efdeportes.com
Los músculos y su adaptación al trabajo

   
Centro Experimental de Desarrollo
Atlético de Talentos en Halterofilia
Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima
 
 
Lic. Alberto Cesar Varillas Marín
avarillas@lamolina.edu.pe
(Perú)
 

 

 

 

 
    El trabajo muscular, requerido para mejorar la performance física del atleta, puede encararse de diferentes formas, existen muchos métodos ampliamente conocidos y propugnados para el desarrollo muscular. Lo importante de estos métodos es que nos llevaran a unos resultados específicos, es decir, mediante un método de resistencia a la fuerza, orientado a la mejora del mismo, jamás podremos esperar un aumento en la mejora de la fuerza explosiva.
    La adecuada selección del método de trabajo muscular para nuestros atletas será un tema delicado para los entrenadores ya que como veremos se producen modificaciones fisiológicas dentro del tejido muscular y también a nivel nervioso.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 94 - Marzo de 2006

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1. Introducción

    El tipo de trabajo al que podamos someter a un individuo puede generar un cambio en la fisiología del tejido muscular, se podrá evidenciar en muchos casos un notorio desarrollo y crecimiento muscular segmentario del atleta, llamada hipertrofia, en otros casos esto no será tan evidente, revisaremos los principios biológicos del tejido muscular desde el nivel miofibrilar para determinar como ocurren estos cambios y a que tipo de estimulo se debe este desarrollo.

    Estudiaremos los diferentes tipos de trabajo muscular, entendiéndose que se hacen para mejorar la fuerza, ya sea esta, fuerza máxima, fuerza rápida o veloz, o resistencia a la fuerza.


2. El tejido muscular

    Los músculos se pueden clasificar morfológicamente como: estriado esquelético, liso o estriado cardiaco.

    El Músculo esquelético realiza su trabajo gracias a tres características funcionales:

  1. Excitabilidad

  2. Contractilidad

  3. Relajación

    La característica de Excitabilidad del músculo esquelético es la que le permite a este dejarse estimular por un impulso nervioso, el cual lo llevará a la segunda característica que es la Contractilidad donde el músculo luego de ser estimulado por el nervio, recibe dicha información a lo largo de todas sus fibras musculares y las acorta para lograr la función propia. Luego de que el músculo realiza la función determinada, este debe recobrar su forma para evitar una alteración en el mismo por su contracción sostenida y es en ese caso cuando alcanza la tercera característica funcional denominada Relajación, donde simplemente sus fibras contraídas se relajan y esperan nuevamente ser estimuladas.


2.1. Características morfológicas de la célula muscular

    La célula muscular al igual que las células de cualquier otro órgano o tejido, poseen una composición estructural definida y unas organelas propias.

    Un músculo esta formado por células llamadas Miocitos, que por su forma, la cual es alargada también recibe el nombre de Fibra Muscular.

    Cada miocito o fibra muscular se encuentra recubierto por una membrana celular, esta recibe el nombre de Sarcolema.

    Al citoplasma del miocito, se le llama Sarcoplasma, presenta retículo endoplásmico denominado Retículo Sarcoplásmico; a las mitocondrias se les cita con el nombre de Sarcosomas.

    La sarcómera, es la unidad Anatómica y Funcional del Músculo.


2.2. Clasificación morfológica y funcional de los músculos

    Desde este punto de vista Morfológico puede ser:

  • Estriado esquelético.

  • Estriado cardiaco.

  • Liso.

    Desde el punto de vista Funcional puede ser:

  • Voluntario.

  • Involuntario.

    Podemos determinar entonces, uniendo las dos clasificaciones:

  • Músculo estriado esquelético: voluntario

  • Músculo liso: involuntario

  • Músculo cardíaco: involuntario.

    Los músculos estriados están en su mayor parte, en conexión directa o indirecta con el esqueleto, sobre el que actúan, y por este motivo se les llama MÚSCULOS ESQUELÉTICOS. Mientras que los músculos no estriados se denominan MÚSCULOS VISCERALES. Para efectos del tema principal nos centraremos en el músculo estriado voluntario.


