efdeportes.com
Enfermedades reumáticas y actividad física

 

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

(España)

Emilio José Chaparro Ballesteros

emilios587@hotmail.com

 

 

 

Resumen

          La Organización Mundial de la Salud (OMS) aporta datos estadísticos muy interesantes a cerca de las enfermedades reumáticas. Las enfermedades reumáticas son la segunda causa de consulta en los hospitales. El dieciocho por mil de la población tiene algún grado de incapacidad generada por su evolución. Aporta más del 50% de las causas de invalidez total o parcial y son la segunda causa de ausentismo laboral y pérdida de jornales. Aunque durante muchos años se pensó que las personas con enfermedades reumáticas no debían hacer ejercicio porque lesionarían sus articulaciones. En la actualidad, los médicos y terapeutas saben que las personas que padecen este tipo de enfermedad pueden mejorar su salud y aptitud física a través de ejercicios apropiados sin dañar sus articulaciones. Por ello se hace referente la importancia del papel que juega la actividad física en estas enfermedades en una labor tanto preventiva, como rehabilitadora.

          Palabras clave: Enfermedades reumáticas. Actividad física. Aptitud física

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010

1 / 1


1.     Las enfermedades reumáticas

    Hoy en día, en España, hay 6 millones de personas con enfermedades reumáticas, y se prevé que habrá 6,5 millones en 2.015 y 7 millones en 2.025. En muchos de los casos, los afectados no identifican con claridad ni los síntomas de las enfermedades ni el especialista adecuado para tratarlas.

    Se calcula que el 80% de la población sufre o sufrirá dolor lumbar, más de un 10% padece artrosis y 700.000 personas padecen fibromialgia.

    Las enfermedades reumáticas clasifican entre las de mayor prevalencia dentro de las crónicas no transmisibles, y comprenden más de doscientos padecimientos específicos. La cronicidad de estos padecimientos determina que su desenlace, esté en gran medida determinado por que se efectúe un diagnóstico temprano y se instaure un tratamiento eficaz, y se evalúe con periodicidad al paciente. De esta manera se puedan controlar los brotes, fenómenos intercurrentes, y la toxicidad que determinan las drogas utilizadas. (Reyes, Penedo, Guibert López, Puerto, Stevens, Ramírez y Hernández (2003)

    El padecer alguna enfermedad reumática produce una disminución en la calidad de vida de los afectados y repercute en el sistema sanitario al tener en cuenta el alto gasto que representa el tratamiento de estas patologías. Actualmente, se calcula que el coste de estas enfermedades es similar al coste total del cáncer. Las enfermedades reumáticas pueden afectar tanto a personas en edad productiva como a mayores e incluso niños (artritis infantil) y son las causantes de un alto porcentaje de incapacidades laborales, así como de la dificultad para realizar actividades de la vida diaria tales como desplazarse fuera del hogar o llevar a cabo las tareas cotidianas. Las enfermedades reumáticas son la primera causa de incapacidad permanente apareciendo de esta forma en el 40% de los procesos estudiados. Aunque, en muchos casos, la causa de las enfermedades reumáticas es desconocida y no existe una cura definitiva. .

    La importancia de un adecuado diagnóstico y tratamiento en las enfermedades reumáticas es crucial. Por ello es muy importante fomentar el conocimiento de estas enfermedades reumáticas, su tratamiento y prevención, y educar a la población para que visite regularmente al reumatólogo, para lograr una mejor calidad de vida de los afectados

    Cada una de las enfermedades reumáticas recibe un nombre que las distingue y que en la mayoría de las ocasiones denota características especiales de cada una de ellas. Existen seis enfermedades reumáticas con mayor prevalencia entre la población: artritis reumatoide, artrosis, fibromialgia, osteoporosis, dolor lumbar y tendinitis.

1.1.     El lupus eritematoso sistémico (LES)

  • Mayor parte en mujeres.

  • Dolor en las articulaciones

  • No presenta inflamación ni deformidad

  • Fatiga y fotosensibilidad.

  • Gran sensibilidad a la luz del sol que puede causar un brote en la cara.

1.2.     La espondilitis anquilosante (EA)

  • Mayor frecuencia en los hombres.

