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Dolor de espalda: lumbalgia

 

Maestro especialista en Educación Física

Licenciado en Antropología Social y Cultural

Doctorando en Antropología Social y Cultural
por la Universidad Complutense de Madrid

Estudiante de Ciencias de la Actividad Física y Deporte

por la Universidad de Alcalá de Henares

Emilio Franco Serrano

efrancoserrano@yahoo.es

(España)

 

 

 

Resumen

          Este trabajo aborda la problemática que surge en los deportistas, y en la práctica de sus distintas modalidades deportivas, cuando aparece una lesión en las estructuras óseas  del raquis y de los músculos adyacentes, así como algunas recomendaciones para evitar el dolor de espalda y la lumbalgia. 

          Palabras clave: Salud. Lesión. Actividad física. Lumbalgia. Higiene postural. Estiramientos

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 142 - Marzo de 2010

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    A lo largo de la vida del ser humano, practicando actividad física o no, es frecuente que aparezca una serie de dolores, lesiones y/o patologías, que disminuyen o limitan la calidad de vida del individuo, afectando la salud de éste, como nos recuerda la Organización Mundial de la Salud - OMS.

    La práctica regular de ejercicio físico es, probablemente, lo mejor que una persona puede hacer para mantener un buen estado de salud. En la actualidad se sabe que la actividad física reduce el riesgo de muerte prematura, así como el de enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, diabetes (tipo II) e incluso algunas neoplasias.

    Por otra parte, la falta de actividad física implica directamente riesgos equivalentes a la obesidad, hipertensión o hipercolesterolemia. En realidad, no es necesario practicar ejercicio físico demasiado intenso para obtener beneficios significativos, en términos de salud.

    Lamentablemente, la actividad física, ya sea bajo la forma de trabajo, deporte, actividad física recreativa, o al aire libre, juegos o educación física, no está exenta de potenciales efectos colaterales. Las lesiones son un riesgo importante y latente. Sin embargo, el efecto neto del ejercicio sobre la salud es positivo, ya que los beneficios superan ampliamente los problemas físicos ocasionados por las lesiones.

    La definición de lesión por práctica deportiva sería el daño tisular que se produce como resultado de la participación en ejercicios físicos o deportivos. Sin embargo, el término podríamos aplicarlo a todo daño que resulte de cualquier forma de actividad física, entendiendo ésta, como la movilización o utilización de las estructuras anatómicas y fisiológicas del cuerpo, y esto incluye distintas formas de ejercicio, como hemos mencionado con anterioridad.

    La prevalencia de dolor de espalda varía entre los deportes. Cada año, afecta a casi todos los levantadores de pesas, mientras que otros atletas como corredores raras veces tienen problemas de este tipo. Se ha publicado que entre el 30 y el 40% de los nadadores de élite y más del 60% de los esquiadores de fondo tienen dolor lumbar, que de forma periódica afecta a su rendimiento deportivo. Otros estudios, que tenían como observación a jugadores de fútbol y tenis, levantadores de pesas y gimnastas, reveló que entre el 50 y el 85% de los atletas habían experimentado dolor de espalda.

Más frecuente

Menos frecuente

Infrecuente

Lumbalgia aguda

Contusión muscular

Tumor

Lumbalgia crónica

Rotura muscular

Discitis

Espondilolisis

Daño ligamentoso

 

 

Ciática aguda

 

 

Ciática crónica

 

 

Escoliosis

  

 

Enfermedad de Scheuermann

 

 

Espondilitis anquilopoyética

 

 

Estenosis raquídea

 

Panorama de diagnóstico de dolor de espalda agudo y crónico

    En general, la lumbalgia se atribuye al desgarro de los músculos lumbares, degeneración de los discos intervertebrales o artrosis de las carillas articulares. Con mucha frecuencia, están afectadas varias estructuras. Esto hace difícil un diagnóstico exacto durante el estado de dolor agudo, y siendo así, el diagnóstico específico y certero aparecerá mediante Tomografía Computarizada (TC) y Resonancia Magnética (RM).

    Si el paciente tiene un dolor crónico, el diagnóstico debe incluir una evaluación funcional del deporte que practica el deportista. Además del examen físico, debieran evaluarse los factores psicológicos y sociales.

    Por lo tanto, ya sea un dolor agudo o crónico, debe ser el médico especialista el que determine las causas y diagnóstico pertinente.

Dolor que no empeora con la actividad

Antecedentes clínicos: dopaje, cáncer, VIH.

Compromiso del estado general. Pérdida de peso.

Anomalías neurológicas sin características radiculares obvias

Deformidad estructural

Signos de alarma del dolor de espalda.

El paciente debe ser derivado dentro de las primeras cuatro semanas.

    A la mayoría de los pacientes con dolor de espalda agudo les remite el cuadro de dolor en una o dos semanas, de forma espontánea. Al principio, el dolor es intenso y se acompaña de una disfunción significativa, por lo que el individuo consulta con el médico, ya que quiere aliviar el dolor, y necesita consejos sobre que hacer.

