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Comparación de las fórmulas de Lee y Martin para el
cálculo de la masa muscular de 3125 deportistas de alto nivel

   
Servicios de Apoyo al Deportista del
Centro de Tecnificación de Alicante
(España)
 
 
Raúl Pablo Garrido Chamorro
Marta González Lorenzo
Isabel Expósito Coll

raulpablo@terra.es
 

 

 

 

 
Resumen
    Uno de los grandes problemas que plantea la Cineantropometría actual es la elección de la fórmula antropométrica adecuada para nuestras valoraciones. Internacionalmente se asume que para el porcentaje residual se debe se usar la fórmula de Wurch y para el porcentaje óseo la de Rocha. Mientras que para el porcentaje graso aunque usualmente se sigue usando la fórmula de Faulkner, este apartado hoy en día aún esta por resolver. En cuanto a la masa muscular, desde los orígenes de la antropometría se siguió los dictámenes de las fórmulas de Martin. Pero desde hace unos años se viene usando otra fórmula propuesta por Lee. Esta fórmula tiene la ventaje de usar mayor numero de factores correctores y de no sobreestimar tanto la masa muscular. En este estudio nos hemos propuesto comparar ambas fórmulas de masa muscular, y nos hemos decantado por la fórmula de Lee para las valoraciones individuales, ya que creemos que es la que mas se aproxima a la realidad, y la fórmula de Martin para las valoraciones colectivas, ya que es la que más estable se correlaciona con el peso del deportista.
    Palabras clave: Cineantropometría. Fórmula de Lee. Fórmula de Martin.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 82 - Marzo de 2005

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Introducción

    Se consideran métodos antropométricos a los derivados de la utilización de las medidas o parámetros corporales tomados según unas normas previamente estandarizadas por organismos internacionales (I.S.A.K.) (1).

    En este artículo nos vamos a centrar en el cálculo (mediante métodos antropométricos) de los distintos componentes corporales. Centrándonos en el calculo de la masa muscular según las fórmulas de Martin(2) y Lee(3). Intentando detectar cual es la que mas se adapta a las necesidades medico-deportivas.

    Principalmente el cuerpo humano se puede dividir en 5 componentes:

  1. Tejido de la piel.

  2. Tejido graso.

  3. Tejido muscular.

  4. Tejido óseo.

  5. Tejido residual.

    Este concepto de fraccionamiento en 5 componentes, parte del modelo unisexuado del Phantom descrito por Ross en 1974 (4). En este método, se calcula cada una de las variables y se valida de acuerdo a los valores obtenidos de las medidas previamente realizadas, en 11 grupos distintos de individuos de ambos sexos. (En global la muestra se compone de 1669 sujetos).

    En segundo lugar, estos datos son usados para predecir los valores medios de cada una de las cinco masas fraccionales, obtenidas por disección, de 2 cadáveres humanos de ambos sexos. De los datos obtenidos, se extraen las distintas fórmulas que expondremos a lo largo de este artículo.

    Los primeros estudios que se realizaron para conocer la composición corporal se realizaron a mediados del siglo XIX. A partir de entonces, el interés por la composición del cuerpo tanto morfológica como químicamente, así como las variaciones fisiológicas, patológicas, cuantitativas y cualitativas ha ido creciendo. Creándose varios cuerpos doctrinales dentro de las distintas ciencias del conocimiento humano. Para estudiar la composición corporal es imprescindible comprender el efecto que tienen la dieta, el crecimiento, la actividad física, la enfermedad entre otros factores, en la valoración de la composición corporal.

    Estas técnicas nos resultan útiles tanto para la valoración del estado nutricional como para la monitorización de pacientes y deportistas, tanto en un momento puntual como en un periodo de su carrera deportiva. Permitiéndonos monitorizar no sólo la evolución de su composición corporal a lo largo de su vida y los factores de riesgo para determinadas enfermedades (cardiovasculares por ejemplo).

    El estudio de la composición corporal se debe organizar en tres áreas diferentes, pero muy interrelacionadas entre si:

  1. Normas de composición corporal.

  2. Metodología.

  3. Efectos biológicos.

    Estas áreas interactúan entre ellas, por ejemplo, la acción biológica de la hormona de crecimiento, se relaciona con la expansión del líquido extracelular y este parámetro tiene influencia sobre la estimación de la grasa corporal total.

    En la primera área de la composición corporal (normas de composición corporal), se encuentran los más de 30 componentes fundamentales del cuerpo. Estos componentes se agruparán en las fracciones, que van a conformar las distintas teorías y métodos, que nos van a permitir calcular la composición corporal.

    Éstas se engloban en cinco niveles (5):

  1. Nivel atómico.

  2. Nivel molecular.

  3. Nivel celular.

  4. Nivel tisular.

  5. Nivel corporal.

    Para nuestro estudio de la composición corporal y aunque lo ideal seria conocer la composición atómica de nuestro cuerpo, en la actualidad nos centramos en el estudio a nivel tisular. Muchos de los modelos, que intentan calcular la composición corporal, se basan en la división del cuerpo en compartimientos químicos:

    Existen modelos bicompartimentales (6), que dividen el cuerpo en dos fracciones: la masa grasa y la masa libre de grasa. Asumiendo premisas que más adelante matizaremos, como que la composición de la masa libre de grasa tiene un densidad constante (1.1 g/cc) a 37º y un contenido de agua del 72-74%, así como un contenido de potasio de 60-70 mmol/kg en hombres y de 50-60 mmol/kg en mujeres. Mientras que el componente graso tiene una densidad constante 0.9 g/cc a 37º C.

    Dentro de esta teoría, autores como Keys y Brozek consideran que deberíamos dividir la composición corporal de los mamíferos en 4 grupos químicos (5):

  1. Agua.

  2. Proteínas.

  3. Cenizas o Hueso mineral.

  4. Grasa.

    Otros autores como Anderson, utilizan la medida del potasio corporal y del agua corporal para estimar los componentes.

    Los modelos multicompartimentales (de 3 ó más componentes) poseen claras ventajas frente a los bicompartimentales, ya que comenten menos errores en la estimación de la composición corporal.

    Una clara premisa en la medicina deportiva es trascender más allá de las relaciones establecidas por los índices de proporcionalidad (peso-talla) y poder cuantificar los principales componentes del cuerpo humano.

    Para realizar esta operación necesitamos utilizar un modelo válido, que nos permita no sólo estimar con la mayor precisión estos tejidos, sino también describir su predominio, en función de las distintas regiones corporales.

    El modelo ideal debe estimar los tejidos anatómicos, superando los componentes químicos, que si bien precisos, presentan una alta dificultad práctica para la planificación de la actividad física.

    Recordemos que al referirnos al índice de masa corporal, apreciábamos que éste se relaciona con la masa muscular, con una mayor fidelidad que con la masa grasa. Las correlación entre el índice de masa corporal y los distintos componentes antropométricos fueron descritos previamente en esta revista (7). Se pueden observar en la tabla siguiente.

    En este estudio (7), llegamos a las siguientes conclusiones:

  1. El índice de masa corporal, si se analiza independientemente del sexo, se correlaciona más fielmente con el peso muscular, seguido de una correlación inversa con el porcentaje óseo y en menor medida con el porcentaje graso (7).

  2. Para los varones, el índice de masa corporal se correlaciona más fielmente con el porcentaje óseo y en segundo lugar y prácticamente por igual con el peso muscular y con el porcentaje graso (7).

  3. En las mujeres, el índice de masa corporal obtiene la mayor correlación de todas las comparativas con el porcentaje graso para las mujeres. Y se correlaciona en menor medida con el porcentaje muscular y en tercer lugar y de manera inversa con el porcentaje óseo (7).