  • Crecimiento anormal de células óseas en la parte donde los ligamentos se unen a los huesos (ligamentos osificados)

  • Aspecto limitante: Posibilidad de que la caja torácica pierda flexibilidad (interfiriendo en la respiración)

  • La terapia física en la EA. Ayuda bastante en la batalla para mantener la flexibilidad

1.3.     Enfermedad mixta del tejido conectivo

  • Difícil tratamiento y diagnóstico

  • Puede involucrar una combinación de artritis reumática, lupus y una enfermedad de la piel.

1.4.     Artritis psoriásica

  • Más prevalente en hombres

  • Inflamación y fusión de las vértebras del cuello y la parte inferior de la espalda

  • Escamosidad de la piel

  • Descamación de las uñas.

1.5.     Enfermedades reumáticas no específicas

  • Pueden combinar varias características de varias enfermedades reumáticas

1.6.     Fibromialgia

  • Más frecuente en mujeres

  • Dolor osteomuscular generalizado crónico

  • Gran cansancio y trastornos del sueño

  • Puntos de dolor característicos en todo el cuerpo

  • Diagnóstico clínico

1.7.     Artritis

  • La artritis produce dolor y pérdida de movimientos.

  • Puede afectar las coyunturas en cualquier parte del cuerpo.

  • Frecuentemente es una enfermedad crónica

  • Principales síntomas son la inflamación, calor, enrojecimiento y dolor.

  • Afecta a millones de adultos y a la mitad de la población mayor de 65 años.

  • Hay más de cien tipos diferentes de artritis

  • Con el diagnóstico y tratamiento apropiados, los síntomas de la artritis se pueden controlar, el daño a las articulaciones se puede limitar o prevenir y el movimiento y la flexibilidad puede mejorarse.

  • Muchas personas con artritis utilizan remedios cuya efectividad no ha sido probada. Algunos de estos remedios son dañinos, tales como el veneno de serpientes. Otros, como las pulseras de cobre, no producen ningún daño pero también son inútiles.

1.7.1.     Tipos comunes de artritis: la artritis ósea, la artritis reumatoidea, la gota

    Los tres tipos más comunes de artritis en las personas mayores son la artritis ósea, la reumática y la gota.

La artritis ósea (OA)

  • Es el tipo más común de artritis en las personas mayores.

  • Afecta al cartílago (deterioro)

  • Frecuentemente afecta a manos y grandes articulaciones que soportan peso en el cuerpo (rodillas, caderas, etc.)

  • Los síntomas van desde el entumecimiento y un dolor moderado que se va y regresa, hasta un severo dolor en la articulación

La Artritis Reumatoidea (RA)

  • Inflamación de la membrana sinovial. (origen incierto, posible invasión de células inmunitarias.)

  • Causa dolor, inflamación, rigidez y pérdida funcional de las articulaciones.

  • Gama amplia de síntomas: cansancio, fiebre o malestar general.

  • Puede presentarse de forma balanceada en todo el cuerpo (si una rodilla o mano está afectada, la otra también se afecta)

  • Frecuentemente afecta a la muñeca y las articulaciones de los dedos más cercanas a la mano

La Gota

  • Inflamación articular aguda, causada por la presencia de cristales de urato de monosódico en el interior de las articulaciones, debido a niveles elevados de ácido úrico.

  • Relación hábito dietético inadecuado y excesivo consumo de alcohol.

  • Muy dolorosa

  • La gota afecta los dedos del pie, los tobillos, los codos, las muñecas y las manos.

  • La inflamación puede causar que la piel se estire alrededor de la articulación, enrojecerla, amoratarla y volverla muy sensible.

1.8.     Osteoporosis

  • Enfermedad del hueso.

  • El hueso se degrada y se vuelve más poroso debido a una pérdida de proteína y de Ca.

  • Disminuye la Resistencia a golpes y aumenta el Riesgo de fracturas (Especialmente cadera y columna)

  • Tratamiento (Ca, vitamina D, Bifosfonatos, Raloxifeno, Terparatida)

  • Las formas más comunes:

    • La que aparece en la mujer después de la menopausia

    • La senil

1.9.     Artrosis

  • La artrosis es una enfermedad que lesiona el cartílago articular y origina dolor, rigidez e incapacidad funcional

  • Se localiza en la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la articulación de la raíz del pulgar, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie

  • No se conoce de forma definitiva, la causa

  • Factores de riesgo:

    • La obesidad, la herencia y la raza, y el excesivo ejercicio físico, determinadas ocupaciones laborales

1.10.     Síntomas

  • Dolor articular, como consecuencia de la inflamación de las articulaciones.