2.3. Composición histológica del músculo

    El músculo esquelético esta constituido por un gran número de células musculares o miocitos envueltas por una membrana denominada endomisio, varias células se reúnen y constituyen un paquete denominado Haces musculares los cuales están envueltos por otra membrana denominada perimisio; y finalmente varios haces musculares se reúnen para constituir el músculo y este a su vez se encuentra envuelto por otra membrana denomina epimisio.

    Una fibra muscular esta constituida por un gran número de miofibrillas; estas a su vez están constituidas cada una por un gran número de estructuras mas pequeñas de nominadas miofilamentos.

    Los miofilamentos se organizan estructuralmente para constituir la unidad Anatómica y Funcional contráctil del músculo denominada la Sarcómera.

    Los miofilamentos son proteínas contráctiles y se clasifican en Gruesos y Finos. Los gruesos son la Miosina y los finos son la Actina, Troponina y Tropomiosina.


3. Unidad Motora

    Se define como unidad motora, la relación que existe entre una fibra nerviosa (axón) y todas las fibras musculares que alcanza a inervar.


3.1. Placa Terminal

    También conocida como placa mioneural, placa neuromuscular. y esta conformada por la relación que existe entre uno de las terminales nerviosas (telodendron) y una sola fibra muscular que alcanza a inervar.


4. Sarcómera y Contracción Muscular

    La sarcomera se define como la unidad Anatómica y Funcional del músculo, por ser la mínima parte del músculo capaz de realizar las funciones contracción y relajación.

    La sarcómera esta comprendida entre dos líneas Z. Cada miofibrilla contiene numerosos sarcómeros. Los sarcómeros presentan unas Bandas A que se ven como bandas anchas y oscuras (estrías transversales) que alternan con otras claras y estrechas denominadas Bandas I.


5. Mecanismo de la contracción (teoría del filamento deslizante)


Excitación y Contracción:

    La Neurona Motora descarga al sarcolema de la placa mioneural, sinapsis, hendidura sináptica, neurotransmisores, desplazamiento del impulso por túbulos T hasta el retículo sarcoplásmico, liberación de calcio del retículo sarcoplásmico al sacoplasma, unión del calcio a la Troponina, deslizamiento de Tropomiosina descubriendo los puntos activos de Actina, unión de los puentes cruzados de Miosina con la Actina gastando ATP.


Relajación Muscular:

    El retículo sarcoplásmico bombea calcio a los sacos, se da separación del calcio de la Troponina, se vuelve a la posición normal de la Tropomiosina y cubre puntos activos de Actina, luego los puentes cruzados de Miosina ya no se pueden unir a la Actina.


6. Innervación Muscular

    Los músculos tienen una abundante provisión de sangre, los nervios de los músculos son de función motora, sensorial y vasomotora. El número de fibras musculares inervadas por una fibra nerviosa varía y guarda relación con la finura del movimiento requerido. En los músculos oculares hay una fibra nerviosa por cada fibra muscular, en cambio en el tronco y miembros una fibra nerviosa puede inervar 100 o más fibras musculares.

    La inervación tiene mucha importancia fisiológica debido a que la fibra muscular no puede contraerse a diferentes grados de intensidad; se contrae por completo a su capacidad máxima, o no lo hace en absoluto; a esto se le denomina la ley del "todo o nada". Así, la fuerza de contracción de un músculo depende del número de fibras que se contraen, y no del grado de contracciones de cada una. Se sabe que los músculos aumentan de tamaño con el ejercicio, lo cual proviene del aumento de tamaño de cada fibra muscular individual (hipertrofia) y no del aumento del número de fibras (hiperplasia)


7. Clasificación de la fuerza

    Se distinguen tres tipos fundamentales de fuerza:

7.1. Fuerza Máxima. Es la tensión mas elevada que el atleta esta en condiciones de producir con una contracción muscular voluntaria.

