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El juego de las canicas o bolitas 

como fenómeno lúdico, social y cultural

 

Estudiante 3º Facultad del Deporte

Universidad Pablo de Olavide, Sevilla

(España)

José Manuel González Suárez

chemigs@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          El juego ha estado presente en nuestra sociedad desde tiempos remotos y constituye un elemento básico para el desarrollo motor, social y afectivo de los niños y jóvenes. Actualmente la práctica lúdica se está perdiendo, siendo uno de los juegos más afectados el de las canicas. Por ello, se ha realizado una investigación sobre el origen del juego de canicas, las diferentes formas de juego, y se han añadido algunas más que no se hallan presentes en la bibliografía revisada. Además se analiza el modo de lanzarlas, y los beneficios que conlleva para sus practicantes.

          Palabras clave: Canicas. Juego. Historia. Lúdico.

 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 145 - Junio de 2010

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“El niño que no juega no es niño…”

Pablo Neruda

Introducción

    En el presente artículo hemos tratado de recoger las formas de juego de las canicas más conocidas en el lugar donde resido, Sevilla, las cuales han sido practicadas desde hace aproximadamente unos 50 años. En la actualidad, el juego tratado está en decadencia, debido, entre otros motivos, al sedentarismo y a la proliferación de zonas industriales, comerciales y residenciales, lo que conlleva la eliminación de zonas de juego. Es nuestra intención transmitir información sobre este juego para todo aquel que esté interesado, y pretendemos fomentar así la práctica del juego de canicas.

Clasificación y origen

    Moreno (1993), citado por Melero (2009), lo clasifica como juego de lanzamiento de precisión. La primera prueba de la existencia de canicas se halló en Egipto, cerca del río Nilo, donde se descubrieron bolitas dentro de la tumba de un niño. También en Oriente Próximo se han hallado unas bolitas hechas con huesos de animales con carácter adivinatorio. Los expertos han indicado que las canicas pasaron de ser un objeto funerario o religioso, a ser un juguete. Asimismo, se sabe que las civilizaciones griegas y romanas ya practicaban juegos con canicas elaboradas con diferentes materiales: desde huesos frutales, a piedras semipreciosas y vidrio transparente.

    Existen numerosas formas de jugar a las canicas, y distintos modos de lanzarlas, los cuales han ido surgiendo a lo largo de la historia. Además, la nomenclatura del juego varía según el país donde nos situemos, como sucede con muchísimos juegos, lo que les confiere un carácter polisémico. En Argentina se conocen como bolitas, en México como pichas o catotas, birosca en Brasil, y goti en La India (Herrador, 2009).

Lanzamiento de canicas

    En cuanto a la forma de lanzarlas, podemos distinguir entre la usada en los torneos reglamentarios, y la utilizada en la calle por los aficionados. La primera de ellas consiste en colocar los nudillos en contacto con el suelo, (excepto el pulgar), y catapultar el dedo pulgar para que impacte con la canica, utilizando la punta del dedo índice (ver fotografías 1 y 2).

Fotografías 1 y 2

    En cambio, en la calle, los lanzamientos no están reglados y se puede lanzar como se quiera. En las siguientes fotografías se muestra una de las técnicas más usadas en Sevilla (España), mediante la cual la canica se sostiene entre los dos dedos pulgares y el dedo corazón (o índice), que será quien catapulte la bola. (Ver fotografías 3 y 4)

Fotografías 3 y 4

Modos de juego

    Es posible encontrar diferentes formas de juego, como: bolita y hoyo, chili, chili y cuarta, caldero, etc. (Herrador, 2010). A continuación quisiéramos describir algunos modos de juego que han sido los más practicados en Sevilla. Normalmente son llevados a cabo en una superficie de tierra o albero, uniforme y lisa.

  • Al chon: otra forma de llamar al gua es chon. Para empezar se lanza la bola de la forma que se quiera, desde una línea marcada a unos 4-5 metros, en dirección al chon. El jugador que la deje más cerca del mismo será el primero en jugar. Una vez comienza el juego, el objetivo a conseguir podemos dividirlo en tres fases, las cuales deben lograrse en tres lanzamientos consecutivos:

    • Introducir la bola en el chon.

    • Impactar contra la bola del rival, lanzando desde el borde del hoyo. En esta fase se puede añadir un elemento peculiar, al que se conoce como “toser”. Si el jugador lo pide su rival debe colocar los pies en forma de cuña (unidos por los talones) tras su bola, para evitar que, de fallar, la canica se aleje demasiado. (Ver fotografías 5 y 6)

Fotografías 5 y 6

  • v Volverla a introducir en el chon. Si se consigue, se gana la canica del rival. Es posible jugar más de dos jugadores a la vez.

