ISSN 1514-3465

 

Revisión conceptual y tipología de la coordinación motriz

Conceptual Review and Typology of Motor Coordination

Revisão conceitual e tipologia da coordenação motora

 

Noel Fernando Mejía Mejía

nmejia61@hotmail.es

 

Docente de la Carrera de Educación Física

Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Miembro Sub Comisión Curricular de la Carrera de Educación Física

de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Coordinador área de Baloncesto de la Carrera de Educación Física

de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras

Entrenador de baloncesto (formación)

Doctorante en Ciencias de la Cultura Física

Universidad Manuel Fajardo, La Habana, Cuba

Máster en Entrenamiento deportivo. Licenciado en Educación Física 2002

(Honduras)

 

Recepción: 10/03/2020 - Aceptación: 27/05/2020

1ª Revisión: 28/04/2020 - 2ª Revisión: 19/05/2020

 

Esta obra está bajo licencia Creative Commons

Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional (CC BY-NC-ND 4.0)

https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es

Cita sugerida: Mejía Mejía, N.F. (2020). Revisión conceptual y tipología de la coordinación motriz.

Lecturas: Educación Física y Deportes, 25(265), 112-121. Recuperado de:

https://doi.org/10.46642/efd.v25i265.2047

 

Resumen

    Como componente del entrenamiento deportivo, está ampliamente estudiada y comprobada la importancia de la coordinación motriz para el aprendizaje motor en las distintas modalidades deportivas. Sin embargo, aún es palpable el desconocimiento de los elementos integradores de la coordinación motriz. Igualmente, es evidente la confusión que existe respecto a su definición y clasificación. El objetivo de la presente revisión bibliográfica es revisar la clasificación y la conceptualización de la coordinación motriz y las capacidades coordinativas, al tiempo que se relacionan ambos conceptos. A partir del análisis y síntesis, así como de un estudio histórico-lógico, se concluye que en la definición de la coordinación motriz se estiman distintas variables implicadas en la elaboración del movimiento corporal, considerando a las capacidades coordinativas como su fundamento. La clasificación de ambos conceptos, en especial de la coordinación motriz, se estructura a partir de modelos que estudian las características propias de las modalidades deportivas, de la actividad muscular, del desplazamiento global implicado en el movimiento, y de los estímulos visuales.

    Palabras clave: Coordinación motriz. Capacidades coordinativas. Concepto. Clasificación.

 

Abstract

    As a component of sports training, the importance of motor coordination for motor learning in different sport modalities is widely studied and proven. However, ignorance of the integrating elements of motor coordination is still palpable. Similarly, the confusion that exists regarding its definition and classification is evident. The objective of this theoretical review is to clarify the classification and conceptualization of motor coordination and coordinative capabilities, while linking both concepts. From the analysis and synthesis, as well as from a historical-logical study, it is concluded that in the definition of motor coordination, different variables involved in the elaboration of body movement are estimated, considering the coordinative capacities as their foundation. The classification of both concepts, especially motor coordination. It is structured on the basis of models that study the characteristics of sports modalities, muscular activity, global displacement involved in movement, and visual stimuli.

    Keywords: Motor coordination. Coordination skills. Concept. Classification.

 

Resumo

    Como componente do treinamento esportivo, a importância da coordenação motora para o aprendizado motor em diferentes esportes é amplamente estudada e comprovada. No entanto, a ignorância dos elementos integrantes da coordenação motora ainda é palpável. Da mesma forma, a confusão que existe em relação à sua definição e classificação é evidente. O objetivo da presente revisão bibliográfica é revisar a classificação e conceituação da coordenação motora e as habilidades de coordenação, enquanto ambos os conceitos estão relacionados. A partir da análise e síntese, bem como de um estudo histórico-lógico, conclui-se que na definição da coordenação motora são estimadas diferentes variáveis envolvidas na elaboração do movimento corporal, considerando as capacidades coordenativas como fundamento. A classificação de ambos os conceitos, especialmente coordenação motora, e estruturado a partir de modelos que estudam as características das modalidades esportivas, atividade muscular, deslocamento global envolvido no movimento e estímulos visuais.

    Unitermos: Coordenação motora. Capacidades de coordenação. Conceito. Classificação.