  • Esfuerzo/Reposo

  • Inflamación mantenida y no controlada produce un daño en huesos, ligamentos, tendones de la articulación que provoca una deformación progresiva

  • Pérdida de la capacidad de realizar tareas diarias

1.11.     Diagnóstico

  • Síntomas referidos por el paciente

  • Alteraciones observadas por el reumatólogo

  • Analítica completas sanguínea

  • Radiografías simples

  • Otras pruebas: TAC, Resonancias, ecografías

  • Extraer líquido de las articulaciones

1.12.     Tratamiento

  • No farmacológico

    • Pérdida de peso

    • Ejercicio moderado

    • Fisioterapia

  • Farmacológico

    • Amplia gama de analgésicos (Paracetamol, Opioides,…)

    • AINEs (inhibe prostaglandinas/complicaciones gástricas)

    • Inhibidores COX-2 (responsable estimulo inflamatorio/menores complicaciones)

    • Antirreumáticos de acción lenta (Antimaláricos, Sales de oro, Sulfasalazina,…)

    • Terapias biológicas (TNF, Intraglucina 1,..)

    • Cirugía (Prótesis articulares, osteotomías,…)

2.     El ejercicio físico y las enfermedades reumáticas

2.1.     ¿Por qué la actividad física está recomendada como tratamiento de las enfermedades reumáticas?

    Se ha demostrado que la actividad física en el tratamiento de las enfermedades reumáticas como la artritis, la artrosis, esta recomendado ya que combate los efectos debilitantes de la enfermedad. En primer lugar haciendo que el líquido sinovial fluya entrando y saliendo del cartílago, de manera que lubrica y nutre el constante movimiento del líquido, dentro y fuera del esponjoso tejido que forma el cartílago, lo cual mantiene húmedo, sano y bien nutrido. Pero sin la presión que ejercen el movimiento y el ejercicio, el líquido sinovial dejaría de fluir y el cartílago se resecaría y se haría más delgado, como si se tratara de un pedazo de cuero viejo, perdiendo con ello su elasticidad. Esto explica en parte por qué las personas que padecen artritis a menudo sienten más molestias tras un período de inactividad, la articulación ha pasado cierto tiempo sin ser nutrida adecuadamente. (Godoy, C.A., 2002)

    La segunda manera en que el ejercicio combate los efectos debilitantes de la artritis, es fortaleciendo las estructuras de soporte (músculos, tendones y ligamentos) e incrementando la amplitud de movimiento, la capacidad de amortiguación y la flexibilidad de las articulaciones. Un buen tono muscular, tendones y ligamentos fuertes pueden resistir el impacto que supone el movimiento para las articulaciones, además de contribuir a que los huesos soporten más fácilmente el peso del cuerpo. (Godoy, C.A., 2002)

2.2.     Beneficios del ejercicio físico en pacientes reumáticos

2.2.1.     El ejercicio es beneficioso porque ayuda a:

  • Mantener las articulaciones en movimiento;

  • Fortalecer los músculos que rodean las articulaciones;

  • Mantener fuerte y saludable el tejido óseo y cartilaginoso;

  • Mejorar la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria;

  • Mejorar la salud general y aptitud física:

    • Aumentar la energía

    • Ayudar a dormir mejor

    • Controlar su peso

    • Fortalecer su corazón

    • disminuir la depresión

    • mejorar su autoestima y sensación de bienestar.

2.2.2     Efectos de la no realización de ejercicio físico en las enfermedades reumáticas.

    Si le duelen las articulaciones, es probable que no apetezca hacer ejercicio físico. Sin embargo, si no se ejercita, las articulaciones pueden ponerse más rígidas y dolorosas. El ejercicio es beneficioso porque mantiene los músculos, huesos y articulaciones sanas.

    Si se padece de artritis, es importante que mantenga sus músculos tan fuertes como sea posible. Cuantos más fuertes estén los músculos y tejidos que rodean las articulaciones, mayor será su capacidad de sujeción y protección, incluso de aquéllas débiles y dañadas por la artritis. Si no se ejercita los músculos reducen y se debilitan y los huesos se vuelvan más frágiles y propensos a fracturarse.

    Muchas personas con artritis mantienen dobladas las articulaciones que les duelen, porque al principio así se sienten más cómodos. Si mantiene sus articulaciones en una posición sin moverlas durante un período prolongado, es probable que pierda la capacidad de enderezarlas.

