Lecturas: Educación Física y Deportes
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Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital
EL EQUIPO DEPORTIVO
Francisco Enrique García Ucha


Interrelación entrenador-deportista
El equipo deportivo, a pesar de su heterogeneidad, representa una red de comunicación. Sus miembros pueden diferenciarse por el sexo, edad, años de practica del deporte, clasificación deportiva. Estos factores objetivos ejercen una influencia sobre la relación entrenador-deportista. Con ayuda de la Fontanarrosaescala de Hanin, se demostró que los deportistas en dependencia del sexo valoran de forma diferente al entrenador. Las muchachas más que los muchachos valoran al entrenador por sus cualidades profesionales, es decir por los componentes cognoscitivos y emocionales.

Durante un análisis de las relaciones de los deportistas al entrenador en dependencia del tiempo de clases de este entrenador, resulta, que la relación hacia su primer entrenador no varía en el transcurso de los años, tanto deportistas de ambos sexos. En otras palabras, en los deportistas se formula una relación afectiva hacia el entrenador en el primer año de las clases y se queda invariablemente en muchos años. El análisis de las valoraciones que dan los alumnos sobre su entrenador demuestra, que en estas valoraciones no existen diferencias esenciales, es decir, los deportistas de primera categoría, los de nivel superior valoran aproximadamente igual al entrenador por las cualidades personales y profesionales. La excepción la presentan los deportistas de primera categoría los cuales valoran algo bajo a sus entrenadores como especialistas, por el hecho, de que no han verificado dada su pobre experiencia el status de los entrenadores.

De todo esto se deriva que la capacidad del entrenador para satisfacer las necesidades de los deportistas es una condición indispensable para tener una buena influencia sobre ellos.

Si se habla de las necesidades en términos de resultados deportivos entonces la calificación elevada del entrenador ayuda a lograr este resultado. Si las necesidades del deportista no se relaciona con el deporte, entonces el sentimiento de simpatía y respeto hacia los deportistas es básico para el entrenador.

El entrenador que contribuye a satisfacer las necesidades en las es las esferas formales e informales de la actividad goza de una simpatía especial y de prestigio creciente entre sus practicantes.


Particularidades de las interrelaciones en el sistema deportista-deportista
Una observación superficial de un equipo deportivo nos lleva a la idea de que todos los miembros de éste son iguales. A pesar de todo esto, la igualdad en la posición que ocupa cada uno de ellos en el grupo y su estructura jerárquica no es igual. Esto se deriva de la división de las tareas que se acometen y del grado de habilidad de los practicantes.

En todos los equipos hay dos grandes categorías de deportistas, los que ocupan un lugar de líderes y los que no gozan de gran prestigio. Estos últimos se relacionan con los aspectos negativos, se trata de evitar los contactos prolongados, sus opiniones y deliberaciones no son muy oídas. Además de estas dos categorías, existen deportistas que ocupan una posición intermedia. ellos no gozan de la popularidad de los líderes, pero no son ignorados como los que ocupan posiciones negativas.

El carácter de los contactos interpersonales se explica por el status alcanzado. Por ejemplo, entre las categorías extremas cada representante trata de mantener los vínculos propios de cada uno.

La ejecución conjunta de los ejercicios de entrenamientos con los deportistas de una calificación excesivamente dispar influyen negativamente sobre su estado psicológico. Para los líderes esto se relaciona con la perdida de la satisfacción y de la alegría de ejecutar exitosamente los elementos técnico-tácticos, con la disminución del interés, el estado emocional y el deseo de entrenar. En la esfera formal de la comunicación ellos entienden, que con los deportistas de categoría inferior no es interesante entrenar ya que en sus acciones hay muchas deficiencias técnico-tácticas al mismo tiempo que ejecutan las tareas con una velocidad inferior.

Los contrarios al grupo de los líderes explican su no deseo de ejecutar los ejercicios competitivos y de entrenamiento con éstos por el hecho, que los líderes inmovilizan sus movimientos, actúan depresivamente sobre la psiquis y con sus observaciones sarcásticas y expresiones de insatisfacción introducen el nerviosismo y la agitación. Por eso en las competencias en que participan los líderes y sus opuestos, la idea de los opuestos se concentra no en las acciones técnico-tácticas inminentes y el resultado sino en comparar las oportunidades sobre el éxito, la valoración de sus posibilidades, la reacción de las personas próximas y el publico, etc.

Por ello la conformación de los equipos debe calcularse sobre la base de la cantidad de integrantes de diferente nivel de entrenamiento y status, para compensar los posibles conflictos.

Para los deportistas que ocupan una posición intermedia en la jerarquía del grupo se presentan una situación interesante. En unos casos ellos utilizan con preferencia la distribución de los líderes y en otros la de sus opuestos. Cada uno de los subgrupos señalados considera a estos deportistas miembros de su "círculo".