 

Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 25, Núm. 265, Jun. (2020)


 

Introducción

 

    A pesar de la amplia difusión teórica respecto a la importancia de la coordinación motriz para el aprendizaje motor, Ruiz, Barriopedro, Ramón, Palomo, Rioja, García & Navia (2017, p. 286) señalan que “existe un olvido en el análisis de una función como es la coordinación, considerada por numerosos autores como la piedra angular de la competencia motriz y deportiva”. En contraparte se cuestiona la poca claridad respecto al concepto de coordinación motriz; su clasificación, así como de la definición de las capacidades coordinativas y los factores determinantes de las mismas (Cenizo, Ravelo, Morilla, Ramírez & Fernández-Truan, 2016). La propia denominación es distinta; algunos autores solamente utilizan el término coordinación, este es el caso de Platonov (2001) y Huter-Becker, Schewe, & Heipertz (2006). Incluso tanto la coordinación motriz y las capacidades coordinativas, se estudian como capacidades excluyentes o bien como sinónimos. En otras ocasiones las capacidades coordinativas son asociadas con las capacidades perceptivo motrices (Rivas, 2009).Un aspecto igualmente divergente se da respecto a la clasificación de las capacidades coordinativas, esto debido a las diferencias en cuanto al número de capacidades y denominación que cada autor asigna a las mismas. De la misma manera, las distintas clasificaciones en: coordinación gruesa y fina, coordinación intermuscular e intramuscular, coordinación dinámica general, coordinación segmentaria, coordinación disociada, coordinación y equilibrio, puede llevar a dificultar la comprensión e integración de los mismos conceptos como un todo.

 

    El objetivo de la presente revisión bibliográfica es clarificar la clasificación y la conceptualización de la coordinación motriz y las capacidades coordinativas, al tiempo que se relacionan ambos conceptos.

 

La coordinación

 

    Un primer aspecto a puntualizar es la denominación. De forma general la coordinación se refiere al ordenamiento de una serie de acciones (Meinel, 1987). Según el contexto en que se use el término puede tomar distintos significados. Aunque aún no se alcance un mayor nivel de especificidad, la incorporación de la palabra motriz ayuda a ubicarse en el contexto deportivo y referirse al ordenamiento de las distintas acciones que producen el movimiento del cuerpo, parcial o global (Caminero, 2006).

 

    Asimismo, Meinel (1987) expone que la coordinación motriz, al ser un concepto multivariado puede concebirse como el ordenamiento muscular (agonistas antagonistas), la coordinación neuromuscular (intramuscular), el ordenamiento de las fuerzas internas (sinergias). Las definiciones que a continuación se exponen tienen en común la inclusión de las variables expuesta por el citado autor.

 

    Le Boulch (1976, p. 49) expone que la coordinación motriz “es la interacción, el buen funcionamiento del sistema nervioso central y la musculatura esquelética durante el ejercicio, la organización de las sinergias musculares para cumplir un objetivo, por medio de un ajuste progresivo, conduce a la estructuración de una praxis”.

 

    Grosser (1991, p. 16) manifiesta que es:

    La organización de todos los procesos parciales de un acto motor en función de un objetivo motor preestablecido. Dicha organización se ha de enfocar como un ajuste entre todas las fuerzas producidas, tanto internas como externas, considerando todos los grados de libertad del aparato motor y los cambios existentes de la situación.

    Hafelinger & Schuba (2010) señalan que la coordinación es la acción simultánea entre el sistema nervioso central como órgano regulador y de la musculatura como órgano efector en la ejecución de un gesto motor.

 

    Verkhoshansky (2018) resalta que en la coordinación motriz se regulan las fuerzas externas e internas, para el óptimo aprovechamiento de los recursos en el logro del objetivo deportivo. El autor previamente citado, declara la importancia de la relajación e inhibición de grupos musculares para desarrollar los procesos coordinativos involucrados en el movimiento.

 

    De lo expresado, se concretan aspectos coincidentes y relevantes para la conceptualización de coordinación motriz: en primer lugar, se destaca la presencia de fuerzas que deben ser controladas mediante el ordenamiento de los componentes estructurales y de los sistemas reguladores y efectores del movimiento; en segundo lugar, la producción de fuerza requiere de la relajación muscular; en tercer lugar, la acción motriz es motivada por un objetivo (Cenizo, Ravelo, Morilla, Fernández-Truan, & Sanlúcar, 2017). Y en cuarto lugar, pero quizás el más importante, se destaca la participación del sistema nervioso central y periférico, en el control de las referidas fuerzas, así lo respaldan Villada & Vizuete (2003, p. 232) al declarar que “En la coordinación motriz, el sistema nervioso interviene con gran protagonismo ajustando la postura y decidiendo el movimiento a realizar”.