    Es necesario saber que el pronóstico de la lumbalgia aguda suele ser bueno, y que no siempre es necesario un examen completo, debido a que es difícil efectuar un diagnóstico durante el periodo de dolor agudo, y por lo tanto se debe hacer un nuevo diagnóstico pasadas dos semanas.

    Si el individuo ha perdido el control de la función vesical e intestinal, o si existe evidencia de un déficit motor progresivo, probablemente pueda existir intervención quirúrgica en la fase de dolor agudo.

    El diagnostico y el curso clínico se usan para determinar el momento de derivación del paciente a un especialista en medicina física y rehabilitación, en neurología, ortopedia o reumatología. Pero si el trastorno ha durado menos de dos semanas, el individuo puede, y debe, ser examinado y tratado por el medico de atención primaria, y si dura más de ocho semanas deberá evaluarlo un especialista.

Niños

Anomalías congénitas (estructurales), como hemivértebra o falta de segmentación de las vértebras acompañadas por un crecimiento potencialmente progresivo y desequilibrado

A los ocho años, la prevalencia de espondilolisis es comparable a la de los adultos

En caso de un dolor lumbar intenso que no cede, deberá descartarse un tumor, una discitis o un colapso juvenil (los tumores primarios también ocurren en pacientes de otros grupos etarios)

Púberes

Anomalías estructurales que se manifiestan durante el pico de crecimiento, como una escoliosis idiopática, la enfermedad de Scheuermann o una espondilolisis

Carga extrema durante el pico de crecimiento (por ejemplo en gimnastas o levantadores de peso)

Adolescentes

Fracturas en deportes de alto riesgo

Lesiones de tejidos blandos

Anorexia o alteración hormonal como causa de la fractura por esfuerzo

Adultos

Lesiones de los tejidos blandos

La degradación del disco intervertebral y de las facetas articulares contribuyen a la lumbalgia y a la ciática

Fracturas en deportes de alto riesgo

Anorexia o alteración hormonal como causa de la fractura por esfuerzo

Espondilitis anquilopoyética y otros trastornos reumáticos

Ancianos

La degeneración contribuye a la lumbalgia, ciática o estenosis raquídea

Si el paciente no tiene una lumbalgia específica que comienza en la edad adulta, deberá descartarse un tumor o una metástasis, en especial si es mayor de 60 años

Osteoporosis que causa una fractura por comprensión

Causas de dolor de espalda en distintos grupos etarios

    Pacientes de todas las edades desarrollan normalmente lumbalgias por muy distintos motivos. El dolor de espalda durante la niñez, pubertad y adolescencia es poco frecuente. La mayoría de los pacientes no visitan al médico ni al fisioterapeuta, ya que no lo necesitan, pero el gran desafío es reconocer a pacientes que necesitan controles regulares o tratamientos.

    El conocimiento de la técnica deportiva individual puede facilitar el entendimiento del mecanismo de lesión. En el fútbol, el mecanismo de lesión puede ser la extensión (lanzamiento), la hiperflexión (deflexión), la compresión (caídas y colisiones) o la torsión (pateo). En el golf, las torsiones reiteradas pueden causar fractura por estrés en una costilla o más, y causar color en la parte media o superior de la espalda. Los bailarines compensan la rotación externa exagerada de las caderas aumentando su lordosis lumbar. También, el levantamiento sobre la cabeza y el gran número de saltos que hacen, son susceptibles de lesiones.

Mecanismo de lesión

Actividad Física o Deporte

Cargas repetidas

Esquí en línea, Esquí de fondo, Remo, Kayak

Cargas repetidas en deportes de contacto

Fútbol, balonmano, Hockey sobre hielo, levantamiento de pesas, Judo, Karate

Levantar compañeros

Ballet, Baile

Cargas durante el periodo de crecimiento

Levantadores de pesas, gimnastas

Contracción muscular repetida e intensa

Deportes de lanzamiento

Hiperextensión o torsión

Deportes de lanzamiento, gimnastas

Mecanismos de lesión que ocurren con frecuencia relacionados con el dolor de espalda

    Para evitar el dolor de espalda es recomendable hacer ejercicio o, en todo caso, mantenerse físicamente activo, evitar el sedentarismo, adoptar una actitud mental valiente ante el dolor y cumplir las normas de higiene postural destinadas a realizar las actividades cotidianas, de forma que la espalda soporte la menor carga posible.

    En general pueden incrementar algo el riesgo de padecer dolores de espalda aquellas personas que someten el cuerpo a vibraciones, los que requieren efectuar movimientos de flexoextensión o torsión, y los que obligan a su anatomía a mantener posturas de flexión o hiperextensión. Sin embargo, la realización de ejercicios físicos que desarrollen una musculatura compensada puede paliar los efectos adversos.

