efdeportes.com
Una escuela y una sociedad desde la diversidad.
Adecuación del currículum a alumnos con problemas motóricos.
Propuesta de una unidad didáctica

   
* Ldo. en Psicopedagogía, Dipl. en Educación Física,
Doctorando en Asesoramiento y Calidad de la Enseñanza,
y en Actividad Física y Deportiva. Sociedad y Educación. (Almería).
** Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Dipl. en Educación Física
Doctorando en Actividad Física y Deportiva. Sociedad y Educación.
*** Lda. en Psicopedagogía, Dipl. en Educación Infantil
Doctorando en Asesoramiento y Calidad de la Enseñanza. (Almería).
 
 
Carlos Román Lorente*
Manuel Gómez López**
Gracia María Aranda Villegas***

manuelgomezlopez@hotmail.com
(España)
 

 

 

 

 
Resumen
    Todo sujeto tiene derecho a una vida normalizada, y por lo tanto a una educación normalizada. Entendemos por alumnos con necesidades educativas especiales, aquellos que requieren unos esfuerzos y recursos específicos para lograr que lleguen a conseguir las finalidades marcadas para el grupo (Marchesi y Martín). Estos alumnos, sufren adaptaciones en su casa y escuela que repercuten directamente en su autoestima y autonomía. Nosotros como profesionales de la Educación Física, debemos adaptar nuestras programaciones para responder a la realidad de nuestra aula, abandonando las prácticas segregadoras, que no responden al concepto actual de Currículum.
    Palabras claves: Escuela. Diversidad. Currículum. Problemas Motóricos. Alumnos con necesidades educativas especiales.
 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 47 - Abril de 2002

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Introducción

    Desde la Ley General de 1970, se contempla el derecho a la escolarización de alumnos/as con necesidades educativas especiales en centros ordinarios, algo impensable hasta el momento. Este fue uno de los primeros pasos que se dio hacia la integración, aunque si lo analizamos en profundidad, no deberíamos considerarlo como tal, ya que la solución supuso la agrupación de los alumnos en aulas especiales, dentro del propio centro educativo.

    Tras la entrada en vigor de la LOGSE se da un paso hacia la verdadera integración siendo numerosos los argumentos que apoyan a la misma (sociales, psicopedagógicos, científicos...). Se parte del hecho de que todo sujeto tiene derecho a una vida normalizada, por lo tanto a una educación normalizada, algo que supondría romper con las prácticas segregadoras llevadas a cabo hasta el momento.

    El objetivo principal era que los alumnos llegarán a formar parte activa de la sociedad, por lo cual debían entrar a serlo del propio centro educativo, de otra manera dichos planteamientos de esta reforma caerían en una pura contradicción.

    Esta Ley nos habla de un currículum comprensivo, es decir un currículum en el que todos tengan cabida y apoyándose en principios tan fuertes como son los constitucionales que nos dicen que "todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos" partiendo de presupuestos tales como " todos somos iguales, pero diferentes".

    Desde la escuela debemos cambiar los planteamientos educativos llevados a cabo hasta el momento, dejando a un lado prácticas segregadoras y elaborando proyectos que respondan de una manera real a lo que nos encontramos en nuestros colegios.


1. ¿Qué entendemos por alumnos con necesidades?

    Una vez que hemos realizado un recorrido rápido al ayer y hoy de la educación de alumnos con dificultades, es necesario clarificar lo que entendemos por alumnos con necesidades educativas especiales.

    Si lo abarcamos desde un sentido amplio, que desde nuestro punto de vista es lo más indicado para poder dar las respuestas educativas más adecuadas a las singularidades de cada alumno, deberemos considerar que todos los alumnos presentan necesidades educativas especiales (NEE) atendiendo a sus características individuales en algún momento de su vida o de manera permanente.

    Estas necesidades han sido consideradas como un problema, pero problemas ¿para quién? ¿para el alumno? ¿para el profesor que le supone tener que dejar a un lado sus prácticas homogeneizadoras?. Estas y muchas mas interrogantes son algunas cuestiones que deberíamos plantearnos desde el sistema educativo.

