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ISSN 1514-3465

Estrategias para la mejora de coordinación general y 

viso-motriz en población infantil: una revisión teórica

Strategies for Improving General and Visual-Motor Coordination in Child Population: a Theoretical Review

Estratégias para melhorar a coordenação geral e viso-motora em crianças: uma revisão teórica

 

Lic. Andres Felipe Cortés Mendoza

andres.cortes@uptc.edu.co

 

Licenciado en Educación Física, Recreación y Deportes

Maestrante en Pedagogía de la Cultura Física

Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

(Colombia)

 

Recepción: 25/10/2020 - Aceptación: 22/05/2021

1ª Revisión: 26/04/2021 - 2ª Revisión: 14/05/2021

 

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Cita sugerida: Cortés Mendoza, A.F. (2021). Estrategias para la mejora de coordinación general y viso-motriz en población infantil: una revisión teórica. Lecturas: Educación Física y Deportes, 26(280), 190-203. https://doi.org/10.46642/efd.v26i280.2651

 

Resumen

    En la mejora de la coordinación motriz, durante los primeros años de vida y en la educación escolar, no se le brinda la importancia que esta etapa merece, siendo esta fase trascendental en el crecimiento de los niños y niñas, ya que es donde se constituyen principios que ayudarán a estos sujetos en años futuros a su devenir corporal. El objetivo fue realizar una revisión bibliográfica que proporcione información conceptual de procesos formativos en niños y niñas, junto con modelos de mejoramiento para la habilidad viso-motriz. Como metodología se hizo una búsqueda informativa en plataformas virtuales, bibliotecas y otros, de términos referentes al crecimiento corporal infantil, para delimitar conceptos y se obtuvieron documentos con los criterios establecidos. Como resultado se recolectaron artículos relacionados sobre información para el mejoramiento de la coordinación y la habilidad viso-motriz. Finalmente se estableció como conclusión, la descripción de hallazgos de documentos para el mejoramiento de la coordinación motriz, la influencia del crecimiento corporal y la importancia de aplicar intervenciones para perfeccionar la habilidad viso-motriz en niños y niñas.

    Palabras clave: Coordinación general. Coordinación viso-motriz. Infancia.

 

Abstract

    In the improvement of motor coordination, during the first years of life and in school education, it is not given the importance that this stage deserves, being this transcendental phase in the growth of children, since it is where they are constituted principles that will help these subjects in future years to their bodily development. The objective was to carry out a bibliographic review that provides conceptual information on educational processes in boys and girls, together with improvement models for visual-motor skills. As a methodology, an informative search was carried out in virtual platforms, libraries and others, for terms referring to infant bodily growth, to delimit concepts and documents were obtained with the established criteria. As a result, related articles were collected on information for the improvement of coordination and visual-motor skills. Finally, it was established as a conclusion, the description of document findings for the improvement of motor coordination, the influence of body growth and the importance of applying interventions to improve the visual-motor ability in boys and girls.

    Keywords: General coordination. Visual-motor coordination. Childhood.

 

Resumo

    No aprimoramento da coordenação motora, durante os primeiros anos de vida e na educação escolar, não se dá a importância que essa etapa merece, sendo esta fase transcendental no crescimento das crianças, pois é onde se constituem princípios que irão auxiliar esses sujeitos nos anos futuros para o seu desenvolvimento corporal. O objetivo foi realizar uma revisão bibliográfica que forneça informações conceituais sobre os processos educacionais de meninos e meninas, juntamente com modelos de aprimoramento das habilidades viso-motoras. Como metodologia, foi realizada uma busca informativa em plataformas virtuais, bibliotecas e outras, por termos referentes ao crescimento corporal infantil, para delimitar conceitos e foram obtidos documentos com os critérios estabelecidos. Como resultado, foram coletados artigos relacionados com informações para a melhoria da coordenação e habilidades viso-motoras. Por fim, estabeleceu-se como conclusão, a descrição dos achados de documentos para a melhora da coordenação motora, a influência do crescimento corporal e a importância da aplicação de intervenções para melhorar a habilidade viso-motora em meninos e meninas.

    Unitermos: Coordenação geral. Coordenação visual-motora. Infância.