7.2. Fuerza rápida o veloz. Es la capacidad del atleta de superar resistencias con elevada rapidez de contracción.

7.3. Resistencia a la fuerza. Es la capacidad del organismo de oponerse al cansancio durante las prestaciones de fuerza y duración del esfuerzo.


8. Tipos de trabajo muscular

8.1. Superante o concéntrico. Cuando los extremos articulares de los huesos se mueven acercándose sin grandes diferencias con respecto al movimiento completo natural, no hay inversiones de dirección y la velocidad tiende a crecer de acuerdo a las limitaciones biomecánicas del desplazamiento articular.

8.2. Remitente o Excéntrico. Se realiza con cierta dificultad, se realiza con cargas superiores al máximo de las capacidades de fuerza concéntrica del atleta, prácticamente el atleta cede ante el peso oponiendo el máximo de fuerza disponible.

8.3. Reactivo. Es una combinación de los dos métodos anteriores, esto sucede habitualmente en el campo deportivo

8.4. Isométrico. En este tipo de trabajo, los extremos articulares permanecen a la misma distancia y se realizan contracciones musculares sin movimiento articular.

8.5. Isocinético. Es un trabajo a velocidad constante, no es el típico movimiento natural, es solo trabajado con maquinas especializadas.


9. Entrenamientos para mejorar la fuerza

  • Entrenamientos para mejorar la fuerza Máxima

  • Entrenamientos para mejorar el IMF

  • Entrenamientos de fuerza reactiva

  • Entrenamientos de la resistencia a la fuerza

9.1. Entrenamientos para mejorar la fuerza máxima

9.1.1. Métodos en régimen de contracción concéntrica

9.1.1.1.1. Método de intensidades máximas I (utilizando intensidades de 90 -100%, con de 1 - 2 repeticiones por serie)

9.1.1.1.2. Método de intensidades máximas II (utilizando intensidades de 80 -90%, con de 2 - 3 repeticiones por serie)

9.1.1.1.3. Método de repeticiones I (utilizando intensidades de 80 - 85%, con de 5 - 3 repeticiones por serie)

9.1.1.1.4. Método de repeticiones II (utilizando intensidades de 70 - 80%, con de 7 - 5 repeticiones por serie)

9.1.1.1.5. Método de repeticiones III (utilizando intensidades de 60 - 70%, con de 10 - 5 repeticiones por serie)

9.1.1.1.6. Método Mixto: pirámide (utilizando intensidades de 60 - 100%, con sucesiones desde 10 - 1 repeticiones en las series)

9.1.1.1.7. Método Concéntrico puro (suprimiendo la fase excéntrica)

9.1.1.1.8. Método de contrastes (combinando bajas y altas intensidades a la máxima velocidad de ejecución)

9.1.1.1.9. Método basado en al potencia de ejecución (es un método en exploración aun, consiste en controlar la velocidad del movimiento para desarrolla la fuerza máxima, la fuerza explosiva, la hipertrofia muscular o la resistencia a la fuerza.)


9.1.2. Métodos en régimen de contracción isométrica

    La fuerza isométrica se manifiesta durante tensiones activas o pasivas. Durante la tensión activa, la fuerza estática del músculo se produce sin el acortamiento del mismo, ocurre lo mismo durante la tensión pasiva, las fuerzas externas tratan de estirar el músculo en tensión.

    En un experimento realizado en un grupo de maestros del deporte o atletas de elite la fuerza isométrica pasiva fue mayor en casi un 40% que la fuerza isométrica activa.


9.1.2.1. Características de los ejercicios isométricos

    En el entrenamiento de la fuerza, éste método, si esta correctamente planificado y dosificado, puede generar un incremento del tamaño del músculo y de la fuerza máxima, además de aumentos de la potencia absoluta y de la adaptación del sistema nervioso motor.

    Las intensidades de menos de 10% de FIM (Fuerza Isométrica Máxima) pueden ser mantenidas por mucho tiempo (minutos, horas), al 90% de FIM el tiempo de agotamiento oscila de 5" a 10", aunque esto no puede tomarse como algo rígido por las particularidades propias de cada individuo.

