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ISSN 1514-3465

 

Efectos del entrenamiento de fuerza sobre el rendimiento 

en futbolistas. Medido a través del cambio de dirección

Influence of Strength’s Increase on Soccer Players’ Performance. Measured through Change of Direction

Efeitos do treinamento de força no desempenho de jogadores de futebol. Medido através da mudança de direção

 

Gustavo Vallejo Ruano*

gustavovallejo2@hotmail.com

José Alfonso Morcillo Losa**

jamlosa@ujaen.es

 

*Doctorando por la Universidad de Jaén

Preparador Físico y Readaptador

**Granada CF

Universidad de Jaén

(España)

 

Recepción: 08/05/2020 - Aceptación: 18/04/2021

1ª Revisión: 21/01/2021 - 2ª Revisión: 14/04/2021

 

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Cita sugerida: Vallejo Ruano, G., y Morcillo Losa, J.A. (2021). Efectos del entrenamiento de fuerza sobre el rendimiento en futbolistas. Lecturas: Educación Física y Deportes, 26(280), 85-100. https://doi.org/10.46642/efd.v26i280.2230

 

Abstract

    El objetivo del presente estudio fue analizar la posible relación entre un trabajo de fuerza y el aumento del rendimiento en futbolistas (medido a través del cambio de dirección, CDD) y en la prevención de lesiones. Para ello, se contó con una muestra de 16 futbolistas de alto nivel pertenecientes al Granada CF con experiencia en trabajo de fuerza. Se realizó un test para medir el CDD en diferentes angulaciones (90º, 120º y 180º) medido con células fotoeléctricas. También se registró la potencia en diferentes acciones (salida frontal, lateral y de espaldas en VersaPulley), y la fuerza en una prensa de piernas (medida a diferentes cargas). Además se realizó un seguimiento de las lesiones manifiestas los 3 años precedentes al proceso de intervención como durante el mismo, con una duración de 3 meses. Tras el periodo de intervención que consistió en un programa de fuerza con predominio excéntrico, se observó un aumento en los niveles de potencia/fuerza adquiridos. Además, se encontró una correlación positiva entre el trabajo de fuerza con predominio excéntrico y la mejora en acciones como el cambio de dirección. Por otro lado, el porcentaje lesivo global del equipo fue menor que antes del programa de intervención. Por tanto, la relación entre la fuerza con predominio excéntrico y el rendimiento en las acciones del fútbol fue positiva, de igual modo que con el porcentaje lesivo de los sujetos evaluados.

    Palabras clave: Fútbol. Lesiones en deportes. Rendimiento deportivo. Fuerza muscular.

 

Abstract

    This article aims to analyze the possible relation between a strength workout plan and its correspondence with an increase in the performance of soccer players. The data was measured regarding the change of direction (COD) and the prevention of injuries. In order to do this, a sample of 16 professional soccer players from the team Granada CF with experience with strength workout plans was used. A test in different angles (90º, 120º y 180º) was carried out to measure the COD with photoelectric cells. Power was also registered in different actions (forward, lateral and backwards acceleration in VersaPulley), and strength in a leg press, measured at different loads. Furthermore, a follow-up of the injuries shown in the 3 years prior to the intervention process, as well as during the 3 months of the intervention process was carried out. After the intervention period consisting in a strength program made up predominantly of eccentric exercises, an increase in the level of power/strength acquisition was observed. In addition, a high co-relation between the strength workout with a predominance of eccentric work and an improvement in actions such as the change of direction was noted. On the other hand, the global percentage of injuries on the team was lower than prior to the start of the intervention program. Therefore, the relation between strength with a predominance of eccentric work and the performance in soccer moves was positive, as well as the percentage of injuries in the assessed players.

    Keywords: Soccer. Sports injuries. Sports performance. Muscular strength.