2.3.     El papel preventivo del ejercicio físico

    Es posible proteger las articulaciones de los esfuerzos excesivos, cumpliendo las siguientes recomendaciones:

Evitar los movimientos repetitivos

    Los movimientos que se repiten por largos períodos de tiempo dañan las articulaciones. Si son parte de su trabajo y no puede evitarlos, debe asegurarse que se realicen de manera adecuada y con las herramientas necesarias.

Seguir las recomendaciones de rehabilitación

    Quienes hayan sufrido algún tipo de lesión en la articulación, deben seguir cuidadosamente las instrucciones del médico.

Actividad física

    Se recomienda la práctica de algún tipo de actividad física, aunque debe evitarse que se convierta en extenuante.

    Además de tomar las medicinas apropiadas el ejercicio es muy importante en el manejo de los síntomas de la artritis. Los ejercicios diarios, tales como caminar o nadar, ayudan a mantener las articulaciones en movimiento, reducen el dolor y fortalecen los músculos alrededor de las articulaciones. El descanso también es importante para las articulaciones afectadas por la artritis.

Mantener posturas adecuadas

    Para no sobrecargar determinadas articulaciones.

  • Sentado

    • Toda la espalda apoyada, especialmente la zona lumbar.

    • Sillas ajustables y con apoyabrazos (descanso de hombros y cuello).

    • La pantalla y el teclado a la altura de los ojos y las manos.

  • De pie

    • Piernas derechas y levemente separadas.

    • Distribuir el peso de manera equilibrada.

    • Hombros levemente hacia atrás y el abdomen ligeramente contraído. (línea imaginaria: cabeza, cuello y columna).

  • Al caminar

    • Calzado adecuado: Flexible, cómodo y con tacones no mayores de 4 ó 5 cm.

    • Pasos regulares, de talón-punta, flexionando levemente las rodillas.

    • Brazos libres, para acompañar el movimiento del cuerpo.

2.4.     Tipos de ejercicios indicados en el tratamiento de las enfermedades reumáticas

    Son tres los tipos de ejercicios que se usan para ayudar en este tipo de enfermedades:

1.     Ejercicios de movimientos amplios (ejercicios de rango de movimiento)

  • Mantienen el  movimiento normal de las articulaciones y alivian la rigidez, manteniendo la flexibilidad (por ejemplo: bailar).

2.     Ejercicios de fortalecimiento

  • Mantener o aumentar la fortaleza de los músculos.

  • Los músculos fuertes pueden ayudar a apoyar y proteger las articulaciones afectadas. (por ejemplo: entrenamiento con pesas).

  • Ejercicios isométricos (Fortalecen sin doblar las articulaciones dolorosas).

  • Ejercicios isotónicos (movimiento articular intensivo, desarrollo de la fuerza por incremento de repeticiones, velocidad, con resistencias livianas, gomas, etc.).

3.     Ejercicios aeróbicos o de resistencia (Ejercicio de Endurecimiento)

  • Mejoran el estado cardiovascular, ayudan a controlar el peso y mejoran la función general. (Por ejemplo: montar en bicicleta).

2.5.     Ejercicios acuáticos y enfermedades reumáticas

    Los ejercicios acuáticos pueden resultar de gran utilidad en el tratamiento de las enfermedades reumáticas. Godoy (2002) considera las siguientes características y objetivos en relación a los ejercicios acuáticos y los enfermos reumáticos:

  • El calor del agua, alivia el dolor y facilita la relajación.

  • A medida que el dolor disminuye, la persona es capaz de moverse con mayor comodidad y de incrementar la amplitud de movimiento articular.

  • El calor del agua dilata los vasos superficiales e incrementa el riego sanguíneo de la piel.

  • La tonicidad muscular mejora a través de los ejercicios contra la resistencia del agua en forma isotónica e isométrica.

  • Debido al principio de Arquímedes, la presión sobre las articulaciones, columna vertebral, cadera etc. Disminuye.

  • Las Actividades Acuáticas Terapéuticas tendrá como objetivo:

  • Reducir el dolor.

  • Recuperar la máxima movilidad articular.

  • Conseguir una mejor irrigación sanguínea.

  • Recuperar el tono muscular.

  • Recuperar la coordinación de las unidades motrices.

