ISSN 1514-3465
Educar con conciencia. Cuando la atención al niño va más
allá de complacerlo y fomenta su autonomía emocional
Parenting with Awareness. When Attention to the Child Goes
Beyond Indulging Them and Fosters Emotional Autonomy
Educar com consciência. Quando a atenção à criança
vai além do mimar e promove a autonomia emocional
Diana Gujer
info@efdeportes.com
Independiente
(Argentina)
Recepción: 10/11/2025 - Aceptación: 11/11/2025
Documento accesible. Ley N° 26.653. WCAG 2.0
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Esta obra está bajo licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0) https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es |
Cita sugerida
: Gujer, D. (2025). Educar con conciencia. Cuando la atención al niño va más allá de complacerlo y fomenta su autonomía emocional. Lecturas: Educación Física y Deportes, 30(330), 240-245. https://www.efdeportes.com/efdeportes/index.php/EFDeportes/article/view/8651
Resumen
El objetivo de la crianza es educar a personas conscientes, no solo obedientes. Muchos padres confunden bienestar con ausencia de conflicto, fomentando la complacencia. Enseñar a los hijos a escucharse implica fomentar la reflexión y la autoconciencia para que reconozcan sus emociones, deseos y límites, sin depender de la aprobación externa. Se debe diferenciar la obediencia de la comprensión, explicando el porqué de las reglas. Es vital practicar el silencio y la observación para que el niño articule su mundo interno. Evitar la sobreprotección y permitir pequeñas frustraciones construye resiliencia. Hay que reforzar el esfuerzo más que el resultado y ser un modelo de autocuidado. La clave es guiar, no moldear, para que el niño aprenda a valorar su voz interna y tome decisiones conscientes, logrando una vida adulta auténtica y equilibrada.
Palabras clave
: Educación. Infancias. Emociones.
Abstract
The goal of parenting is to raise conscious individuals, not just obedient ones. Many parents confuse well-being with the absence of conflict, fostering complacency. Teaching children to listen to themselves involves encouraging reflection and self-awareness so they can recognize their emotions, desires, and boundaries without depending on external approval. Obedience must be distinguished from understanding, explaining the reasons behind the rules. Practicing silence and observation is vital for children to articulate their inner world. Avoiding overprotection and allowing for minor frustrations builds resilience. Effort should be reinforced more than results, and parents should be role models of self-care. The key is to guide, not mold, so that children learn to value their inner voice and make conscious decisions, achieving an authentic and balanced adult life.
Keywords:
Education. Childhood. Emotions.
Resumo
O objetivo da educação dos filhos é criar indivíduos conscientes, e não apenas obedientes. Muitos pais confundem bem-estar com ausência de conflito, fomentando a complacência. Ensinar as crianças a ouvirem-se a si próprias implica incentivar a reflexão e a autoconsciência para que possam reconhecer as suas emoções, desejos e limites sem depender da aprovação externa. A obediência deve ser diferenciada da compreensão, explicando as razões por detrás das regras. Praticar o silêncio e a observação é vital para que as crianças expressem o seu mundo interior. Evitar a superproteção e permitir pequenas frustrações constrói resiliência. O esforço deve ser mais valorizado do que os resultados, e os pais devem ser exemplos de autocuidado. A chave é orientar, e não moldar, para que as crianças aprendam a valorizar a sua voz interior e a tomar decisões conscientes, alcançando uma vida adulta autêntica e equilibrada.
Unitermos:
Educação. Infância. Emoções.
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 30, Núm. 330, Nov. (2025)
Descubre cómo guiar a tus hijos para que reconozcan sus emociones, tomen decisiones desde la reflexión y desarrollen autoconfianza, sin depender únicamente de la aprobación externa. Ejemplos concretos muestran cómo pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia.
Cómo enseñar a tu hijo a escucharse a sí mismo
Muchas veces, los padres confunden el bienestar de sus hijos con la ausencia de conflicto. Intentando protegerlos, terminan criando niños que buscan constantemente complacer, desconectándose de sus verdaderas emociones. Enseñar a escucharse implica fomentar la reflexión y la autoconciencia, permitiendo que los niños reconozcan sus deseos, frustraciones y límites. En cierto modo, educar es como un juego de apuestas: cada decisión requiere asumir riesgos, aprender del error y confiar en la propia intuición.
El objetivo no es criar niños obedientes, sino individuos capaces de tomar decisiones conscientes. La felicidad auténtica no proviene de la aprobación externa, sino de sentirse comprendido y en sintonía consigo mismo.
Diferenciar obediencia de comprensión
Muchos niños obedecen sin entender, lo que limita su capacidad de pensar críticamente. Explicarles el motivo detrás de una regla o una decisión cotidiana, como por qué deben descansar después de un día largo, permite que conecten sus acciones con sus necesidades reales. Por ejemplo, un niño que insiste en seguir jugando después de cenar puede aprender a escuchar su cuerpo si los padres le preguntan cómo se siente y qué necesita. Este proceso fomenta la autonomía y el autoconocimiento, sin eliminar los límites necesarios.
