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‘El fantasma de la preparación’, un mal que no 

ayuda a los atletas en el componente psicológico

 

Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

Facultad de Camagüey

(Cuba)

DrC. Hirbins Manuel Dopico Pérez

hdopipe@inder.cu

Dra C. Idalmis Fernández Téllez

idalmisft@inder.cu

MSc. Yanet Jiménez Sánchez

jimenez@fcf.camaguey.cu

 

 

 

 

Resumen

          En la actualidad se ha demostrado la importancia de la Psicología del Deporte como una aplicación de la Psicología al proceso pedagógico de la preparación deportiva que se ocupa del estudio científico de los factores psicológicos que influyen en la actividad físico-deportiva. Dadas las condiciones excepcionales en la que se desenvuelve el deportista en un partido o juego, y la necesaria manifestación especializada de los esfuerzos físicos y psíquicos para la consecución de altos resultados competitivos, el trabajo de la preparación psicológica es indispensable dentro del proceso de planificación y dirección de la preparación deportiva no solo por el psicólogo, también el entrenador y todo el cuerpo de dirección técnica del deporte necesita aprender herramientas que le permitan lograr un grupo de capacidades y habilidades mentales en los atletas para el triunfo, pero hasta hora, la tendencia es otra, la cual no ayuda al componente psicológico en los atletas.

          Palabras clave: Psicología del Deporte. Preparación psicológica. Preparación deportiva.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 169 - Junio de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La necesidad de la preparación psicológica es reconocida por casi todos los especialistas del deporte, de allí lo extendido del criterio de que con un buen nivel de preparación física, técnica y táctica vencerá el deportista mejor preparado psicológicamente. Esto no significa que, desde la propia concepción teórica y metodológica, todos los especialistas deban concebirla del mismo modo, por lo que se hace necesaria una valoración en este sentido, a partir de diversas tendencias encontradas en la literatura acerca de la Psicología del Deporte.

    Por tanto, ha existido una predisposición que absolutiza la aplicación de las técnicas y medios de la psicología clínica y general, transferidos mecánicamente al ámbito deportivo; así para Silva (1981) la preparación psicológica posee tres fases: la entrevista psicológica, la aplicación e interpretación de los test y la orientación y consejo individual.

    En la fase de diagnóstico la mayoría de las técnicas utilizadas se orientan a la definición de determinados tipos de unidades psicológicas primarias, descomponiendo los contenidos en rasgos y disposiciones, que representan esencialmente descripciones de contenidos que permiten conocer acerca de la naturaleza psicológica diferenciada de las funciones y elementos de la personalidad en que estos contenidos parciales se insertan. Estas pruebas presentan la categoría personalidad en términos de resultados completamente configurados y estandarizados sin tener en cuenta la esencia de la individualidad irrepetible del deportista.

    Hoy día, este se estudia, en muchos casos, sin respetar sus particularidades psicológicas, sin tener en cuenta que son personas sanas con un desarrollo psíquico normal y que si bien necesitan ayuda, los recursos psicológicos utilizados no deben responder a los mismos objetivos que persigue el entrenador; tampoco se tiene en consideración las características de la actividad deportiva y las exigencias del entrenamiento deportivo, reduciendo su preparación psicológica a un esquema de diagnóstico, evaluación y tratamiento u orientación psicológica.

    Por ejemplo El Centro Provincial de Medicina Deportiva de Camaguey (CEPROMED), del Instituto de Medicina Deportiva de Cuba, en el documento titulado “Aspectos psicológicos que deben incorporarse al proyecto de trabajo para la Academia de Lanzadores de Camagüey”, plantea un grupo de objetivos y fases que van a la caracterización personológica de los lanzadores de béisbol, mediante la utilización de un gran número de instrumentos en su mayoría de psicología clínica, que dejan a un lado la relación del componente psicológico con los demás componentes de la preparación, es decir, van más al estudio de la esfera inductora que la esfera ejecutora de la conducta.