    Los ejercicios isométricos se clasifican según su intensidad en tres grupos:


9.1.2.1.1. Contracciones Isométricas de intensidad Inferior (CIII)

    Este tipo de contracción utiliza intensidades de hasta 20% de la FIM y no dificulta la circulación de los vasos sanguíneos del músculo, por ello el sujeto puede mantener dicha contracción por un buen tiempo dado que la energía para mantener la tensión muscular proviene de los procesos aeróbicos, la frecuencia cardiaca y la presión arterial se mantienen similares a los valores de reposo , la actividad eléctrica integrada (IEMG) de los músculos que intervienen en la CIII aumenta durante el transcurso del tiempo debido al reclutamiento de nuevas fibras musculares.


9.1.2.1.2. Contracciones Isométricas de intensidad Media (CIIM)

    Cuando la intensidad asciende a mas de 25% de la FIM llegando hasta el 60% de la FIM el sistema circulatorio se afecta aunque de forma parcial, por lo tanto se observa un aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, los análisis indican una disminución de las reservas de fosfocreatina en un 60-80 % de los valores en reposo, las concentraciones elevadas de ácido láctico bajan el Ph muscular hasta 6,4- 6,5. La propagación del potencial de acción dará como resultado un aumento del IEMG. Se encontró también que al utilizar la CIIM se produce un a disminución de la velocidad de conducción del nervio motor disminuyendo alrededor de un 30% del valor de reposo, recuperándose a los 5 minutos, de igual forma el Ph.


9.1.2.1.3. Contracciones Isométricas de Intensidad Limite (CIIL)

    Al llegar a intensidades superiores al 60 % de la FIM solo puede soportar la contracción por espacio de 5" a 10" como máximo, debido a que la energía proviene exclusivamente de la Hidrólisis del ATP y la PC disminuyendo las concentraciones de con ATP en 30% y PC en 60-70% de los valores basales, el ATP es producido por anaerobiosis la cantidad es pequeña debido a la concentración de lactato de 35-60 mmol/ kg de músculo seco.


9.1.3. Métodos en régimen de contracción excéntrica

    En este tipo de contracción los puntos de inserción muscular, se alejan durante la contracción, el músculo busca resistirse a la carga, y va cediendo. La contracción excéntrica produce una mayor tensión muscular y, por lo tanto una fuerza superior a las contracciones concéntricas y excéntricas.


9.2. Entrenamientos para mejorar el IMF

9.2.1. Método de intensidades máximas I (utilizando intensidades de 90 -100%, con de 1 - 2 repeticiones por serie)

9.2.2. Método Concéntrico puro (suprimiendo la fase excéntrica)

9.2.3. Método de esfuerzos dinámicos (utilizando intensidades de 30 -70%, con 4 -7 repeticiones por serie con fuerza explosiva máxima)

9.2.4. Método de contrastes (combinando bajas y altas intensidades a la máxima velocidad de ejecución)

9.2.5. Método excéntrico - concéntrico explosivo (utilizando intensidades de 70 -90%, con 2 -7 repeticiones por serie con fuerza excéntrica controlada seguida de una fuerza concéntrica explosiva máxima)

9.2.6. Método Pliometrico (consistente en una fase de estiramiento seguida inmediatamente por una fase de acortamiento

9.2.7. Método de ejercicios específicos con cargas

9.2.8. Método basado en al potencia de ejecución (es un método en exploración aun, consiste en controlar la velocidad del movimiento para desarrolla la fuerza máxima, la fuerza explosiva, la hipertrofia muscular o la resistencia a la fuerza.)


10. Entrenamientos de fuerza reactiva

    Este tipo de entrenamiento es muy específico para disciplina deportiva, consiste en realizar contracciones muy rápidas en régimen pliometrico, ciclos de estiramiento acortamiento muy explosivos. Como medio general se basan en los ejercicios pliometricos.