  4. Para el porcentaje graso, la mayor correlación la encontramos en el grupo femenino. Seguido con una menor correlación con el grupo masculino. Y prácticamente sin correlación si realizamos la comparativa independientemente del sexo (7).

  5. Analizando el peso muscular, la mayor correlación se encuentra también en esta ocasión en el grupo femenino, seguido de la comparación independientemente del sexo, y por último y sorprendentemente con el grupo masculino (7).

  6. En el porcentaje óseo, la correlación más fuerte se encuentra en el subgrupo masculino, seguido del grupo analizado independiente del sexo y en menor cuantía en el subgrupo femenino (7).

    En esta línea se encuentran estudios interesantes como los de William D. Ross y Deborah A. Kerr, quienes con una amplia muestra de mujeres comprendidas entre los 20 y los 70 años de edad, demostraron que el IMC tiene solamente una eficiencia del 15% en la predicción de la suma de cinco espesores de pliegue cutáneo, y ligeramente mejor en la predicción de la suma de espesores de pliegues cutáneos corregidos.

    Estos mismos autores han estudiado la validez del IMC en el modelo bicompartimental (basado en técnicas densitométricas).

    Dicho modelo bicompartimetal de composición corporal fue denominado por Wilmore como el Gold Standard. Este término se podría traducir como "regla de oro" o "principio básico".

    Este modelo se basa en una suposición muy simple (quizás su mayor defecto). Este modelo defiende que la densidad es constante para cada uno de los dos compartimentos (masa grasa y masa magra). Así la masa grasa tendría una densidad constante de 0,90 g/ml, mientras que la masa magra (el resto de la composición corporal) tendía una densidad constante de 1,10 g/ml.

    Para conocer la densidad corporal total usamos el peso subacuático. Este peso subacuático es el peso corregido, teniendo en cuenta el volumen residual atrapado en los pulmones, de un sujeto sumergido en un tanque de agua.

    De este peso corregido y suponiendo esa densidad constante el autor predice el porcentaje de tejido adiposo del sujeto a estudio.

    El problema de este método radica en la suposición de que la grasa (definiendo ésta como el lípido extractable con éter) posea una densidad constante de 0,90 g/ml, que es válida sólo para una parte del tejido adiposo corporal, la compuesta por los triglicéridos.

    Esta densidad no tiene en cuenta al resto de los lípidos del cuerpo, como son los fosfolípidos y el colesterol. Debiendo decir que estos lípidos poseen una densidad superior al 0,90 g/ml de los triglicéridos.

    Aún dando por cierta la suposición de que la densidad del componente adiposo es constante, resulta difícil asumir que el compartimiento magro en los humanos, tenga una densidad constante y que ésta sea de 1,10 g/ml.

    Algunos autores como Martin en 1986, probaron la falta de consistencia de esta suposición. Demostrando que la masa libre del tejido adiposo (valorada tras la disección de cadáveres) no es constante en cuanto a su proporción de tejido óseo, muscular o masa residual. Y esto se debe a que estos tres componentes no se hayan en proporciones fijas.

    A este dato hay que añadir que la densidad de cada uno de estos componentes no es constante (Como suponía Wilmore). Y podemos añadir que estas variaciones de densidad son más evidentes en el tejido óseo.

Estas aseveraciones de Martin fueron corroboradas por Maszes en 1984, quien demostró variaciones en la densidad de los tejidos mediante la técnica de absorción de fotones.

    Martin además en 1986, criticó la falta de validez de la suposición de densidades constantes para los dos compartimentos, ya que debían de al menos cumplirse otros cinco supuestos, que Martin no compartía:

  1. Una compresibilidad constante de la piel y el tejido adiposo.

  2. Un valor despreciable para las dos capas de piel.

  3. Una estructura fija de deposición del tejido adiposo.

  4. Una fracción constante de grasa en el tejido adiposo.

  5. Y una proporción fija de grasa interna y externa.

    Actualmente en el ámbito epidemiológico se está utilizando el IMC como índice de riesgo de mortalidad. La interpretación que debe de hacerse de dichos valores es solamente a un nivel individual, y teniendo en cuenta que esta apreciación es muy relativa.

    Más aún si se cae en el error de extrapolar una valoración del IMC como índice de adiposidad, dado su baja correlación con la densidad corporal, dato éste que confirma dichas aseveraciones.

    Estos datos nos hacen considerar la baja fiabilidad de este índice.

    Pero como se puede observar en la práctica diaria y en la literatura médica, no deja de ser uno de los índices más usados en la actualidad.

    Pero un estudio serio de la composición corporal nos obliga, como veremos al final de este capítulo, a buscar la composición corporal no en función de dos parámetros (tejido graso y tejido magro), sino de modelos que comprendan al menos los cinco componentes corporales (tejido de la piel. tejido graso, tejido muscular, tejido óseo y tejido residual).


Estudio de cadáveres de Bruselas

    Vamos ha realizar una breve mención al estudio de cadáveres de Bruselas. Donde investigadores canadienses y belgas decidieron realizar un estudio de la composición corporal en cadáveres humanos.

    Las leyes belgas permitían que sus ciudadanos donaran sus cadáveres, con fines de experimentación científica a las Universidades. Este hecho propició que entre septiembre de 1979 y junio de 1980 se realizara un estudio anatómico con tres claras premisas:

  1. Ampliar la reducida base de datos sobre composición corporal en cadáveres humanos.

  2. Someter los modelos actuales de estimación de composición corporal a una validación directa.

  3. Generar nuevos modelos de composición corporal a partir de los datos de este estudio.

    Las fórmulas antropométricas se derivan de la necesidad de cuantificar los diversos componentes a través de la antropometría, y especialmente la masa grasa o tejido adiposo de forma fácil cómoda, barata, funcional y rápida.

    Esta cuantificación de la composición corporal es el método elegido por la mayoría de los centros médico-deportivos para la realización de los cálculos de la composición corporal de sus deportistas.

    El primero en proponer un método racional y científico para la valoración del alguno de los componentes corporales fue J. Mantiegka(1), quien en 1921, desarrolló una serie de fórmulas para la predicción de los pesos de la piel, el tejido celular subcutáneo, la masa muscular esquelética, los huesos y un denominado remanentes, que comprendía los diferentes órganos, vísceras y líquidos. Argumentaba que dichos componentes guardaban concordancia con determinadas medidas antropométricas.

  1. De los pliegues cutáneos, se derivaban la grasa y la piel.

  2. De los perímetros sobre los miembros, la masa muscular.

  3. Y de los diámetros sobre las articulaciones, la masa ósea.

    Los tejidos no abarcados en estas tres categorías, los denominaba remanentes y se calculaban por defecto.

    La suma de variables relevantes al tejido se eleva al cuadrado, se multiplican por la talla y por un coeficiente de ajuste, derivado de datos cadavéricos del siglo XIX. Matiegka invitó a mejorar y validad sus ecuaciones en estudios posteriores con cadáveres.

    Pero su modelo de fraccionamiento corporal cayó en desuso, hasta que en 1980, Drinkwater y Ross recogieron las investigaciones de Mantiegka e intentaron mejorarla.

     Diseñaron para ello otro modelo de fraccionamiento de cuatro componentes (grasa, músculo, hueso y residual), realizando una fusión de los conceptos de Mantiegka y basándose en la desviación de las proporciones, halladas en el Phantom.

    Se realizó un estudio piloto con dos cadáveres, tras el cual se llevaron a cabo un total de 25 disecciones (13 mujeres y 12 varones) de ancianos belgas entre 55 y 94 años de edad. Los cadáveres seleccionados no debían de haber sufrido procesos de catabolismo pronunciado previo a su muerte. Y debían de estar en un buen estado de conservación.