    Por su parte, Tyshler (1980) plantea que la efectividad en la utilización de los métodos de preparación psicológica está en saber relacionar las tareas de la preparación técnico-táctica en la utilización de los medios de la preparación especial, lo que permite crear iguales condiciones en el entrenamiento y en la competencia.

    El aspecto positivo de este señalamiento está en reconocer la importancia de la utilización por el entrenador en la actividad deportiva de los métodos y medios pedagógicos por su influencia en la personalidad del deportista, tanto los medios propios del entrenamiento, como otros recursos psicológicos son válidos y necesarios para alcanzar los objetivos de la preparación psicológica, pero el hecho cierto es que ésta no debe perder su especificidad cualitativa.

    En este sentido Valdés esboza que: “La preparación psicológica es el intento de dirigir los procesos psicológicos en función del rendimiento deportivo, pero se realiza además utilizando estos como medio de intervención.” (1996, p.91).

    Se coincide con Bermúdez (1999), quien refiere que si bien es cierto que en la preparación psicológica se activan y movilizan los procesos psíquicos, no solo en función del rendimiento, sino además de la propia educación de la personalidad, estos procesos no son medios de intervención. Son las técnicas y procedimientos psicológicos los que constituyen medios de modificación e intervención, y mediante estos se dinamizan los procesos psíquicos como forma básica de existencia de lo psíquico.

    Estos temas se han desarrollado a la luz de diferentes teorías y modelos psicológicos, de manera que han permitido el establecimiento de un marco referencial a veces ecléctico para enfrentar el proceso de la preparación psicológica en función, ante todo, de la competición, descuidándose así el carácter procesual. Dichas posiciones son reduccionistas al analizar y solucionar de forma parcial y fragmentada los problemas psicológicos, sin tener en ocasiones en cuenta el contexto y las circunstancias en las que se encuentra el deportista que son necesarias para su compresión.

    En tal sentido,se habla entre los especialistas del deporte que la preparación psicológica comienza con el primer contacto que tiene el entrenador con sus alumnos, en realidad es cierto, pero no se reduce solo a la manera en que el entrenador les habla a sus atletas, esto es solo un grano de arena dentro de la elevada cantidad de procesos, o esferas que actúan en cada uno de los componentes que integran la compleja preparación de un atleta hacia la obtención y mantención del estado ideal de rendimiento para la competencia y después de esta. Los especialistas aunque estudian estos procesos durante la carrera de licenciatura en Cultura Física, Deportes o en Ciencias del Deporte (según el país), aprenden como diagnosticarlos y además como intervenir en ellos durante las sesiones, sin embargo no aplican esos conocimientos durante la preparación, por esto le hemos llamado a este fenómeno: “El fantasma de la preparación”.

    Una gran cantidad de entrenadores, directores técnicos, preparadores, etc., le dejan este aspecto tan importante y complejo de la preparación al psicólogo, lo cual considero acertado en gran medida, a partir de que los equipos deportivos necesitan un psicólogo, pero este es solo un asesor del entrenador dentro del amplio proceso del entrenamiento deportivo, y además, si tomamos en cuenta que no siempre está la posibilidad de la ayuda de un especialista que conozca de psicología y deporte a la vez, se complica el trabajo en el cumplimiento de la preparación psicológica dentro del macrociclo de entrenamiento.

    En este sentido el componente psicológico está implícito en cada uno de los componentes de la preparación del deportista, es por ello que muchos especialistas hablan de intervención psicopedagógica, recordemos entonces que el entrenamiento es un proceso pedagógico como se plantea. Pero todo entrenador necesita saber cómo inducir cambios favorables en la conducta de sus atletas para vencer obstáculos que dificulten el aprendizaje, los resultados deportivos o la obtención y mantención de un estado ideal de rendimiento para las competencias en cualquiera de las edades donde se aborde el tema de la preparación psicológica.

