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ISSN 1514-3465

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de inclusión 

deportiva de personas con discapacidad?

What Are We Talking about when We Talk about Sports Inclusion of People with Disabilities?

Do que falamos quando falamos da inclusão esportiva de pessoas com deficiência?

 

Mariano Carrizo-Páez

marianocarrizo@uccuyo.edu.ar

 

Doctor en Psicología

Universidad Católica de Cuyo

(Argentina)

 

Recepción: 24/01/2021 - Aceptación: 27/03/2021

1ª Revisión: 22/03/2021 - 2ª Revisión: 24/03/2021

 

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Cita sugerida: Carrizo-Páez, M. (2021). ¿De qué hablamos cuando hablamos de inclusión deportiva de personas con discapacidad? Lecturas: Educación Física y Deportes, 26(275), 35-45. https://doi.org/10.46642/efd.v26i275.2818

 

Este artículo forma parte del Monográfico: Perspectivas críticas sobre Discapacidad en Educación Física y Deportes.

Coordinación: Mg. Emiliano Naranjo, Argentina.

 

Resumen

    La inclusión aparece como un término polisémico, aunque todas las políticas y programas estatales dan por sobreentendido su sentido. Por lo cual los usos que se hacen del término inclusión en el ámbito del deporte son de lo más variados. El objetivo del presente trabajo consiste en describir y analizar una serie de tensiones en torno a la inclusión deportiva de las personas con discapacidad (PCD). A partir de estas tensiones y sus configuraciones se podrán comprender las distintas modalidades de inclusión que se implementan desde las políticas y programas gubernamentales.

    Palabras clave: Inclusión. Deporte. Discapacidad.

 

Abstract

    Inclusion appears as a polysemic term, although all state policies and programs take its meaning for granted. Therefore, the uses that are made of the term inclusion in the field of sport are the most varied. The objective of this work is to describe and analyze a series of tensions around the sports inclusion of people with disabilities. Based on these tensions and their configurations, it will be possible to understand the different inclusion modalities that are implemented from government policies and programs.

    Keywords: Inclusion. Sport. Disability.

 

Resumo

    Inclusão aparece como um termo polissêmico, embora todas as políticas e programas estaduais considerem seu significado garantido. Portanto, os usos do termo inclusão no campo do esporte são os mais variados. O objetivo deste trabalho é descrever e analisar uma série de tensões em torno da inclusão esportiva de pessoas com deficiência (PCD). A partir dessas tensões e de suas configurações, será possível compreender as diferentes modalidades de inclusão que se implementam a partir das políticas e programas de governo.

    Unitermos: Inclusão. Esporte. Deficiência.

 

Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 275, Abr. (2021)


 

Introducción 

 

    En la Argentina el concepto de inclusión social se ha generalizado en las últimas dos décadas cargando un fuerte sentido político y ético-moral. La inclusión aparece como un término polisémico, aunque todas las políticas y programas estatales dan por sobreentendido su sentido (Diez et al., 2015). En esta línea, a partir del análisis del Informe sobre el Derecho a la Educación de las Personas con Discapacidad,1 Skliar (2008) extrae una conclusión principal:

    (…) la inclusión “es”, al fin y al cabo, lo que hagamos de ella, lo que hagamos con ella. No “es” en sí misma, por sí misma, desde sí misma, por propia definición. Así, tendríamos que ver en boca de quiénes aparece la palabra “inclusión” y no tanto qué significa la palabra inclusión. (p. 6)

    A partir de lo expuesto hasta aquí resulta necesario adherir a la propuesta de Bamonte (2008), quien sostiene que se debe analizar qué y cómo se delimitan los espacios de adentro y afuera, de inclusión y exclusión. En este caso, el análisis debe hacerse contemplando la especificidad del campo del deporte para las personas con discapacidad (en adelante, PCD).

 

    Es por ello que en este trabajo se retomarán algunos resultados de una investigación reciente sobre el tema (Carrizo Páez, 2020) con el objetivo de describir y analizar una serie de tensiones en torno a la inclusión deportiva de las PCD. A partir de estas tensiones y sus configuraciones se podrán comprender las distintas modalidades de inclusión que se implementan desde las políticas y programas gubernamentales.