    Para realizar el estudio se tomó la media de tres días por cadáver, de la siguiente forma:

  1. El primer día, el cadáver era marcado y medido antropométricamente. Luego éste era pesado hidrostáticamente y fotografiado con rayos X.

  2. El segundo día y durante un promedio de 10 a 14 horas, tenía lugar la disección anatómica en tejidos, dividiéndolos en cutáneo, muscular, adiposo-óseo y residual (vísceras y órganos).

  3. El tercer día, éstos tejidos eran pesados "en tierra e hidrostáticamente", para determinar su peso y densidad.

    Los resultados obtenidos de este estudio fueron sorprendentes, sobre una muestra, que se consideró relativamente homogénea de ancianos belgas de raza caucásica.

    La variabilidad de las proporciones de la masa libre de tejido adiposo es la siguiente:

  1. Masa Muscular: 41,9 - 59,4%.

  2. Masa Ósea: 16,3 - 25,7%.

  3. Masa Residual: 24,0-32,4%.

    Otro dato sorprendente fue que la densidad ósea varió de 1,15 a 1,33 g/cm3. Este descubrimiento de que las presunciones de constancia biológica de los métodos químicos, eran totalmente inválidos y fuente de grandes errores de estimación. Por ejemplo una variación de la desviación estándar de la densidad del tejido libre de grasa de 0.020 g/cm3 (variación que se encontró en estos cadáveres), hace variar el % graso del 8.33 al 25.96% para un sujeto con una densidad corporal de 1.060 g/cm3.

    De este modo, estos datos invalidaban los métodos de Mantigka y el fraccionamiento de 4 componentes de Drinkwater y Ross.

    De estos estudios con cadáveres y de los datos obtenidos en sus disecciones, se derivaron nuevas ecuaciones para el estudio de la composición corporal.

    Estas ecuaciones se basaban en las variables antropométricas (pliegues, perímetros, diámetros, peso y talla). Pero con la diferencia de que sus modelos matemáticos se basaban en datos validados directamente con cadáveres.

    Para uno de los componentes en el estudio inicial de Bruselas, el Dr. Alan Martin, desarrolló ecuaciones de regresión sobre la estimación de la masa muscular y ósea. Dado que en muchas ocasiones (como puede ser el deporte de élite) es más indicativo de rendimiento la existencia de masa muscular que el tejido adiposo.

    Al ser las ecuaciones de Martin ecuaciones de regresión, los datos que calculan son representativos de la muestra (ancianos belgas). Esto hace que al medir atletas de élite, altamente musculazos, se sobreestime la masa muscular. Martin(2) también estuvo tentado a diseñar una ecuación para la predicción del tejido adiposo, pero tras analizar la problemática de la medición de los pliegues cutáneos, desistió de diseñar dicha fórmula. Esta decisión abrió una brecha de conocimiento que a derivado en la utilización de una múltiple y variopinta variedad de fórmulas para la estimación del porcentaje graso y que en la actualidad no esta resuelta.

    Otro de los colaboradores de estudio fue el Dr. Drinkwater, que desarrolló un modelo interesante, basándose en cálculos de volúmenes geométricos de conos truncados a partir de variables antropométricas.

    En este modelo, dichos volúmenes eran multiplicados por una constante (variable de ajuste derivada de los estudios cadavéricos).

    Así en este modelo, se calculaba las masas de piel, tejido adiposo, tejido muscular, tejido óseo y residual. Además permitía una regionalización cuantitativa de los tejidos. Este último dato es sumamente importante para los especialistas en Medicina Deportiva.

    El gran fallo de este modelo fue su realización tomando longitudes proyectadas. (Medidas que han quedado en desuso en la actualidad). Hoy se usan longitudes segmentadas, que hacen que este modelo no sea aplicable a las valoraciones médico-deportivas actuales.

    Años más tarde en 1988, la Dra. Kerr publicó su teoría del fraccionamiento corporal en cinco componentes. Esta teoría se basa en la estrategia de proporcionalidad, tomando como modelo el Phantom de la proporcionalidad, y calculando las masas a partir de las desviaciones estándar de este modelo.

    Esta teoría del fraccionamiento corporal permite una cuantificación total, pero no regional de los tejidos.

    Para comprobar la validez de sus teorías, calculó las masas y los pesos de los cinco componentes, a partir de una muestra de 1669 sujetos, de ambos sexos, con edades comprendidas entre los 6 y los 77 años y con diferentes niveles de actividad física.

    Sus fórmulas fueron capaces de predecir el peso con un error de estimación (una sobreestimación del 1,8% para varones y de 1,3% en mujeres), aportando un coeficiente de correlación (peso balanza vs. peso estructurado) de 0,987 y un error de estimación estándar (SEE) de 3,0 Kg. Al utilizar su muestra introdujo los 25 cadáveres de Bruselas.

    Pero con el modelo de la Dra Kerr no podíamos extraer la composición segmentaría. Hasta que el neocelandés Michael Marfell-Jones, realizó otras seis disecciones cadavéricas (3 varones y 3 mujeres). En esta ocasión las disecciones se realizaron de manera distinta, realizando una segmentación de los componentes menores de los miembros superiores e inferiores, con el fin de aportar datos útiles en biomecánica.

    De este estudio resultaron ecuaciones de regresión para la estimación de masas segmentarías.


Modelo de los cuatro componentes

    Este modelo de 4 componentes, estaba basado en el uso de medidas antropométricas, relacionadas directamente con los tejidos objeto de valoración y con unos limitados datos procedentes de la disección de cadáveres (Vierord 1890-1906).

    Pero debido, por una parte, a la falta de más muestra o datos de cuerpos disecados, que pudieran dar validez a sus resultados y por otra, al aumento de popularidad de los métodos químicos, su propuesta cayó en desuso.

    En 1932-1935, nació el concepto o modelo de los 2 componentes. Y en el año 1951, Broket y Keys, publicaron las primeras ecuaciones de regresión para la valoración de la masa grasa, utilizando los pliegues cutáneos.


Fórmulas para la predicción del tejido muscular

    El peso de la masa muscular se deduce de la propuesta básica de Mateigka:

    La fórmula para valorar el tejido muscular derivada de la disección de cadáveres de Bruselas, es la diseñada por el Dr. Martin(1) (1964).

    Estas fórmulas son las únicas ecuaciones validadas con un método directo de estudio de cadáveres, el de Bélgica y además sus resultados coinciden con otras determinaciones procedentes de disecciónes anatómicas.

    Donde:

MM; masa muscular (gr).
Ga: Perímetro antebrazo-pliegues cutáneos (cm).
Gb: Perímetro pierna-pliegue cutáneo (cm).
Gc: Perímetro Brazo-pliegues cutáneos (bíceps+tríceps).
Gd: Perímetro muslo -pliegue cutáneo.

    Posteriormente en 1989 Martin (1) y cols. modificaron la ecuación para la predicción de masa muscular:

    Otra fórmula para calcular la masa muscular es la usada por Lee (2). Que tiene el inconveniente de excluir en sus cálculos a la población deportista pero que sobreestima menos la masa muscular que la homóloga de Martin.

    La poca utilización de esta fórmula en las valoraciones médico deportivas. Hace que sigan vigente las fórmulas de Martin. Aunque éstas sobreestimen menos el porcentaje muscular.

    Donde:

MM: Masa muscular según Lee.
T: Talla en cm.
Pb: Perímetro de brazo contraído.
t: Pliegue tricipital .
Pm: Perímetro del muslo.
M: Pliegue del muslo.
Pp: Perímetro de la pierna.
p: Pliegue de la pierna.
E: Edad.