    Por tal motivo, es necesario que el atleta aprenda a controlarse en situaciones tensas o estresantes como señalan algunos autores como L.G. González, también necesitan mantener la atención en las tareas planteadas por su entrenador para el acto deportivo, mantener los pensamientos positivos y desarrollar las acciones organizadamente, todo esto también hay que enseñarlo y entrenarlo por parte del entrenador a sus atletas.

Desarrollo

    Existen diversas concepciones referentes a cómo debe ser la Preparación Psicológica de los deportistas, de la necesidad de intervención en uno u otro momento de la preparación y de cuáles deben ser los contenidos de la misma, así como sobre qué esferas se está actuando y hacia dónde va dirigida la intervención y el control, en dependencia de las características del deporte y las necesidades que los atletas tienen de forma individual así como en colectivo, entre muchos otros factores a tomarse en cuenta.

    Por su parte Williams (1991) enfoca los componentes de la preparación psicológica tomando en cuenta los procesos o funciones psíquicas, las propiedades psíquicas de la personalidad y las vivencias psíquicas.

    Gorbunov (1988) plantea que el resultado deportivo se reduce cuando se debilita cualquiera de estos tres componentes, en su forma más general y simplificada: preparación muscular, preparación funcional y perfeccionamiento de los mecanismos de la regulación nervioso-psíquica de la actividad motora y la conducta del hombre, teniendo esta última una influencia decisiva en la preparación técnico-táctica del deportista.

    Por otra parte, el desarrollo y perfeccionamiento de los mecanismos nervio-psíquicos de la regulación son los que constituyen la tarea más general de la psicopedagogía del deporte, esencia del aseguramiento psicológico de la actividad deportiva. Este aseguramiento es un conjunto de actividades orientadas al desarrollo especial del perfeccionamiento y optimización de los sistemas de regulación psíquica, de las funciones del organismo en las competencias.

    Como primer paso se plantea que debe realizarse el Psicodiagnóstico para evaluar los fenómenos psíquicos de los deportistas. Luego deben plantearse las recomendaciones psicológico-pedagógicas y psicohigiénicas, destinadas al entrenador, deportista, dirigentes, etc. Realizados estos pasos se propone la preparación psicológica que se divide a su vez, en preparación psicológica del entrenador y la del deportista, y por último la dirección del estado para competir y la conducta del deportista en las situaciones concretas, la cual se lleva a cabo en los casos en que se revelan las deficiencias en la preparación psicológica y se requiere una influencia urgente en el estado psíquico del deportista.

    Platonov (1991) plantea la importancia del desarrollo de las cualidades mentales y el desarrollo de la voluntad desde el inicio y a lo largo del proceso de entrenamiento, lográndose un eficaz trabajo educativo si el entrenador posee cualidades personales como la equidad, intransigencia, cualificación profesional, etc., así como tener tacto y delicadeza en el trato con sus atletas e interés en el conocimiento de los mismos. “El entrenador debe saber hacer de la actividad deportiva un desarrollo armonioso de la personalidad del deportista”.

    Comencemos por la selección de talentos: ¿Cuándo un entrenador le pregunta a un alumno? ¿Desearías practicar este deporte aunque tengas otra cosa que realizar?

  • Escríbeme en un papel en orden de tus preferencias donde ubicarías la práctica de este deporte junto a otras actividades. Es solo la aplicación de dos preguntas que miden en cierto grado, la inclinación por el deporte en el que deseamos introducirlo por sus condiciones física externas, el desconocimiento de la motivación del supuesto talento, puede generar la captación del atleta con condiciones externas muy evidentes, pero no con condiciones internas, como lo es el grado de motivación que presenta por ese deporte, aunque es preciso destacar que en las primeras edades no están bien definidos los intereses de los niños, por tanto, pueden cambiar, pero no obstante, es preciso conocer sus interese y aspiraciones.