 

Los usos de la inclusión en los programas gubernamentales de deporte para PCD 

 

    En una investigación previa (Carrizo Páez, 2020) se advierten los diferentes usos que se hacen de la noción de inclusión de PCD dentro de las políticas deportivas. Existe una referencia permanente al término inclusión para justificar los diferentes programas gubernamentales y sus actividades.

 

    A fin de analizar ¿qué es? o ¿qué se entiende? por inclusión deportiva de PCD cada vez que se hace referencia ella, se sigue la lógica que plantea Skliar (2008, p. 6), quien sostiene: “(…) la inclusión “es”, al fin y al cabo, lo que hagamos de ella, lo que hagamos con ella.”

 

    En este sentido y con la intención de comprender desde la perspectiva de los propios actores, qué es y cómo se lleva adelante la inclusión dentro de la órbita gubernamental de deportes, se analizan las prácticas inclusivas que tales actores realizan y qué usos hacen de ella.

 

Las tensiones que delimitan lo que se hace y dice sobre la inclusión deportiva de PCD 

 

    A partir de la investigación de Carrizo Páez (2020) se identifican tres tensiones que caracterizan diferentes modalidades de inclusión deportiva de PCD según: tipo de participación, tipo de práctica y tipo de orientación. Estas tensiones no son independientes entre sí y sólo se comprenden en su accionar mutuo.

 

    A continuación, se exponen las características propias de tales tensiones y en el próximo apartado se presentarán las diferentes modalidades de inclusión deportiva de PCD que se llevan a cabo en los programas gubernamentales.

 

Primera tensión: Tipo de participación ¿grupos específicos o mixtos? 

 

    Un primer interrogante que se plantea entre los distintos actores de los programas deportivos es el referido al perfil del participante, a la manera en que las PCD podrían participar en un deporte: ¿Qué personas pueden realizar deporte? ¿Entre quiénes se realizan las actividades?

 

    Para algunos actores, las actividades deportivas son inclusivas por el sólo hecho de ser realizadas por las PCD. Es decir, la posibilidad de que una PCD haga un deporte lo hace inclusivo, aunque éste sea practicado por un grupo específico de sujetos con una misma discapacidad.

 

    Para otros actores lo que hace inclusivo a un deporte es que las PCD y sin discapacidad puedan realizarlo juntos, como si se tratara de un grupo mixto entre ellos. Es decir, lo inclusivo atañe a las actividades que se hacen en conjunto.

 

    Esta diferenciación sobre los tipos de participación se encuentra en concordancia con la clasificación de Lizalde Gil, y Llano Ruiz (2009), quienes plantean la existencia de dos tipos de práctica deportiva: en grupo específico y en grupo inclusivo. El primer tipo se refiere a la práctica entre PCD solamente, realizando un trabajo conjunto al margen de las actividades que puedan estar realizando las personas sin discapacidad. En cambio, la práctica en grupo inclusivo hace mención a que las PCD comparten todas las actividades físicas y deportivas con personas sin discapacidad.

 

Segunda tensión: Tipo de práctica ¿deportes adaptados o convencionales? 

 

    Otra cuestión que se presta a discusión es la relativa a qué característica debe cumplir la práctica deportiva para ser considerada inclusiva. En la tensión anterior (Tipo de Participación) se cuestionaba entre quiénes se debe realizar un deporte, pero esta segunda tensión da cuenta de la forma o el cómo esa actividad debe ser realizada para calificarla como inclusiva: convencional o adaptada. Lo que en realidad se problematiza aquí son las características de normalidad y exclusividad que presenta el deporte convencional versus el adaptado.

 

    Algunos sujetos consideran que las PCD pueden realizar los mismos deportes que aquellos sujetos sin discapacidad, pero con adaptaciones. Estas adaptaciones se dan principalmente a nivel de reglamento para asegurarse de dos cosas. En primer lugar, que sea cual fuere el tipo de discapacidad, las PCD puedan participar en una disciplina deportiva. En segundo lugar, reunir a las PCD en grupos específicos que aseguren la igualdad de condiciones para la competencia.

 

    En síntesis, la idea que subyace es que existiría, por un lado, un deporte normal o convencional que puede ser practicado por cualquier persona promedio. Y, por otro lado, existiría un deporte adaptado exclusivo para aquellos sujetos que, en razón de su discapacidad, no pueden realizar alguna de las disciplinas del deporte convencional.