Propuesta de ejercicio acuático propuesto por la American Physical Therapy Association (APTA)

2.6.     Rehabilitación en pacientes con enfermedad reumática con terapia física

    La intervención de Medicina Física y Rehabilitación está dirigida a proponer alternativas que conduzcan a aliviar el dolor, recuperar la función y disfrutar la vida del paciente reumático. (Méndez F. 2003)

    En un estudio realizado por Deyle et al. (2000) sobre la eficacia de la fisioterapia manual y el ejercicio en osteoartritis de la rodilla, se afirma que una combinación de la fisioterapia manual y de ejercicio supervisado produce beneficios funcionales para pacientes con osteoartritis de rodilla y pudiendo demorarse o prevenir la necesidad de la intervención quirúrgica Deyle, Allison, Matekel, Ryder, Stang, Gohdes, Hutton, Henderson y Garber (2005) indican que, a través de un programa de fisioterapia, se obtienen resultados muy beneficiosos en pacientes con osteoartritis en la rodilla.

2.7.     Enfermedades reumáticas como factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular. El papel de la actividad física

    Los estudios de Nurmohamed, Voskuyl, van der Horst-Bruinsma y Dijkmans (2006) ponen de manifiesto que la enfermedad cardiovascular es la causa de muerte principal en pacientes con la artritis de reumatoide (RA), espondilitis anquilosante (AS) y el lupus eritomatoso sistémico (SLE). Además de la mortalidad, la morbosidad cardiovascular se incrementa notablemente en estos pacientes si lo comparamos con la población general.

    La morbosidad cardiovascular y la mortalidad han sido relacionadas cada vez más con muchas de las enfermedades reumáticas y en particular, la cardiopatía coronaria. (Goodson y Solomon, 2006)

    En investigaciones llevadas a cabo por Turesson y Matteson (2007) sobre los factores de riesgo cardiovasculares, el fitness y la actividad física en las enfermedades reumáticas se afirma que existe un incremento de padecer enfermedades cardiovasculares en pacientes con trastornos reumáticos. La inactividad física es una complicación frecuente de la artritis, y también común en la población general. Las conclusiones más recientes sobre los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular en pacientes con las enfermedades reumáticas, y el papel de la actividad física para la prevención de la enfermedad cardiovascular, apuestan por el tratamiento próspero de la enfermedad reumática con el control de la inflamación y un mejor control de la capacidad funcional como forma de reducir el riesgo de la enfermedad cardiovascular. Por tanto en el esfuerzo de prevenir complicaciones cardiovasculares ha de apoyarse el ejercicio regular en pacientes con las enfermedades reumáticas.

2.8.     El codo de tenista (epicondilitis lateral) y el codo de golfista (epicondilitis media)

2.8.1.     El Codo de tenista (epicondilitis lateral)

  • El epicóndilo es el área donde los músculos del antebrazo se unen al hueso lateral del codo.

  • El uso excesivo de estos músculos, ocurre frecuentemente en deportes como el tenis, donde se ejecutan una extensión o rotación forzadas de la muñeca o la mano.

  • Síntomas del codo de tenista

    • Dolor en la parte externa del codo que puede llegar al antebrazo.

    • Dolor al dar un apretón de manos, movimiento de los dedos, levantamiento de la muñeca, al girar las manillas de las puertas o desenroscar tapaderas de frascos.

2.8.2.     El Codo de golfista (epicondilitis media)  

  • El codo de golfista es una condición similar al codo de tenista, pero menos común. Se debe al uso excesivo de los músculos que usa para cerrar los puños.

  • Síntomas del codo de golfista

    • Dolor en la parte interna del codo y al doblar los dedos o las muñecas.

2.8.3.     Causas de codo de tenista y el codo de golfista

  • Actividades recreativas o laborales que causan uso excesivo o daño en las coyunturas

  • Mala postura

  • Tensión de los tejidos blandos debido a una articulación o hueso posicionado incorrecta o anormalmente (como diferencias en la longitud de las piernas o artritis en una articulación)

  • Otras enfermedades o condiciones (artritis reumática, gota, soriasis, enfermedades de la tiroides o una reacción medicamentosa adversa).

  • Infecciones.

2.8.4.     Diagnóstico el codo de tenista y el codo de golfista

  • Reconocimiento físico, historial clínico, etc.

  • ¿Intensidad del dolor, dónde estaba ubicado el mismo y si está realizando nuevas actividades físicas?

2.8.5.     Prevención

  • Dado que muchas condiciones de los tejidos blandos se deben a uso excesivo, el mejor tratamiento es la prevención.

  • Es importante evitar o modificar las actividades que causan el problema.