  • Triángulo: consiste en dibujar un triángulo en el suelo, donde cada jugador pone una o dos canicas. Luego se procede a la elección del que tirará primero, y una vez decidido, se lanza desde lejos en dirección al triángulo. Los jugadores deben tratar de sacar las bolas del triángulo, sin que la suya propia quede dentro tras el impacto. Es posible jugar por equipos formados por 2 o tres jugadores. Las bolas que sean expulsadas pasa a posesión del jugador que las ha sacado. (Ver fotografías 7 y 8)

Fotografías 7 y 8

  • Uno contra uno. En un espacio sin delimitar, cada jugador juega con una bola. El único objetivo es impactar con la canica del rival para hacernos con ella. El problema reside en que si tiramos flojo buscando precisión y fallamos, el contrario lo tiene fácil para ganarnos, por lo que siempre se buscan lanzamientos con potencia.

    Es habitual en estos juegos realizar una maniobra antes del lanzamiento, que consiste en avanzar una cuarta (medida desde el dedo pulgar al meñique) hacia la dirección deseada.

    Otro modo de juego se conoce como “canicas aborígenes”, y es propio de Australia. Radica en colocarse uno sentado frente al otro, a unos tres metros, y entre ellos se crea una fila de canicas. Se tiran canicas para intentar golpear a las de la fila, y si se consigue se gana la bola golpeada (Dorotea, 2006).

Beneficios y problemática de la práctica del juego de canicas

    Analizando el juego de las bolitas desde diferentes puntos de vista, podemos deducir que conlleva la mejora de multitud de aspectos sobre sus practicantes como ya recoge Grunfeld (1978): coordinación óculo-manual, coordinación fina y coordinación dinámica de las manos; a los que añadimos: pensamiento táctico y estratégico, relaciones sociales y afectivas, y sensaciones kinestésicas de las manos al entrar en contacto con las canicas y con la tierra. Se fomenta además la práctica de juegos al aire libre, así como el cuidado y aprovechamiento de las zonas recreativas naturales.

    Asimismo, podemos examinar las causas del descenso de práctica del juego en cuestión. Coincidiendo con Martín (2010), diferentes motivos llevan al descenso de práctica lúdica en la calle: sedentarismo por parte de los niños que optan por los videojuegos, escasez de espacios de recreación y desconfianza por parte de los padres, que prefieren que su hijo se quede en casa a que “corra peligro” en la calle.

    A lo largo de la historia se han ido creando estereotipos de juegos practicados por niños y juegos practicados por niñas. Debido a las características que posee (es necesario arrodillarse, mancharse de tierra, es callejero, etc.), las bolitas ha sido, y es, practicado mayoritariamente por niños. En cambio en otras actividades lúdicas como la comba o la rayuela, los jugadores suelen ser niñas. En relación con lo que comentamos, mostramos unos sellos de la emisión filatélica de Mónaco, Europa-filatelia, de 1989, en los cuales se observa la división por géneros. (Ver imágenes 1 y 2)

Imágenes 1 y 2

Manifestaciones artísticas y canicas

    El juego de canicas se encuentra representado en varios formatos. Herrador (2010) recoge una gran cantidad de sellos postales en los cuales aparece el mismo. En el pueblo de Aldeamayor de San Martín (Valladolid) y en Agüimes (Gran Canaria) existen esculturas en las que se representa a niños jugando a las bolitas. Por otra parte, como recoge Navacerrada (2007), en el cuadro de Brueghel “Juegos de niños” (1560) también está presente.

Conclusiones

    Como propuesta de futuro, sería interesante fomentar este tipo de investigaciones vinculadas al ámbito lúdico y tradicional tanto como se hace con las relacionadas con lo biológico, lo deportivo y de alto rendimiento, ya que aportan conocimientos útiles y necesarios para el profesional de la educación física, especialmente para aquel que está a cargo de un grupo de niños.

    En adición, estudiando los análisis de García Ferrando (2005), observamos que el principal motivo que lleva a la sociedad a practicar deporte es “por hacer ejercicio físico”. Con respecto a esto, los profesionales del deporte debemos tratar de inculcar valores y competencias como la socialización, la cooperación, el trabajo en equipo, el desarrollo emocional y cognitivo, la mejora de la salud y de la capacidad funcional, la diversión, etc. que promuevan la práctica lúdica y deportiva.

Bibliografía

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