 

    Algunos autores (Hernández Vázquez, 2000, 2015; Reina Vaíllo, 2014) se han ocupado de elucidar el sentido de un deporte normalizado, es decir, remitiéndolo a aquellas situaciones en donde las PCD realizan un deporte respetando las mismas reglas y condiciones que aplican a las personas sin discapacidad.

 

    Ahora bien, existe una posición diferente respecto a las categorías de normalidad y exclusividad que definen al deporte adaptado y convencional. Algunos actores no acuerdan con dicha concepción por dos motivos principales. En primer lugar, no consideran que el deporte convencional sea una actividad rígida o natural que no admita la participación de PCD, sin que esto lo transforme en una disciplina adaptada. En segundo lugar, esta desnaturalización del deporte convencional también se extiende al deporte adaptado, es decir, que las personas sin discapacidad también podrían participar de una disciplina adaptada, siendo similar a lo que algunos autores denominan integración inversa. (Reina Vaíllo, 2014; Wedgwood, 2014)

 

    Se podría decir que, desde esta lógica, hay un proceso de escisión entre un determinado tipo de práctica deportiva y quienes serían sus “participantes naturales”: deporte convencional-personas sin discapacidad; deporte adaptado-PCD. En todo caso, los deportes adaptados y convencionales se entenderían no en función de quién es el sujeto que lo practica, sino más bien como diferentes disciplinas deportivas que pueden ser realizadas por cualquier sujeto.

 

Tercera tensión: Tipo de Orientación ¿deporte participativo o de rendimiento? 

 

    Esta tensión resulta fundamental y permite una mayor comprensión de los sentidos y discusiones en torno al Tipo de Participación y Tipo de Práctica. Mientras que las tensiones anteriores permitieron analizar quiénes pueden participar de las actividades y cómo se deberían practicar para ser catalogadas de inclusivas, esta nueva tensión organiza a las demás en tanto que da cuenta de qué se entiende por deporte.

 

    El poder dar cuenta de ¿qué es el deporte? permite conocer el tipo de orientación que tienen las actividades de los diferentes programas gubernamentales y conocer estas orientaciones posibilitará una comprensión más profunda acerca de qué actividades deportivas son consideras inclusivas y cuáles no.

 

    Si se parte de la concepción más común sobre el deporte adaptado, se puede sostener que éste englobaría todas las disciplinas deportivas que se adecuan a personas con diferentes tipos de discapacidad (visual, auditiva, física o intelectual). En algunos casos, los deportes convencionales adaptaron una serie de parámetros para poder ajustarse a las necesidades de las personas que comparten un tipo de discapacidad y en otros casos, se trata de deportes nuevos que fueron diseñados a partir de las necesidades y especificidades de una determinada discapacidad (Pérez-Tejero, Reina, y Sanz, 2012). Pero más allá de la diferenciación entre deporte adaptado y convencional y su problematización (Tipo de Práctica), aquí aparece una tensión de tipo central, la cual remite a la diversidad de acepciones del deporte adaptado, las que van desde el deporte salud, recreativo, hasta el deporte de competición o de alto rendimiento (Sanz, y Reina, 2012). En el mismo sentido, Tinning (1996) diferencia dos grandes discursos que orientan el deporte: rendimiento y participación.

 

    Esta diferenciación de orientaciones del deporte se evidencia en las discusiones que aparecen respecto a las actividades que se desarrollan en el marco de los programas gubernamentales. Por un lado, en algunas situaciones se habla de un deporte de orientación al rendimiento y en otras, de un deporte orientado a la participación y recreación.

 

    Las tensiones que aparecen en el Tipo de Orientación se refieren estrictamente a la noción de deporte, al tipo de actividades que son consideradas como un deporte legítimo y, por ende, cuáles son las actividades que se deben apoyar políticamente para hablar de una verdadera inclusión deportiva de las PCD.

 

    La discusión entre deporte de rendimiento y deporte participativo o recreativo es central porque pone en juego el capital económico y simbólico de las áreas gubernamentales de deporte. Es decir, aquellos que consideran que el deporte comprende exclusivamente a las actividades orientadas al rendimiento, consideran como inclusivas las acciones que tiendan a promover y apoyar la carrera deportiva de las PCD.