La importancia del silencio y la observación
Escuchar implica observar más que hablar. Interrumpir o completar las frases del niño por ansiedad o impaciencia puede impedir que explore su mundo interno. Guardar silencio permite que los niños articulen sus emociones y pensamientos. Por ejemplo, cuando un niño dice “no quiero ir al parque”, en lugar de obligarlo, un padre puede preguntar qué siente y por qué, descubriendo quizá que está cansado o necesita tiempo para sí mismo. Esta práctica fortalece la empatía y el respeto mutuo.
Figura 1. El lenguaje interior fortalece la capacidad de escucharse y de actuar desde la conciencia
Fuente: Gemini 2.5 Flash
Evitar la sobreprotección
Proteger demasiado al niño de frustraciones o errores puede bloquear su crecimiento emocional. Permitir pequeñas decepciones —como perder un juego o no conseguir un juguete— enseña a tolerar el malestar y desarrollar resiliencia. Por ejemplo, un niño que pierde en un partido de fútbol y recibe guía en lugar de consuelo excesivo aprende a manejar la derrota y a regular sus emociones. La autonomía emocional se construye a través de la experiencia, no de la evitación del dolor.
Reconocer emociones en lugar de resultados
El refuerzo constante por logros externos puede limitar la autenticidad. Decir “qué bien lo hiciste” centra la atención en la aprobación, mientras que reconocer el esfuerzo —“te esforzaste mucho en ese dibujo”— fortalece la autoconfianza. Enseñar a los niños a escuchar sus emociones ayuda a valorar el proceso más que el resultado, fomentando un sentido de identidad independiente de la mirada de los demás.
Ser un modelo de escucha interna
Los niños aprenden por imitación. Si los padres se muestran conscientes de sus emociones y necesidades, los hijos adoptan la misma práctica. Por ejemplo, un padre que dice “estoy cansado, necesito descansar un rato” enseña que es válido reconocer y atender sus propios límites. Esta coherencia entre palabras y acciones refuerza la idea de que escucharse a sí mismo es importante y natural.
Aprender del conflicto y la frustración
Evitar que los niños experimenten frustración limita su desarrollo. Las situaciones de conflicto, como negociaciones con amigos o desacuerdos en la escuela, ofrecen oportunidades para que el niño practique la autorregulación y la reflexión. En estos casos, el papel del adulto es acompañar, no resolver. Por ejemplo, un niño que discute con un compañero puede aprender a expresar sus emociones, escuchar las ajenas y buscar soluciones sin intervención inmediata de un adulto.
Escuchar el cuerpo: la base del autocuidado
Enseñar a los niños a identificar sensaciones físicas —hambre, sueño, cansancio— es clave para la autorregulación. Respetar cuando un niño dice “no tengo hambre” o “quiero descansar” le ayuda a desarrollar autonomía y a confiar en sus propias decisiones. Esta conexión cuerpo-mente es esencial para que en la vida adulta puedan tomar decisiones conscientes, no impulsadas únicamente por expectativas externas.
Construir un lenguaje emocional
Poner palabras a las emociones es fundamental. Frases como “pareces frustrado” o “te sientes triste porque no salió como querías” ayudan al niño a reconocer sus sentimientos sin culpa ni vergüenza. Este lenguaje interior fortalece la capacidad de escucharse y de actuar desde la conciencia, convirtiéndose en un recurso de vida que acompañará al niño incluso en situaciones complejas.
Conclusión: autonomía emocional como meta
Educar a un niño para que se escuche a sí mismo implica acompañarlo, no moldearlo. La meta no es que siempre obedezca, sino que aprenda a identificar sus emociones, valorar sus necesidades y tomar decisiones desde la conciencia. Al respetar su voz interna desde pequeño, se sientan las bases para que en la vida adulta pueda vivir de manera auténtica, autónoma y emocionalmente equilibrada, entendiendo que el verdadero bienestar proviene del conocimiento y la aceptación de uno mismo.
Referencias
Cardenas, B.E.F., y Escobar, M.I.M. (2022). Manifestaciones de la autorregulación emocional en niños y niñas de educación inicial. Tempus Psicológico, 5(2). https://doi.org/10.30554/tempuspsi.5.2.4186.2022
López-Pereyra, M., Armenta-Hurtarte, C., Vega, M.D.P.G., y Díaz, O.P. (2021). El bienestar emocional en las niñas y los niños. Revista Internacional de Educación Emocional y Bienestar, 1(2), 53-70. https://www.researchgate.net/publication/355123571
Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 30, Núm. 330, Nov. (2025)