  • Corregir condiciones desencadenantes como diferencias en la longitud de las piernas, posición o técnica incorrecta en la ejecución de deportes o trabajo.

2.8.6.     Tratamiento

  • Descanso y Aparatos Ortopédicos

  • Frío

  • Calor

  • Medicamentos

  • Fármacos antiinflamatorios no esteroides

  • Glucocorticoides

  • Terapia Física

  • Terapia Ocupacional

  • Cirugía

Bibliografía

  • Campaña Informativa sobre enfermedades reumáticas promovida por la Sociedad Española de Reumatología bajo el lema “Párate ahora y podrás disfrutar siempre”. Sociedad Española de Reumatología. Revista electrónica de portales médicos (24 de Marzo de 2007, En prensa)

  • Codo de Tenista (epicondilitis lateral) y Codo de Golfista (epicondilitis media). Arthritis Foundation. Consultado el día 18 de Junio de 2007 de http://www.arthritis.org/espanol/diseasecenter.php?disease_id=40

  • Deyle GD, Allison SC, Matekel RL, Ryder MG, Stang JM, Gohdes DD, Hutton JP, Henderson NE, Garber MB.(2005) Physical therapy treatment effectiveness for osteoarthritis of the knee: a randomized comparison of supervised clinical exercise and manual therapy procedures versus a home exercise program. Phys Ther. 2005 Dec;85(12):1301-17

  • Deyle GD, Henderson NE, Matekel RL, Ryder MG, Garber MB, Allison SC. (2000). Effectiveness of manual physical therapy and exercise in osteoarthritis of the knee. A randomized, controlled trial. Ann Intern Med. 2000 Jun 6;132(11):923

  • Ejercicios acuáticos. Arthritis Foundation. Consultado el día 19 de Junio de 2007 de: http://www.arthritis.org/espanol/ejercicios-acuaticos.php

  • El ejercicio como tratamiento de la artritis. The Cleveland Clinic Health Information Center. Consultado el día 20 de Junio de 2007 de: http://www.clevelandclinic.org/health/sHIC/html/s7235.asp

  • El ejercicio y la artritis. Arthritis Foundation. Consultado el día 18 de Junio de 2007 de: http://www.arthritis.org/espanol/ejercicio-general.php

  • For people of the third age: Council on the arthritis. National Institute on Aging. Consultado el día 20 de Junio de 2007 de: http://www.nia.nih.gov/HealthInformation/Publications/

  • Godoy, C.A. (2002) Los ejercicios en el agua y el mejoramiento de la calidad de vida de los enfermos reumáticos. EFDeportes.com, Revista Digital, Año 8, Vol 44. http://www.efdeportes.com/efd44/agua.htm

  • Goodson NJ, Solomon DH. (2006). The Cardiovascular manifestations of rheumatic diseases. Curr Opin Rheumatol. 2006 Mar;18(2):135-40

  • Méndez F (2003). Rehabilitación en enfermedades reumáticas Revista de la Facultad de Medicina; 51 (1):40-47.

  • Nurmohamed MT, Voskuyl AE, van der Horst-Bruinsma IE, Dijkmans BA. (2006) Rheumatic diseases as risk factors for cardiovascular disease. Ned Tijdschr Geneeskd. Sep 2;150(35):1921-4

  • Prevención de los Síndromes Reumáticos de los Tejidos Blandos. Arthritis Foundation. Consultado el día 19 de Junio de 2007 de: http://www.arthritis.org/espanol/diseasecenter.php?df=whos_at_risk&disease_id=53

  • Reyes A., Penedo A, Guibert M, López G, Puerto I, Stevens A, Ramírez N, Hernández A. (2003) Conducta de enfrentamiento y demanda de ayuda ante las enfermedades reumáticas en la comunidad. Evidencias de los estudios preliminares COPCORD. Revista Cubana de Reumatología. Volumen V, Num. 3, 4,

  • Tratamiento de los Síndromes Reumáticos de los Tejidos Blandos. Arthritis Foundation. Consultado el día 19 de Junio de 2007 de: http://www.arthritis.org/espanol/diseasecenter.php?disease_id=40&df=treatments

  • What You Need to Know on the Arthritis: The Physiotherapist's Perspective (1999). American Physical Therapy Association (APTA).

Otros artículos sobre Actividad Física y Salud

  www.efdeportes.com/

revista digital · Año 14 · N° 141 | Buenos Aires, Febrero de 2010  
© 1997-2010 Derechos reservados