 

    Desde la lógica de quienes sostienen la orientación al rendimiento, la inclusión deportiva se medirá a partir de la cantidad de oferta deportiva para PCD, la cantidad de PCD que se encuentren compitiendo y del apoyo (recursos económicos, profesionales, materiales, etc.) con que estos deportistas cuentan para continuar con su carrera deportiva. En cuanto a las actividades que no son consideras estrictamente como deporte, definidas como recreación o actividad física, tendrían una relevancia menor y necesariamente no serían una incumbencia de la órbita gubernamental de deportes. Más bien, este tipo de actividades recreativas deberían ser desarrolladas en otros ámbitos y por otros organismos gubernamentales como el sanitario o de desarrollo social.

 

    Los que apoyan la orientación participativa del deporte advierten los riesgos de la competencia y principalmente destacan los beneficios que el deporte pudiera tener y que son más importantes que la competencia misma: los vínculos de amistad y la salud. Por lo tanto, la orientación participativa se diferencia por su finalidad y objetivos. En cuanto a la finalidad, se encuentran los beneficios sociales y de salud, mientras que sus objetivos podrían encuadrarse en la cantidad de PCD que puedan realizar y sostener una actividad, en lugar de participar de competencias y desarrollar una carrera deportiva.

 

Las modalidades de inclusión deportiva de PCD 

 

    En línea con lo expuesto en el apartado anterior, sólo a partir de la correlación de las diferentes tensiones (Tipo de Participación, Tipo de Práctica y Tipo de Orientación) se podrá analizar y comprender qué se hace con la inclusión deportiva de PCD, es decir, qué modalidades de inclusión existen dentro de los organismos gubernamentales de deporte.

 

    El Cuadro 1 presenta las tensiones y sus distintas configuraciones, y a través de ellas, se pueden reconocer al menos tres modalidades de inclusión deportiva de PCD en los distintos programas de gobierno tendientes a la inclusión deportiva de PCD: Oportunidad de hacer una carrera deportiva; Posibilidad de estar con otros; y Convivencia con otros.

 

Cuadro 1. Modalidades de inclusión deportiva de PCD

Cuadro 1. Modalidades de inclusión deportiva de PCD

a.     La inclusión como la Oportunidad de hacer una carrera deportiva 

 

    La primera modalidad de inclusión deportiva de PCD consiste en que estos sujetos puedan, en primer término, acceder a realizar un deporte que se encuentre reconocido por algunas de las federaciones de deportes para PCD. Este tipo de deportes han sido diseñados en función de las características y necesidades de cada tipo de discapacidad (física, sensorial o intelectual) y se dirige específicamente a ellos. Es decir, que se trata de un deporte adaptado destinado exclusivamente a PCD.

 

    En segundo término, la inclusión implica acceder a una cada vez más variada oferta de este tipo de deportes adaptados. Esta diversificación de la oferta permite que cada vez sean más las PCD que se integren a la práctica.

 

    Finalmente, se requiere que aquellas PCD que se encuentren realizando un deporte adaptado reciban el apoyo necesario (económico, material, profesional, etc.) que les permita desarrollarse dentro del alto rendimiento para alcanzar el deporte de representacional provincial (Ligas Nacionales y Torneos o Campeonatos Argentinos) y nacional (Campeonatos Mundiales de cada disciplina y Juegos Paralímpicos). En este caso se hace referencia al deporte con orientación al rendimiento.

 

    En síntesis, esta modalidad de inclusión se caracteriza por todas las acciones que se realizan con el propósito de brindarles oportunidades a las PCD para que puedan, en función de sus propias condiciones, realizar una carrera deportiva en el alto rendimiento.

 

b.     La inclusión como la Posibilidad de estar con otros 

 

    Otra de las modalidades de inclusión deportiva de las PCD consiste en que estos sujetos puedan realizar una actividad deportiva adaptada, pero en un mismo espacio y tiempo que el conjunto de personas sin discapacidad.

 

    Ya sea que el deporte que se realice sea de orientación participativa o de rendimiento, la inclusión requiere que las PCD no se encuentren segregadas en espacios físicos o momentos que no guarden relación con la actividad deportiva que desarrollan los sujetos sin discapacidad. Este tipo de actividades inclusivas puede realizarse en simultáneo (al mismo tiempo) o en conexión (antes o después) a la actividad realizada por aquellos que no tienen una discapacidad.

