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Introducción del entrenamiento psicológico
en un equipo de natación

   
Asociación Malagueña de Psicosociología del Deporte:
Estudios Investigaciones (AMPD)
Universidad de Málaga.
(España)
 
 
Francisco Javier de Miguel Muñoz
Antonio Hernández Mendo, David Bueno Martín
Laura García Chica, Daniel Ruiz Santiago
Manuel Aguilar Blanco y Rafael Vertedor Sánchez

mendo@uma.es 
 

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 45 - Febrero de 2002

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Introducción

    En muchas ocasiones el factor psicológico aparece como determinante ante un rendimiento inferior al esperado, frases como: "Nos faltó concentración...", "No creíamos en nuestras posibilidades...", "La presión pudo con nosotros...", aparecen en la prensa deportiva muy a menudo. Incluso, cuando el rendimiento es el esperado se atribuye al factor psicológico una parte de responsabilidad frente a las demás variables (físicas, técnicas o estrategias): "Supe aguantar la presión...", "Estuve muy concentrado durante todo el encuentro". Sin embargo, el entrenamiento de las destrezas mentales no siempre existe dentro de la planificación deportiva (Weinberg y Gould, 1996) y en algunos casos -a pesar de estar recogida en la planificación-, no siempre refleja la importancia necesaria para que tenga un efecto positivo sobre el rendimiento de los deportistas o de los equipos.

    Recogida esta realidad, por otra parte obvia, se hace imprescindible -como en cualquier intervención- la necesaria y consabida evaluación psicológica previa que, además, debe recoger una serie de cuestiones (Buceta 1996), a través de las cuales, obtendremos la información necesaria para llevar a cabo cualquier otro tipo de intervención psicológica. Estas últimas podrán tener un carácter puntual, dentro de la planificación de un deportista, o bien la inclusión de un programa de entrenamiento de destrezas psicológicas, o también otro tipo de intervención relacionada con el aspecto psicológico (recuperación de lesiones, aprendizaje de habilidades técnicas, sobreentrenamiento, adherencia, detección de talentos, etc.). Estas cuestiones se pueden cifrar en:

  • Viabilidad de la intervención. Consideración acerca de las posibilidades reales de llevar a cabo la intervención. Por ejemplo, un entrenador está interesado en la implementación de un programa de entrenamiento psicológico, pero el tiempo que le concede es muy escaso e incluso en ocasiones no entrena este aspecto porque no esta considerado dentro de la planificación deportiva, y sustituye este entrenamiento por alguna sesión táctica, física o técnica que le interesa en ese momento. Para que el entrenamiento psicológico se pueda realizar requiere un tiempo de entrenamiento al igual que cualquier otra habilidad deportiva (técnica, física, táctica, coordinación, flexibilidad, etc.), si este tiempo no existe la no existirá viabilidad para la implantación de esta intervención.

  • Conveniencia del momento de intervención. La importancia del momento actual permitirá decidir el comienzo de la intervención. Por ejemplo, si se quiere desarrollar un programa de entrenamiento de las destrezas psicológicas, éste debe de ir firmemente unido a la planificación deportiva. Por lo tanto, comenzar un programa de entrenamiento psicológico en mitad o ya entrada la temporada no es conveniente. Pero si se puede utilizar esa temporada para ir creando las bases para el trabajo psicológico que dará comienzo la siguiente temporada (introducir al psicólogo en el staff técnico, conocer a los deportistas, la estructura del equipo, instalaciones, recursos, limitaciones, etc.). En algunos casos si es aconsejable las intervenciones puntuales y dependerán fundamentalmente de la gravedad del problema y de la urgencia del mismo.

  • Efectos de la intervención. La intervención psicológica debe de reflejar de forma clara y precisa la potencial aportación al equipo y al resto de profesionales; qué pueden demandar del trabajo del psicólogo y cual es el rol con respecto a los demás profesionales; así como el tipo de interrelación entre los distintos profesionales. Esto ayudará a establecer unas expectativas correctas sobre el trabajo del psicólogo que facilitarán la tarea a lo largo de la temporada y a la valoración final de la misma.

  • La disposición del entrenador, del equipo, de otros profesionales y de la junta directiva. La introducción de una intervención psicológica necesita de la colaboración de todos los profesionales implicados en la estructura donde se va a implantar el programa. Hay que recordar que el psicólogo deportivo llega a un club donde debe de adaptarse a la estructura ya existente. Es necesario establecer óptimos canales de comunicación, no sólo con el entrenador sino también con todos los profesionales que existen en el club, instalación deportiva, centro médico-deportivo, etc... Además, para realizar su trabajo con plenas garantías de éxito, necesita de una correcta predisposición por parte de los deportistas con los que va a intervenir, marcando esta predisposición el eje de la futura intervención.