11. Entrenamientos de resistencia a la fuerza

11.1. En condiciones de sistema aeróbico

11.2. En condiciones de sistema aeróbico - anaeróbico

11.3. Resistencia a la fuerza rápida


Diferencias funcionales y metabólicas entre las fibras musculares

    Estudiada la actividad de las enzimas, sus distintas funciones y procesos de adaptación, se pudo constatar un hecho muy importante: que, entre otras causas, la diferenciación funcional entre las fibras musculares respondía al comportamiento de la miosina ATPasa. Las fibras que pueden hidrolizar la molécula de ATP a una velocidad de 300 veces por segundo son llamadas fibras lentas, las que pueden hidrolizar la molécula de ATP a una velocidad de 600 veces por segundo se les denomina rápidas. Para facilitar su denominación, también se las designó como fibras tipo I, "slow twitch fiber" o STF a las de contracción lenta y como fibras tipo II, "fast twitch fiber" o FTF a las veloces. A las fibras rápidas se las denominó como glucolíticas anaeróbicas, mientras que a las lentas como oxidativas.

    La diferencia en la velocidad de producción de energía entre la miosina lenta y rápida se traduce en que las fibras musculares que poseen miosina rápida se contraen más rápidamente (tiempo: 40 -90 ms) y que las fibras que poseen miosina lenta se contraen lentamente (tiempo: 90-140 ms)

    Analizando todo lo anteriormente expuesto, se puede observar entonces, que las fibras lentas se diferencian de las fibras rápidas en que tienen una velocidad de contracción mas lenta, producen menos fuerza, tienen una mayor vascularización y capacidad oxidativa, se fatigan menos, utilizan sustratos energéticos predominantes como los glúcidos y lípidos por la vía aeróbica, en vez de la vía anaeróbica, su tamaño es más pequeño y tienen un menor número de miofibrillas en cada fibra muscular.

    Entre las diferencias metabólicas más notorias entre ambos tipos de fibras musculares se destaca los reservorios de glucógeno, los cuales predominan en las fibras tipo II con respecto a las fibras tipo I. Este último grupo, en cambio tiene mayor densidad mitocondrial que las fibras tipo II; ello es obvio, desde el momento que son menos fatigables y con predominancia de los procesos oxidativos, durante el entrenamiento de fuerza-potencia y velocidad, el cansancio es generado por el agotamiento de la capacidad de contracción de las fibras rápidas. Esto determina entonces que el grado o punto de aparición de la fatiga del músculo está en íntima correlación con la superficie de las fibras musculares tipo II.

    Cambia el panorama cuando mayor es la superficie de las fibras tipo I dentro del paquete muscular. En este caso disminuye la aparición de fatiga, se incrementa la duración del trabajo, aunque presenten menor velocidad de contracción y desarrollo de fuerza en relación a las fibras tipo II. Uno de los hechos más importantes que se presentan para justificar dicha diferencia funcional es la actividad de la ATPasa dependiente de magnesio. La actividad de esta enzima no es similar para ambos tipos de fibras musculares, las del tipo II tienen mayor actividad, con una más rápida hidrólisis en relación a las del tipo I.


Diferencias de índole estructural entre las fibras musculares

    Esta diferenciación surge, teniendo en cuenta los distintos encadenamientos de las cadenas peptídicas de la miosina. Las mismas se dividen entre cadenas pesadas y cadenas livianas.

    Las cadenas pesadas son de tres tipos:

  • Cadena Pesada Rápida A (HCA, Heavy Chain A)

  • Cadena Pesa Rápida B (HCB, Heavy Chain B)

  • Cadena Pesada Lenta (HCS, Heavy Chain Slow)

    Por su parte, las cadenas livianas de la miosina se identifican mediante la siguiente clasificación:

  • Cadena Liviana Rápida 1 (LCF1, Light Chain Fast 1)

  • Cadena Liviana Rápida 2 (LCF2, Light Chain Fast 2)

  • Cadena Liviana Rápida 3 (LCF3, Light Chain Fast 3)