 

    En síntesis, por inclusivo se entiende la posibilidad de habitar los mismos espacios, aunque las actividades sean diferenciadas. Análogamente al análisis en clave de género que Scharagrodsky (2004) realiza sobre la educación física escolar, aquí también podría apelarse a la frase juntos, pero no revueltos para hacer referencia a esta modalidad de inclusión. Es decir, lo que aquí se pretende es que las PCD puedan estar con otras personas sin discapacidad compartiendo un mismo espacio y tiempo, aunque las actividades sean diferentes para cada grupo.

 

c.     La inclusión como la Convivencia con otros 

 

    La última modalidad de inclusión se caracteriza por el hecho de que PCD y sin discapacidad puedan realizar la misma actividad en conjunto. Es decir, no sólo estar juntos en un mismo tiempo y espacio, sino también realizando la misma actividad deportiva.

 

    Los deportes que se realizan pueden ser convencionales o adaptados, pero en este tipo de situaciones no son las personas las que deben adaptarse a las reglas y características de un deporte en particular, sino más bien, los deportes se adaptan a sus participantes a fin de permitir la práctica en conjunto entre las PCD y sin ella.

 

    Sean adaptados o convencionales, los deportes pueden contemplar la competencia como elemento organizador si fuera posible, pero también puede tener un papel secundario. En este caso, el eje que organiza la actividad será la cooperación entre sus participantes, ya que el objetivo de la misma es la sola participación en función de fines sociales y de salud.

 

    Por lo tanto, esta modalidad de inclusión abarca a todas aquellas actividades en donde las PCD y sin discapacidad pueden convivir, es decir, realizar conjuntamente una misma actividad.

Conclusiones 

 

    Sirviéndose de la frase de Alabarces (1998) “¿De qué hablamos cuando hablamos de deporte?”, se podría realizar la misma pregunta sobre la inclusión deportiva de PCD en el marco de los programas gubernamentales. Y para responder a dicha pregunta se podría recurrir a otra frase, en este caso de Skliar: “(…) lo que hagamos de ella, lo que hagamos con ella” (2008, p. 6).

 

    Para comprender las actividades o enfoques que se dicen inclusivos, resulta necesario conocer qué es los que se hace en ellos. De allí la importancia de conocer lo que realmente sucede, quienes son los participantes, cómo se organizan las actividades y cuáles son sus objetivos.

 

    Por otro lado, se debe advertir que sería una equivocación creer que las diferentes modalidades de inclusión deportiva de PCD que se llevan adelante desde los organismos gubernamentales están claramente definidas y son excluyentes entre sí. De hecho, aunque se encuentre en discusión y conflicto la misma noción de inclusión, se advierten situaciones en donde los mismos actores realizan actividades que dan cuenta de modalidades diferentes.

 

    El fenómeno de la inclusión social de las PCD a través del deporte es una realidad compleja y contradictoria, la cual no puede ser reducida al tipo de participación (específico-mixto) o de práctica (adaptado-convencional).

 

Nota 

  1. Documento: Aplicación de la Resolución 60/251 de la Asamblea General, del 15 de marzo de 2006, titulada " Consejo de Derechos Humanos ": El derecho a la educación de las personas con discapacidades. Informe del Relator Especial sobre el derecho a la educación Vernor Muñoz.

Referencias 

 

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Bamonte, L. (2008). El juego y el deporte como una herramienta para la inclusión social y educativa. Jornadas de Cuerpo y Cultura de la UNLP. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Departamento de Educación Física.

 

Carrizo Páez, M. (2020). Estudio cualitativo de las representaciones sociales de la discapacidad en el marco de los programas de la subsecretaría de Deportes Social del Gobierno de San Juan 2005-2018. [Tesis Doctoral. Universidad del Salvador, Buenos Aires].

 

Diez, C., García, J., Montesinos, M. P., Pallma, S., y Paoletta, H. (2015). Discutiendo categorías... acerca de los usos (y abusos) de los términos inclusión y exclusión. Boletín de Antropología y Educación, 9, 33-39. http://repositoriouba.sisbi.uba.ar/gsdl/cgi-bin/library.cgi?a=d&c=antropo&d=9-6_htm

 

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