  • Recursos disponibles. Hay que considerar diversos factores, algunos ya comentados, como el tiempo disponible, el lugar físico de trabajo, la coordinación con otros profesionales, la flexibilidad horaria, los días de entrenamiento, horas dedicadas, materiales disponibles, etc.

  • Anticipar posibles dificultades. Anticipar posibles dificultades referidas a horarios de trabajo, momentos de temporada con sobrecargada de trabajo, viajes, concentraciones, costes, etc. Es decir, anticipar los posibles problemas en la implementación de la intervención (discutiendo los pormenores con los demás profesionales y así conseguir una adecuada adaptación), así como cualesquiera otros tipos de inconvenientes (como el tipo de trabajo en cada etapa, las necesidades de tiempo para realizarlo, la carencia de espacio, la colaboración de y con otros profesionales, etc.).

    Estas consideraciones de intervención son fundamentales para la implantación de un programa de entrenamiento en habilidades o destrezas mentales. Estos programa deben crearse de acuerdo a la planificación deportiva de la temporada (Lorenzo, 1992), es decir, considerarlos como un factor más de entrenamiento con el fin de optimizar el rendimiento de los deportistas. Esta intervención se diseña dentro de la planificación deportiva y participa de los objetivos generales y específicos de la misma. Frente a este tipo de intervención se sitúan, de forma habitual, las solicitadas por deportistas o equipos, con la temporada comenzada, y que obedecen a problemas relacionados con la falta de rendimiento o de cualquier otro aspecto relacionado con las necesidades psicológicas.

    En resumen, cuando el psicólogo trabaja toda una temporada con un deportista, planificando el trabajo desde el inicio de la misma y en función de las etapas de su planificación física, técnica y estratégica; cuando se consideran los periodos preparatorios, específicos, de competición, transitorios y demás factores recogidos en la planificación, se estará incluyendo la intervención psicológica como parte de un programa de entrenamiento. Esta situación permite el desarrollo de un programa de entrenamiento en habilidades psicológicas.

    Otra situación distinta aparece cuando únicamente se interviene en el período de competición con un deportista o un equipo. Esta circunstancia, generalmente, viene determinada por la concomitancia de factores de diversa índole que han impedido una intervención psicológica anterior. Esta intervención puntual tendrá como objetivo prioritario aportar soluciones y estrategias adecuadas al problema subyacente. Esto coadyuvara en la conceptualización de los factores psicológicos como variables implicadas en el rendimiento deportivo de cara a una intervención posterior, esta vez sí, como un verdadero programa de intervención. Una de las características comunes a ambos tipos de intervención es la necesaria evaluación previa como una condición sine equanum.

    Existen trabajos sobre intervenciones psicológicas en el ámbito de la natación referidos a la adherencia del entrenamiento (Mummery y Wankel, 1999), al uso de las destrezas psicológicas en nadadoras (Thiese, y Hudldleston, 1999), a la utilización del entrenamiento de las destrezas psicológicas en nadadores (Parker, 1997), sobre su difusión dentro de los programas de entrenamiento de los nadadores de elite en USA (Blinde y Tierney, 1990) donde se recoge diferentes aportaciones realizadas desde la psicología del deporte a la natación.

    En este trabajo, además de significar las diferencias entre la implantación de un programa de entrenamiento de las destrezas psicológicas y una intervención puntual, queremos resaltar los factores y etapas para la implementación de un programa de preparación psicológica con un grupo de nadadores en período de formación.


Objetivos del trabajo

    En la temporada 2000-2001 el entrenador del equipo de natación de la Universidad de Málaga 1estaba interesado en introducir el entrenamiento psicológico dentro del programa de trabajo, con el fin de lograr una optimización en el rendimiento de los nadadores.

    La primera cuestión que se plantea es la viabilidad del proyecto. La demanda surgió en la mitad de la temporada, esta situación complica la implantación de un programa de trabajo psicológico. La complicación de la situación se acentúa al encontrase los nadadores en un período competitivo, donde la prioridad estaba en el rendimiento de los mismos. La conveniencia del momento de intervención no es la más idónea.