    En muchas ocasiones se ha criticado a Lee, por excluir de sus cálculos a los deportistas, limitando el campo de actuación de esta fórmula. Pero debemos recordar que en su nacimiento las fórmulas de Martin, nacen de la disección de cadáveres de Bruselas y en dichos estudios tampoco se incluyen los deportistas.

    Otros autores han relacionado la masa muscular total con el área muscular del brazo (AMB), y así obtienen una estimación de la masa muscular total a partir de de este parámetro. Lógicamente este valor es muy impreciso y sólo debe de usarse cuando no se puedan realizar más medidas.

    Los valores normales encontrados son de 30 Kg para hombres y de 17 kg para mujeres, de los cuales el 70% del músculo está disponible como energía.

    Esta fórmula no se aplica en personas cuyo peso sobrepase un 25% el peso teórico (valor casi siempre menor del encontrado en deportista, lo que la desacredita para su uso medico deportivo) y tampoco en personas ancianas, en cuya composición corporal se observan cambios con respecto a los sujetos de menor edad.


Calculo del % graso

    Para la masa grasa en este estudio vamos a utilizar la ecuación de Faulkner (8) derivado de la de Yugasz.

    Donde:

% Graso: % graso según la fórmula de Yugasz modificada por Faulkner

4 plg: Sumatorio de 4 pliegues cutáneos ( t: tríceps, se: subescapular si: suprailiaco a: abdominal)


Calculo de la masa ósea

    En 1956 Von Doblen desarrollo una ecuación para el calculo del peso óseo modificada en el año 1974 por Rocha(1) y dando lugar a un modelo de los 3 componentes.

    Donde:


Peso óseo: Peso óseo en Kg

T: Talla o estatura
D E: Diámetro estiloideo
D F: Diámetro bicondileo del fémur


Calculo de la masa residual

    La masa residual (órganos, líquidos etc.) se halla mediante las constantes propuestas por Wurch en 1974(1).

    Esta es quizás de tosas las formulas usadas en este capitulo la que menos se apoya en parámetros antropométricos.

    En la actualidad no hay una fórmula con mayor fiabilidad pero en el futuro deberemos desarrollar otras formulas. Basadas en medidas antropométricas.

    Donde:

Pt es igual al peso corporal


Material y Métodos

    Hemos realizado un estudio observacional y descriptivo a 3125 deportista de alto nivel que han sido valorados en nuestro centro, durante más de 6 años, entre Enero de 1999 y enero del 2006. Todos ellos pertenecientes a los listados de élite de la Generalitat Valenciana, que son publicados anualmente en el Dogv. La última resolución publicada: en el Dogv número: 4744 del 03/05/04. Las normas actuales para entran a formar parte de estas listas se encuentran publicadas en el Dogv 4766 del 02/06/04 (9).

    Los datos han sido recogidos en una base de datos realizada a tal efecto en ACCESS 97, y analizados estadísticamente mediante el programa SPSS 11.01. Desarrollando el estudio según las pautas éticas dictadas en la declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, para la investigación con seres humanos(10).


Realización de la Antropometría (9)

Instrumental utilizado

    Una de las razones que favoreció del gran desarrollo de la Cineantropometría fue el bajo costo de los instrumentos necesarios para elaborar las mediciones. El material básico para realizar una antropometría básica es el que vamos a describir a continuación:


Báscula

Se utiliza para determinar el peso corporal total. En realidad, mide la fuerza con la que el deportista es atraído por la tierra y no la masa corporal propiamente dicha. Sin embargo, está establecido que esta fuerza representa la masa corporal. Es conveniente usar modelos que estén validados y que tengan una precisión de 100 gramos. Y su peso máximo debe de ser de al menos de 150 Kgs.

     Para su calibración de utilizarán pesas de diferentes kilos abarcando la escala de la muestra que se va a medir (bajo, medio y alto).


Tallímetro

Utilizado para medir la altura del vértex y la talla sentando.

    Consiste en un plano horizontal adaptado, por medio de una guía que acompañan a una escala métrica vertical o un cursor anclado a un carro de medida, que se instala perpendicularmente a un plano base.

    La precisión necesaria es de 1mm. Se calibrará periódicamente mediante la comprobación con otra cinta métrica de la distancia entre la horizontal y los diferentes niveles del cursor deslizante.

 

 

 

 


Paquímetro o compás de pequeños diámetros

Es un compás de corredera graduado, de profundidad en sus ramas de 50 mm, con capacidad de medida de 0 a 259 mm.

     Sirve para medir los diámetros óseos. Normalmente acompañan al conjunto del antropómetro.

    La precisión es de 1 mm

 

 


Plicómetro o compás de pliegues cutáneos

También llamado espesímetro o plicómetro.

     Mide el espesor del tejido adiposo en determinados puntos de la superficie corporal.

     Su característica básica es la presión constante de 10 gr/cm2 en cualquier abertura. La precisión debe de ser de 0.1 mm. Los márgenes de medida oscilan entre 0 y 48 mm.

     Un método simple para calibrar este instrumento es fijarlo a un torno y suspender pesos desde la rama inferior.

     El compás debe ser ajustado para que las ramas permanezcan abiertas en cualquier posición, manteniendo una presión de 10gr/mm2 para los diferentes pesos de calibración.


Cinta métrica o cinta antropométrica

Utilizada en la determinación de perímetros y para la localización del punto medio entre dos puntos anatómicos.

     Existen diversos tipos en el mercado pero debe de ser flexible pero no elástica, preferiblemente metálica, de anchura inferior a 7 mm.

     Es importante que disponga de un espacio sin graduar antes del cero y con una escala de fácil lectura que permita una identificación fácil de los números.

     La precisión debe de ser de 1 mm.

     El muelle o sistema de recogida y extensión de la cinta deben mantener una tensión constante y permitir su fácil manejo.

     Se recomienda que las unidades de lectura estén en centímetros exclusivamente.


Medidas antropométricas

     Toma mucho tiempo y mucha práctica desarrollar un buen sistema de medición en parámetros antropométricos, especialmente en medición de pliegues cutáneos.

     El seguir procedimientos estandarizados incrementa la precisión y por tanto la validez y exactitud de la mediciones. A continuación explicaremos más claramente como hemos realizado las mediciones antropométricas para obtener datos más fiables.

     Antes de describir las medias antropométricas vamos a recordar la posición que debe adoptar el estudiado para la mayoría de las mediciones:

     Debe permanecer el sujeto de pie, con la cabeza y los ojos dirigidos hacia el infinito, las extremidades superiores relajadas a lo largo del cuerpo con los dedos extendidos, apoyando el peso del cuerpo por igual en ambas piernas, los pies con los talones juntos formando un ángulo de 45º. Esta posición es llamada en Cineantropometría como la "posición de atención antropométrica" o "posición estándar erecta".

     Esta posición es más cómoda para el estudiado, diferenciándose con respecto a la posición anatómica en la orientación e las manos.


Peso

El peso es la determinación antropométrica más común. Es de gran utilidad para observar la deficiencia ponderal en todos los grupos de edad y el retraso del crecimiento en los niños.

     En el sentido estricto, no debería de usarse el término peso corporal sino el de masa corporal, que es el que realmente medimos.

     El instrumental necesario para su medición será una balanza validada con una precisión de 100 gr. Esta medida se expresa en Kilogramos.

     El peso corporal está compuesto de masa magra y masa grasa. A su vez, la masa magra se compone de: masa muscular, vísceras, huesos, sangre, linfa y también comprende los lípidos de las células.

