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La actividad física y su influencia en una vida saludable
Rubén José Annicchiarico Ramos

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 51 - Agosto de 2002

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    La velocidad es una capacidad con escasa incidencia fuera de la vida cotidiana, al contrario que la fuerza, resistencia o flexibilidad. Por otro lado, se trata de una capacidad con escaso margen de mejora al trabajarla y que además, en determinadas manifestaciones, implica el uso de ciertas medidas de seguridad para prevenir lesiones y accidentes.


La Fuerza

    Castañer y Camerino dicen que es la capacidad motriz de superar una resistencia por medio de la oposición ejercida por la tensión de la musculatura.

    La fuerza permite la realización de distintas actividades cotidianas, como tirar, empujar o levantar objetos. Unos músculos fuertes y resistentes ayudan a mantener una buena postura y prevenir las lesiones y dolores de espalda, así como realizar actividades cotidianas con más facilidad y sin fatiga, como transportar, levantar objetos...

    Nuestro objetivo primordial en el trabajo de fuerza general debe ser dotarnos de una musculatura armónica y equilibrada, sin desajustes entre los grupos musculares, que posibilite la base muscular necesaria para la ejecución de las conductas motrices usuales. Se sabe que una fuerza adecuada aumenta la eficacia motora, ayuda a la adopción de posturas correctas y reduce el riesgo de lesiones.


Beneficios de la actividad física en edades tempranas

    Los profesionales de la medicina reconocen la importante relación entre el ejercicio físico y la salud, hasta el punto de manifestar que la inactividad y el sedentarismo son factores de riesgo.

    También establecen la hipótesis de que los niños/as y jóvenes que en la escuela participan en actividades físicas frecuentes tienen la probabilidad de continuar participando en las mismas fuera de la enseñanza obligatoria.

    Es difícil saber la influencia ejercida por la actividad física sobre el crecimiento, ya que éste permanece controlado por el sistema endocrino, y se ignoran las relaciones que guardan. Aún así, se conocen beneficios y repercusiones positivas del ejercicio físico moderado sobre el organismo.

    La presión producida por el peso y la acción muscular sobre los cartílagos estimula el crecimiento longitudinal del hueso; esta estimulación facilita que los huesos alcancen las dimensiones esperadas. La falta de ejercicio, a cualquier edad, produce descalcificación de los huesos.

    Otro efecto de la actividad física sobre el crecimiento es la modelación de las articulaciones corporales, que facilita una forma y funcionamiento correctos. Asimismo, la actividad física realizada adecuadamente repercute en el resto de órganos y sistemas del cuerpo humano, como ya se ha comentado.

    Desde un punto de vista escolar, la Educación Física es un área imprescindible dentro del currículo de la educación o escolarización obligatoria. En Educación Infantil (0-6 años) se comienza con la enseñanza de la psicomotricidad, para pasar en Educación Primaria (6-12 años) y Educación Secundaria Obligatoria (12-16 años) a tratarse la Educación Física como un área específica. Ésta se desarrolla por medio del movimiento.

    Según el currículo de Educación Física en Educación Primaria, las funciones que nos va a reportar este movimiento son las siguientes:

  • Función de conocimiento: El movimiento es uno de los instrumentos cognitivos fundamentales de la persona, tanto para conocerse a sí misma como para estructurar y explotar su entorno inmediato. Se toma conciencia del cuerpo y del mundo que nos rodea.

  • Función estética y expresiva: A través de las manifestaciones artísticas que se basan en la expresión corporal y el movimiento.

  • Función comunicativa y de relación: Nos relacionamos con otras personas, no sólo en el juego y el deporte, sino en general en toda clase de actividades físicas.

  • Función anatómico-funcional: Mejorando e incrementando la capacidad motriz.

  • Función higiénica: Relativa a la conservación y mejora de la salud y el estado físico, así como prevención de enfermedades y disfunciones.

  • Función agonística: Se demuestra la destreza, se compite y se superan dificultades.

  • Función catártica y hedonista: Se liberan tensiones, se restablece el equilibrio psíquico y se realizan actividades de ocio.

  • Función de compensación: Se compensan las restricciones del medio y el sedentarismo.



La actividad física competitiva: el alto rendimiento

    Cuando la intención de la práctica es rendir al máximo, como se hace en el deporte de élite, se requiere una gran implicación física, lo cual no ocurre en una actividad física recreativa. Debido a ello, la especialización temprana y la práctica deportiva de alto nivel resultan problemáticas desde el punto de vista de la salud, ya que hay riesgos físicos, psicológicos y sociales derivados de la competitividad y el contexto social que rodea estas prácticas. A menudo se sigue compitiendo con alguna lesión no recuperada de todo, o con ayuda de vendajes y cuidados médicos que predisponen a la recaída y cronificación de dicha lesión. Otras veces se soportan presiones que pueden provocar trastornos psicológicos, alimentarios o de relación social. Incluso se llega a hipotecar el futuro personal, familiar o profesional por la ilusión de ser un campeón/a.

    Generalmente, el deporte de alto nivel se inicia con una especialización deportiva precoz. Esta especialización es un hecho frecuente, y bastante tratado en la literatura. Martens recoge las edades mínimas de iniciación a diferentes deportes en EE.UU. Por ejemplo, el béisbol, natación o atletismo, se inician antes de los 5 años de edad, e incluso pueden llegar hasta los 3 años. Así, no son escasos los ejemplos de deportistas a escala mundial que iniciaron su práctica deportiva a edades muy tempranas.

    De todas formas, hay varias posturas; para algunos, está plenamente justificada la iniciación deportiva precoz y no ven inconveniente en la introducción del niño/a en competiciones de alto nivel. Para otros, ésta es un atentado contra la infancia. Aquí se expondrán ambas visiones, las que están a favor o en contra de esta especialización deportiva, para que así el lector/a pueda escoger la que le parezca más adecuada.