 

Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 280, Sep. (2021)


 

Introducción 

 

    Acerca del mejoramiento de la coordinación motriz, en los primeros años de vida y en la educación escolar no se brinda la importancia que merece esta etapa trascendental en el crecimiento de los niños y niñas, pues en esta fase es donde se constituyen principios motrices que los ayudaran en su corporeidad en años futuros. Asimismo, este planteamiento corresponde a la necesidad de establecer procesos de perfeccionamiento corporal y exige una base teórica sobre lo correcto a realizar para poder estimular esta capacidad viso-motriz relevante para los niños y niñas.

 

    Sin embargo los estudios de desarrollo de la coordinación viso-motriz sobre niñas y niños en etapa de primaria escolar en el contexto nacional y regional son escasos, principalmente debido a que las investigaciones que se han realizado en población infantil se enfocan en sujetos con alguna discapacidad. También predomina la falta de intervención de profesionales calificados en las clases de Educación Física en escuelas primarias de instituciones educativas públicas, lo cual genera un desarrollo corporal deficiente en los niños con insuficiencias de coordinación motriz, dinámica general, viso-motriz, entre otras.

 

    Mientras tanto en este proceso, expertos como Ortiz, Otálvaro, Quintero, y Agudelo (2020) han podido evidenciar que “para que los niños tengan un buen desarrollo motor, no basta con que jueguen, hagan ejercicio o practiquen deporte, pues muchos otros factores inciden… con base en estas evidencias se deben programar los estímulos motrices para los niños” (p. 1), pues es importante un referente conceptual para mejorar estas habilidades y controlar técnicas de ejecución, lo cual es indispensable para evitar problemas corporales que afectarían su motricidad.

 

    Ante ello Reis, Kinal, y Reis (2018) aluden que la actividad física debe basarse en las necesidades de los alumnos, pues el objetivo es incentivar una cultura de movimiento corporal. Es así que la etapa escolar primaria es la más importantes, como afirma García (2017, p. 8), “es una etapa de gran trascendencia para el posible vivir en años futuros como persona adulta, por las consecuencias en las que influyen en el desarrollo del niño, sus capacidades y habilidades”. Igualmente para Salamanca, Naranjo, Díaz, y Salinas (2016) la población infantil denota dificultades en el desarrollo de las habilidades motoras, incluso en sujetos con un nivel intelectual adecuado sin que este problema tenga una explicación médica; además declaran “tal déficit en el desarrollo motor grueso y fino... puede ser observado desde la primera infancia en la adquisición tardía de hitos del desarrollo motor, como sentarse, gatear y caminar, y puede trascender a afectar el rendimiento en las actividades…” (p. 353). Es en esta fase de la vida donde se debe trabajar el aprendizaje motriz.

 

    Para establecer mejoras en estas habilidades motoras el docente se debe enfocar en descubrir métodos eficaces que se orienten en la atención de los participantes y que sean dinámicos al utilizarlos las sesiones de Educación Física. Cabe resaltar que para desarrollar estos conocimientos que todos los sujetos disponen, se necesita llevar a cabo experiencias prácticas, ya que se aprende a jugar jugando y se redescubre la motricidad mediante un jugar exploratorio (Lagardera, y Lavega, 2005). Esto se consigue con la intervención de un docente que logre brindar confianza y estimule el mejoramiento de la motricidad de cada persona.

 

    Además el desarrollo motriz en la etapa escolar es uno de los factores más importantes a evaluar. Los expertos Vidensék, Klopčič, Štihec, y Karpljuk (2006), indican que todo lo que no se adquiere en la infancia es difícil de compensarlo en etapas posteriores de la vida. Rose, Larkin, y Berger (1998) establecieron que una baja coordinación motriz puede generar que la motivación de los sujetos hacia la práctica de actividad física se reduzca. De la misma manera, Hardy, Reinten, Espinel, Zask, y Okely (2012) encontraron que los niños que no tienen habilidades motoras acorde a su desarrollo son constantemente relegados de los juegos organizados y esto repercute en no jugar con otros niños, lo cual puede provocar una vida de inactividad física debido a las experiencias frustrantes que tuvieron del movimiento corporal en sus inicios.