    Desde un punto de vista restringido Marchesi y Martín, nos dicen que los sujetos con necesidades educativas especiales son aquellos alumnos que requieren unos esfuerzos y recursos específicos para conseguir que lleguen a conseguir las finalidades marcadas para el grupo. De esta manera establecen una clasificación atendiendo al tipo de minusvalía quedando los alumnos con problemas enmarcados en cuatro categorías:

    Esta clasificación desde el buen hacer de los educadores nos puede ayudar a tener una visión general acerca de nuestros alumnos/as y de sus necesidades, contrastando estudios realizados, investigaciones llevadas a la práctica educativa por otros docentes, pero no debemos caer en el error de años pasados no muy lejanos de encasillar o poner etiquetas como comúnmente hemos llamado, algo que ha supuesto más un perjuicio que beneficio.

    Hay que considerar que en la actualidad entre un 15-20% de la población presenta algún tipo de minusvalía, según la encuesta realizada por el I.N.E (Instituto Nacional de Estadística), lo que supone que más de seis millones de ciudadanos requieren una atención específica. De este total más de la mitad presentan dificultades motoras, es decir más de tres millones, lo que nos debería llevar a pensar que son razones más que suficientes para cambiar los planteamientos socio-escolares.

    Por esta razón, a partir de este artículo pretendemos dar una visión general a cerca de lo que ha sido, de lo que es y debería ser la atención a alumnos con necesidades educativas especiales y muy especialmente a aquellos con algún tipo de necesidad de carácter motórico adquirido como hemiplejia, tetraplejia, paraplejia o diplejia.


2. La adaptación en la casa y en la escuela

    El primer gran cambio que sufre el niño que ha quedado en silla de ruedas es como parece evidente la imposibilidad de desplazarse como lo hacía antes. Esto se ve agravado por el instinto de sobreprotección por parte de sus padres y del resto de las personas que lo rodean, olvidando que su imposibilidad no va mas allá... pudiendo desplazarse utilizando su silla como vehículo locomotor.

    Inicialmente los familiares deberán acrecentar su autoestima, para evitar de esta manera que este pueda llegar a caer en estado de depresión. Habrá que valorar lo positivo sobre lo negativo, pero sin olvidar la imposibilidad que este tiene y lo que ello supone.

    Cuando el niño llega a su casa, lo primero que se encuentra es que esta ha cambiado:

  • Las puertas se han adaptado o por el contrario han sido quitadas para que la silla pueda circular con facilidad.

  • El cuarto de baño ha sido modificado.

  • En algunas ocasiones es necesario recurrir a una pequeña grúa de casa para transportar al niño de la cama a la silla, a la bañera... sobre todo en sujetos con poca movilidad en los brazos.

    Además de todos estos cambios estructurales y de desplazamiento, el niño deberá adecuarse a una rutina diaria en la que deberá tomar una medicación diaria a unas horas específicas, realizar unos cambios posturales cada ciertas horas para evitar que sufra deterioro de la zona sacra... etc.

    Otro aspecto que hay que considerar como fundamental en la integración de estos alumnos son los amigos. Existe un cierto temor por parte de los mismos a no saber que trato dar a esta persona en silla de ruedas, no saber de que hablar, que hacer o no poder hacer para no molestar. Esta postura comúnmente es las mas adoptada por parte de la sociedad en general por el hecho de no llegar a ver más allá de la silla de ruedas y de la incapacidad que esta presupone. El cambio de mentalidad pasa por creer en el hecho de que todos somos diferentes, en la integración y en la aceptación de la diversidad como única vía para dar un tratamiento socio-educativo adecuado a la multitud de diferencias que podemos encontrar en todos los seres humanos.

    La integración de un alumno con necesidades motóricas en un centro escolar supone tener muy claros los planteamientos educativos acerca de este niño, en lo que se refiere a barreras arquitectónicas, tratamiento educativo, alimentación, transporte, mobiliario... por ello creemos necesario centrarnos en adaptaciones tanto de índole significativa como lo que se refiere a las adaptaciones en los medios de acceso al currículum, pasando a ser elementos necesarios para llevar a cabo una acción educativa con éxito.

a) Barreras arquitectónicas y transporte

    Es uno de los primeros problemas con los que se encuentra el niño que por un accidente o enfermedad a quedado relegado a una silla de ruedas. El desplazamiento en muchas ocasiones se vuelve una auténtica odisea. Esto supone bien el uso de un transporte adaptado diferente al habitual, lo que conlleva una adaptación del coche familiar a partir de rampas o sillones elevadores o la utilización de un autobús o taxi que le permita la inserción de la silla de ruedas.