Argumentos a favor del deporte de alto nivel en la infancia.

    Hahn (1988) recoge que el adelanto de la edad de máximo rendimiento, sobre todo en determinadas disciplinas, motiva a federaciones, clubes y entrenadores a iniciar el proceso de entrenamiento dirigido al alto rendimiento cada vez con más precocidad, para obtener mejores resultados.

    Por otro lado, la búsqueda del éxito por parte de las instituciones, federaciones y clubes contribuye a esta especialización temprana.

    Por último, la actitud de los padres (que a menudo buscan una "sobrecompensación" por los éxitos no conseguidos), es decisiva.


Argumentos en contra del deporte de alto nivel en la infancia

    Son numerosos autores los que están en contra de la especialización precoz. Personne recoge gran cantidad de casos reales en los que los deportistas sometidos a una especialización precoz presentan gran variedad de problemas (de salud, de integración, psicológicos...).

    Por otro lado, Cotta investigó sobre modificaciones patológicas en practicantes de diversas especialidades deportivas (halterófilos, saltadores, nadadores...).

    Igualmente la mayoría de los pedagogos no aconsejan dicha especialización. Los riesgos de ésta se dividen en físicos, psicológicos, motrices y deportivos.

  • RIESGOS FÍSICOS: Problemas óseos, articulares, cardíacos, musculares...

  • RIESGOS PSICOLÓGICOS: Son consecuencias negativas del entrenamiento y la competición precoces que guardan relación con la conducta del sujeto y su estado mental. Así, se ven problemas como ansiedad, estrés, frustración, además de una "infancia no vivida", por la enorme dedicación que exige la práctica deportiva de alta competición (a veces más de 4 horas al día).

  • RIESGOS MOTORES: El entrenamiento especializado busca el rendimiento en un aspecto concreto de la ejecución motriz humana, ignorando, por regla general, los demás. Esto conlleva una relativa "pobreza motriz", que puede llegar a imposibilitar una futura práctica deportiva diferente de la que se realizó durante la infancia.

  • RIESGOS DEPORTIVOS: En determinadas edades, se hace una "especialización a ciegas"; o sea, es muy difícil conocer las características del futuro deportista de élite cuando tiene pocos años de edad, por lo que es posible que se esté especializando a un niño/a en una práctica para la que no está especialmente cualificado.

    Así pues, para terminar este apartado, citaré una frase que es el título de un libro de Personne:

"NINGUNA MEDALLA VALE LA SALUD DE UN NIÑO".


Conclusiones

    Todo lo comentado hasta ahora es un potencial importante para considerar la Educación Física como necesaria y básica para la persona, incrementando gracias a ella la salud y el bienestar. Aunque el ritmo de vida en esta sociedad no permite ni la frecuencia ni el volumen de ejercicio físico suficiente para promover una calidad de vida acorde con la salud.

    Por otra parte, la sociedad ofrece medios y oportunidades a sus ciudadanos para realizar actividades múltiples, pero en general no se hace ejercicio físico voluntariamente. Es necesaria una educación sobre el ejercicio físico desde la infancia, y durante toda la enseñanza obligatoria, que permita descubrir su sentido y pertinencia para una calidad de vida, que estimule patrones de actividad física frecuente para corto y largo plazo y que ayude a que la gente lo integre en su forma de vivir.

    La Educación Física debe contribuir ya desde el entorno escolar a desarrollar la autonomía personal, creando situaciones a través de las cuales la persona sea consciente de su propio cuerpo y de sus posibilidades y limitaciones de movimiento, llegando a valorarse en su justo punto, y teniendo una autoestima lo más ajustada posible a su realidad, facilitando que cada uno/a comprenda su cuerpo y sus posibilidades, conociendo y dominando actividades deportivas y corporales, de modo que escoja las más convenientes para su desarrollo personal. Le ayudará a adquirir conocimientos, destrezas, actitudes y hábitos que le permitan mejorar sus condiciones de vida y salud, y a disfrutar y valorar el movimiento como medio de relación con los demás.

    Para terminar, cabe destacar una recomendación sobre la función del deporte en la sociedad, que adoptó en 1995 el Comité de Ministros del Consejo de Europa, donde afirma que “un ejercicio razonablemente intenso durante al menos treinta minutos por día parece deseable para todo el mundo”.

 

 

 


Bibliografía

  • Alter, M. (1990). Los estiramientos. Bases científicas y desarrollo de ejercicios. Barcelona: Paidotribo.

  • Álvarez del Villar. (1983). La preparación física del fútbol basada en el atletismo. Valencia: C.A.V.

  • Annicchiarico, R. (2001). Temario específico para oposiciones a Educación Primaria en la especialidad de Educación Física. Sin publicar.

  • Castañer, M. y Camerino, O (1993). La Educación Física en la enseñanza primaria. Barcelona: INDE.

  • Devís, J. (2000). Actividad física, deporte y salud. Barcelona: INDE.

  • Devís, J. y Peiró, C. (1992). Nuevas perspectivas curriculares en Educación Física: la salud y los juegos modificados. Barcelona: Inde.

  • González Lozano, F (2001). Educar en el deporte. Madrid: CCS.

  • Hahn, E. (1988) Entrenamiento con niños. Madrid: Martínez Roca..

  • Sánchez Bañuelos. (1989). Bases para una didáctica de la educación física y el deporte. Madrid: Gymnos.

  • VV.AA. (1992). Diseño Curricular Base de Educación Primaria. Área de Educación Física. Galicia.

  • VV.AA. (2000). El ser humano y el esfuerzo físico”. Barcelona: INDE.


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