    Se propuso, dada la situación y como primer objetivo, aprovechar los tres meses que quedaban de temporada para implantar una buena base que ayudara a seguir el trabajo con el inicio de la temporada siguiente. Para ello se estructura el trabajo en relación a los siguientes objetivos:

  • Conocer al entrenador: características personales, formas de trabajo, demandas solicitadas, concepciones previas acerca de la psicología del deporte, asistencia conjunta con los psicólogos a los entrenamientos, etc.

  • Conocer al equipo: ambiente de trabajo, edades, intereses personales, ausencia de reactividad a la presencia de los psicólogos, establecimiento de alianzas, etc.

  • Conocer la infraestructura del club y profesionales que lo integran: conocer a los profesionales involucrados en el proyecto, concepciones previas sobre el psicólogo deportivo, posibles proyectos coordinados, infraestructura, recursos, necesidades, etc.

  • Características del deporte y de la situación deportiva de los nadadores: principales prioridades de entrenamiento y competición en este tipo de deporte, necesidades psicológicas para la mejora del entrenamiento y competición, calendario, pruebas principales, prueba de cada niño, características de esas pruebas, etc.

  • Efectos y consideraciones del trabajo psicológico: comunicación de las demandas que los psicólogos deportivos pueden cubrir para optimizar la mejora del entrenamiento y de la competición, creación de expectativas correctas sobre el trabajo psicológico, necesidades y recursos necesarios para un correcto desempeño de rol, etc.

    Con estos objetivos explicitados y a fin de cubrirlos -considerando que la competición más importante tendría lugar dentro de treinta días- se realizan entrevistas individuales con los nadadores para conocer cuales eran sus expectativas en cuanto a la prueba y si tenían preocupaciones o algunas dificultades a la hora de competir. Las principales dificultades que los nadadores expresan están relacionadas con:

  • expectativas poco definidas y a veces no muy realistas (no tenían operacionalizadas las expectativas de esa competición, cómo nadar la prueba, si estaban preparados para rendir en función de la marca que pretendían realizar)

  • ansiedad excesiva antes de la prueba (no podían permanecer sentados viendo a los compañeros y esperando su turno, se movían constantemente por la piscina, visitas continuadas al servicio, intentaban conocer todos los tiempos, preguntaban repetidamente cuanto quedaba para su prueba)

  • problemas con las salidas (miedo a cometer una salida nula y/o miedo a que las gafas de natación se cayeran)

    Estos problemas serian la base para nuestro segundo objetivo: construir y ofrecer estrategias de bajo coste inicial a los nadadores para que pudiesen utilizarlas durante la competición.

    Una última demanda estaba relacionada con el tiempo del nado. Esta demanda fue solicitada por el entrenador. Todos los sujetos nadaban la prueba de 100 metros libres 2. Para el entrenador, el tercer largo de esta prueba es fundamental para el desarrollo de la misma. En los entrenamientos, y en algunas competiciones menores, el entrenador había observado que los tiempos de ese tercer largo eran más lentos que en el cuarto. Es decir, los nadadores tenían fuerza para ir a un ritmo mayor en este tercer largo. El entrenador preguntó a los nadadores acerca de esta circunstancia. La respuesta estaba relacionada con las sensaciones de fatiga que experimentaban los nadadores en ese tramo de la prueba. La demanda del entrenador giraba en torno a la solución de esa experiencia negativa con alguna estrategia que les permitiese no bajar el ritmo de nado en ese tramo de la prueba.

    Se decidió conjuntamente con el entrenador utilizar el POMS (Profile Mood State, McNair, Lorr y Dropleman 1971) para conocer el estado de ánimo con el que los nadadores afrontaban la competición principal y ayudarles a en función de los resultados.


Método

Sujetos

    El equipo contaba con un total de ocho nadadores, cuatro mujeres y cuatro hombres. Los nadadores aún no habían competido en categorías federadas, habiendo realizado únicamente competiciones escolares. Esta temporada tenían como objetivo la transición hacia la competición federada. La edad de los nadadores oscilaba entre los doce y los dieciséis años.

Material

    Para comenzar la introducción del programa de entrenamiento psicológico, se consideraron los factores anteriormente descritos (Buceta 1996) y de los puntos que establecimos para la fase de inicio del mismo (conocer al entrenador, al equipo, estructura...). Estos factores se han resumido en la tabla n°1.