 

    Autores como Weineck (2005) y Martin, Carl & Lehnertz (2016) se refieren directamente a las capacidades coordinativas. En cambio otros autores establecen una relación jerárquica entre la coordinación motriz y las capacidades coordinativas; este el caso de Caminero (2006) y Hafelinger & Schuba (2010), quienes manifiestan que la coordinación motriz es la expresión en conjunto de una serie de capacidades conocidas como las capacidades coordinativas, siendo estas el fundamento de la coordinación motriz.

 

    Martin et al. (2016) definen a las capacidades coordinativas como el conjunto de capacidades condicionantes para la ejecución de gestos motores concretos. Cuya manifestación se da de manera conjunta y no aislada, siendo que unas capacidades se manifiesten más que otras de acuerdo a las particularidades de la modalidad deportiva.

 

    Por su parte Weineck (2016) condiciona la expresión de estas al control, regulación y conducción del movimiento por parte del sistema nervioso, y destaca la importancia de las mismas en la capacidad de aprendizaje sensomotor. La Tabla 1 resume algunas clasificaciones y denominaciones adoptadas por distintos autores al referirse a las capacidades coordinativas:

 

Tabla 1. Clasificación y denominación de las Capacidades Coordinativas por distintos autores

 

Martin et al. (2016)

Meinel (1987); Weineck (2005)

Platonov (2001)

Hohmann et al. (2005)

Hafelinger, & Schuba (2010)

 

La capacidad de acoplamiento..

Capacidad de acoplamiento y combinación de los movimientos.

Capacidad para evaluar y regular los parámetros dinámicos y espaciotemporales de los movimientos.

La capacidad de acoplamiento.

La capacidad de acoplamiento.

Capacidad de equilibrio.

Capacidad de equilibrio.

Capacidad para mantener el equilibrio.

La capacidad de equilibrio.

Capacidad de equilibrio.

Capacidad de ritmización.

Capacidad de ritmo.

Sentido del ritmo.

La capacidad rítmica.

Capacidad de ritmo.

Capacidad de orientación.

Capacidad de orientación.

Capacidad para orientarse en el espacio.

La capacidad de orientación espacial.

Capacidad de orientación.

Capacidad de parametrización.

Capacidad de diferenciación.

Capacidad para relajar voluntariamente los músculos.

La capacidad de diferenciación cinestésica.

Capacidad de diferenciación

Capacidad de reacción.

Capacidad de reacción.

 

La capacidad de reacción.

Capacidad de reacción.

 

La capacidad de transposición.

Capacidad de adaptación a las variaciones.

 

La capacidad de transposición.

Capacidad de anticipación y adaptación.

Fuente: Elaboración propia, 2020

 

    No obstante la variedad en la denominación y cantidad de capacidades coordinativas, los autores citados en la Tabla 1 coinciden de manera general en la definición de estas mismas. Sin embargo algunos destacan características especiales mientras otros las descartan. En la presente revisión se observa la vigencia de los principios y factores expuestos por autores pioneros en el tema, como es el caso de Le Bouch (1976) y Meinel (1987). Lo anterior se plasma en la obras de Platonov (2001), Weineck (2016) y Verkhoshansky (2018); conocidos autores contemporáneos y referentes de la teoría del entrenamiento deportivo.

 

    Meinel (1987) pondera la teoría que reúne las características de distintas modalidades deportivas, para clasificar y agrupar estructuralmente al conjunto de las capacidades coordinativas en dos complejos: las capacidades que regulan (conducción/control) el movimiento y las capacidades de cambio y adaptación motriz. Respecto al primer complejo, estas permiten que “el individuo comprenda y aplique en su ejercitación, en qué momento del movimiento debe realizar con mayor amplitud y con mayor velocidad” (Cortez, 2013, p. 20), este complejo de capacidades se observa en las modalidades deportivas que se componen de acciones estandarizadas. En el segundo complejo se encuentran las capacidades que ayudan a modificar la acción motriz de acuerdo a la situación, este complejo de capacidades se expresan en las modalidades deportivas de conjunto con un entorno cambiante de juego. Como bien lo indica Meinel (1987) en estos dos complejos se conglomeran las capacidades coordinativas necesarias para la expresión general de los mismos, advirtiendo que una misma capacidad puede integrar ambos complejos. Dicha relación puede observarse en la Figura 1.

 

Figura 1. Estructura de las capacidades coordinativas

Fuente: Meinel (1987)

 

    A continuación se definen los factores explicativos de las capacidades coordinativas.