     Al peso corporal en condiciones patológicas, pueden sumarse edema (líquido intracelular aumentado), ascitis (líquido en cavidad abdominal), organomegalias (aumento de las vísceras) e incluso parasitosis (carga de helmintos o áscaris).

     En adultos se utiliza la medición del peso actual expresado en porcentaje teórico y en peso actual expresado en porcentaje del peso habitual previamente registrado en dicho deportista.

     La magnitud del cambio en estos dos datos y su correlación permite estimar la trascendencia del peso actual y precisar el carácter agudo o crónico de la desnutrición u obesidad, con sus diferentes repercusiones.

     En la valoración del peso deben excluirse sujetos con tendencia a la retención de agua y edema.

     Al tomar el peso, se deben considerar las siguientes precauciones:

  • El sujeto se colocará en el centro de la plataforma de báscula, distribuyendo el peso por igual entre ambas piernas, en posición erguida, con los brazos colgando lateralmente, sin que el cuerpo esté encontrado con ningún objeto a su alrededor, y sin moverse.

  • El deportista se situará con el mínimo de ropa sin zapatos ni adornos personales y después de haber evacuado la vejiga, además hay que evitar la pesada después de una comida principal.

     El cerebro, el hígado, el corazón, los riñones y otros órganos internos forman en conjunto una parte apreciable del peso corporal, pero cambian relativamente poco con una mala nutrición.

     Pero el peso en una determinación seriada nos hace perder mucha información muy útil en un deportista, así en un deportista que esté perdiendo peso deberemos saber si es peso es de porcentaje graso o muscular.

     Igualmente si el deportista está realizando un periodo de musculación deberemos saber si esa ganancia de peso corresponde a músculo.


Talla o estatura

La estatura se define coma la distancia entre el vértex y el plano de sustentación. También se denomina como talla en bipedestación o talla de pie, o simplemente talla.

     El instrumental necesario para realizar esta medida es un estadiómetro con una precisión de 1 mm.

     La medida de esta variable se da en centímetros.

     La estatura de un individuo es la suma de cuatro componentes:

  • las piernas,

  • la pelvis,

  • la columna vertebral

  • y el cráneo.

    La medición debe realizarse con el sujeto de pie, sin zapatos, completamente estirado, colocando los pies paralelos y con los talones unidos (apoyados en el borde posterior) y las puntas ligeramente separadas (formando aproximadamente un ángulo de 60º), las nalgas hombros y cabeza en contacto con un plano vertical.

La cabeza se mantendrá cómodamente erguida con el borde orbitario inferior en el mismo plano horizontal que el conducto auditivo externo (Plano de Frankfurt).

     El antropometrista realiza una tracción a nivel de los procesos mastoideos, para facilitar la extensión completa de la columna vertebral.

     Los brazos colgarán a lo largo del cuerpo de una manera natural con las palmas de las manos frente a los muslos.

     Se puede pedir al sujeto que realice una inspiración profunda para obtener la extensión máxima de la columna.

     Se desciende lentamente la plataforma horizontal del estadiómetro hasta contactar con la cabeza del estudiado, ejerciendo una suave presión para minimizar el efecto del pelo.

     Es importante considerar el cabello demasiado espeso en la medición de la talla, aplastando el cabello y haciendo contacto con el vértice de la cabeza.

     La escala graduada debe ser de dos metros y permitir una exactitud de 1 cm. Los ojos del examinador deben estar por lo menos a la misma altura del sitio donde el panel movible hace contacto con la cabeza.

     La estatura para adultos de 60 a 90 años de edad puede ser estimada por medio del largo de la rodilla cuando no se puede medir la estatura de pie.

     La estimación de la estatura puede ser utilizada en parámetros de la evaluación del estado de nutrición, incluyendo referencia sobre el peso para la talla, ecuación de gasto energético, ecuación de área de superficie corporal y creatinina para la talla e índices de masa corporal.

     El largo de pierna también se puede utilizar junto con otros indicadores antropométricos para prever el peso en individuos mayores que no pueden ser medidos por métodos convencionales.


Medidas transversales o diámetros

     Son las medidas lineales realizadas en sentido horizontal y que se caracterizan en general a los diámetros.

     Las podríamos definir como la distancia tomada en proyección, entre dos puntos anatómicos medida en cm.

     La posición que se mantendrá en el estudio será la que hemos definido previamente como de atención antropométrica. Las excepciones se comentarán en sus correspondientes medidas.

     El instrumento para realizar estas medidas en el antropómetro o compás para grandes diámetros y el paquímetro para los pequeños diámetros.

     En cuanto a la técnica que debemos usar: la rama de ambos instrumentos se coge entre el dedo pulgar e índice descansando sobre el dorso de la mano. El dedo medio se utiliza para localizar el punto anatómico deseado. Hay que aplicar una presión firme sobre las ramas para minimizar el espesor de los tejidos blandos.

     Los datos obtenidos se usan para el cálculo del somatotipo y del porcentaje óseo. Las más utilizadas son las que vamos a describir a continuación.


Principales diámetros antropométricos

1. Biepicondíleo del fémur

Distancia ente el cóndilo lateral y medial del fémur. El antropometrista se sitúa delante del estudiado mientras el individuo estará sentando y se hará su medición formando un ángulo de 90º entre la pierna con el muslo, sin que los pies toquen en el suelo. Se mide sólo al lado derecho. Las ramas del calibre pequeño miran hacia abajo en la bisectriz del ángulo recto formado a nivel de la rodilla.

 

 


2. Biepicondiliano de húmero

     Distancia entre el epicóndilo y la epitroclea que son el condilo lateral y medial del húmero, respectivamente. El antropometrista se sitúa delante del estudiado.

El brazo se horizontaliza y el antebrazo forma un ángulo de 90º con el brazo para facilitar la medida, con la palma de la mano hacia el mismo y los dedos juntos y extendidos hacia arriba.

     El examinador colocará sobre los dos cóndilos del codo y sin ejercer demasiada presión, las dos astas del calibrador tipo vernier, permitiendo reposar el codo en la base de la escala del calibrador, las ramas del paquímetro apuntan siempre hacia arriba en la bisectriz del ángulo recto formado a nivel del codo.

     La medida es algo oblicua, por estar la epitroclea en un plano algo inferior al epicóndilo.

     Para comprobar que se esta midiendo únicamente la anchura de la estructura ósea del codo, se deberá hacer deslizar el calibrador hacia abajo y si éste lo hace sin ofrecer resistencia, la medición será correcta. Solamente se mide el del lado derecho.


3. Biestiloide

Distancia entre la apófisis estiloides del radio y del cúbito.

     El antropometrista está delante del estudiado que estará sentado con el antebrazo en pronación sobre el muslo y la mano flexionada con la muñeca en un ángulo de 90º.

     Las ramas del paquímetro están dirigidas hacia abajo en la bisectriz del ángulo de la muñeca. Se tomará la medida del lado derecho.


Medidas circunferenciales o perímetros

     Son caracterizadas por las medidas lineales realizadas circunferencialmente. En antropometría se llaman perímetros.

Posición: El estudiado mantendrá la posición de atención antropométrica o estándar erecta, explicada anteriormente. Aunque hay algunas excepciones que se comentarán en sus correspondientes medidas.

Instrumental: Se utiliza la cinta antropométrica flexible e inextensible. La medida se da en cm, con una precisión de 1 mm.

Técnica: El antropometrista sujetará la cinta con la mano derecha y el extremo libre con la mano izquierda. Se ayudará con los dedos para mantener la cinta métrica en la posición correcta, conservando el ángulo recto con el eje del hueso o del segmento que se mida.