 

Resumo

    O objetivo deste estudo foi analisar a possível relação entre o trabalho de força e o aumento do desempenho em jogadores de futebol (medido por meio de mudança de direção, MDD) e na prevenção de lesões. Para fazer isso, houve uma amostra de 16 jogadores de futebol de alto nível do Granada CF com experiência no trabalho de força. Foi realizado um teste para medir a MDD em diferentes ângulos (90º, 120º e 180º) medidos com células fotoelétricas. A força em diferentes ações (chute frontal, lateral e para trás no VersaPulley) e a força no leg press (medida em diferentes cargas) também foram registradas. Além disso, as lesões evidentes foram acompanhadas 3 anos antes do processo de intervenção, bem como durante o mesmo, com duração de 3 meses. Após o período de intervenção, que consistiu em um programa de força predominantemente excêntrico, observou-se um aumento nos níveis de potência/força adquiridos. Além disso, foi encontrada uma correlação positiva entre o trabalho de força com predomínio excêntrico e a melhora em ações como mudança de direção. Por outro lado, o percentual geral de lesões da equipe era menor do que antes do programa de intervenção. Portanto, a relação entre força com predomínio excêntrico e desempenho em ações de futebol foi positiva, da mesma forma que com o percentual prejudicial dos sujeitos avaliados.

    Unitermos: Futebol. Lesões esportivas. Desempenho esportivo. Força muscular.

 

Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 280, Sep. (2021)


 

Introducción 

 

    Saltar, golpear y esprintar representan los movimientos típicos relevantes para mejorar el rendimiento en muchos deportes de equipo (baloncesto, balonmano, y fútbol por ejemplo) y también de raqueta (como el tenis). Estos movimientos son considerados de moderados a rápidos dependiendo de la habilidad que el deportista tenga en generar fuerza y/o potencia muscular. (Keiner et al., 2014; Váczi et al., 2013; Brughelli et al., 2008; Jones et al., 2009; Markovic, 2007)

 

    Además de éstas acciones comentadas, los deportes de equipo y de raqueta, requieren una mejora rápida de maniobras como el cambio de dirección, carreras con presencia de zig-zags, carreras con cruces... para poder solventar los problemas que plantea el propio juego (Markovic, 2007). Dichas cualidades se han intentado mejorar desde hace décadas, presentándose como uno de los mayores retos en el campo de ciencias del deporte.

 

    Tradicionalmente se han utilizado estrategias basadas en el culturismo y la musculación dónde predominaban ejercicios con un alto volumen de repeticiones, una carga relativamente baja y una velocidad de ejecución no correspondiente a la naturaleza del deporte en cuestión. (Tous, 1999)

 

    Tras observar que los efectos no eran los esperados, y atendiendo a un análisis más exhaustivo de los movimientos representativos del fútbol, tales como aceleraciones, desaceleraciones del cuerpo, cambios de dirección o los saltos, se ha determinado que, en dichas acciones, la musculatura sufre una rápida elongación seguida inmediatamente de una fuerte contracción, lo que tradicionalmente se ha llamado ciclo estiramiento-acortamiento (CEA), dónde se utiliza la energía elástica creada durante la fase de elongación. (Váczi et al., 2013)

 

    Por tanto, viendo la similitud existente entre un entrenamiento en condiciones de CEA y los movimientos predominantes en los deportes colectivos, se podría decir, que con un trabajo de estas características podríamos estar aumentando el rendimiento, al mejorar las acciones que se dan en el juego.

 

    Sin embargo hay autores que no encontraron una correlación significativa entre fuerza y/o potencia con respecto a un mejor rendimiento en el cambio de dirección (CDD), siendo ésta de moderada a baja incluso en acciones como el esprín. (Brughelli et al., 2008; Juárez et al., 2008; Mcbride et al., 2009; Markovic, 2007; Jones et al., 2009; Váczi et al., 2013; Vilaça et al., 2010; Hori et al., 2008; Young et al., 2002)

 

    Todo ello ha generado una gran controversia y no queda tan claro que el entrenamiento de fuerza mejore con certeza el rendimiento en capacidades o acciones como el esprín y el CDD. Una de las posibles causas es que en la literatura se han podido utilizar programas de intervención donde el entrenamiento de fuerza y potencia podría ser ineficaz debido a la metodología predominante en ésta.