  • Capacidad de acoplamiento/combinación: esta capacidad permite la unión de habilidades motrices aprendidas por separado para generar una habilidad motriz de mayor complejidad (Peregot & Delgado, 2002). Weineck (2005) la consigna como un proceso organizativo que implica los movimientos parciales de los distintos segmentos corporales, con o sin la presencia de los objetos, lo cual en el primer caso aumentaría la complejidad de dicha organización. Hafelinger & Schuba (2010) resaltan que la fluidez es muestra de una buena capacidad de acoplamiento. El objetivo es la combinación de los movimientos aislados de distintos segmentos corporales en la ejecución global del movimiento (Martin et al., 2016; Dorochenko, Navarro, Moya, Pérez, Muñoz & Pérez, 2017, p. 43) la definen como la “capacidad de organizar habilidades motoras que se han interiorizado y automatizado”.

  • Capacidad de diferenciación kinestésica: “posibilita lograr la armonización exacta de cada una de las fases del movimiento y diferencias con precisión entre parámetros de fuerza, espaciales y temporales dentro de la ejecución de un movimiento” (Martin, Nicolaus, Ostrowski & Rost, 2004, p. 86). Esta capacidad permite que el movimiento sea ejecutado con mínimas variaciones en cada repetición. Se destacan a los propioceptores como los analizadores que ayudan a controlar las fuerzas para la ejecución precisa de los movimientos. (Hafelinger & Schuba, 2010)

  • Capacidad de equilibrio: permite mantener el cuerpo en estado de equilibrio ante cambios leves o bien repentinos. Autores como Cañizares & Carbonero (2018) estiman que esta capacidad potencia la sincronía en la realización de los movimientos.

  • Capacidad de orientación espacio-temporal: “Capacidad para determinar y modificar la situación y los movimientos del cuerpo en el espacio y en el tiempo, en relación con un campo de acción definido” (Meinel, 1987, p. 252). En esta capacidad son decisivos los analizadores ópticos, acústicos y cinestésicos.

  • Capacidad de ritmo: “Capacidad para procesar un ritmo que viene dado del exterior, de reproducirlo en forma de movimientos y de plasmar en la actividad motora propia el ritmo internalizado de un movimiento” (Meinel, 1987, p. 255), organizando “cronológicamente las prestaciones musculares en el espacio y el tiempo” (Cañizares & Carbonero, 2016, p.12). Peregot & Delgado (2002) diferencian entre los ritmos de secuencia regular y los de secuencia irregular, en el que se establece una alternancia entre los periodos de contracción y relajación muscular.

  • Capacidad de reacción: Hafelinger & Schuba (2010) resaltan que esta capacidad se manifiesta en entornos constantemente cambiante y que hay una alta reacción, cuando el tiempo desde la percepción del estímulo hasta la modificación de la musculatura, es corto. Es la ejecución motriz por medio de acciones breves en respuesta a diversas señales. (Martin et al. 2016)

  • Capacidad de cambio o adaptación: “Capacidad de adaptar el programa de acción a las nuevas situaciones, en base a los cambios percibidos o anticipados durante la ejecución motora, o la prosecución de la acción en forma completamente diferente” (Meinel, 1987, p. 27). Esta capacidad está condicionada por la capacidad de anticipación, que, como lo sostiene Hafelinger & Schuba (2010) ayuda a reconocer previamente las modificaciones en el ambiente y planear por anticipado las acciones necesarias.

    Igualmente se utilizan distintos criterios para la clasificación de la coordinación motriz y de los conceptos relacionados con ella. El primer criterio contextualiza a la coordinación motriz en el desarrollo psicomotor; a partir de la cual se alcanza la clasificación en coordinación gruesa y coordinación fina, entendiendo la primera como la interacción de grandes grupos musculares para producir el desplazamiento del infante en el espacio (Serrano & De Luque, 2019). Por otra parte las mencionadas autoras, diferencian a la coordinación fina por el dominio de los movimientos coordinados de brazos, pero sobre todo de manos y dedos en la manipulación de objetos.

 

    Un segundo criterio partir del cual se clasifica la coordinación motriz es la actividad muscular. Autores como Platonov (2001), Huter-Becker et al. (2006), Hafelinger & Schuba (2010) diferencian entre coordinación intramuscular e intermuscular. La coordinación intramuscular define el grado de contracción de un solo músculo y es dependiente del número de fibras reclutadas sincrónicamente por las unidades motoras. La coordinación intermuscular está condicionada por la interacción entre la musculatura directamente responsable del movimiento (músculos agonistas) y la musculatura que, mediante su relajación, permite el movimiento en cuestión, a la vez que propicia la estabilidad de las articulaciones (músculos antagonistas). Esta misma interacción se conoce como inhibición reciproca; en la que el reflejo miotático inerva un músculo y enerva a su antagonista. (Guyton & Hall, 2016)