 

    Partiendo de esta concepción, Cenizo, Ravelo, Morilla, Ramírez, y Fernández (2016) demuestran que la coordinación motriz está sujeta a un proceso evolutivo complejo de mejora progresiva, que cuenta con una edad óptima de adquisición entre los 6 y los 11 años; por tal razón se hace necesario mejorar las habilidades coordinativas puesto que se relaciona con el incremento de destrezas cognitivas. El objetivo fue realizar una revisión bibliográfica que proporcione información conceptual de procesos formativos en niños y niñas, junto con modelos de mejoramiento para la habilidad viso-motriz.

 

Métodos 

 

    Se hizo un análisis exhaustivo entre bases de datos, Google Académico, documentos de bibliotecas, entre otros, sobre referentes que puedan ayudar a establecer respuestas adecuadas para la aplicación de programas con el fin de mejorar habilidades coordinativas viso-motrices en edades tempranas, y después de ello se procedió a un análisis de la literatura encontrada.

 

    En la búsqueda de la información para la realización de este artículo, se tuvo presente conceptos relativos al crecimiento corporal de niños y niñas, de los cuales las palabras clave fueron: Coordinación, visual, motriz, infancia, corporal. Estos términos también se utilizaron en idioma inglés: Coordination, visual, motor, childhood, body. Así mismo se emplearon en portugués: Coordenação, visão, motora, infantil, corporal.

 

    En esta búsqueda se obtuvieron distintos artículos para la construcción del escrito, donde se enfatizó la exploración conceptual adecuada con el fin de brindar un buen entendimiento a los lectores que les interese abordar temas referentes al proceso de la enseñanza de las capacidades planteadas.

 

    Para el uso adecuado de información y la construcción del texto, se analizaron y sintetizaron documentos lo cual permitió extraer referencias más significativas, además hizo posible establecer un orden, al terminar la búsqueda se dispuso de artículos seleccionados que tuvieron relevancia sobre el tema indagado y que quedaron incluidos en esta revisión.

 

    El resultado de la búsqueda permitió la selección de 55 referencias que cumplieron con los criterios de selección y consecutivamente se llevó a cabo una lectura crítica del escrito.

 

Resultados y discusión 

 

    Vale la pena en primera instancia resaltar lo dicho por Platonov (1995) quien indica que la coordinación es la facultad que posee una persona al realizar acciones complejas de forma eficaz y con un gasto mínimo de energía. Asimismo Weineck (2005) establece que las capacidades coordinativas están determinadas por las técnicas de regulación y dirección del movimiento, llevando al practicante a dominar de forma eficiente, distintas acciones motoras en circunstancias previstas e imprevistas, y también para aprender rápidamente los movimientos deportivos.

 

    Por tanto el planteamiento de Casas, y Ceñal (2005) considera que el desarrollo de capacidades coordinativas va de la mano con perfeccionamientos de habilidades técnicas básicas. Por consiguiente, cabe mencionar que en Ardila, Melgarejo, y Galindo (2017) la edad influye en la capacidad de ejecución de habilidades motrices básicas, y, enfatiza la importancia de un adecuado acompañamiento en la enseñanza y practica de actividad física. Por esto Jiménez Ortega (2007) explica que para que los movimientos se vayan adaptando con propósito establecido, se deben trabajar habilidades motoras no automáticas, en donde la dinámica general sea pilar para alcanzar esta coordinación.

 

    De esta manera se resalta que sobre dinámica general se han establecido nociones en la que Seirulo (1993) expresó, que consiste en el desplazamiento del cuerpo de un lugar a otro del espacio, con la totalidad o un menor porcentaje de los segmentos corporales. Asimismo Sugrañes et al. (2007) agregó, que es la capacidad de lograr mover de manera armónica las partes del cuerpo en diversas situaciones. Se debe agregar que esta capacidad acoge movimientos globales que permiten un desplazamiento en el espacio y tiempo de todas las partes del cuerpo.