  • Cadena Liviana Lenta 1 (LCS1, Light Chain Slow 1)

  • Cadena Liviana Lenta 2 (LCS2, Light Chain Slow 2)

    Existen diferencias en los pesos moleculares entre las cadenas pesadas y las livianas; las primeras tienen un peso molecular de 200000, mientras que las cadenas livianas varían entre 14600 y 23900. Las cadenas livianas se encuentran ubicadas en la cabeza de la miosina, lo cual es de gran importancia debido a que, precisamente en este lugar se encuentra ubicada la ATPasa, responsable en determinar el deslizamiento de la miosina con respecto a la actina. Las fibras musculares tipo IIa y IIb tienen las mismas tres cadenas livianas rápidas (LCF1, LCF2, LCF3); esto induce a pensar que la sutil diferencia entre ambas puede estar en las dos cadenas pesadas, las cuales, obviamente son rápidas.

    Las diferencias estructurales entre las fibras tipo I con respecto a las fibras tipo II son muy evidentes, no sólo desde el punto de vista cualitativo sino también cuantitativo. Las fibras de contracción rápida no poseen cadenas pesadas lentas, sólo rápidas, lo mismo ocurre en relación a las cadenas livianas. La cadena pesada de la fibra tipo I, en cambio, es lenta; mientras que las cadenas livianas poseen, no solamente cadenas livianas lentas, sino también rápidas. El número de las mismas varía, y ello determinaría su distinta funcionabilidad. La variabilidad de la estructura molecular de la fibra muscular determina los distintos tipos de fibras.

    En las actuales divisiones de fibras musculares también se hace mención a las fibras tipo IIc. Sus características no son únicamente de contracción rápida, sino además son resistentes debido a que poseen elevada densidad mitocondrial. Desde un punto de vista molecular, se encontró en estas fibras una amplia combinación de características propias de las fibras IIA, IIB y I. En las fibras IIC, la miosina posee dos cadenas pesadas, una lenta y otra rápida: HCF + HCS. Además de ello, existen tres cadenas livianas rápidas y dos cadenas livianas lentas. Estas características estructurales hacen de las fibras IIC sean las más versátiles desde el punto de vista funcional, en relación a las restantes.


Cambios entre los distintos tipos de fibras

    Actualmente se sabe que la fibra muscular posee un óptimo grado de plasticidad, superior a los que en décadas pasadas se sostuvo. Esta plasticidad se presenta luego de un largo tiempo de entrenamiento, quizás, años de entrenamiento muy específicos. Esta plasticidad puede afectar la proporción de los tipos de fibra.

    Parece ser que el entrenamiento de resistencia aeróbica se acompaña de un aumento en la proporción de las fibras tipo I, y por consiguiente, de una disminución en la proporción de fibras tipo II. Sin embargo la transformación inversa parece no ser posible.


Cambios metabólicos causados por el entrenamiento

    Las modificaciones que pueden tener algunos tipos de fibras, son producto de aquellos cambios que sufren como consecuencia de estímulos específicos sistemáticos a los cuales se las someten. Es por este motivo que, en base a estudios histoquímicos y electromicroscópicos se han podido constatar transformaciones en las fibras como producto del entrenamiento sistemático. Además, es interesante que una misma clase de estímulo pueda producir diferentes resultados, según el grupo de fibra muscular de que se trate; en otros casos, en cambio, ambos tipos de fibras tienen cambios similares, pero con estímulos de distintas características.

    El volumen mitocondrial se incrementa en gran magnitud como producto de entrenamientos sistemáticos, de tipo aeróbico a la manera de los fondistas. El incremento del volumen mitocondrial se da tanto en las fibras tipo I como también en las fibras tipo II; sin embargo lo más llamativo de ello es que estos cambios se dan en mayor magnitud en las fibras tipo II con respecto a las fibras tipo I. Además se produce una elevada adaptación a nivel enzimático, con incremento de su actividad.