 

    A nuestro favor, podemos resaltar la presencia de multitud de estudios que respaldan la influencia positiva entre un aumento de fuerza y el beneficio que genera en la capacidad de correr a alta velocidad (Keiner et al., 2014;Váczi et al., 2013; Brughelli et al., 2008; Jones et al., 2009; Núñez et al., 2018; Thomas et al., 2018; Beato et al., 2019; Chaabene et al., 2018; Tous-Fajardo et al., 2016). En dichos estudios han utilizado una metodología donde o bien la carga era muy alta y se intentaba desplazar a la máxima velocidad posible (desarrollo neuromuscular) (Hoff, y Helgerud, 2004), o el programa de fuerza se basaba en la inclusión de ejercicios pliométricos y/o de carácter excéntrico. (Beato et al., 2019; 2021; Chaabene et al., 2018)

 

    Sin embargo debemos destacar que la realización de un cambio de dirección difiere en cuanto a requerimientos de fuerza o tipo de manifestación de ésta comparado con un esprín. En el CDD, actúa también una fuerza de desaceleración para poder realizar el cambio de dirección pertinente, seguido de otra fase acelerativa para poder continuar; esto hace diferente éste tipo de actuación respecto al esprín, por lo tanto la forma de mejorar dichas acciones podrían no ser las mismas.

 

    Atendiendo por tanto a la presencia de un gesto desacelerativo durante la maniobra del CDD podríamos señalar que un entrenamiento con predominio excéntrico, a priori, podría mejorar dichas aptitudes. (Beato et al., 2019; 2021; Chaabene et al., 2018)

 

    En el estudio de Hori et al. (2008) los sujetos, jugadores de fútbol australiano, con experiencia en entrenamiento de fuerza, realizaban como medio para la mejora de la potencia el ejercicio de “Hang Power Clean”, ejercicio donde el desarrollo de la potencia es máxima. Aquellos sujetos que tenían buenos valores en 1RM para dicho ejercicio (hang power clean) mejoraron el salto y el esprín, pero sin embargo no obtuvieron mejoras en el CDD. Esto sin duda es algo interesante para el análisis de nuestro trabajo, pues, a través de un ejercicio donde se mejoraban los valores de potencia de forma significativa, se obtienen resultados positivos en todos los parámetros salvo en el cambio de dirección. Estos datos podrían realzar que posiblemente el requerimiento necesario para obtener beneficios en el CDD pudieran diferir en cuanto a las creencias que se obtienen de él, debido en gran parte a la complejidad del gesto y a la variabilidad de las acciones, ya que también depende de otros factores como la angulación con la que afrontemos el CDD, la toma de decisión, etc.

 

    Es por ello que, el objetivo del presente estudio será analizar la posible relación entre un trabajo de fuerza, enfatizando en el régimen de carácter excéntrico y en la velocidad en que éste se realiza, y su correspondencia con el aumento del rendimiento en futbolistas (medido a través del cambio de dirección) y en la prevención de lesiones.

 

Método 

 

Sujetos 

 

    Para la realización del presente estudio se contó con una muestra de 16 futbolistas de élite de sexo masculino pertenecientes al primer equipo del Granada Club de Fútbol. Todos ellos tenían experiencia con el entrenamiento de fuerza de forma regular. El estudio se realizó dentro de los parámetros de la ética en investigación donde los participantes aprobaron la utilización y divulgación de los datos registrados.

 

Evaluación inicial 

 

    La evaluación inicial se llevó a cabo antes de comenzar el programa de intervención. Ésta fue dividida en dos apartados, por un lado se recogió el historial previo de lesiones de cada jugador de los 3 años anteriores. Por otra se procedió a la evaluación integral del rendimiento del deportista.

 

    La valoración del rendimiento se llevó a cabo a través de varios test. Por un lado se evaluó el tiempo en el CDD medido a través de células fotoeléctricas (kit Witty de Microgate) donde se analizaban los CDD con angulaciones de 180º, 120º y 90º precedidos y seguidos de una distancia de 10 metros puesto que según varios autores es la distancia óptima para afrontar un CDD (Keiner et al., 2014; Váczi et al., 2013; Vilaça et al., 2010; y Cronin et al., 2008)

 

    En cuanto al tipo de angulaciones utilizadas para medir el CDD se decantó en la utilización de tres: 180º, 120º y 90º, debido a que son las que comúnmente utilizan la mayoría de los autores revisados (Keiner et al., 2014; Jones et al., 2009; Young et al., 2002) al ser las que mejor representan todas las angulaciones que se requieren en una acción determinada, ya que son muy distintas entre ellas, abarcando por tanto el máximo espectro posible (cualquier recorrido será similar a una de estas medidas).

