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Con la extranjeridad en el cuerpo

 

Lic. en Educación Física
Creador del Proyecto Docentes Discapacitados de Educación Física

(Argentina)

Emiliano Naranjo

proyectoddef@yahoo.com.ar

 

 

 

 

Resumen

          El decir extranjero implica una serie de valoraciones construidas desde un imaginario social. El sabernos extranjeros puede resultar en alguna forma, la instauración de esas valoraciones, más no por ello, su aceptación. En el desarrollo que sigue apoyados en el hilo conductor de la película Memento (2000) [1] intentaremos dar cuenta de la serie de concepciones que suelen atribuirse a la condición de extranjero, y las imbricaciones que estas tienen en todo proceso de aprendizaje. En la película Memento el protagonista Leonard (Guy Pearce) durante un violento hecho que culmina con la muerte de su esposa, recibe un golpe que lesiona su memoria a corto plazo [2]. Y bajo esta “condición” [3] decide convertirse en el investigador del asesinato de su pareja, y en su vengador. Y para nosotros, adquiere también la connotación de “extranjero”.

          Palabras clave: Cuerpo. Extranjero. Familia. Mirada. Reconocimiento.

 

Abstract

          The stranger that involves a series of assessments built from a social imaginary. The foreignknowing we can be in any way, the establishment of these values, but not therefore acceptance. The development is supported by the theme of the movie Memento (2000) [1] try to account for the number of concepts that are often attributed to a foreigner, and that theseoverlaps are all learning. In the movie Memento the staring Leonard (Guy Pearce) during a violent events that culminated in the death of his wife, receives a blow that injured his memory short [2]. And under this "condition" [3] decides to become a researcher for the murder of his partner, and its avenger. And for us, also acquires the connotation of “stranger".

          Keywords: Body. Stranger. Family. Mirada. Recognition.

 

Presentado para la aprobacion del Seminario ‘La institución educativa como organización’
brindado por la Dra. Graciela Frigerio en la Maestría en Educación de la UdeSA.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 159, Agosto de 2011. http://www.efdeportes.com

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    Según el diccionario de la Real Academia Española [4] la palabra extranjero refiere a algo o alguien que es o viene de un país de otra soberanía. O a alguien natural de una nación con respecto a los naturales de cualquier otra. De esta forma, se entiende que lo extranjero se encontraría en principio ligado al concepto de frontera.

En la imagen se ve a Natalie delante de Leonard, ambos están frente a un espejo. El lleva su cuerpo tatuado y ella lo mira extrañada, como intentado reconocerlo

    Si tomamos a la frontera como un parámetro, como un constructo social, sobre el cual se establecen límites (clasificaciones) nos es posible asociar todo criterio geográfico de frontera al criterio medico de normalidad. Por lo tanto, salvo que se encuentre en su campo, entre los suyos, bajo una misma soberanía, (bajo una misma interpretación legal y social) quien exceda el límite, quien lo transgreda, será considerado un anormal, un extranjero. Y su destino geográfico se verá inexorablemente invadido por el estigma de su extranjeridad.

    En Memento el protagonista menciona varias veces “su condición” para hacer referencia a su problema de memoria. Y es a su vez, sindicado por terceros como el anormal, el de la memoria, el que no puede recordar nada nuevo.

    Pero, ¿por qué para nosotros Leonard es considerado un extranjero? ¿Y qué condiciones se le asigna a un extranjero?

    Comúnmente, la familia es entendida como el primer eslabón social, emparentando varias de sus funciones con la biología celular. La célula, es el embrión de todo, (del cuerpo) se reproduce muere y vuelve a nacer; nos da energía (alimento) e identidad. Y tiene memoria al igual que la familia.

    Tanto la genealogía familiar como la memoria nos cargan con un pasado, con un archivo, que arrastramos hasta el presente y nos permite construir futuro (aportar a nuestro archivo). Leonard no puede construir futuro, no puede sumar recuerdos a su archivo, y solo accede a una misma parte de su pasado, en busca de conocer su identidad, y de completar una historia inconclusa.

    La familia más bien, es como la célula pero porque al saberse de memoria es como esta, disfuncional, falla, y distorsiona. Por supuesto, las moralidades del bien, lo saludable, lo adecuado; no hablan de estos valores de familia. Y cuán lógica de poder que se da en el campo cultural (Tadeu Da Silva, 1999) atribuyen al extranjero -ese que no es familiar- las connotaciones de amenaza del orden institucional, porque no comparte y contribuye a la memoria, a la identidad, a aquello que nos significa como parte de una misma cosa.

    Leonard es extranjero, porque no aporta a la memoria colectiva, porque se pregunta por su pasado, intenta reconstruirlo (necesita conocer, se mueve), y a diferencia de la familia se sabe y reconoce distorsionado por su “problema de memoria”.


