efdeportes.com

Las unidades motrices comunicativas: Un modelo de análisis para los juegos
deportivos colectivos de espacio común y participación simultánea
Antonio Gómez Rijo

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 46 - Marzo de 2002

2 / 2


    ¿Por qué unidades? ¿por qué motrices? ¿y por qué comunicativas? Respecto a lo primero, se consideran unidades porque son los elementos básicos que conforman la esencia de la comunicación sin que se altere la naturaleza de dicha comunicación. Por eso, no se considera el praxema como una UMC, ya que el propio praxema está en un nivel superior de complejidad, dado que se compone de varias UMC. Respecto a lo segundo, son motrices porque la motricidad es condición sine qua non para que tenga significatividad y pertinencia respondiendo, así, a la lógica interna del juego deportivo. Cualquier unidad comunicativa que pueda ser sustituida por la palabra no nos sirve, por ejemplo un gestema. Respecto a lo tercero, son comunicativas porque la unidad de análisis es la propia comunicación motriz. En definitiva, son aquellas acciones motrices más simples que nos delimitan que se trata de comunicación motriz esencial y directa; y no de cualquier otra cosa. Por ejemplo, un pase, una interceptación, un desmarque, un lanzamiento, etc. y no un fuera de juego o una "puerta atrás". A pesar de que se tratan todas ellas de unidades, es posible establecer un rango entre estas UMC, ya que si bien todas están encaminadas al fin último que es el objetivo motor, cada una de ellas, funcionalmente, son diferentes. Con esto tenemos:

  • las UMC de base o primarias: son el pase y, por antítesis, la interceptación. Ya Menaut, en 1982, destacaba la interceptación como el hecho más significativo de un partido en cuanto a la comunicación. Mientras que Riera (1995), aunque desde un punto de vista táctico, destaca el pase como "la unidad fundamental y más simple". Se consideran de base porque es suficiente con analizar estas dos UMC para estar seguros de que estamos ante un deporte de cooperación-oposición, espacio común y participación simultánea. ¿Cómo estamos seguros de que se coopera? Porque existe la posibilidad de un pase, si no hay tal posibilidad, entonces sólo podemos afirmar que existe oposición. ¿Cómo sabremos que se oponen? Porque existe la posibilidad de interceptar el pase. En un nivel superior (praxémico), todos los praxemas irán encaminados a pasar en condiciones óptimas y, el equipo contrario a lograr la interceptación, y para ello también elaboran sus propios praxemas.

  • las UMC de transición o secundarias: son aquellas que interceden entre el pase, la interceptación y la consecución del objetivo motor. Por ejemplo, ayuda, desmarque, bloqueo, presión, marcaje, etc.

  • las UMC de éxito o terciarias: son aquellas que, en última instancia, logran el objetivo motor, y por tanto, ofrecen una ventaja sobre el equipo adversario. En este caso, tenemos el lanzamiento al espacio de marca y, por antítesis, la interceptación de este lanzamiento.

    De la interacción de estas tres UMC, encaminadas a la consecución del objetivo motor, obtenemos la lógica intrasistémica que subyace a la comunicación motriz (fig. 2).


Fig. 2: Lógica intrasistémica de la comunicación motriz (UMC)

    Como puede apreciarse en la figura 2, todas las UMC están relacionadas entre sí y, a su vez, con el objetivo motor que se convierte en referente de las mismas. En efecto, y por ejemplo, cuando se realiza un pase (UMC de base), no se pueden soslayar aspectos como el desmarque del compañero (UMC de transición), con vistas a que éste u otro compañero ejecute un lanzamiento en un futuro inmediato (UMC de éxito), con el objetivo de que el móvil entre en la canasta o en la portería (objetivo motor).

    Este modelo es susceptible de aplicarse a distintas situaciones motrices, tanto macro como micro. Veamos dos ejemplos.

Ejemplo 1. "Análisis de una macrosituación motriz continua (fútbol)".

Ejemplo 2. "Análisis de una microsituación motriz (fuera de juego)".


JCB: jugador con balón
JSBECB: jugador sin balón del equipo con balón
JSBESB: jugador sin balón del equipo sin balón


6. Conclusiones

    En resumen, se ha visto cómo la praxiología motriz ha ampliado el corpus de conocimiento del que actualmente disponemos a raíz de estudios rigurosos en las últimas dos décadas. No obstante, se constataba una laguna epistemológica en cuanto al tratamiento exclusivo de la comunicación motriz, hallándonos en una tautología en cuanto a conceptos y definiciones se refiere entre diferentes autores, y para ello se han analizado los conceptos (aunque bien es cierto que someramente) de comunicación, comunicación no verbal y comunicación motriz y se ha propuesto una nueva definición. Por último, se ha propuesto el modelo de análisis de la comunicación motriz (acotada al campo de estudio de la comunicación práxica esencial y directa en los deportes de cooperación-oposición, espacio común y participación simultánea) partiendo de los conceptos de acción motriz, móvil, participante y objetivo motor, y proponiendo como unidad de análisis las unidades motrices comunicativas. Todo ello nos lleva a aceptar la hipótesis que nos planteábamos en un principio, concretando que existen unas subestructuras inherentes a la comunicación motriz (UMC), que nos permiten vislumbrar su lógica intrasistémica.

    Este modelo tiene unas implicaciones: por una lado, para la teoría, en cuanto que aumenta el campo de conocimiento de estos juegos deportivos; y, por otro lado, para la práctica, ya que permite dado que consideramos los juegos deportivos como sistemas abiertos, el análisis del grado de comunicación motriz, ofreciéndose como una herramienta para considerar el criterio de qué suponemos por cooperación y qué por oposición.

