Lecturas: Educación Física y Deportes
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La planificación del deporte escolar en el currículo
de Educación Física. Los factores de progresión
en las tareas, la motivación y la continuidad
en la práctica extracurricular

Jesús Viciana Ramírez (España)
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Universidad de Granada.
jviciana@platon.ugr.es

Resumen
En el presente artículo tratamos el aprendizaje deportivo como en otras ocasiones (Viciana, J. 1999 y Viciana, J. y Delgado, M.A. 1999), pero abarcando ahora una perspectiva diferente, esto es, el aprendizaje deportivo como una realidad en las clases de EF. Para ello hace falta tener en cuenta una serie de factores para que los alumnos progresen en sus capacidades de juego, aquí tratamos estos factores que deben ir unidos a la motivación en el aula, ya que sin ésta el aprendizaje difícilmente será positivo. Por último tratamos el aprendizaje deportivo desde el punto de vista de la salud y hábitos, relacionado con el tema actitudinal del currículo de EF. En definitiva, cuál es el papel que el docente de EF debe desempeñar en las clases para que manipule los factores en el sentido correcto para proporcionar este aprendizaje motor y favorecer la actitud positiva hacia la EF y Deportiva en sus horas extralectivas.
Palabras clave: Aprendizaje deportivo. Factores de progresión en las capacidades de juego. La motivación en el aprendizaje. La continuidad de la práctica deportiva.


1. Introducción
El bloque de contenidos de Juegos y Deportes en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria es un contenido donde los progresos del alumnado en la ejecución de habilidades específicas ya se ha comprobado, es decir, presenta una posibilidad manifiesta de aprendizaje motor (Viciana, J., 1998), con lo cual el esencial apartado de procedimientos en Educación Física se puede cubrir incluso sólo con las horas docentes estipuladas. Esto nos permite en esta ocasión abordar tres variables determinantes para facilitar en el docente su labor de enseñanza-aprendizaje en el deporte escolar, estas variables a las que nos referimos son:

  1. Los factores a tener en cuenta para progresar en las capacidades de juego de los alumnos.

  2. La motivación como factor fundamental para la efectividad en el aprendizaje. Claves para conseguir la motivación en el aprendizaje deportivo durante las clases de Educación Física.

  3. La continuidad de las clases de Educación Física, el papel de la escuela y del docente en las actividades deportivas extralectivas o extracurriculares.


2. Factores de progresión en el aprendizaje deportivo
El docente de Educación Física generalmente se plantea un criterio de progresión en las tareas que se encaminan al aprendizaje motor de una habilidad específica. Este progreso en el diseño de tareas, conforme va avanzando el aprendizaje del alumno, es el objeto de análisis en esta primera parte del artículo. De una forma resumida podemos decir que la manipulación de cada uno de los factores que vamos a exponer ahora, y en su justa medida, va a provocar que el alumno vaya desarrollando sus capacidades de juego.

Para la exposición de este apartado de progresión en el aprendizaje vamos a tomar como ejemplo una modalidad deportiva concreta como es el voleibol, puesto que para cada deporte necesitaríamos una adaptación o ejemplos concretos, que si bien pueden diferir levemente, sí podemos generalizar en cuanto a los seis factores que vamos a desarrollar. Veamos a continuación dichos factores:

1) Desde la ayuda técnica a la corrección reglamentaria.
En general, este primer factor consiste en adaptar las tareas que vamos a plantear a los alumnos de forma que sin conocer el deporte con profundidad éstos puedan jugar, sin problemas técnicos, desde el primer día.

Precisamente por esto, cada modalidad deportiva, en función de sus requerimientos en las habilidades específicas o elementos técnicos que utiliza, deberá poseer unas rutinas o lo que hemos denominado "elementos de ayuda técnica".

En nuestro ejemplo, el voleibol utiliza elementos como el bote previo a la acción técnica, el acompañamiento en el toque o incluso coger el balón, el toque control, o posiblemente modificar elementos externos como la altura de la red para dar más tiempo de situarse y así facilitar la acción técnica.