 

Imagen 1. Fotograma de la prueba de CDD

Imagen 1. Fotograma de la prueba de CDD

Fuente: Autores

 

Imagen 2. Evaluación de la fuerza: prensa de piernas

Imagen 2. Evaluación de la fuerza: prensa de piernas

Fuente: Autores

 

    Por otra parte, se hizo una evaluación de la fuerza y la potencia del futbolista. Dicha evaluación fue llevada a cabo mediante una monitorización de ésta a lo largo de los entrenamientos realizados (Tous, 1999), dónde se podía ver la tendencia que sufre la curva de fuerza-velocidad a lo largo del periodo de intervención. Dichos resultados se expondrán más adelante, al llegar al apartado de resultados finales donde se valora el progreso del sujeto.

 

    Además, se evaluó el registro de fuerza/potencia generada en la prensa de piernas pre y post intervención.

 

    Por último, se valoraron posibles desequilibrios entre grupos musculares de una pierna con respecto a otra, ya que desequilibrios entre la musculatura flexora y extensora de rodilla así como desequilibrios bilaterales entre los mismos grupos musculares, son un factor de riesgo elevado para la aparición de lesiones en los jugadores. (Daneshjoo et al., 2013; Houweling et al., 2009; Croisier et al., 2008)

 

    Sin embargo y debido a que se prescindió de una maquina isocinética con la cual poder medir la relación entre la musculatura flexora y extensora de la rodilla, se comparó la fuerza entre una pierna y la otra a través de ejercicios unilaterales monitorizados.

 

    Para determinar la fuerza generada en los extensores de rodilla se efectuó una prensa de piernas de forma monopodal, pudiendo de ésta forma detectar desequilibrios entre ambos miembros.

 

    De igual modo, para los extensores de cadera dónde se utilizó una extensión de cadera en polea cónica “patada de isquio” donde de igual modo se podía comparar una pierna con la otra.

 

    Ambos datos fueron recogidos a través del SmartCoach para su posterior análisis.

 

Intervención 

 

    El protocolo de entrenamiento se basaba en 2 entrenamientos de fuerza a la semana además de los entrenamientos correspondientes con el equipo (3 ó 4 a la semana) durante un periodo de 3 meses.

 

    El programa consistía en, por un lado, el entrenamiento de la potencia, donde se focalizaba el progreso de dos parámetros fundamentalmente:

  1. El incremento de la potencia máxima (power Endurance) siendo ésta la capacidad de mantener en una serie la potencia óptima el mayor tiempo posible.

  2. Aumento del RPA (repeated power ability), capacidad de repetir el power Endurance, es decir, la capacidad de repetir las series.

    Por otro lado se propuso el incremento de fuerza durante la contracción excéntrica del movimiento, a través de la llamada sobrecarga excéntrica, donde los sujetos debían detener el movimiento en el último rango de éste.

 

    Se incorporó a todo éste proceso la inclusión de elementos o acciones que provocaban fluctuaciones en la manifestación de la fuerza, intentando que sea lo más cercano a lo que realmente se demanda en el juego.

 

Gráfico 1. Programa de Entrenamiento

Gráfico 1. Programa de Entrenamiento

 

    Para ello, los ejercicios seleccionados consistían en la reproducción de diferentes tipos de movimientos específicos del juego (salidas frontales, laterales, de espaldas, squats con balanceo, etc.) realizados a través de sistemas isoinerciales (VersaPulley y sistemas YoYo) donde podíamos implicar paralelamente esa producción de potencia junto con los requerimientos ya mencionados de la contracción excéntrica.

 

    Todos los entrenamientos fueron monitorizados a través del sistema SmartCoach. Dos semanas antes del inicio del programa se les instruyó en el uso de este tipo de sistemas con su posterior adaptación a ellos.

 

Resultados 

 

    A continuación se muestran los resultados de la media de todos los sujetos, obtenidos en la monitorización de la fuerza de los diferentes desplazamientos evaluados (frontal, lateral y de espaldas) con el sistema isoinercial VersaPulley.