     Se sitúa la cinta sobre la zona al nivel requerido, sin comprimir los tejidos blandos y estando perpendicular al eje longitudinal del segmento que se esté midiendo. La lectura se hace en el lugar en que la cinta se yuxtapone sobre si misma.

     A continuación vamos a describir los principales perímetros:


I. Muslo 1 (1 cm)

Es al perímetro del muslo tomado un centímetro por debajo del pliegue glúteo.

     El estudiado está de pie, con las piernas ligeramente separadas y el peso distribuido por igual entre ambas piernas.

     El antropometrista ha de mantener la cinta perpendicular al eje longitudinal del fémur. Es conveniente para facilitar la medición el situarse al lado derecho.

 

 


II. Perímetro de la pierna

     Perímetro medido a nivel de la máxima circunferencia de la pierna.

Vamos a explicar esta medida con más detalle dada su importancia para los posteriores cálculos antropométricos.

     El sujeto estará de pie, recto, con las piernas separadas ligeramente y el peso distribuido de manera uniforme entre ambas piernas.

     La referencia anatómica que debemos usar es el valor donde se encuentra el máximo perímetro con respecto a la técnica de medición.

     El antropometrista se sitúa a la derecha del sujeto frente a la cara lateral de la pierna, manteniendo la cinta perpendicular al eje de la pierna.

     Se registra el valor máximo del perímetro de pierna tras situar la cinta a diferentes niveles.

     Este punto será el nivel para la posterior medición del pliegue correspondiente.

     Se facilita la medición si se coloca sobre una banqueta.


III. Perímetro del brazo contraído o perímetro de brazo

Es el perímetro máximo del brazo contraído voluntariamente. El estudiado se encuentra en posición erecta, con el brazo en antepulsión y horizontal. El antebrazo se coloca en supinación completa y a en flexión de 45º aproximadamente.

     Este mismo punto es el que utilizaremos para la posterior medición de los pliegues del miembro superior.

     El perímetro del brazo, expresa la reserva actual de proteína muscular. Su disminución aguda se relaciona con el grado de hipercatabolismo y de gluconeogénesis y junto con el índice de excreción creatinina / talla de 24 horas, lo que permite valorar el estado de la proteína músculo-esquelética.

 

 

  IV. Antebrazo

Es el perímetro máximo del antebrazo.

    El estudiado estará con el codo extendido, músculos del antebrazo relajados y mano en supinación.

    El antropometrista buscará la máxima circunferencia el antebrazo que normalmente no está a más de siete centímetros por debajo de la cabeza radial.


Los pliegues cutáneos

Posición

    El estudiado mantendrá la posición de atención antropométrica. Las excepciones se comentarán en sus correspondientes medidas. La musculatura del estudiado tiene que estar relajada.


Técnica

    El pliegue cutáneo se toma con los dedos índice y pulgar de la mano izquierda, manteniendo el compás en la mano derecha perpendicularmente al pliegue y abriendo la pinza unos 8 cm. Se eleva una doble capa de piel y su tejido adiposo subyacente en la zona señalada, efectuando una pequeña tracción hacia afuera para que se forme bien el pliegue y queden ambos lados paralelos, y se mantiene hasta que termine la medición.

    Con la mano derecha se aplica el compás, colocándolo a 1 cm del lugar donde se toma el pliegue, perpendicular al sentido de este y en su base.

    La lectura se efectúa aproximadamente a los dos segundos después de colocar el compás, cuando se enlentece el descenso de la aguja. La cantidad de tejido elevado será suficiente para formar un pliegue de lados paralelos.

    Los pliegues cutáneos se medirán en lado derecho, dando el valor medio de tres mediciones, pudiendo descartar las claramente erróneas. Las repeticiones no se harán pliegue a pliegue, sino tras terminar todos los pliegues incluidos en el estudio, evitando así comprimir la zona.

    Nunca se atrapará músculo en el pliegue y una buena técnica para comprobarlo, es indicarle al estudiado que realice una contracción de los músculos de la zona cuando se ha cogido el pliegue. Se liberará el pliegue y se volverá a realizar la toma válida con la musculatura relajada.


Pliegues cutáneos

    A mediados de los años 90, se utilizó el grosor de la grasa subcutánea midiendo los pliegues cutáneos, basándose en investigaciones previas, que midiendo el grosor de los pliegues cutáneos en diferentes sitios del cuerpo encontraban una relación moderada a fuerte entre las mediciones de dichos pliegues y la cantidad de grasa corporal.

    Desde entonces se utiliza como un indicador de la grasa corporal total en el ámbito clínico, debido a que este sistema es fácil de realizar, y de bajo costo, es ideal para grandes estudios epidemiológicos. Así como, en la evaluación del estado nutricional de nuestros atletas. Además, los pliegues cutáneos se utilizan para estimar la distribución de grasa regional a través de la determinación de la relación de grasa subcutánea del tronco y las extremidades.

    Cualquiera que sea el lugar elegido, se debe tomar en cuenta que un pliegue está constituido por dos capas de piel y el panículo adiposo, que se encuentra en el tejido subcutáneo.

    Se debe pellizcar firmemente un pliegue cutáneo longitudinalmente y levantarlo ligeramente entre el índice y el pulgar de la mano izquierda, teniendo cuidado de no incluir el músculo subyacente. Se aplica el plicómetro aproximadamente a 1 cm por debajo de los dedos del operador y a una profundidad semejante a la del pliegue, mientras que éste se sigue sosteniendo suavemente durante toda la medición.

    Un error muy común es sujetar el pliegue exclusivamente con el plicómetro, sin sostener el pliegue con los dedos de la mano.

    Se deben dar un promedio de 4 segundos para tomar la lectura. Deben hacerse tres mediciones y calcularse la media de los resultados, si los valores varían entre una y otras mediciones más del 10 %, se deberá tomar mediciones adicionales. Una vez tomada la medición se debe retirar suavemente el plicómetro, abriendo sus astas sin dejar de sujetar el pliegue con la mano izquierda, para evitar lastimar al sujeto.

    Se debe leer la medición del plicómetro al 0.1 mm más cercano. Los lugares más apropiados para la toma del pliegue, varían con la edad, el sexo y la precisión para localizar cada punto.


Pliegues cutáneos

    A continuación vamos a definir los principales pliegues cutáneos:


I. Pliegue cutáneo tricipital

    Es la medición más práctica en todos los grupos de edad, y tanto en la escasez de reservas energéticas así como en la obesidad.

    Es un índice aproximado de la magnitud de reserva energética endógena, proveniente de triglicéridos y de sustratos metabólicos.

 Este pliegue se medirá eligiendo cuidadosamente el sitio en el que se había utilizado del punto medio del brazo, que no es otro que el punto medio ente el acromion en su punto más superior y externo y la cabeza del radio en su punto lateral y externo.

    La medición se practicará con el brazo relajado y colgando lateralmente.

     El pliegue formado de manera paralela al eje longitudinal, con el pulgar y el índice de la mano izquierda se separará del músculo subyacente y se medirá en ese punto, colocando el plicómetro perpendicularmente al pliegue.

     Técnica de medición: El compás se aplica a 1 cm por debajo del pliegue formado en la línea media de la cara posterior del brazo, a nivel del punto medio marcado entre acromion y cabeza radial.

     Para la medición el brazo estará relajado, con la articulación del hombro en ligera rotación externa y el codo extendido.


II. Pliegue cutáneo subescapular

El lugar de medición corresponderá al ángulo interno debajo de la escápula, (punto más inferior del ángulo inferior: se marca a 2 cm en la línea que corre lateral y oblicua siguiendo el clivaje de la piel).