La progresión en este sentido irá encaminada a aplicar cuantas rutinas o elementos de ayuda sean necesarios para que el juego sea provechoso, continuo y que en definitiva, cumpla los objetivos marcados, de forma que vayamos suprimiendo estos elementos totalmente y que, por tanto, lleven al alumno o jugador a la ejecución correcta y reglamentaria de las habilidades técnicas.

Quizás lo más importante de este factor sea cumplir la siguiente máxima: "Todos los alumnos deben empezar jugando, independientemente de la modalidad deportiva, por lo que la complejidad en la ejecución técnica debe estar reducida sólo hasta el límite que sea necesario".

2) Desde la situación táctica sencilla al juego real.
Tal y como comprobamos anteriormente en la técnica de enseñanza a aplicar en el aprendizaje deportivo, el alumno comienza a jugar desde el principio. Este aprendizaje deportivo conlleva que cada juego posee una implicación táctica, y es precisamente la progresión en este aspecto otro de los factores fundamentales.

En este sentido, debemos ir inculcando progresivamente en el jugador o alumno las diferentes nociones tácticas (tanto individuales como colectivas, y en este orden) propias de la modalidad deportiva que se practique.

En el voleibol podemos utilizar como directrices para progresar en este factor, el número de jugadores, común para todos los deportes colectivos (fundamentalmente comenzaremos por el 1 con 1 y 1 contra 1, hasta el 3x3), la utilización de diferentes campos en tamaño (aunque esto implica también al factor de trabajo físico) y en forma, por ejemplo campos alargados y estrechos, campos en diagonal, campos anchos y cortos con profundidad, etc., así como por ejemplo la utilización aislada de un elemento técnico (sólo pase de dedos) o conjunta de diversos elementos (saque, antebrazos y dedos), número de toques permitidos, etc.

Lo más importante del trabajo de este factor táctico es priorizar elementos tácticos fundamentales en el deporte a aprender, tanto individuales como colectivos, e introducirlos poco a poco en las tareas planteadas. De esta forma el alumno va tomando conciencia de cada aspecto táctico al tiempo que juega, siendo el propio diseño del juego el que condiciona el ritmo de asimilación de estos aspectos.

3) Desde la facilitación física al aumento del trabajo físico.
En el aprendizaje deportivo, es fundamental facilitar las condiciones en las que el alumno debe realizar las acciones técnicas, e ir adecuándolas a las condiciones de competición e incluso superarlas en dificultad (no evidentemente en el ámbito escolar). Este es precisamente el contenido de este tercer factor de progresión.

Es importante resaltar que nunca debemos incrementar el factor físico hasta el punto de disminuir la eficacia de las acciones, o lo que es lo mismo, interrumpir la continuidad del juego o tarea que se está realizando. Es evidente que debemos ir incrementando las condiciones del terreno y del juego en general hasta llegar a las condiciones de juego real, pero en los centros escolares esto quizás tiene menos importancia, siendo la concienciación del alumno ante las condiciones de competición o la aplicación del trabajo de condición física al propio juego deportivo los contenidos importantes (las unidades didácticas integradas son un buen ejemplo).

En el voleibol, podemos aumentar el trabajo físico fundamentalmente basándonos en varios factores. En primer lugar a la dualidad cooperación-competición, o sea, un juego cooperativo va a provocar que el contrario vea facilitado sus desplazamientos, etc. (lo contrario al juego competitivo, que va a provocar desplazamientos y acciones en general más explosivas y al límite), sin embargo provoca continuidad en el juego, lo que puede incrementar el trabajo de la resistencia aeróbica o ejecutar acciones técnicas con cierta fatiga. En segundo lugar, la modificación de las condiciones del campo (tamaños y formas), el propio número de jugadores, así como la propia altura de la red que condicionará la rapidez de una acción a otra. Y en tercer lugar, la introducción de acciones alternativas en el desarrollo del juego implica un mayor trabajo físico (encadenamiento de acciones, ya sean propias del voleibol, por ejemplo bloquear y dar un pase colocación seguidamente, o acciones no específicas, sacar y realizar dos flexiones de brazos).