 

Gráficos 2 y 3. Salida de espaldas polea cónica; I-D

Gráficos 2 y 3. Salida de espaldas polea cónica; I-D

 

Gráficos 4 y 5. Salida frontal polea cónica; I-D

Gráficos 4 y 5. Salida frontal polea cónica; I-D

 

Gráficos 6 y 7. Salida lateral polea cónica; I-D

Gráficos 6 y 7. Salida lateral polea cónica; I-D

 

    En estos gráficos se puede observar bien el aumento de potencia adquirido a lo largo del tiempo de intervención en la media de los resultados de todos los jugadores. Además, podemos observar cómo al final del periodo de intervención pequeños desequilibrios existentes entre una pierna y otra (posiblemente debido a las prestaciones unilaterales del juego) igualan sus niveles de potencia, no siendo del mismo modo al comienzo del programa. En ese momento, en general, era la pierna izquierda la que producía más potencia que la derecha, probablemente marcado por un predominio de jugadores donde la pierna dominante era la derecha. Se podría afirmar por tanto que, además de conseguir un aumento de potencia, el desequilibrio entre una pierna y otra fue resuelto con éxito, quizás debido a la inclusión del trabajo unilateral en el programa de intervención.

 

Resultados obtenidos en la relación de fuerza y aumento de CDD 

 

    Uno de los objetivos principales de nuestro trabajo consistía en observar si un aumento en la fuerza y la potencia podrían influir positivamente en el rendimiento de un futbolista medido a través del cambio de dirección.

 

    A continuación se muestra la media de los resultados de los sujetos analizados, obtenidos para los cambios de dirección evaluados (180°, 120° y 90°), donde podemos analizar tanto la capacidad de aceleración de los jugadores, como la velocidad de afrontar el cambio de dirección predestinado entre otros parámetros.

 

Tabla 1. Resultados del test de CDD

Derecho

Izquierdo

16-abr

2,079

2,363

0,284

4,44

2,091

2,334

0,243

4,425

2,051

2,312

0,261

4,363

2,124

2,278

0,154

4,402

2,08

2,316

0,236

4,396

2,132

2,267

0,135

4,399

Media

2,065

2,3375

0,2725

4,4015

2,1075

2,306

0,1985

4,4135

02-jun

2,048

2,242

0,194

4,29

2,088

2,214

0,126

4,302

2,054

2,223

0,169

4,277

2,062

2,198

0,136

4,26

Media

2,051

2,2325

0,1815

4,2835

2,075

2,206

0,131

4,281

Derecho: Salida hacia lado izquierdo

Izquierdo: Salida hacia lado derecho

16-abr

1,839

2,114

0,275

3,134

1,808

2,117

0,291

3,124

1,794

2,055

0,261

3,013

1,808

2,087

0,279

3,084

Media

1,8165

2,0845

0,268

3,0735

1,808

2,102

0,285

3,104

02-jun

1,72

1,951

0,231

2,824

1,877

2,126

0,249

3,349

1,672

1,897

0,225

2,717

1,702

1,925

0,223

3,098

Media

1,696

1,924

0,228

2,7795

1,7895

2,0255

0,236

3,2235

Derecho: Salida hacia lado izquierdo

Izquierdo: Salida hacia lado derecho

16-abr

2,066

2,43

0,364

4,008

1,91

2,226

0,316

3,901

2,023

2,257

0,234

3,835

1,902

2,176

0,274

3,905

Media

2,0445

2,3435

0,299

3,9215

1,906

2,201

0,295

3,903

02-jun

1,795

2,08

0,285

3,844

1,83

2,092

0,262

3,922

1,745

1,978

0,233

3,738

2,106

2,311

0,205

3,96

Media

1,77

2,029

0,259

3,791

1,968

2,2015

0,2335

3,941

 

Tiempo en recorrer los 10 primeros metros: Velocidad de aceleración

 

Tiempo empleado en realizar el CDD;

1º. Tiempo del recorrido de 10 metros + CDD; 2º. Tiempo del CDD

 

Tiempo total

 

Media de los datos de las dos primeras medidas

 

    Si analizamos los gráficos anteriores (Gráfico 7), podremos observar cómo tanto la capacidad de aceleración como el tiempo empleado para realizar el CDD han mejorado positivamente con respecto a la toma pre-intervención.

 

    En el gráfico que se muestra a continuación (Gráfico 8), se puede distinguir cómo tanto para el CDD de 180º como para el de 90º nuestros jugadores, en general, son más rápidos realizando el CDD con su pierna menos hábil, que a su vez como han mostrado los resultados de los anteriores test es la que más fuerza genera, pudiéndose establecer por tanto una relación entre fuerza-velocidad de ejecución, siendo más considerable en el CDD 180º, donde la lateralidad cobra más protagonismo. No es así para el CDD de 120º pudiendo ser debido a una menor influencia de la pierna en dicho CDD con respecto a los otros dos, donde el ángulo de desafío del CDD es más estrecho y por tanto la producción de fuerza de una pierna es significativamente más relevante así como la habilidad para gestionar ese CDD.