 

    Femia, González, y Pérez (2011) plantean que los cambios producidos a través del crecimiento corporal conducen al desarrollo motor manifestado en una conducta motora, que es el resultado de habilidades motrices integradas y mecanizadas para lograr destrezas complejas; a partir de lo anterior se entiende en Rodríguez, Yuste, y Yuste (2007) que el largo proceso de adquirir destrezas y habilidades motoras comienza desde la lactancia y recibe influencias a lo largo de la vida por los estímulos motrices que se brinden. Es por esto que para Álvarez (1983) cuando el cuerpo responde a un estímulo manual, corporal o visual y se adapta positivamente a este, se le conoce como coordinación viso-motriz.

 

    Ahora, al hablar de coordinación viso-motriz, Rodríguez, Yuste, y Yuste (2007) la definen como la respuesta corporal instantánea y adecuada que sucede luego de la aparición de un objeto en el campo visual, pero para lograr un buen estado viso-motriz. Rodríguez et al. (2016, p. 248) formulan que “es preciso tener previamente un esquema corporal adecuado (experiencia subjetiva del propio cuerpo), unido a una adecuada información sensorial aferente y el dominio de dicho esquema motor que permitirán una respuesta motora eficaz”. Además explica Velasco et al. (2017) que los niños con dificultades en la coordinación viso-motora tienen inconvenientes en adaptarse a las distintas exigencias del medio, por lo cual se amerita su respectiva intervención y para lograr esta pericia se deben establecer procesos que sean competentes a nivel motriz desde la coordinación motriz y las habilidades motrices.

 

    Con respecto a la coordinación motriz Grosser, Starischka, y Zimmermann (1991) la definen como la sistematización de acciones parciales en función de un gesto corporal, en donde se unen tareas internas como externas para la realización de movimientos dependiendo la situación. Se debe agregar que Schreiner (2002, p. 5) la puntualiza como “la acción combinada del sistema nervioso central y de la musculatura esquelética encaminada al desarrollo de un movimiento planificado”. Del mismo modo, Muñoz (2009) la detalla como la capacidad de ordenar y organizar las acciones motrices orientadas hacia un objetivo determinado con precisión, lo que requiere la actividad del sistema nervioso que integra todos los factores motores, sensitivos y sensoriales necesarios para la realización adecuada de movimientos. Por eso esta capacidad requiere de un progresivo descubrimiento del cuerpo humano en edades tempranas, con estímulos que conlleven al desarrollo motriz y cognitivo.

 

    Estudios como el de Burgi et al. (2011) revelan que la coordinación motriz esta agrupada de gran medida a la competitividad percibida del desarrollo de las capacidades físicas y a un peso saludable. Además, Ruiz, Mata, y Moreno (2007) descubrieron que existe una fuerte relación entre aptitudes motrices generadas o no en la infancia y su manifestación en edades posteriores. Sumado a esto, para Rosa, García, y Pérez (2017) es indispensable y además un deber, propiciar el desarrollo óptimo de la coordinación motriz en la etapa de primaria escolar.

 

    Otro punto es que para contribuir al desarrollo progresivo de la coordinación motriz y las habilidades motrices, Cenizo, Ravelo, Morilla, Ramírez, y Fernández (2016) dan como medio eficaz la etapa escolar, porque al encaminar estas capacidades se benefician también aspectos conductuales, intelectuales y cognitivos que favorecerán a los niños y las niñas. En este sentido la práctica de actividad física para Hulteen, Morgan, Barnett, Stodden, y Lubans (2018) indica el nivel de competencia motriz, ya que puede condicionar el estilo de vida de los niños y las niñas; también expresan que tener niveles bajos de esta capacidad influirá negativamente en la salud de estos sujetos. Para contribuir y fortalecer las habilidades motrices, en distintos trabajos, Caminero (2006), Guillén, García, Guillén, y Sánchez (2003), Castañer, y Camerino (2010), Jekauc, Wagner, Herrmann, Hegazy, y Woll (2017) recomiendan las actividades físico deportivas extraescolares, puesto que se entiende que en ellas se enfatizan y mejoran conceptos motrices, que en las clases formales de educación física de la escuela no se tomaron a fondo.