     Deberá tener un ángulo de 45º en la misma dirección del borde interno del omóplato (o sea hacia la columna vertebral) Se medirá justo abajo y lateralmente al ángulo externo del hombro.

     Para realizar esta medida, se palpa el ángulo inferior de la escápula con el pulgar izquierdo, en este punto hacemos coincidir el dedo índice y desplazamos hacia abajo el dedo pulgar, rotándolo ligeramente en sentido horario, para así tomar el pliegue en la dirección descrita anteriormente.

     En sujetos obesos se deberá desprender energéticamente el pliegue del músculo subyacente y esperar varios segundos a que el plicómetro deje de moverse, para que la medición se pueda realizar.

     Técnica de medición: El sujeto se sitúa de pie, erecto, con los brazos colgando a lo largo del cuerpo. El compás se aplica a 1 cm de distancia del pliegue formado en la referencia citada.


III. Pliegue cutáneo suprailíaco

Se medirá justo inmediatamente por arriba de la cresta ilíaca, en la línea axilar media, en forma oblicua y en dirección anterior y descendente (hacia la zona genital).

     Técnica de medición: El compás se aplica 1 cm anterior al pliegue formado en la línea medioaxilar, justo por encima de la cresta ilíaca.

     El sujeto puede abducir el brazo derecho o colocarlo sobre el tórax, llevando la mano sobre el hombro izquierdo.

 

 


IV. Pliegue cutáneo abdominal

Situado lateralmente a la derecha, junto a la cicatriz umbilical en su punto medio.

     El pliegue es vertical y corre paralelo al eje longitudinal del cuerpo.

     Para otros autores está situado lateralmente a 3-5 cm de la cicatriz umbilical.

 

 


V. Pliegue cutáneo del muslo anterior

     El pliegue se toma en la parte anterior del muslo, en el punto medio entre el doblez inguinal y el borde proximal de la rótula.

     El pliegue es longitudinal y corre a lo largo del eje mayor del fémur. El peso corporal deberá recargarse sobre la pierna que no se esté midiendo.

 El plicómetro debe estar colocado en dirección vertical, 1 cm por debajo de los dedos que sostienen el pliegue.

     Técnica de medición: El sujeto puede estar sentado o bien tener el pie sobre una banqueta. El compás se aplica a 1 cm de distancia del pliegue formado en él punto de máximo perímetro, en el lado medial de la pierna derecha, con la rodilla flexionada 90º. La pierna debe estar relajada. Si el antropometrista tiene dificultades en la toma de este pliegue, el estudiado puede sostener con ambas manos su muslo en esta posición o contar con la ayuda de otro antropometrista que atrapará con sus dos manos el pliegue.


 

VI. Pliegue cutáneo de pantorrilla o pierna medial

     El pliegue se deberá desprender a la altura de la máxima circunferencia de pierna en la parte interna de la misma, en dirección vertical y corre paralelo al eje longitudinal de la pierna.

 El sujeto estará con la pierna en ángulo recto y el pie colocado sobre un banco.

     Además de estas mediciones vamos a valorara la composición corporal de nuestras futbolistas, Calculando el % Graso según la fórmula de Faulner(7), la masa muscular según la fórmula de Martin(2) y la fórmula de Lee (3), la masa ósea según la fórmula de Rocha(1) y la mas residual según la fórmula de Wurch.(1) Todas ellas reflejadas en la siguiente tabla.

 



Resultados

    El peso corporal se tomo con una bascula marca seca validada y siguiendo los planteamientos de la sección anterior. En la siguiente tabla se muestran los valores descriptivos de la muestra.

     En la siguiente tabla se muestran los percentiles del peso de la muestra para poder tener valores de referencia en las valoraciones individuales.

    En la siguiente tabla mostramos los valores descriptivos para la masa muscular calculado según la formula de Lee.

    En la siguiente tabla se muestran los percentiles de la masa muscular calculada según la fórmula de Lee de la muestra para poder tener valores de referencia en las valoraciones individuales.

    En la siguiente tabla mostramos los valores descriptivos para la masa muscular calculado según la formula de Martin.

    En la siguiente tabla se muestran los percentiles de la masa muscular calculada según la fórmula de Lee peso de la muestra para poder tener valores de referencia en las valoraciones individuales.

    En la siguiente tabla mostramos los valores descriptivos para la masa grasa a partir de la formula de Faulkner. Ya que conociendo el % graso y el peso corporal, podemos con una simple regla de tres calcular la masa grasa.

    En la siguiente tabla se muestran los percentiles de la masa grasa calculada a partir de la fórmula de Faulkner de la muestra para poder tener valores de referencia en las valoraciones individuales.

    En la siguiente tabla mostramos los valores descriptivos para la masa ósea calculados según la formula de Rocha.

    En la siguiente tabla se muestran los percentiles de la masa ósea calculada a partir de a fórmula de Rocha de la muestra para poder tener valores de referencia en las valoraciones individuales.

    En la siguiente tabla mostramos los valores descriptivos para la masa residual calculada según la formula de Wurch.

    En la siguiente tabla se muestran los percentiles de la masa residual calculada según la fórmula de Wurch de la muestra para poder tener valores de referencia en las valoraciones individuales.

    En el grafico 2 mostramos la evolución de la masa muscular en función de la fórmula aplicada. Observamos como el porcentaje muscular calculado según la fórmula de Lee (azul) obtiene valores más moderados de masa muscular. Mientras que la fórmula de Martin (amarillo) sobreestima la masa muscular de nuestros deportistas. Ambas formulas se manifiestan como un grafica exponencial con un valor más alto cuanto mayor es el peso corporal del estudiado.

    Si intentamos analizar los coeficientes de correlación según la fórmula de Pearson hallamos los valores tabulados en tabla 2: Para aceptar que existe una correlación entre dos variables vamos a necesitar que el coeficiente de Pearson sea superior a 0.4. Siguiendo esta valoración los tres pares estudiados tiene una correlación positiva. El menor graso de correlación lo encontramos entre la fórmula de Lee y el peso, esta débil correlación es menos importante que la encontrada entre la fórmula de Lee y la de Martin (0.5). Encontrando una muy fuerte correlación ente la fórmula de Martin el Peso muscular.

    En muchas ocasiones las preguntas que nos realizan los preparadores físicos es que la suma de los distintos componentes musculares no alcanza el peso corporal para ellos hemos restado del peso del deportista las suma de sus componentes. Para obtener el peso calculado vamos a sumar la masa grasa (calculada a partir del % graso según Faulkner), la masa residual (según la fórmula de Wurch), la masa ósea (según la fórmula de Rocha y la masa muscular. Esta masa muscular se calculara e una ocasión usando la fórmula de Martin (Martin) y en otra la fórmula de Lee (Lee). Una vez obtenido este peso calculado, restamos el peso del deportista obtenido en su antropometría al peso calculado según las dos variantes antes expuestas.

  1. Lee: Masa grasa en kg + Masa residual+ Masa ósea + Masa muscular según Lee

  2. Martin: Masa grasa en kg + Masa residual+ Masa ósea + Masa muscular según Martin

  3. Resultado = peso deportista - peso calculado

  4. R Lee= peso deportista-Lee

  5. R Martin = peso deportista- Martin

    En la siguiente tabla mostramos la correlación entre el peso calculado con la fórmula de Martin, con la fórmula de Lee y el Peso obtenido en la antropometría. La menor correlación seguimos obteniéndola en el par de Lee y peso corporal con un valor de 0.5, y el mayor índice de correlación en el par Martin peso corporal (0.82). La correlación entre ambos pesos calculados es muy alta (0.815). Es decir la mejor correlación de peso calculado se obtiene usando la formula de Martin.