    Esfuerzos aeróbicos de baja intensidad modifican la actividad enzimática de las fibras tipo I, sin embargo, el mismo resultado se comprueba en las fibras musculares tipo II, pero en este último caso, solo se produce mediante la combinación de trabajos aeróbicos y trabajos anaeróbicos. Esto podría apoyar la hipótesis que la resistencia aeróbica, no solamente se puede incrementar mediante esfuerzos prolongados de baja intensidad y de elevada duración, sino también mediante el entrenamiento fraccionado (aeróbico/anaeróbico); usando esta metodología, se tienen muy especialmente en cuenta las fibras musculares tipo II, de contracción rápida y sin desmedro de la velocidad como en el caso anterior.

    Por otra parte, los trabajos de fuerza muscular activan las enzimas citoplasmáticas, tales como la mioquinasa, CPK, ATPasa y PFK. Las fibras musculares de contracción rápida son considerablemente más susceptibles a la hipertrofia que las STF, con mayor síntesis proteica a nivel ribosomal. De acuerdo a ello cambia la relación FTF/STF en relación a su superficie y en beneficio de las fibras rápidas (FTF). Esto se ha comprobado en Halterófilos como también en lanzadores y saltadores.

    En conclusión la fibra muscular posee un elevado grado de adaptación, constituyéndose en excelente receptor para métodos específicos de entrenamiento. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario: estos mismos métodos de entrenamiento pueden desadaptar la fibra muscular en razón de no cumplir con los objetivos de la especialidad deportiva. De esta forma, no solamente se modificará su metabolismo, sino que también se altera su estructura molecular.


1.6.2. Factores nerviosos

    La capacidad de producir una elevada fuerza es indispensable, para esto, no podemos pensar simplemente en desarrollarla a través de la hipertrofia muscular, sino que debemos aprender y aprovechar la capacidad del sistema nervioso para activar a esos músculos y lograr una mejor ejecución del gesto técnico motor.

    El sistema nervioso es el rector y coordinador de todas las funciones, conscientes e inconscientes del organismo, consta del sistema cerebroespinal (encéfalo y medula espinal), los nervios y el sistema vegetativo o autónomo.

    El sistema nervioso central realiza las más altas funciones, ya que atiende y satisface las necesidades vitales y da respuesta a los estímulos. Ejecuta tres acciones esenciales, que son la detección de estímulos, la transmisión de informaciones y la coordinación general.


1.6.2.3. Tipos de Unidades Motoras

    Considerando características anatómicas y funcionales se distinguen tres tipos de unidades motoras:

  • lentas: la motoneurona es de cuerpo pequeño, árbol dendrítico poco desarrollado, axones de diámetro reducido y velocidad de conducción baja. Inervan fibras musculares tipo I, de contracción lenta.

  • rápidas y resistentes a la fatiga: las motoneuronas son grandes, con árbol dendrítico desarrollado, axones gruesos y de alta velocidad de conducción. Inervan fibras musculares del tipo II A, blancas, de contracción rápida.

  • rápidas fatigables: las motoneuronas presenta características estructurales similares a las del grupo anterior pero inervan fibras musculares del tipo IIB, de contracción rápida, pero fatigables.

    Las unidades motoras lentas se relacionan con los músculos rojos encargados del mantenimiento de la postura del cuerpo, por ejemplo el músculo sóleo. Las unidades motoras rápidas se relacionan con músculos como los gemelos que participan en el correr y caminar.


1.6.2.5. Mecanismos de adaptación neural

    Estudios experimentales demuestran que es posible, mediante un entrenamiento corto mejorar la fuerza en ausencia de hipertrofia muscular. Esta mejora es atribuida al sistema nervioso.

    Cuando se aprende un ejercicio nuevo la adaptación e incremento de la fuerza se logra por la adaptación del sistema nervioso que optimiza el control de los músculos involucrados; esas adaptaciones son predominantes en las primeras 5 semanas desde el inicio del aprendizaje.