    A pesar de todo lo expuesto, se considera el modelo como una herramienta básica en el que se reconocen numerosas limitaciones, todavía en período incipiente y, por lo tanto, susceptible de ser modificado. Se trata, entonces, de seguir en esta línea de investigación perfeccionando dicho modelo y, si ello es posible, extrapolarlo a deportes. Las futuras líneas de investigación deberían ir encaminadas a desvelar la lógica intrasistémica de todas y cada una de las estructuras del deporte, con vistas a elaborar un mapa de la acción estratégica motriz, aunque ello suponga, y no lo dudamos, un largo camino aún por recorrer.


Bibliografía

  • Acuña, A. (1993). Fundamentos socio-culturales de la motricidad humana y el deporte. Universidad de Granada.

  • Ardá Suárez, A. (1998). Análisis de los patrones de juego en fútbol 7. Estudio de las acciones ofensivas. Tesis doctoral, Universidad de A Coruña.

  • Argudo Iturriaga, F. (2000). Modelo de evaluación táctica en deportes de oposición con colaboración. Estudio práxico del waterpolo. Estudio General, Universidad de Valencia.

  • Bayer, C. (1986). La enseñanza de los juegos deportivos colectivos. Barcelona: Hispano Europea.

  • Bertalanffy, L. (1986). Perspectivas en la teoría general de sistemas. Madrid: Alianza Universidad.

  • Blázquez, D. (1986). Iniciación a los deportes de equipo. Barcelona: Martínez Roca.

  • Blázquez, D. (coord.) (1995). La iniciación deportiva y el deporte escolar. Barcelona: INDE.

  • Caballo, V. (1993). Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales. Madrid: Siglo XXI.

  • Castellano Paulis, J. (2000). Observación y análisis de la acción de juego en fútbol. Tesis doctoral, Universidad del País Vasco.

  • Contreras, O., De la Torre, E. y Velázquez, R. (2001). Iniciación deportiva. Madrid: Síntesis.

  • Diccionario de la Real Academia Española, vigésima primera edición (1992). Tomos I y II. Madrid: Espasa Calpe.

  • Geip (1998). "Hacia la construcción de un paradigma en praxiología motriz: objeto, campo, clasificaciones e ideología". Kinesis, 25, 35-41.

  • Geip (2000). La iniciación a los deportes desde su estructura y dinámica. Aplicación a la Educación Física Escolar y al Entrenamiento Deportivo. Barcelona: INDE.

  • Hernández Moreno, J. (1994). Fundamentos del deporte: Análisis de la estructura del juego deportivo. Barcelona: INDE.

  • Hernández Moreno, J. (1996). "Tiempo de participación y de pausa, y las incidencias reglamentarias en deportes de equipo". Revista de Entrenamiento Deportivo, X, 1:23-31 y 2:39-42.

  • Hernández Moreno, J. (1999). "Análisis de los parámetros espacio y tiempo en el balonmano: desplazamientos en competición". Revista de Entrenamiento Deportivo, XIII, 4:5-14.

  • Hernández Moreno, J. (2000). "Cuantificación del espacio recorrido y el tiempo invertido (ritmo) por el jugador de baloncesto durante un encuentro de competición: los casos de Pablo Laso (base), Pep Cargol (alero) y Rafael Vecina (pivot)". Ludens, 16, 2:33-44.

  • Jiménez Jiménez, F. (2000). Estudio praxiológico de la estructura de las situaciones de enseñanza en los deportes de cooperación/oposición con espacio común y participación simultánea. Balonmano y fútbol sala. Tesis doctoral, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

  • Lago Peñas, C. (2000). La acción motriz en los deportes de equipo de espacio común y participación simultánea. Tesis doctoral, Universidad de A Coruña.

  • Lavega, P. (1996). El juego popular/tradicional y su lógica externa. Aproximación al conocimiento de su interacción con el entorno. I Congreso Internacional de luchas y juegos tradicionales. Cabildo de Fuerteventura, diciembre.

  • Navarro Adelantado, V. (1995). Estudio de conductas infantiles en un juego motor de reglas. Tesis doctoral, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

  • Navarro, V. y Jiménez, F. (1998). "Un modelo estructural-funcional para el estudio del comportamiento estratégico en los juegos deportivos (I)". Revista Educación Física. Renovar la teoría y la práctica, 71, 5-13.

  • Parlebas, P. (1981). Contribution à un lexique commenté en science de l'action motrice. París: INSEP.

  • Parlebás, P. (1986). Eléments de sociologie du sports. París: PUF.

  • Riera I Riera, J. (1995). "Análisis de la táctica deportiva". Revista Apunts de Educación Física y Deportes, 40, 47-60.

  • Rodríguez Ribas, J. P. (1997). Fundamentos teóricos y metodológicos de la Praxiología Motriz. Tesis doctoral, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

  • Rodríguez Ribas, J. P. (1998). "Modelo de análisis de los comportamientos motores en los deportes de cooperación con puntuación cualitativa. Un ejemplo: la estrategia motriz en los campeonatos de Europa de 1990 de Gimnasia Rítmica Deportiva de conjuntos". Revista de Entrenamiento Deportivo, VIII, 2, 18-26.

  • Sampedro Molinuevo, J. (1997). Fútbol sala: las acciones de juego. Madrid: Gymnos.

  • Valor Yébenes, J. A. (2000). Metodología de la investigación científica. Madrid: Biblioteca Nueva.

| Inicio |

Otros artículos sobre Praxiología

  www.efdeportes.com/
http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
   

revista digital · Año 8 · N° 46 | Buenos Aires, Marzo 2002  
© 1997-2002 Derechos reservados