    La motivación representa (metafóricamente) desde el punto de vista psicopedagógico, el combustible de la actividad, no solo para el deporte , sino para cualquier actividad, ¿cuantas actividades dentro y fuera del entrenamiento realizan los entrenadores?, primero para cautivar o atraer a un alumno a la práctica del deporte y después, para que se mantenga e incluso para incentivar su intervención y destacada participación en una o varias competencias, ¿No estaremos en presencia de acciones psicopedagógicas incluidas en la preparación psicológica?

    En cuanto a la comunicación del atleta con su entrenador, ¿no estaríamos también en presencia de acciones en preparación psicológica?, ¿no estarían los entrenadores utilizando el método de convencimiento, entre otros? Por ejemplo, Mireya Luis, capitana del equipo cubano campeón de voleibol, en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, planteaba en una conferencia de prensa después del triunfo, que un elemento muy importante, tanto en la preparación, como en la competencia lo representaba la comunicación entre los integrantes del equipo y con el entrenador.

    El atleta de Saltos Ornamentales, José Antonio Guerra en una entrevista en junio del 2005 (Juegos del ALBA), planteaba que el principal elemento a su juicio, que propició sus resultado en el circuito de Gran Prix de clavado, lo había representado la comunicación con su entrenador.

    La dirección del entrenador en el análisis del contrario, durante la preparación táctica, en específico estudio del plan táctico es imprescindible; cuando hacemos estas acciones ¿no estaríamos en presencia de acciones de la preparación psicológica?

    El entrenador García del equipo cubano de voleibol, que participó en la etapa clasificatoria de la Liga Mundial en el 2005, planteaba que en vísperas de los partidos a celebrase contra el equipo de Francia, donde se jugaban el pase a la siguiente fase (semifinal), el equipo junto a la dirección técnica habían estudiado de conjunto, los puntos débiles y fuertes de dicho equipo, para lo cual se habían preparado.

    Todos estos ejemplos nos demuestran que la preparación psicológica está en gran medida, relacionada con los demás componentes, y que en su ejecución juega un papel importantísimo la dirección y orientación de entrenador o conjunto de entrenadores.

    Para el proceso de la educación de una de las esferas como es la volitiva, se proponen diversos medios como son: la persuasión, coerción, crecimiento gradual de las dificultades, entre otros.

    El buen uso de estos métodos hace que el atleta progresivamente adquiera la disciplina, la exigencia hacia él mismo, la perseverancia, la capacidad de superar las dificultades y el sentimiento de seguridad que va asociado con él, movilizará todos sus recursos en el entrenamiento y las competiciones con voluntad de vencer.

    Por tanto, es indispensable que el entrenador sepa dosificar diversas dificultades tanto mentales como físicas, cuando la introducción de dificultades suplementarias se aplique en el momento acertado permite estimular los recursos de voluntad del atleta.

    Una de las condiciones del éxito deportivo es la aptitud del atleta para movilizar totalmente sus sistemas funcionales hasta el agotamiento completo de sus recursos energéticos. Esto implica una gran estabilidad psíquica frente al sufrimiento, que permite incitar las funciones vegetativas hasta los límites extremos de las posibilidades humanas. Es especialmente en la etapa de realización máxima de las posibilidades del individuo, cuando el trabajo debe centrarse en el desarrollo de esta capacidad. Este trabajo se efectúa en el curso de los ejercicios destinados a desarrollar la resistencia específica.

    También se plantea la necesidad de mantener a lo largo de la carrera de un atleta el deseo de perfeccionamiento, en las primeras etapas del entrenamiento tiene un carácter novedoso para los atletas, estos se van sensibilizando en este aspecto en la medida que las sesiones van progresando. En un momento dado las cargas aumentarán gradualmente y los resultados pueden estabilizarse o detenerse y la práctica deportiva pierde en gran parte su interés en un buen número de atletas, provocando que cambien su especialidad o alejándolos definitivamente del deporte.