    El método para evaluar la adaptación neural al entrenamiento es la electromiografía, consiste en la medición de la actividad eléctrica producida por las fibras musculares en contracción durante el movimiento. Dicha actividad eléctrica se denomina (IEMG). Ésta será mayor cuando mayor sea el número de unidades motoras activadas y/o mayor sea la frecuencia de estimulación de cada unidad motora.

a. Coordinación intramuscular

    Ocurre cuando las unidades motoras se reclutan de un modo más coordinado, necesitando una menor frecuencia de estimulación para producir la misma fuerza.

b. Coordinación Intermuscular

    Durante el entrenamiento se produce un proceso de aprendizaje neuromuscular. Esto permite realizar el movimiento de modo más económico y más sincronizado. Ello se debe a que los músculos agonistas se activan de un modo más coordinado, los músculos antagonistas se contraen menos y se necesita menor energía para producir la fuerza determinada.


1.6.3. Factores relacionados al CEA (Ciclo de Estiramiento Acortamiento)

    Durante los movimientos, los músculos realizan contracciones musculares excéntricas seguidas por contracciones concéntricas. La combinación de las contracciones excéntricas (en la que el músculo se activa mientras se estira) y la fase concéntrica que le sigue, forma un tipo de función muscular natural que se denomina el Ciclo de Estiramiento Acortamiento (CEA).

    La característica del CEA, es que la última contracción del ciclo (fase concéntrica) es más potente cuando está inmediatamente precedida de una contracción excéntrica que cuando se realiza de modo aislado.

    En la Halterofilia, el CEA esta presente en varias fases, las más importantes, del movimiento del arranque y el envión, el CEA juega un papel importante en este deporte, por lo tanto es indispensable realizar siempre un entrenamiento específico del CEA. Es razonable que los Halterófilos posean, por este mecanismo, una gran fuerza e hipertrofia del tren inferior.


Hipertrofia Muscular

    Se pueden representar dos tipos de hipertrofia de la fibra muscular: sarcoplásmica y sarcoplasmática.


Hipertrofia sarcoplásmica

Está caracterizada por el desarrollo (aumento) del sarcoplasma (sustancia semifluida interfibrilar) y de las proteínas no contráctiles que no contribuyen directamente en la producción de la fuerza muscular. Posiblemente podría estar explicado en el caso de los fisicoculturista porque sus entrenamientos no son de fuerza propiamente dichos (60-80% de la RM) y se incide más sobre elementos metabólicos relacionados con la resistencia que se realizan en el citoplasma que sobre las proteínas contráctiles. Específicamente, la densidad del área filamentosa en las fibras musculares disminuye (elemento contráctil), mientras que el área transversal o sección anatómica de las fibras musculares incrementa, sin un acompañamiento del aumento de fuerza muscular. Está claro que la fuerza muscular no aumenta si no aumenta el tamaño del elemento contráctil.




Hipertrofia miofibrilar

Es un agrandamiento de la fibra muscular que gana más miofibrillas y, correspondientemente, más filamentos de actina y miosina. Al mismo tiempo, se sintetizan proteínas contráctiles y aumenta la densidad filamentosa. Este tipo de hipertrofia fibrilar conduce a un incremento de la fuerza muscular.Ejercicios con resistencias pesadas puede llevar a ambos tipos de hipertrofia de las fibras musculares. Sin embargo, dependiendo de la rutina de entrenamiento estos tipos de hipertrofia fibrilar se manifestarán en varios grados. La hipertrofia miofibrilar es típicamente conseguida por los levantadores de peso de elite, mientras que la hipertrofia sarcoplásmica es característica de los fisicoculturistas. Excepto en casos especiales en los que el punto de mira del entrenamiento con resistencias pesadas es conseguir ganancias en el aumento de peso, los atletas están interesado en inducir la hipertrofia miofibrilar. El entrenamiento debería organizarse para estimular la síntesis de proteínas contráctiles y aumentar la densidad de los filamentos musculares.



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revista digital · Año 10 · N° 94 | Buenos Aires, Marzo 2006  
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