EJERCICIO FISICO Y SALUD

8. ENERGIA AEROBICA Y ANAEROBICA
El ácido láctico o lactato, es el resultado de un combustión muscular intensa, en ausencia de oxigeno (anaeróbico), es ácido, por lo que provoca una acidosis metabólica y por lo tanto una inhibición de la maquinaria bioquímica responsable de la producción de energía proveniente de la degradación de la glucosa sanguínea y del glucógeno muscular. Fue descrita en 1808 mediante la observación en animales fatigados. Hoy es considerado por un importante intermediario en el metabolismo energético y es formado y acumulado en el músculo durante periodos de alta demanda energética y durante rápidas fluctuaciones en los requerimientos energéticos.

Esta vía metabólica, anaeróbica, es ineficiente en comparación con la aeróbica pero existen fibras musculares especializadas en la producción de energía anaeróbica que son dos veces más eficientes en la producción de energía anaeróbica que aeróbica. También debemos considerar que los mecanismos aeróbicos demoran varios segundos en comenzar, de manera significativa, su aporte energético, mientras que el metabolismo anaeróbico, con producción de lactato, empieza a producir energía rápidamente.

En la década anterior, se pensaba que una manera de ver reflejado el metabolismo energético anaeróbico era identificando y determinando la cantidad de ácido láctico en la sangre, pero mediante estudios apoyados por biopsias musculares, se ha observado que estas fibras especializadas en producir energía y ácidos láctico poseen también una enorme capacidad de convertir dicho ácido láctico en glucógeno nuevamente y es así como se ha demostrado que puede haber una producción de lactato detectada en el músculo sin que esta aparezca en la sangre. El músculo produce y convierte al lactato al mismo tiempo (!). Como si este extraordinario fenómeno, ( el de impedir que el lactato salga al torrente sanguíneo), no fuera suficiente, no solo las fibras que lo producen lo reconvierten sino además otras fibras del mismo músculo y los músculos vecinos también colaboran con esta función. Si el deportista que efectúa un trabajo anaeróbico y al mismo tiempo genéticamente posee una mayor cantidad de fibras lentas, el lactato producido es convertido en glucógeno 4 veces más rápido que lo que lo convierten las fibras rápidas antes de que salga a la sangre. Otra parte importante también es convertido en malato y alanina y puede ser oxidado. El problema mayor es como este lactato pasa de un compartimento a otro y su traslado dentro del sarcolema de la célula es la principal barrera ya que requiere de transportadores internos para llegar a la membrana y poder así salir del compartimento que lo produjo. También, una vez que el lactato salió a la sangre, es transportado y de manera eficiente metabolizado por hígado, riñones y corazón.

La característica y dimensión de los mecanismos de adaptación y la variación en las capacidades anaeróbicas van a depender en primer lugar de las características histoquímicas del músculo, de la capacidad que cada fibra muscular tienen en producir y reconvertir el lactato; de la capacidad de transportarlo hacia la membrana celular; de la distribución de las fibras oxidativas y glucolíticas y también del grado de capilarización del músculo.

Como podemos ver, la producción de lactato proveniente de los esfuerzos físicos intensos es un fenómeno complejo, difícil de determinar y estudiar pero se puede entender que medir el lactato en la punta de un dedo o la oreja, es una medición que indica cuanto lactato hay en la sangre pero no nos dice lo que ocurre en el músculo que es donde se lleva a cabo la contracción muscular que es inhibida ante la presencia de lactato. Mucho menos podemos deducir de que forma el deportista se esta adaptando al entrenamiento y tampoco juzgar su rendimiento aeróbico no las probabilidades de éxito de cada deportista mediante la simple toma de muestra sanguínea.

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Lecturas: Educación Física y Deportes. Año 2, Nº 7. Buenos Aires. Octubre 1997
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