    El entrenador debe organizar primero el proceso de entrenamiento de manera que los objetivos del perfeccionamiento motriz y mental sean fijados claramente en cada etapa, en las etapas siguientes, el interés será estimulado por la recuperación a fondo de los aspectos de la preparación, permitiendo superar las dificultades que se manifiestan, o soportar las cargas de trabajo más elevadas. A partir de este estadio, es indispensable distinguir claramente los objetivos, de manera que el atleta pueda seguir sus progresos en el curso de su entrenamiento, antes incluso de que estos se manifiesten al nivel de los resultados en competición.

    La preparación psicológica igualmente debe centrarse en el control de la tensión muscular, la sincronización óptima de los músculos agonistas, asociada al relajamiento de los antagonistas, es sin duda el índice más importante del dominio deportivo. Ésta permite también el afinamiento de las percepciones cinestésicas y visuales asociadas a la ejecución de los movimientos, esta aptitud se basa en múltiples percepciones y en su asociación a ejercicios controlados.

    Otro objetivo de la preparación psicológica es el de llegar a una preparación correcta de sí mismo y coordinar ésta con las posibilidades funcionales del aparato locomotor. Esta incapacidad para percibir y encauzar excesivas emociones limita a menudo la eficacia del atleta en el entrenamiento o en la competición. Estudios han demostrado que la sobreexcitación acompañada de vacilaciones, de inquietud, de recuerdos de fracasos, etc. conducen al atleta con toda seguridad al fracaso.

    Durante las horas que preceden a una competición, la actitud mental adoptada es la excitación, a una concentración sobre todos los aspectos técnicos, tácticos y funcionales que deben conducir al éxito, es preciso que el nivel requerido de excitación sobrevenga durante la competición, por lo que el entrenador debe incidir de manera directa en estos aspectos.

    Por otra parte, la preparación psicológica tiene una estructura dinámica en tanto ella influye en las actitudes de los deportistas hacia el proceso del entrenamiento, de aquí se deriva el hecho de que los aspectos esenciales de la preparación psicológica deben recorrer todo el macrociclo de entrenamiento y otras se distribuyen según las necesidades que aparecen en el entrenamiento deportivo.

    La preparación psicológica tradicionalmente se divide en general y especial, (temprana e inmediata) considerando los períodos del entrenamiento deportivo: preparatorio, competitivo y de tránsito, pero esta división, no debe atentar contra su dinámica interna y su concepción de sistema, solo la concebimos como dos momentos de un único proceso.

    El objetivo fundamental de la preparación psicológica en esta etapa es el logro de la disposición psíquica. Este estado según Puni (1969) se caracteriza por una activación de los procesos psíquicos necesarios para la lucha competitiva y se convierte en una de las condiciones fundamentales para el éxito.

    En esta etapa de preparación psicológica general resulta importante, por tales razones, la motivación deportiva, el aprendizaje y perfeccionamiento de técnicas relacionadas con la relajación, la activación y los procedimientos respiratorios en función del control emocional, los recursos para perfeccionar el autoconocimiento y la autovaloración en el orden técnico táctico, el desarrollo de los procesos cognitivos en relación interfuncional, pero el objetivo central de esta etapa y de todo el proceso de preparación psicológica es ir logrando en el deportista un nivel de autorregulación en su comportamiento y en su personalidad como expresión del desarrollo íntegro de su psiquismo de acuerdo a las exigencias del entrenamiento deportivo, que a la vez se traduce en seguridad en si mismo.

    De la calidad con que se ejecute la preparación psicológica general dependerá la eficiencia de la preparación psicológica especial, pues ella crea las bases para un trabajo psicológico más específico atemperado a las exigencias del entrenamiento deportivo, teniendo en cuenta que es una etapa de perfeccionamiento y las cargas a asimilar por el deportista son de gran intensidad. Desde este punto de vista el deportista en la preparación general, tiene que desarrollar mecanismos psicológicos de autorregulación que le permitan asumir una disposición psíquica para la asimilación de estas exigencias y para la participación en las competencias.