 

    De acuerdo con Schöemaker, Niemeijer, Reynders, y Smits (2003) las intervenciones a edades tempranas, en medios llenos de posibilidades de acción donde se estimule a realizar actividades físicas, consiguen facilitar un desarrollo y crecimiento que logra aminorar la gravedad de algunos inconvenientes que los niños y las niñas poseen, a la vez que ayudan a mejorar la conducta social. En este aspecto influye la eficacia motriz y el rendimiento del cuerpo que para González, y González (2010, p. 7) está “basada en la adquisición de técnicas corporales bajo la concepción de un cuerpo sometido a leyes anatómicas, fisiológicas y biomecánicas”, y por esto desde los primeros años en la Educación Física el objetivo primordial, es generar un estado adecuado en la salud corporal.

 

    En efecto al plantear temas de enseñanza y aprendizaje Avella, Ramos, y Maldonado (2015) establecen que aunque sea cualquier tipo de área en la que se enfatice, en este caso motriz, se requiere saber qué medios utilizar para poder transferir estos conocimientos. Asimismo para enfatizar estos métodos, es esencial en edades de primaria escolar focalizar la actividad lúdica o el juego, lo cual frente a lo expuesto Sánchez (2015) indica que la lúdica es un factor importante para el crecimiento personal pues favorece a la realización de sesiones de forma amena. Además vale la pena señalar que el juego se establece como una realidad para el niño, que gracias a este medio se genera espontaneidad, también una imitación realista de cualquier aspecto de manera ágil, junto con lo más importante que es la alegría con la que se transmite.

 

    De la misma forma Campo (2010) contempla al juego como una valiosa ayuda que estimula el desarrollo global y la inteligencia infantil y que, al mismo tiempo, colabora en la adquisición de esquemas y estructuras que facilitan la elaboración de operaciones cognitivas. Para Gallardo, y Gallardo (2018, p. 42) el juego, “incide de manera muy positiva en el desarrollo de la psicomotricidad, da información acerca del mundo exterior, fomenta la génesis intelectual y ayuda al descubrimiento de sí mismo”. Además para Herranz (2013) el juego supone un medio fundamental de interacción con los niños y niñas de edades similares y, junto con esto incita el hallazgo de nuevas emociones y deseos que estarán presentes en distintos momentos de la vida. Por su parte, Gómez (2012) expone que es fundamental que el niño aprenda a vivir la situación constante de juego, el cual le propicia conocer el mundo y los agentes que le rodean, e incluso servirá para su autoestructuración y adaptación al mundo.

 

    Para Montero (2017) el juego es una actividad esencial para lograr un desarrollo íntegro en los niños y las niñas, debido a que sin este para Morote (2008) las personas no podrán formar habilidades enfocadas a la creatividad, imaginación, socialización, afectividad, espíritu constructivo, sistematización de acciones, junto con deficiencias en crítica y comunicación. Por estas razones se concibe al juego como un modo de interactuar, con situaciones que se presentan en la cotidianidad de una manera placentera sin las preocupaciones de la realidad. También en la investigación de Iturbe (2015) se enfatiza el poder del juego, ya que ofrece diversas posibilidades para desarrollar temas curriculares en las sesiones de clase en la educación primaria, siendo este un aspecto motivacional para el acercamiento del aprendizaje de los niños.

 

    Se relaciona también con lo establecido por Claparède (1983, p. 157) el cual direcciona al juego como “el puente que va a unir la escuela y la vida; el puente levadizo mediante el cual podrá penetrar en la fortaleza escolar, cuyas murallas parecían separarla para siempre”. Siguiendo esta línea para Linaza (1991) el juego contribuye a desarrollar estructuras mentales. Más aun en la estructuración del juego adecuado, Piaget, e Inhelder (2007) establecieron cuatro categorías de juegos, las cuales son: juegos de ejercicios, juegos simbólicos, juegos de reglas y juegos de construcción. Los juegos de reglas son los que mejor se articulan en la edad de la primaria escolar, ya que para Montañés (2003) estos juegos aparecen entre los cuatro a siete años con reglas simples y directamente unidas a la acción. Esta categoría de juego perdura hasta los 12 años, donde los juegos evolucionan hasta llegar a reglas complejas, con abundancia de valores lógicos y estratégicos.

