidad, la mayor parte de las tesis defendidas en el área de la Psicología del Deporte eran realizadas por graduados de Educación Física y Deportes. De la misma manera, los profesores de los Institutos de Cultura Fisica y Deportes que en su mayoría dirigían estas tesis provenían de la Educación Física y el Deporte.

    Puede decirse entonces que si bien se aceptaban las dos vías había una preferencia por los formados en Cultura Física y Deportes para ser especializados en Psicología del Deporte.

    Esta cuestión puede reflejar una realidad soviética y es que si bien había una fuerte línea de trabajo en la psicologia académica y en la investigación, la aplicación práctica de la Psicologia estaba centrada en otros profesionales como los maestros, los médicos y en nuestro caso en los entrenadores. En realidad el percápita de psicólogos en la desaparecida URSS era muy bajo.

    Esta situación se extendió a los restantes países del llamado Campo Socialista.

    En Cuba, la Psicología del Deporte fue introducida a partir de las relaciones con la URSS y otros países socialistas como Bulgaria y Alemania del Este; los viajes de graduados cubanos en Educación Física y Deportes al campo socialista, la entrada de asesores rusos en Psicología del Deporte y la literatura sobre el tema del Campo Socialista.

    Sin embargo, no se reprodujo el caso de la URSS debido a que existía una formación estable y amplia en Psicología y prácticamente todos los que hacen trabajos en esta área en nuestro país se han formado en Psicología.

    Pero tampoco se interfirió la tendencia de algunos graduados en Educación Física y Deportes a formarse en ésta área los cuales, sin duda, fueron los pioneros en su interés y su lucha por esta área profesional en la Isla. Esta posición nos parece esencialmente correcta y no por afinidad, sino conceptualmente, pues el que esto escribe llegó a la Psicología del Deporte a partir de la Psicología.

    En Estados Unidos, otro polo de interés en la Psicología del Deporte, los Departamentos de Educación Física han estado formando personal especializado en Psicología del Deporte a partir de los programas de Maestría y Doctorado vigentes.

    No obstante, desde los años 80 a la fecha se han venido dando diversas opiniones y tomándose ciertas acciones en relación con este problema. Desde los que afirmaron que la Psicología del Deporte sólo podía ser ejercida por psicólogos (Niedeffer,1981),hasta los que aceptan a los profesionales de ambas áreas como Heyman (1983).

    En 1985 se funda la American Association of Applied Psychology y en 1986 la American Psychological Association introduce una nueva división: la Psicología del Deporte y del Ejercicio. Estas asociaciones que son los organismos máximos de control profesional en el área han admitido profesionales provenientes de ambas áreas.

    Como bien dice un psicólogo español (Pallarés, J., 1996):"...la controversia parece haberse trasladado desde quén es o qué hace a quién debe ser y qué formación debe recibir".

    En realidad, detrás de todas estas historias se esconden incomprensiones, desconocimiento e intereses de grupos profesionales; pero también la discusión avanza, porque si bien es verdad que la formación en Psicología es importante, es innegable que con el mismo derecho lo sería la formación en Educación Física y Deportes, para poder entender el proceso del entrenamiento, las situaciones atléticas y la psicología que generan..

    Por ello, y resumiendo nuestro criterio, el énfasis no puede ser puesto en la formación de base sino en cómo formar el profesional que necesitamos a partir de cualquiera de los dos adiestramientos iniciales.

    También pudiera pensarse en limitar el trabajo a realizar en función del completamiento o no de una formación básica en Psicología.Así, los entrenadores y profesores de Educación Fsica pudieran encarar el trabajo docente y de investigación pero tendrían algunas limitaciones en cuanto a la intervención.

    Y en esto si resulta importante la definición de un modelo de práctica y también las tareas que coherentemente se desprenden de él, pues es a partir de estos criterios que se puede proyectar la formación del Psicólogo del Deporte.

    A continuación -y para finalizar- exponemos lo que consideramos objetivos esenciales para garantizar las tareas mencionadas con anterioridad. La cuestión, repito, no es de dónde saca una persona esta formación, sino si la posee o no. Y sobre todo, si a partir de esta concepción la podemos formar.


Objetivos de la formación

  1. Despistar trastornos psicológicos de carácter patológico y aconsejar su tratamiento especializado.

  2. Establecer planes de preparación psicológica para atletas y equipos deportivos, como parte del sistema de preparación del deportista.

  3. Utilizar técnicas psicológicas para la determinación de los problemas psicológicos que afectan el rendimiento y el control del desarrollo de la preparación psicológica.

  4. Asesorar a los entrenadores en cuanto a la dirección de grupos atléticos y el establecimiento de objetivos

  5. Planear y colaborar en la realización del trabajo con objetivos higiénicos y educativos.

  6. Enseñar y dirigir la ejercitación de habilidades psicológicas de los atletas y llegado el caso de entrenadores y árbitros.

  7. Poner en práctica técnicas psicoterapéuticas para el control de los estados emocionales de los atletas y entrenadores.

  8. Colaborar en el desarrollo de los aspectos psicológicos vinculados a la ejecución técnica y táctica.


A modo de conclusiones
    En el presente trabajo hemos intentado abordar un tema complejo y necesario pero, en nuestro criterio, bastante descuidado.

    Abordar la naciente profesión de Psicólogo del Deporte desde el punto de vista teórico implica abordar las categorías conceptuales más generales que caracterizan una profesión: su especificidad, su relación con otros campos de trabajo, las características acuales y emergentes de la práctica, las tareas que deben ser desarrolladas.

    Sobre cada uno de estos aspectos hemos fundamentado una concepción que, por cierto, pueden acarrear ciertas polémicas que serían bienvenidas

    Sólo entonces, se está en la posición adecuada para pensar en la formación de profesionales de la Psicología del Deporte.

    En el presente trabajo nos hemos limitado a derivar los objetivos básicos de la formación del Psicólogo del Deporte, pero ello permite seguidamente establecer cuáles serían los contenidos mínimos y las habilidades prácticas del profesional.


Referencias bibliográficas


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