FACTOR
DATOS
Conocer al entrenador
· Entrenador Superior de Natación. · Trabaja en un equipo multidisciplinar. · Petición de incorporación del trabajo psicológico. · El psicólogo es un profesional más del equipo multidisciplinar. · Receptivo a las sugerencias de los componentes del equipo de trabajo.
Conocer al equipo
· Edades:12-16 años. · Todos son amigos que se conocen de la piscina, están muy cohesionados. · Los intereses de cada uno en relación a la natación son variados. · Tienen curiosidad y disponibilidad por lo que pueda aportar la psicología del deporte.
Conocer la infraestructura del club y profesionales que lo integran
· Involucrados en el proyecto: médico, entrenador y psicólogo. · Los niños provienen de una escuela de natación recientemente creada por el entrenador del equipo. La escuela se divide en diferentes niveles a través de los cuales los niños van pasando hasta llegar al equipo de natación. Cada nivel tiene un monitor que debe cumplir unos objetivos que son revisados por el entrenador del equipo para poder pasar de nivel a los alumnos. · Se dispone de una piscina cubierta de 25m y de ocho calles convertibles en doce más pequeñas. El horario es de 17:00hs-19:30hs, donde se distribuyen los distintos niveles y el entrenamiento del equipo de natación. Además, se dispone de un gimnasio, sala de servicio médico y un aula de estudio.
Características del deporte y de la situación deportiva de los nadadores
· Deporte individual donde el deportista trata de superarse así mismo o al medio ambiente. No es necesaria la cooperación salvo en la carrera de relevos (donde se tiene en cuenta la suma de los tiempos aunque el nado se realiza de forma individual). Las tareas motrices que se llevan a cabo son cerradas con lo que se busca la automatización de las habilidades técnicas y repetirlas en competición para conseguir el mayor rendimiento posible. Los mecanismos de percepción y de toma de decisiones apenas intervienen, salvo en el control del movimiento y sobre todo analizando la información que proviene de la retroalimentación. · Las condiciones físicas fundamentales son: fuerza máxima, fuerza explosiva, fuerza-resistencia, resistencia aeróbica, resistencia anaeróbica, velocidad de reacción, velocidad máxima acíclica, velocidad máxima cíclica, flexibilidad. · La dedicación a este deporte es muy alta, suele haber sesiones de mañana y de tarde, aunque esto depende del ciclo de entrenamiento. Generalmente se debe entrenar todos los días de la semana, incluyendo las cargas de las competiciones del fin de semana. El equipo entrena 450 minutos semanales (7’5h semanales) y una media semanal de 2500 metros, representando estas cifras para las edades en las que están los nadadores un entrenamiento medio-bajo. · Las variables motivación, autoconfianza y concentración son las más importantes de cara al entrenamiento y la competición, ya que los nadadores deben de estar entrenando muchas horas tareas motrices muy repetitivas con el gasto atencional que supone, además de afrontar las competiciones con la suficiente confianza en sus posibilidades pues están luchando contra ellos mismos. El control de la experiencia de fatiga y dolor en entrenamiento y competición son muy importante en este deporte. El entrenador nos hace hincapié en la importancia que para el tiene en este deporte las sensaciones en el nado (mecanismos de percepción que acentúa la importancia del estilo atencional que utilice el deportista). · La prueba principal tiene lugar en treinta y un días. En ese periodo hay dos competiciones menores. El entrenamiento que están realizando es de velocidad principalmente, pues todos los nadadores compiten en la prueba de 100m libres y se encuentran en un periodo de “puesta a punto” para la competición principal. Entrenan en este momento una hora y media al día. Esta temporada es su primera en competiciones escolares y sirve de transición para la siguiente donde se competirá en federados.
Efectos y consideraciones del trabajo psicológico
· Optimizar los recursos de los nadadores para la mejora del entrenamiento y de la competición. · Mejora de las dificultades de cara a la competición y al entrenamiento. · Favorecer unas expectativas correctas de cara a la intervención en los aspectos que se evalúen (teniendo en cuenta el tiempo, las necesidades individuales...) · Recuento de necesidades y recursos necesarios para una correcta intervención.

Tabla 1. Tabla de información sobre los factores de actuación.

    Para obtener los datos sobre los posibles problemas de los nadadores de cara a la competición principal se realizaron entrevistas semiestructuradas de intervención con función diagnóstica. El objetivo es obtener información sobre los problemas de los nadadores utilizando preguntas abiertas y en una frecuencia prefijada. Posteriormente se realizaron una segunda ronda de entrevistas. El objetivo sería acordar con los nadadores objetivos, prioridades y estrategias a seguir para la solución de los problemas planteados (Fernández-Ballesteros 1994; Nay 1979).


Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 8 · Nº 45   sigue Ü