    La higiene postural y la ergonomía son eficaces para prevenir los dolores de espalda, ya que su finalidad es reducir la carga que soporta la espalda durante las actividades diarias.

    Una misma actividad se puede hacer adoptando posturas distintas. La higiene postural y la ergonomía enseñan a hacer todo tipo de actividades del modo más seguro y liviano para la espalda. A continuación se pueden ver algunas normas aplicables al trabajo y las actividades domésticas.

    Estas son algunas recomendaciones:

Al estar acostado

 

Al estar sentado

 

Al estar de pie

Cambie de postura frecuentemente
1. Brazos a la altura adecuada
2. Pie en alto y apoyado

 

Al cargar peso

1. Espalda recta
2. Peso próximo al cuerpo
3. Pies próximos al peso

 

Al estar inclinado

    El sedentarismo aumenta el riesgo de padecer dolor de espalda, y el reposo en cama el riesgo de que este dolor se prolongue por más tiempo y reaparezca más fácilmente.

    A la inversa, estar físicamente activo y no ser sedentario disminuye el riesgo de padecer dolor de espalda. Además, si el dolor aparece, mantener el mayor grado posible de actividad física ha demostrado acortar su duración y reducir el riesgo de que reaparezca.

    La actividad física realizada de manera regular, disminuye el riesgo de padecer lumbalgia (Conclusiones basadas en el articulo: "Harreby M, Hesselsoe G, Kjer J, Neergaard K. Low back pain and physical exercise in leisure time in 38-year-old men and women: a 25-year prospective cohort study of 640 school children. Eur Spine J 1997; 3(6):181-186").

    A continuación se recomiendan una serie de ejercicios para tonificar, ejercitar y estirar los músculos que intervienen en la zona lumbar de la anatomía humana.

Tonificación de los músculos Dorso-lumbares

 

Tonificación de Glúteos y Cuadriceps

 

Estiramientos Dorso-lumbares

 

Estiramiento del Psoas-Iliaco

 

Estiramientos de Glúteos y Piramidal

    Resumiendo, podemos ver en el siguiente cuadro las recomendaciones a seguir para evitar el dolor de espalda:

La acción

Incorrecto

Correcto

Coger un objeto desde el suelo

Inclinarse hacia delante sin flexionar las rodillas

Agacharnos flexionando las rodillas manteniendo la espalda recta

Dormir

En colchones muy blancos o muy duros, con almohadas grandes y colocarnos bocabajo

Colchones de dureza intermedia, almohadas anatómicas y colocarnos de lado o boca arriba

Estar de pie

Mantener la misma posición mucho tiempo, estáticos, con los pies paralelos y la espalda y el abdomen relajados

Colocar un pie sobre un escalón, cambiar de posición frecuentemente, mantener la postura con cierto tono muscular

Sentarnos

Asientos blancos, sin respaldos, sentarnos en el borde sin apoyar la espalda, inclinarnos hacia algún lado, no apoyar los pies en el suelo

Sentarse lo más atrás posible, apoyando toda la columna en el respaldo, espalda erguida y alineada, con las piernas paralelas y pies apoyados en el suelo

Llevar un objeto

Llevar el objeto separado del cuerpo, girar la espalda

Llevar el objeto pegada al cuerpo, girar el cuerpo desde las piernas y no con la espalda

Llevar mochila o bolso

Llevarlo colgado de un hombro

Llevarlo colgado de la espalda con el peso repartido por los dos hombros

Levantarnos de un asiento

Hacerlo de un salto, sin ningún apoyo

Apoyarse en el reposamanos. Acerarnos al borde y retrasar los pies para facilitar la acción.

Conducir

No apoyar completamente la espalda, llevar piernas y brazos extendidos

La espalda estará complemente apoyada, piernas y brazos semiflexionados y rodillas a la altura de la cadera

Referencias bibliográficas

  • BAHR, R. y MAEHLUM, S. (2007): Lesiones deportivas. Diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Editorial Médica Panamericana. Madrid.

  • HEYWARD, V. H. (2008): Evaluación de la aptitud física y Prescripción del ejercicio. Editorial Médica Panamericana. Madrid.

  • JARMEY, C. (2009): El libro conciso del cuerpo en movimiento. Editorial Paidotribo. Barcelona.

  • LESMES, D. (2007): Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal humano. Editorial Médica Panamericana. Colombia.

  • MERÍ, A. (2005): Fundamentos de Fisiología de la Actividad Física y el Deporte. Editorial Médica Panamericana. Madrid.

  • PARCORBO SANDOVAL, A. E. (2008): Medicina y ciencias del deporte y actividad física. Ergon. Madrid.

  • SÁNCHEZ BAÑUELOS, F. (2004): La actividad física orientada hacia la salud. Biblioteca Nueva. Madrid.

  • WEINECK, J. (2004): La anatomía deportiva. Editorial Paidotribo. Barcelona.

Imágenes

  • http://www.estiramientos.es/

  • http://www.espalda.org/

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