 

    Todavía cabe señalar que en Montañés (2003, p. 18) son fundamentales porque “contribuyen al aprendizaje de las habilidades sociales, de cooperación, competencia, amistad, control emocional y concepto de norma”. De este modo también para Gallardo, y Gallardo (2018, p. 45) “Estos juegos son fundamentales para lograr el desarrollo integral del niño en la etapa de educación infantil, ya que permiten al niño desarrollar las habilidades motoras finas, la coordinación óculo-manual y las capacidades de análisis y síntesis...”; gracias a este medio el niño aprende a asimilar nuevos conceptos y prepara situaciones del mundo adulto de manera divertida.

 

    Además el énfasis de los juegos de movimiento para Simón, y Lores (2013, p. 97) “representa un factor importante para el niño y una de las condiciones para su desarrollo físico y mental, pues en ellos se manifiestan las capacidades… además que desarrollan motricidad fina y gruesa, coordinación óculo-manual” junto a que los niños les gusta mucho y porque se benefician las habilidades motrices básicas y coordinativas, por medio de la interacción lúdica.

 

    Al mismo tiempo con el desarrollo de juegos se establece un método interesante en la aplicación de mejoras en la motricidad el cual se le considera como exploración motriz que para Lagardera, y Masciano (2016, p. 26) “constituye una nota, ineludible para que las personas puedan redescubrir su motricidad originaria, dando respuestas únicas a cada aspecto de la vida cotidiana logrando competencias para vivir en bienestar”. Hay que mencionar además en Masciano, y Lagardera (2012) se ve a Movitransfer como un método ágil en donde se propicia la autoconfianza, el autoconocimiento y la autorregulación del ser, para dar respuestas adecuadas en cada situación motriz planteada.

 

    Habría que decir también del método de Lagardera, y Lavega (2011) qué al concebirse cada persona como un ser único y singular, resulta coherente abogar por un cambio radical en los sistemas motrices que pongan a la persona en el centro de su interés. Desde esta perspectiva de aplicabilidad de métodos y programas para el mejoramiento de capacidades locomotoras, las conductas motrices se convierten en un medio conveniente para lograrlo. Esto debido a que la acción motriz de desanudarse, se puede realizar en cualquier lugar, además con la libertad que implica el poder durar todo el tiempo que se necesite en cada ocasión.

 

    De igual manera se encuentra la danza como dinámica de mejorar la coordinación motriz. Diniz (2017) concluyó que esta práctica se viene estableciendo en espacios de conmemoraciones y confraternizaciones sociales, y, continua un proceso de aproximación con otros campos, como el recreativo y de trabajos educativos. Cabe destacar que para Moura, Nascimento, y Cruz (2018, p. 50) “la danza es contemplada en la educación física escolar como el medio que puede permitir a los estudiantes desarrollar habilidades corporales, sentimientos, significados, acceso a principios de cultura, salud y valores pedagógicos”. Por ello García (2003) explica que es muy útil para brindar un adecuado desarrollo, debido a la corrección instantánea que le brinda el acompañamiento íntegro del instructor en sus movimientos y secuencia de gestos. Además es preciso señalar que la danza para Padilla, y Hermoso (2003) es definida como la unión de gestos corporales realizados con ritmo y armonía con el fin de ejercitar al danzante, para brindarle placer a este y a quien lo contempla. Además esta práctica es un referente lúdico, que relaja músculos y libera tensiones; también que en ella se aprende con movimientos de nuestro cuerpo como con los de otro u otros, y, al ser armonioso el gesto logra transmitir emociones.

 

Conclusiones 

 

    Así que por lo expuesto en las distintas investigaciones para establecer mejoras en el esquema corporal, cognitivo y social en esta etapa, se requiere de intervenciones lúdicas direccionadas de forma efectiva y precisa. Por esta razón el juego es un medio apropiado que conlleva al buen desarrollo de las capacidades en los niños y niñas, además, es estimulante adecuado para generar en estos sujetos de forma divertida acciones motrices que le ayudaran en su corporalidad y a desenvolverse en situaciones futuras que requieran un grado de complejidad en su ejecutar motriz.

 

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Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 280, Sep. (2021)