4), 5) y 6) De menor a mayor complejidad perceptiva, decisional y en la ejecución.
Unimos en nuestra explicación estos tres factores de progresión por cuanto dichos factores actúan conjuntamente en mayor o menor medida cuando diseñamos una tarea motriz, así como por pertenecer al desarrollo ya clásico del mismo autor (Sánchez Bañuelos, F., 1990).

Resumidamente podemos decir que, al diseñar dos tareas en progresión, de menor y mayor complejidad, estamos influyendo inconscientemente en estas tres fases e incidiendo en algún aspecto de ellas para añadir ese incremento de complejidad. Por ello es muy importante tener en cuenta cada uno de estos aspectos que componen cada fase motriz en una tarea concreta para poder ir diseñando la progresión en el sentido en que queramos.

Por la extensión que supone desarrollar todos estos aspectos para cada fase de la tarea motriz, nos remitimos al capítulo 10 del libro ya citado (Sánchez Bañuelos, F., 1990) y al breve ejemplo que observamos en la tabla 1 para el deporte del voleibol:

Ejemplo de dos tareas de voleibol en progresión y los cambios sufridos en cada fase de las mismas.
TareasIncidencia en cada fase

1) 1 con 1 en campo pequeño. Sólo pase de dedos, ayudados de bote previo y sólo 1 toque permitido.

La percepción es mayor que en un ejercicio analítico, pero dentro del juego, es realmente escasa, por la característica cooperativa de la tarea y por la ayuda del bote previo en la apreciación de trayectorias.
La decisión es igualmente escasa, hay pocos elementos que decidir, poca incertidumbre en lo que va a hacer el contrario, no hay compañeros, etc. Por último, la ejecución sólo exige un mínimo grado de precisión para que el balón entre en el campo contrario, por lo demás, es sencilla.

2) 2 contra 2 campo mediano. Se permiten 3 toques por equipo (dedos y antebrazos). Existe la posibilidad de un bloqueo, en cuyo caso el equipo contrario debe pasar a través de un pase de dedos en suspensión.

Aumenta la complejidad en la percepción, ya que se aumentan los estímulos a percibir (mayor número de jugadores contrarios y propios).
Igualmente aumenta la complejidad en la decisión, puesto que son más numerosas (sólo un toque, dos o tres, así como decidir si dar un pase de dedos en apoyo o suspensión o de antebrazos).
La ejecución se complica también cuando se aumenta el terreno de juego, por la solicitación técnica (nuevos elementos; antebrazos y bloqueo) y física, porque la precisión aumenta al haber más componentes en el otro equipo.


3. La motivación en el aprendizaje deportivo
La motivación es una variable que nosotros consideramos fundamental para que se produzca un clima de clase adecuado para el aprendizaje, cuestión que en algunos momentos se ha llevado al límite, sacrificando el propio aprendizaje motor frente a una simple diversión, sin mucho sentido, del alumnado en clase.

El proceso educativo es intencional por definición, debiendo ser esta intención necesariamente aportada tanto por el profesor que enseña como por parte del alumno que aprende. Si alguno de estos dos protagonistas de la educación no muestra dicha intención, el aprendizaje no podrá llevarse a cabo. Lógicamente suponemos que el factor variable en este compromiso es el alumnado, puesto que el profesor se prevé empático desde el primer momento que llega a la clase de Educación Física.

Por otro lado, encontramos la perspectiva del aprendizaje tradicional (mediante la técnica de enseñanza de instrucción directa, aprendizaje unido a planteamientos de tareas analíticas que producen una motivación prácticamente nula y que provoca la huida de la práctica deportiva por parte del alumnado) frente a la utilización de una técnica de indagación (que por el contrario, hace al alumno reflexivo en su práctica, utiliza planteamientos globales y asegura en cierta medida el éxito en la motivación de los mismos). (Viciana, J. en prensa).


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revista digital · Año 4 · Nº 16 | Buenos Aires, octubre 1999