La llegada al campo, las condiciones y el condicionante

    Al adentrarnos en el quehacer social, en el comportamiento cultural, se hace presente la necesidad de códigos. Son esos emblemas y esos saberes presupuestos, los que juegan un rol esencial en la construcción de toda sociedad y como tal también, configuran lo ajeno.

    Bernstein [5] establece un claro ejemplo sobre la construcción de un código y su relación con la ajenidad. Dice que para un extranjero recién llegado a Chile que debe asistir a un baile, es muy difícil saber cuando bailar, como bailar, y si lo hace con hombres y/o mujeres. Precisamente, porque desconoce el código que se maneja en ese contexto.

    El mismo autor refiere a la existencia de dos tipos de códigos: El elaborado y el restricto, en el primer caso los significados elaborados por la persona son relativamente independientes del contexto en que ella los produce. Y por el contrario, en el segundo caso, hay una fuerte ligazón entre el contexto y la producción. Así por ejemplo, quien deba seguir los pasos de una receta de cocina estará siguiendo un código restricto o restringido. Mientras que quien modifique la estructura de dicha receta o cree una nueva estaría operando sobre un código elaborado. De esto se deduce que todo código se vincula con algún grado de libertad y por ende, con la noción de autoridad.

    Al convertirse Leonard en investigador, comienza a deslizarse por los códigos y como primer paso, registra las evidencias en su propio cuerpo, - en un lugar permanente y limitado, del que no puede olvidarse o escapar - tatuándose, en forma de escritura (código restricto) los indicadores o pistas a recordar. El código restringido permite al protagonista, un método una prescripción hecha carne que lo acompaña y le posibilita confiar, aprender, y superar su problema de memoria. Asimismo, la venganza por la muerte de su esposa se vuelve un proyecto, un código elaborado.

    De lo hasta aquí analizado, entendemos que sin códigos no hay identidad ni posibilidad de construirla. Y por eso, la codificación más que un acto de interpretación se vuelve en acto de poder porque puede fijar una sola identidad, porque puede estigmatizar.

    “(…) Todos hacemos algo para recordar quienes somos (…)”  [6]

    Nuestros recuerdos como dijimos, están distorsionados, son tamizados y direccionados por la construcción del aparato psíquico. Y es en esta fabricación de distintos escenarios ficcionales, donde el cuerpo se torna omnipresente, forma parte del lenguaje y se oculta en la palabra.

    Dice Alexaquis “(…)” El cuerpo está omnipresente en el discurso. Cuando se descansa se dice que descansa el cuerpo, cuando se esconde se dice que uno disimula el cuerpo (…) Una asamblea es una reunión de cuerpos. La pregunta ¿cómo estás? indica directamente al cuerpo (…)” [7]

    En el protagonismo corporal se instauran los caminos del aprendizaje, de la mirada y también del reconocimiento. Valoraciones que dan cuenta de que aquello que pasa por el cuerpo o bien, es comprendido o bien, no hay nada que comprender y queda la evidencia (el tatuaje) del camino elegido o atribuido.

    Como sabemos, tiene pedagógica aceptación (Piaget, 2001) vincular al aprendizaje con la memoria. Mas este vínculo establece condiciones que permiten direccionar, sistematizar y organizar con algún fin, un quehacer. Que si es instintivo, animal, o rutinario, resulta en aprendizaje condicionado, corriendo el riesgo de vivir siempre la misma historia (como Leonard). Pero si se hace presente la palabra, y por ende la condición humana, hay posibilidad de construcción de re significación mas allá de lo orgánico funcional, más allá de la existencia, pudiendo adentrarnos a la vida.

    Al extranjero que le faltan palabras, lo han “biologizado” determinado por el cuerpo, y aplicándole el poder de la mirada, lo fotografiaron sin rollo y sin conocerlo. Mirar implica necesariamente ponernos ante un espejo (reconocer) y determinar cómo es lo que veo y si eso que veo a su vez, es lo que quiero. Si el ver y el querer no se unifican estamos ante la presencia de algo ajeno, hay peligro de intrusión.

    Al ser identificado como intruso, la sociedad presenta una defensa por doble ajenidad (Jean-Luc, 2000) o doble amenaza. Por un lado, se identifica y ataca al extranjero por lo medico, se intenta corregirlo (aplicándole anticuerpos) rehabilitación, terapia, etc. Y por otro, bajo el siniestro discurso de la inclusión se lo etiqueta para quitarle humanidad, y se lo infantiliza para forzarlo a ocupar un lugar de improductividad social.