    Observamos como la fórmula de Martin (amarillo) se mantiene estable sobreestimando el peso del deportista, mientras que la fórmula de Lee (Lee) oscila entre peso por encima de lo esperado y peso por debajo, pero siempre más próximo al 0 que seria el resultado ideal. Es decir usando la formula de Martin el peso calculado es mayor al deseado pero esta sobreestimación es bastante estable. Con la formula de Lee los valores del peso corporal están más próximos al 0 ideal pasando de una sobreestimación corporal a una infraestimacion corporal.

    Lo que mas nos pede interesar para valorar la fiabilidad de una u otra fórmula para el calculo de la masa muscular es la media de la diferencia de peso. Es decir la valoración media de cómo se aproxima este valor al 0 ideal. Observamos como la fórmula de Lee infraestima en 3.5 Kg de media el peso corporal calculado. Mientras que la formula de Martin sobrestima de media 14 Kg el peso calculado. De esta tabla se podría deducir que para valoraciones individuales quizás seria la fórmula de Lee la elegida para nuestra valoración.

    En el Grafico 4 Observamos la relación entre ambos fórmulas en el subgrupo masculino observamos la misma distribución que en el Grafico 2 encontrando como la masa muscular según la fórmula de Martin obtiene valores inferiores a los de la fórmula de Lee. Así como que ambas curvas son exponenciales y aumentan sus valores conforme aumenta el peso corporal del sujeto sometido a estudio.

    Al observar los pares de esta grafica obtenemos que paradójicamente el par de Lee con Peso corporal calculado por antropometría no encuentra correlación significativa (valor inferior a 0.4). La correlación entre la fórmula de Martin y el peso corporal obtiene un alto coeficiente de correlación (0.87). La correlación entre ambas formulas para la estimación de masa muscular es levemente positiva (0.407).

    En la grafica 5 mostramos la relación entre los cálculos del peso con ambos fórmulas en el subgrupo masculino observando como la fórmula de Martin (amarillo) , se mantiene estable con respecto a la muestra, mientras que la de Lee (azul) se aproxima mas al 0 ideal.

    En cuanto a los coeficientes de correlación de los pares analizados en la gráfica anterior, obtenemos correlaciones positivas en todas las comparaciones, Como hemos encontrado en todas las comparaciones anteriores la correlación más débil se encuentra en el par peso calculado según Lee y peso corporal según el cálculo antropométrico. Es de reseñar también el alto coeficiente de correlación entre ambas fórmulas musculares (0.78). La menor correlación encontrada entre el peso calculado por Martin y el peso corporal (0.76)

    Si vemos la desviación de ambas curvas en función de la distancia media entre ambos pesos obtenemos un valor muy próximo a cero para el peso calculado según la fórmula de Lee (-2.46). Frente a la gran diferencia de la formula de Martin (14 Kg de media)

Grafico 6: Observamos la correlación entre ambas fórmulas de masa muscular en la subpoblación femenina. Observando al igual que en las comparativas anteriores que La fórmula de Martin (amarillo) sobreestima los valores calculados según la fórmula de Lee (azul). Observando como la tendencia de ambas graficas es mas lineal y menos exponencial que en las comparativas anteriores.

    En este caso al analizar los coeficientes de correlación de los pares de la grafica anterior, observamos valores más alto de lo esperado para la correlaciones anteriores en el par Lee y peso corporal (0.72). La relación entre Martin y Peso también es la más fuerte de este subgrupo (0.87). Encontrando también una lato correlación entre ambas fórmulas de estimación de masa muscular.

En el grafico 7 mostramos la relación ente el peso calculado y el peso real en la subpoblación femenina. La tendencia de la diferencia de peso con la formula de Martin (amarillo) es tan estable como en el resto de las comparativa. Sin embargo la fórmula de Lee (azul) en este subgrupo alcanza el valor 0 a pesos más altos, existiendo mayor numero de pacientes con sobrestimación de peso corporal.

    En esta comparativa los tres pares analizados tienen altos coeficientes de correlación. Siguiendo la tendencia de las comparativas anteriores la correlación mas débil se encuentra en el par Lee - peso corporal. La correlación más alta ocurre como en el resto de las comparativas en el par Martin y peso corporal. Encontrando también una lata correlación entre ambas formulas de masa muscular.

    Si vemos la media de la diferencia de pesos. Observamos como la fórmula de Martin se mantiene estable en sus 14 Kg de media. La que presencia un mayor distanciamiento del 0 ideal es la fórmula de Lee sobreestimando el peso corporal en una media de 6 Kg


Discusión

    El hecho de que el coeficiente de correlación entre el peso corregido según Martin sea muy superior al coeficiente de correlación del peso corregido según Lee no lleva si cambiáramos los coeficientes de Martin adaptándolos a la población deportiva lograríamos limitar esa sobreestimación que tanto la perjudica (aproximadamente 14 kg de media según el promedio de la diferencia de peso).

    Por tanto si bien la fórmula de Lee puede ser la de elección de las valoraciones individuales, debido a su mayor correlación con el peso quizás la fórmula de Martin sea la más adecuada para las valoraciones de conjunto.

    La formula de Lee obtiene menos sobreestimación del peso corporal calculado en la población masculina, obteniendo sus peores resultados en la femenina (2 Kg de sobreestimación media frente a 6 Kg de sobrestimación media). La formula de Martin es mas estable en y independientemente de grupo analizado suele sobreestimar una media de 14 Kg en el peso calculad usando esta formula antropométrica.


Conclusiones

  1. La formula de Lee es la más útil para las valoraciones individuales y para la el calculo del peso corporal mediante la suma de componentes corporales.

  2. La fórmula de Martin es más útil para las valoraciones colectivas al ser más estable, pero menos fiable que la fórmula de Lee.


Bibliografía

  1. Esparza Ros, f. (1993) (Coord.). Manual de Cineantropometría. Colección de Monografías de Medicina del Deporte. FEMEDE. Pamplona.

  2. Martin AD, Spenst LF, Drinkwater DT, Clarys JP. Anthropometric estimation of muscle mass in men. Med Sci Sports Exerc 1990 Oct;22(5):729-33

  3. Lee RC, Wang Z, Heo M, Ross R, Janssen I, Heymsfield SB. Total-body skeletal muscle mass: development and cross-validation of anthropometric prediction models. Am J Clin Nutr. 2000 Sep;72(3):796-803. Erratum in: Am J Clin Nutr 2001 May;73(5):995.

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  5. Espinosa Cuevas, María de los Ángeles. Velásquez Alva, María del Consuelo. La Composición corporal y su utilidad en el diagnostico del estado nutricional. Sociedad de nutriología Primera edición: 2001.

  6. Lohman TB, Roche AF, Martorell R, Antropometric standarization reference manual. 1988. Champagne, Illinois: Human kinetics books.

  7. Garrido Chamorro, Raúl y González Lorenzo, Martha. Indice de masa corporal y composición corporal: Un estudio antropométrico de 2500 deportistas de alto nivel. En: Lecturas: Educación física y deportes, ISSN 1514-3465, Nº. 76, 2004

  8. Faulkner J.(1968). Physiology of swimming and diving. En Falls, H. Exerc. Phy. Baltimore. Academic Press.

  9. Garrido Chamorro, R.P., González Lorenzo, M. Expósito Coll, I. Garnes Ros, A.F. Valoración de la proporcionalidad mediante el método combinado. Estudio realizado con 873 futbolistas. En: Lecturas: Educación física y deportes, ISSN 1514-3465, Nº. 81, 2005

  10. WMA. Declaración de HelsinKi para la investigación con seres humanos. En: http://www.Wma.net/s/policy/b3.htm:2000

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