    Una vez en el centro el alumno se puede encontrar con otro tipo de dificultades como son las arquitectónicas: escaleras de acceso a plantas superiores, la superación de bordillos, escasez de espacios para maniobrar con la silla...

    De esta manera desde el centro escolar deberemos dar respuesta:

  • Facilitando un transporte urbano adaptado que posibilite el traslado del alumno con sillas de ruedas al centro escolar con el resto de sus compañeros.

  • Procediendo a eliminar todas aquellas barreras arquitectónicas dentro del centro que le permitan al alumno desplazarse con una total autonomía:

  1. Suelos lisos y antideslizantes evitando desniveles difíciles de superar.

  2. Pasillos lo suficientemente amplios y con pasamanos laterales a (90cm).

  3. Puertas de entrada espaciosa para poder entrar sin dificultad.

  4. Rampas de acceso con una inclinación máxima del 8%.

  5. Interruptores y enchufes accesibles.

  6. Cuarto de baño adaptado: cabinas de 150 m, asideros a ambos lados, bidé y ducha.

    Todos estos consejos deberán quedar reflejados en el proyecto del centro educativo en cuestión, para conocimiento de todo el profesorado del mismo y vienen respaldadas por el Decreto 72/92, de 5 de Mayo, por el que se aprueban las normas técnicas para la accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas y urbanísticas en el transporte en Andalucía (BOJA, núm. 44 de 23 de mayo 1992).

b) Organización del mobiliario de la clase

    Al igual que ocurriera con el resto del centro, el profesor deberá organizar su clase de tal forma que el alumno tenga accesibilidad a todas y cada una de las partes del aula. Para ello deberá organizar las bancas de la forma más adecuada en función de los accesos e iluminaciones de las mismas. Por ello deberemos dejar espacios amplios entre filas y pasillos por los que el alumno pueda circular fácilmente por toda la clase y acceda de una manera adecuada a su sitio. De igual manera los materiales deberán estar más cerca de lo normal para evitar desplazamientos innecesarios y la mesa de trabajo deberá tener una altura adecuada para que quepa la silla y una extensión suficiente que permita tener el material.

    En centros que cuentan con más de una planta, la planificación y distribución de los espacios y de las aulas en general deberá de tener en cuenta los grupos en los que hay algún niño con dificultades de desplazamiento, para que este quede siempre en la planta baja. No obstante, el que otras dependencias de uso común estén ubicadas en pisos superiores no debe ser un obstáculo para participar en las actividades que se realicen en ella.

    Estas adaptaciones nos permitirán que el alumno se encuentre más cómodo en el aula formando parte de la clase ya que la adopción de una correcta postura evitará posibles déficit en la atención, fatiga en el aprendizaje, algo que desencadenaría en problemas para el aprendizaje.


3. El desarrollo de la autonomía y autoestima

    Desde que un niño sufre una lesión medular, la vida le cambia radicalmente, tanto desde las expectativas que tenía sobre la misma, las amistades, intereses y preocupaciones, rutinas diarias...

    Esta persona pasa de una libertad plena a una libertad condicionada a la silla de ruedas ¿entrará la silla en los pasillos de mi casa o las de mis amigos? ¿tendrá la cafetería escalones que no me permitan bajar? ¿tendrá el cine un lugar para minusválidos motóricos en los que pueda colocarme? Todas estas y miles más son algunas de las angustiosas preguntas sin respuestas que en innumerables ocasiones han de realizarse.

    Si nos ponemos a pensar, verdaderamente a la hora de diseñar un establecimiento en general se olvida todo lo comentado, y si se hace es porque existe una normativa que obliga a tener unos requisitos mínimos.

    Pues bien, todos estos pequeños problemas son los que en un niño o adulto llegan a convertirse en grandes. Esta falta de autonomía repercute en la autoestima de la persona es decir " en el juicio sobre sí mismo o lo que es lo mismo su valía personal " (Damon y Hart, 1982).


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