 

    Un tercer criterio para la clasificación de la coordinación motriz considera los desplazamientos globales del cuerpo, y por otro lado las respuestas corporales a partir del estímulo visual. Cenizo et al. (2016, p. 206) declaran que “tradicionalmente se suelen diferenciar dos grandes bloques de capacidades neuromotrices coordinativas: coordinación dinámica general y coordinación segmentaria”. Bernal et al. (2019a, p. 9) se refieren a la coordinación dinámica general “como aquella que tiene lugar cuando se ponen en funcionamiento gran parte o la totalidad de segmentos corporales (o musculatura)”.

 

    Complementariamente la coordinación segmentaria, denominada por Villada & Vizuete (2003) como coordinación dinámica especial y por Jiménez (2007) como coordinación visomotriz, se refiere a “los movimientos manuales o corporales que surgen como respuesta a un estímulo visual, teniendo como finalidad la adaptación del movimiento a dicho estimulo” (Bernal et al. 2019a, p. 9).

 

    En consecuencia se propone el concepto de coordinación dinámica segmentaria, definida como la relación entre distintos segmentos corporales (brazos, piernas) dirigidos por el sentido de la vista para el logro de un objetivo, pudiendo relacionarse con un objeto, balón, implemento, etc. (Cogolludo & Humanes, 2019)

 

    Seguidamente la coordinación segmentaria se clasifica en coordinación óculo mano y óculo pie, definida como la capacidad de “manejar eficazmente y al mismo tiempo un segmento corporal y un móvil… precisan la interacción y el control de la vista. (Wanceulen et al., 2019, p. 399)

 

    Un último criterio se basa en la participación alterna, simultánea o bien opuesta de las distintas extremidades; en la coordinación disociada se realiza un movimiento con un segmento corporal como el brazo, mientras el otro permanece estático o se mueve en dirección contraria (Méndez, 2011). La coordinación disociada refleja un alto grado de complejidad en el control del movimiento y puede decirse que “es la culminación de una coordinación ajustada y completa” (Villada & Vizuete, 2003, p. 235). A partir de dicha definición se deducen movimientos coordinados entre mano mano, pie pie y mano pie, lo que puede considerarse un modelo más para clasificar la coordinación motriz.

 

    Finalmente corresponde aclarar porque, si el equilibrio es una capacidad coordinativa, muchos autores como Cañizares & Carbonero (2016), al igual que Cogolludo & Humanes (2019), se refieren a la coordinación y el equilibrio como componentes separados. La respuesta a ello se basa en que la coordinación motriz es una capacidad supeditada a un conjunto de capacidades denominadas capacidades perceptivo motrices, definidas como “conocimiento de sensaciones y análisis de sensaciones del propio cuerpo y el mundo que les rodea” (Cañizares & Carbonero, 2017, p. 7). Conjuntamente forman parte de estas capacidades el esquema corporal, la lateralidad, la conciencia espacial y temporal (Bernal et al., 2019b), y el equilibrio. En términos generales el equilibrio se define como la capacidad de mantener la postura de manera estática y dinámica ante la influencia leve o voluminosa de fuerzas internas y externas como la fuerza de gravedad. La razón del estudio conjunto entre la coordinación y el equilibrio, se debe a la complementariedad entre ambos componentes; en el caso del equilibrio su desarrollo “está relacionado con el grado de control y orientación del cuerpo en el espacio y con la calidad de las informaciones sensoriales proporcionadas por el sistema cinestésico” (Dorochenko et al., 2017, p. 54), elementos claramente inherentes a la coordinación motriz. Y en el caso de la coordinación motriz requiere del equilibrio como el fundamento para el desarrollo y ejecución de los gestos que implique un accionar coordinado entre los elementos estructurales de la acción. (Cañizares & Carbonero, 2016)

 

Conclusión

 

    De acuerdo a la revisión bibliográfica realizada se concluye que en la definición de la coordinación motriz se consideran distintas variables implicadas en la elaboración del movimiento corporal, definiendo a las capacidades coordinativas como el fundamento de la coordinación motriz. La clasificación de ambos conceptos, en especial de la coordinación motriz; se estructura a partir de modelos que integran características propias de las modalidades deportivas, de la actividad muscular, del desplazamiento global implicado en el movimiento, y de los estímulos visuales.

 

Referencias

 

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Lecturas: Educación Física y Deportes, Vol. 25, Núm. 265, Jun. (2020)