En los equipos deportivos las relaciones que se establecen no son inmutables, de una vez y para siempre. Ellas están constantemente en una dinámica, cambian ininterrumpidamente. Estos cambios se producen o en respuesta a cualquier acontecimiento interno o bajo la influencia de los factores de orden subjetivo (cambios en las cualidades de la personalidad, conducta, motivación u objetivos). A veces el cambio que se produce es de utilidad, a veces por el contrario. La efectividad de la actividad de determinados miembros e incluso de todo el equipo decae.

Para evitar esto es necesario dirigir las relaciones dentro del equipo. El entrenador debe seguir la calidad de las relaciones, el incremento de los conflictos, la tensión psicológica y tomar las medidas pertinentes. Un ejemplo de ello ocurre con los deportistas de bajo status. Se presupone que si alrededor del deportista que tiene status bajo, con los esfuerzos del entrenador y del grupo se crea un confort psicológico, hacer sentir a los deportistas la necesidad de su presencia en el equipo, entonces esto en cierta medida se reflejara en un mejoramiento de su nivel de entrenamiento.

Al abordar el cambio de las interrelaciones en el equipo es imprescindible recordar tres momentos importantes que influyen en el trabajo del entrenador:

  1. La capacidad del deportista
  2. Las cualidades deportivas específicas del practicante
  3. Su subgrupo de referencia.


Los conflictos en las relaciones interpersonales en el equipo
Se entiende por conflicto a una acción simultánea de una fuerza igual pero con tendencias, motivos, intereses y tipos de conducta opuestos y no conjuntos en una situación dada.

Ante todo lo conflictos se diferencian por la dirección, los sistemas significativos de valores, necesidades, convicciones de aquellas personas que intervienen en él. Naturalmente, la escala de los conflictos y la cantidad de personas que intervienen en ellos pueden ser diferentes.

El conflicto como una forma extrema de las relaciones recíprocas negativas agudizan todas las contradicciones y desacuerdos, aumenta la excitabilidad emocional y la tensión psicológica de las personas en conflicto y de todo el equipo. Una excitabilidad emocional elevada impide comprender el sentido de las palabras y de los actos y agudiza el sentimiento de ofensas e insatisfacción. El deportista se encuentra en un estado de tensión psicológica, cualquier acción y gestos del contrario es visto como una idea negativa, hostil, hace conclusiones sin fundamentos y exageradas, añade gestos negativos inexistentes, hace un juicio categórico sin un análisis profundo de las causas de su conducta. Cada uno de los implicados en el conflicto piensa que solo sufre las consecuencias.

Los conflictos interpersonales pueden ser:


La clasificación propuesta de los conflictos está lejos de ser perfecta y completa; este es un problema extraordinariamente complejo y en el deporte aun no se ha elaborado perfectamente.

Todas las variedades de conflicto tienen sus motivos y sus causas. Toda la diversidad de los motivos generados por conflictos puede agruparse en los diez grupos principales.

  1. Nivel de las cualidades específicas que son un componente principal del nivel de entrenamiento. Un nivel desigual en la preparación física y técnico-táctica que se manifiesta en las condiciones extremas puede ser la causa de los conflictos entre los miembros del equipo, así como también entre los deportistas y el entrenador. Por nuestros datos un 54% de los conflictos se produce por esta causa.

    Por ejemplo, el juego de un equipo donde las cualidades técnicas y físicas no son elevadas en unos de sus jugadores puede provocar en otros la insatisfacción. Naturalmente los conflictos que tienen lugar en el campo de juego se trasladan a la esfera informal de la comunicación. De esa forma se va estructurando un clima negativo.

  2. Los datos estatura-peso de los deportistas. En cierto deportes (patinaje artístico, natación, gimnástica, acrobacia, boxeo, lucha, etc.). La estatura y el peso tienen una importancia significativa para lograr resultados elevados. El deportista que no controla el peso, puede provocar una insatisfacción seria y pretensión en los compañeros y entrenadores.

  3. Diferencias en las características psicofisiológicas. Una velocidad diferente al elaborar la información, el razonamiento, el tempo y ritmo de ejecución de los movimientos puede provocar una insatisfacción recíproca y a fin de cuentas un conflicto.

  4. Las cualidades personales que se manifiestan en la esfera formal de la comunicación se relaciona:

    En los entrenadores:

    1. Ausencia de dominio de sí, incapacidad de esperar con paciencia el resultado final de la realización de los planes.
    2. Incapacidad para realizar un análisis.
    3. Indisciplina.
    4. Ausencia de aspiraciones y perseverancia en la adquisición de los objetivos planeados.

    En los deportistas:
    1. Negligencia e incapacidad de subordinarse.
    2. Indisciplina.
    3. Ausencia de valentía, de la capacidad de pasar al riesgo.
    4. Incapacidad de soportar las cargas máximas de entrenamiento.
    5. Falta de voluntad para sacrificarse a los intereses del equipo, e ir en su ayuda, etc.