Aprender a vivir sin fronteras, ser extranjero en el exilio

    Para escapar a todas las fronteras hay que ser un extranjero que vive el exilio, y no en el exilio. Vivir el exilio implica aprender de él, emanciparse, separarse y moverse continuamente. Todas atribuciones que bien pueden enseñarse en la escuela, pero con frecuencia se olvidan en ella. (Boudelot, 2008)

    Cuando el maestro repite, sostiene la restricción del código histórico, no lo transfiere, lo impone. Porque transferir lleva consigo la posibilidad de moverse, y como consecuencia, también la posibilidad de cambio. Mientras que, la imposición tiene por objeto la conservación de un mismo lugar, y se emparenta con lo autoritario.

    De lo anterior se deduce, que para vivir el exilio se debe transferir/compartir extranjeridad, haciendo de la atención la memoria y la concentración las herramientas esenciales de aprestamiento, de toda revolución que tenga por fin llevarnos a lugares donde nunca fuimos. Es decir, educarnos.

    Sin movimiento hay solo reproducción de una misma historia, de una misma memoria, que de tanto recortarse se ha vuelto un pequeño recuerdo. Casi como la escuela, casi como un buen maestro.

    Mantengamos, solo aquello que nos permita vivir el exilio, mantengamos la condición humana como lo único que se escribe y que debe sostenerse. Sostengamos como Leonard, la curiosidad de descubrir la historia a cada paso pero sin dejar que nadie (…) te escriba cosas que te puedan desintegrar (…) [8]

Notas

  1. 2 nominaciones al Oscar: Mejor montaje, guión (Christopher Nolan & Jonathan Nolan)
    Nominada al Globo de Oro, Mejor guión: Festival de Sundance; Mejor guión. 2 nominaciones 2 premios en el Festival de Toronto; Mejor película, guión.

  2. Sinopsis: Leonard es un investigador de una agencia de seguros cuya memoria está irreversiblemente dañada por culpa de un golpe en la cabeza, sufrida al intentar evitar el asesinato de su mujer: éste es el último hecho que recuerda del pasado. A causa del golpe, ha perdido la memoria reciente, es decir, los hechos cotidianos desaparecen de su mente en unos minutos. Así pues, para investigar y vengar el asesinato de su esposa tiene que recurrir a la ayuda de una cámara instantánea y a las notas tatuadas en su cuerpo. (Disponible online)

  3. Algunos autores diferencian entre memoria inmediata y memoria a corto plazo. Nosotros, a lo fines de afincarnos al guión de la película elegida, entendemos que la memoria inmediata se encuentra dentro de la categoría “corto plazo”

  4. www.Rae.es

  5. Bernstein En: Documento de identidade, 1999, p.75

  6. Expresión utilizada en Memento

  7. Alexaquis, 2003, p72

  8. Op. cit., Memento

Bibliografía

  • Alexaquis, V. (2006) Las palabras extranjeras. Editorial Del estante, Buenos Aires.

  • Boudelot, C. (2008) Los efectos de la educación. Editorial Del estante, Buenos Aires.

  • Da Silva, T. (2000) Documentos de identidade. Editorial Auténtica, Belo Horizonte.

  • Frigerio, G. y Dicker, G. (2010) Educar: saberes alterados. Editorial Del estante, Buenos Aires.

  • Frigerio, G. y Dicker, G. (2008) La división de las infancias: ensayo sobre la enigmática pulsión antinarcótica. Editorial Del Estante, Buenos Aires.

  • Goffman, I. (2003) Estigma: La identidad deteriorada. Editorial Amorrortu, Buenos Aires-Madrid.

  • Jean-Luc, N. (2000) El intruso. Editorial Amorrortu, Buenos Aires-Madrid.

  • Legendre, P. (2008). La fabrica del hombre occidental. Editorial Amorrortu, Buenos Aires-Madrid.

  • Levi, P. (2006) Deber de memoria. Editorial Libros del Zorzal, Buenos Aires.

  • López Chicharro, J. (2006) Fisiología del ejercicio. Editorial Médica Panamericana, Buenos Aires-México.

  • Nolan, C. (2000) Memento. Sony picture home entertainment inc. (DVD)

  • Naranjo, E. (2009) La dimensión social del cuerpo con discapacidad y su valoración en los sistemas de producción. En: EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año. 14, Nº 133. http://www.efdeportes.com/efd133/la-dimension-social-del-cuerpo-con-discapacidad.htm

  • Naranjo, E. (2011) Autoridad discapacidad y cuidado: un cóctel para el prejuicio. En: EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año. 15, Nº 154. http://www.efdeportes.com/efd154/autoridad-discapacidad-y cuidado.htm

  • Piaget, J. (2001) Psicología y pedagogía. Editorial Ariel, Barcelona.

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