 

Gráfico 8. Comparación distintos CDD

Gráfico 8. Comparación distintos CDD

 

    Por último hemos de decir que los pequeños desequilibrios presentados anteriormente fueron resueltos con éxito, y esto, junto con esos aumentos de fuerza, se pudo ver reflejado en una disminución del porcentaje lesivo general del equipo, donde se obtuvo una reducción de un 23%.

 

Discusión 

 

    Este estudio ha demostrado que un entrenamiento de fuerza con influencia en la contracción excéntrica obtuvo resultados positivos en la mejora del rendimiento en el cambio de dirección así como en la prevención de lesiones de futbolistas profesionales.

 

    Sin embargo son diferentes las fuentes que han obtenido resultados negativos entre la fuerza y los posibles beneficios en el cambio de dirección (Vilaça et al., 2010; Hori et al., 2008; Markovic et al., 2007; Young et al., 2002), hecho que en nuestra opinión y contrastándolo con diferentes autores (Keiner et al., 2014; Váczi et al., 2013; Brughelli et al., 2008; Jones et al., 2009; Beato et al., 2019; Chaabene et al., 2018; Fiorilli et al., 2020; Tous-Fajardo et al., 2016), se debe a una metodología escasa en cuanto a especificidad se refiere.

 

    Ya que en la mayoría de estudios como los realizados por Vilaça et al. (2010), Hori et al. (2008) y Markovic et al. (2007) predominan acciones ejecutadas en el componente vertical y con procedimientos bilaterales, situaciones que como reflejan los estudios de Keiner et al. (2014), Váczi et al. (2013), Brughelli et al. (2008), Jones et al. (2009). Núñez et al. (2018) y Thomas et al. (2018) carecen de sentido en un deporte donde las variables del movimiento predominan en planos horizontales y de forma predominantemente unilateral.

 

    Por lo tanto, en la especificidad de la metodología del entrenamiento de fuerza puede estar la clave para adquirir las adaptaciones que se buscan, pues es la aplicación de un tipo de estímulo lo que otorgará el resultado esperado.

 

    En el caso del fútbol, y de las acciones tan variables que ocurren en él, y en el cual se manifiesta que situaciones de aceleraciones y desaceleraciones conllevan la mayor parte del juego, creemos que la relación entre potencia y manifestaciones de fuerza con carácter excéntrico se hace indispensable en un progreso hacia el mejor rendimiento del futbolista. (Váczi et al., 2013; Tous, 2005; Beato et al., 2019; 2021; Chaabene et al., 2018; Fiorilli et al., 2020; Núñez et al., 2018; Thomas et al., 2018; Tous-Fajardo et al., 2016)

 

Conclusiones 

 

    Después de haber analizado todos los resultados obtenidos en la valoración final, podemos confirmar que un aumento en los niveles de fuerza, llevado a cabo a través de un programa de potencia y con alta influencia en el carácter de contracción excéntrica, permitieron mejorar el rendimiento en una de las acciones más destacadas en el fútbol como es el cambio de dirección; empleado como predictor del progreso acontecido en el rendimiento de los futbolistas en las situaciones del juego.

 

    También se debe destacar que no sólo se han obtenido beneficios en el rendimiento, sino que igualmente, tras el programa establecido, y de forma implícita, ha tenido una actuación directa sobre la prevención de lesiones, ya que se redujo el porcentaje de lesiones en comparación al periodo previo a la intervención.

 

    En este sentido, planteamos, que un programa de fuerza establecido tal y como se ha justificado a lo largo del trabajo podría ser idóneo para mejorar la preparación física en el fútbol, pues tanto las variables de rendimiento como de prevención de lesiones han tenido resultados positivos, sabiendo de otras muchas condiciones que ha de mejorar el propio futbolista al margen del aspecto condicional para progresar en el rendimiento absoluto, pues la peculiaridad del juego lo requiere.

 

Referencias 

 

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Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 26, Núm. 280, Sep. (2021)