    La influencia de estas cualidades negativas sobre una situación de conflicto se acelera o debilita en dependencia del estilo de dirección del entrenador.

    Algunas de las causas provocan un por ciento mayor de situaciones de conflicto. Así, el 48% de los conflictos entre entrenador y deportista son en los deportes individuales y el 53% en los de equipo y se producen por indisciplina de los deportistas. Los conflictos surgen en el 48% de los casos por la violación del régimen en los concentrados y competencias para los deportes individuales y de un 18 % para los deportes colectivos.

    A las cualidades personales que se manifiestan en la esfera no formal de la comunicación se refiere:

    • El subjetivismo y la parcialidad en las calificaciones.
    • Empatía baja, incapacidad de penetrar en el mundo espiritual de los compañeros de equipo, ausencia de compasión y rivalidad.
    • Altanería manifiesta, superioridad.
    • Egolatría, egoísmo.
    • Alegría maliciosa con respecto a los fracasos, relación hostil.
    • Aspiración a recibir todo el provecho personal.
    • Insinceridad, brusquedad, improperios.
    • Ausencia de sentimientos de justicia.
    • Aspiración de conquistar por cualquier vía la posición de líder, subordinado a sus compañeros.

  5. Divergencias entre los deportistas, entre el entrenador y los deportistas con motivo de:
    1. Orientaciones, sistemas de valores.
    2. Puntos de vistas sobre el sistema de los medios y los métodos de la preparación.
    3. Puntos de vista de los diferentes procesos vitales, de sus actos y acciones ajenas.
    4. Puntos de vista de los objetivos y las tareas, así como también de lo imprescindible para lograrlo.
    5. Puntos de vista con respecto a la actividad, tareas de los entrenamientos y las competencias.

  6. Causas que interfieren en el proceso de la comunicación, de los contactos interpersonales:
    • Forma de tratamiento de los deportistas uno con otro y con el entrenador.
    • Representación del deportista sobre como él se relaciona con sus compañeros.
    • Expectación, espera.
    • Manera de la conducta y del carácter de los actos.
    • Bajo nivel cultural y deficiencias de la educación.
    • Forma inadecuada de los castigos del entrenador por la acción realizada por el deportista.

  7. Estados psicológicos negativos, entre los cuales es imprescindible señalar:
    • Excitabilidad elevada, nerviosismo, tensión psíquica.
    • Estado de ánimo inestable, irritabilidad, susceptibilidad.
    • Sensación de intranquilidad, preocupación, alarma, etc.
    • Pasividad, indiferencia en las relaciones con los que le rodean.
    • Abatimiento, que es provocado por la insatisfacción de una necesidad importante personal.
    • Sensación de incertidumbre, desdoblamiento de la personalidad, inseguridad.
    • Cansancio, desolación como resultado de un agotamiento psicológico y físico.
    • Miedo y preocupación con traumas condicionados, enfermedades, etc.

    Estos estados pueden ser no solo causas sino consecuencias de los conflictos anteriores.

    Además de los grupos enumerados de las causas que determinan los conflictos en las relaciones de los miembros de un equipo, actúa una cantidad de hechos entre los cuales es imprescindible separar.

    • Los hechos deportivos.
    • Los hechos domésticos.
    • Los hechos organizativos.

  8. Las causas deportivas se refieren:
    1. Malas condiciones de una base de entrenamiento, baja calidad de los implementos deportivos.
    2. Ausencia de los medios de rehabilitación y recuperación.
    3. Condiciones malas de vivienda y alimentación en los concentrados y competencias.
    4. Ausencia de condiciones higiénicas.

  9. Causas de orden organizativo se refieren:
    • Forma irreflexiva de la organización y conducción de los entrenamientos.
    • Falta de criterios exactos para la valoración de las acciones de los deportistas por parte del entrenador.
    • No elaboración de las formas de los estímulos morales y materiales y de los castigos.
    • Ausencia de perspectivas para el crecimiento de los deportistas.
    • Aceleración de las cargas de entrenamiento, todo lo cual conduce a una sobrecarga física y psíquica.
    • Ausencia de objetivos exactos, tareas y concordancia para su estructuración, etc.

  10. Al grupo de causas de carácter doméstico corresponden:
    • Insatisfacción de las necesidades domestica, materiales y culturales.
    • Conflicto doméstico en la familia, con las personas más cercanas.

Esta clasificación no está completa pero permite hacer un análisis de las posibles circunstancias que dan lugar a los conflictos y buscar de este mismo resultados vías para su solución.


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Dr. Francisco Enrique García Ucha
Jefe del Departamento de Psicología del Deporte
Instituto de Medicina del Deporte, La Habana, Cuba.

Humor gráfico
Caloi. Con el deporte no se juega /3. Ediciones de la Flor, Buenos Aires.
Fontanarrosa, R. Fontanarrosa y el fútbol. Ediciones de la Flor, Buenos Aires.


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Año 3. Nº 12. Buenos Aires, Diciembre 1998.