    Pero todo lo expresado hasta aquí no se cumple en muchas ocasiones, el componente psicológico de la preparación del deportista debe cumplir con cuatro funciones fundamentales, diagnosticar, planificar, intervenir y controlar, dirigidas por todo el personal técnico del deporte, ( psicólogos y entrenadores ).

    En varias investigaciones de los autores de este artículo que terminaron en trabajos de diplomas de la Universidad del Deporte en Camaguey, desde 1996 hasta el 2009, incluyendo experiencias como psicólogos en la República Bolivariana de Venezuela, en las cuales se observaron sesiones de entrenamientos a 123 entrenadores de todos los grupos de deportes y de todas las categorías, revisión a sus planes gráficos y escritos de entrenamientos, además fueron entrevistados para conocer su experiencia y resultados, nivel de conocimiento sobre la preparación psicológica, etc. y por último fueron encuestados los atletas de categorías juveniles y mayores.

    En su mayoría conocían la importancia de la preparación psicológica y alguna de sus funciones, pero en la práctica no demostraron dominio de acciones que demostraran la utilización de este componente junto a los demás de la preparación como un sistema, ni siquiera lo planificaban y cuando lo hacían, lo realizaban erróneamente, distribuyendo en % o repeticiones dentro del macro, por supuesto incorrectamente, en las sesiones realizaban algunas acciones empíricamente, coincidiendo con lo planteado por el Dr. Antonio Morales en su articulo “El reloj detenido en el tiempo”, los entrenadores le prestan mas tiempo e interés a los componentes físico, técnico y táctico, sin integrarlos al psicológico lo que deja demostrado que este componente no puede dejarse a un lado solo al psicólogo, sino se trabaja de conjunto, es fragmentar el proceso.

    El Dr. José María Buceta plantea funciones del entrenador dentro de la preparación psicológica de las cuales hemos comentado anteriormente en este artículo. Algunas de ellas, la preparación psicológica no solo la realiza el especialista en psicología, el entrenador necesita conocer, dominar herramientas para integrarse a ese trabajo y sea verdaderamente eficiente, integrando todos los componentes como un sistema de preparación.

    Por los resultados en la práctica en varias investigaciones y reflexiones realizadas en varios años de trabajo, le hemos llamado al componente psicológico “El fantasma de la preparación”, todos los especialistas conocen sobre su importancia, le conceden culpa de su fracasos, reconocen de su complejidad, pero al final todo queda en manos del psicólogo e incluso en donde existe el servicio de este especialista se malinterpretan sus funciones y responsabilidades.

    Todavía queda mucho camino por andar en este terreno, la influencia y utilización de este componente tiene que ser entre todos, debemos seguir superando a todo el personal técnico sobre este tema y sobre todo, las investigaciones necesitan de tecnología que pueda diagnosticar y evaluar procesos muy complejos, que con la observación y cuestionarios no pueden obtenerse todos los datos necesarios sobre todo en condiciones reales de entrenamientos y competencias.

Conclusiones

    Los fundamentos teóricos abordados en el presente estudio aseguran la necesidad del trabajo conjunto de todos los especialitas para la preparación psicológica en el entrenamiento deportivo. Pues aun cuando muchos autores tanto en el ámbito nacional como internacional han realizado estudios sobre la importancia de la preparación psicológica en el deporte, no son suficientes las acciones en este tema y menos en edades tempranas. El trabajo de la preparación psicológica en su arsenal debe tomar en consideración las exigencias y características psicológicas de la actividad deportiva y la estructura del entrenamiento deportivo, por lo que sus objetivos, acciones y etapas psicológicas deben precisarse en función de las direcciones de la preparación del deportista.

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