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XI Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamá 1970.
Treinta y un años después. El atletismo cubano y sus protagonistas.
Una reflexión y una vivencia

   
Entrenador de lanzamientos
Universidad McGill, Montreal
(Canadá)
 
Jesús Ulloa
jesusulloa@hotmail.com

 

 

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 7 - N° 41 - Octubre de 2001

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100 planos: Pablo Montes, Hermes Ramírez y Maichel Fray (Jamaica) (izq.)
200 planos: Pablo, Hermes y Germán Solís (der.)

    Son necesarias estas palabras, tomadas de las memorias cubanas editadas por Ediciones Deportivas, La Habana, 1972; y que como un hecho sin precedentes y un recuerdo de lo vivido, me han acompañado en mi viaje diario por la vida.

"La marcha ascendente del movimiento deportivo cubano tuvo un propio escalón en los XI Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, que entre el 28 de febrero y el 14 de marzo tuvieron lugar en ciudad de Panamá"… "lo demostrado por los atletas cubanos, su pujanza, se fue muy por encima de todos los cálculos previamente hechos por aquellos que más tarde serían los rivales en las competencias".

    Esto derivó en cambios profundos en todos los aspectos del deporte en el continente y el caribe, sin lugar a dudas, sería el inicio de una época que hoy todavía perdura.


Dos generaciones

    Los XI Juegos Centroamericanos de Panamá en 1970 fueron los juegos de la fusión de dos generaciones de atletas cubanos. Una, la de los ya veteranos del '62 y '66 y la otra, la joven vanguardia, fruto de los Juegos Escolares Nacionales. Esta última, tomaría el testimonio y como buen relevista seguiría, en los años venideros cosechando triunfos para el deporte isleño.

Antonio (Ñiquito) Alvarez
Antonio (Ñiquito) Alvarez

    Para muchos de mis compañeros de entonces, Panamá 70 fue el adiós a una carrera deportiva comenzada a finales de la década del '50 e inicios de los '60; para un gran número de jóvenes cuyo promedio de edad fluctuaba entre los 17 y 18 años, fue el debut en eventos de nivel internacional. La juventud no impidió que se impusieran a los ya establecidos, sino y de igual manera a los contrarios de otros países en el campo y la pista. Dos generaciones de atletas se fundieron en una lucha por el triunfo y al mismo tiempo, por ganar el lugar dentro del atletismo cubano de entonces.


El atletismo en cifras

    La delegación cubana ganó la impresionante cifra de 363 medallas en Panamá '70. Este fue el resultado del su arrollador triunfo en estos Juegos.

Juan Morales
Juan Morales, 110 con vallas

    De estos títulos, el atletismo fue el deporte que aportó mayor número: 72 medallas en uno y otro sexo (36 de oro, 17 de plata y 19 de bronce). Sólo el atletismo ganó más medallas que el resto de los países participante en esta justa atlética. 72 medallas de las 132 en disputa se regresaron a casa en el Victoria de Girón.

    El Estadio "Revolución" de la ciudad de Panamá, lucía su flamante pista de tartán, por primera vez se corría en eventos regionales en este novedoso material sintético. Esto no fue un obstáculo para que los cubanos se adaptaran a las condiciones que imponía el tartán, por el contrario, rápidamente sacaron ventajas de esas nuevas posibilidades.


La competencia, sus protagonistas

    Los años han pasado, los recuerdos perduran para quien redacta estas líneas, y de hecho, para mí, uno de los jóvenes de aquella delegación que participó en este histórico evento regional, es de vital importancia reenumerar algunas de las hazañas que hicieron época a partir de sus protagonistas.


400 con vallas: Juan Díaz, Alejandro Sánchez (México) y Miguel Olivera

    En los 100 y 200 metros planos- masculino y femenino- sólo un atleta no cubano ganó una medalla, Michel Fray de Jamaica, quien ocupó la tercera plaza en la final de los 100 metros planos. Las figuras de Pablo Montes y Hermes Ramírez brillaron en su esplendor. El primero con sus 9.9 segundos se situó dentro del selecto grupo de los hombres más rápidos del planeta en esos años, demostrando que lo realizado en México '68 durante los Juegos Olímpicos, no fue un evento aislado.


Relevo 4x400: Rodovaldo Díaz, Antonio Alvarez, Juan Díaz y Miguel Oliveras

    Montes brillaría en los 200 metros planos junto a los también cubanos Solís y Ramírez; cerraba el relevo 4x100 y así de este modo alcanzaba su tercera medalla de oro.

    Las muchachas, encabezadas por La Gacela Oriental, Miguelina Cobián hicieron el uno, dos, tres en 100 y 200 metros planos. Miguelina se convertía en la estrella del atletismo femenil de estos Juegos.

    Once veces de treinta y dos posibles, mis compañeros de equipo se alzaban ganando las tres medallas, tres de estas fueron para los hombres, y ocho para las muchachas. Un total de 28 títulos fueron a las manos de los atletas cubanos, el resto, ocho en total fueron ganadas por atletas de otros países.

    Los 400 metros planos, esa prueba difícil del atletismo, fue ganada por un joven y magnífico atleta; me refiero a Antonio "Ñiquito" Álvarez, quien de este modo desplazaba a la legendaria figura de Rodovaldo Díaz, también cubano del cetro de campeón en esta prueba.

Víctor Suárez
Lanzamiento de Martillo: Víctor Suárez

    Una figura sin igual, modestia, talento, que brillaría por muchos años en nuestro atletismo, ganó los 110 metros con vallas: Juan Morales, quien con su registro de 14,0 segundos establecería un nuevo récord para el evento en esa ocasión. Lo acompañó, con la medalla de bronce, otro joven atleta cubano, Guillermo Nuñez.

    La final más esperada por lo atletas cubanos y mexicanos, los 400 metros con vallas, se corrió el 2 de marzo, ganada en final de foto-finish por el cubano Juan García, con un nuevo registro a nivel regional y nacional; el mexicano Alejandro Sánchez, aunque con igual crono que el cubano, 50,6 sg, llegaba en segundo lugar. El tercero lo ocupó otro coterráneo, Miguel Olivera con 51,3 sg.

    La cuarteta cubana de 4x100 metros planos masculino estuvo formada por: Morales, Triana Matamoros, Ramírez y Montes; el registro, 39,4 sg, representó un nuevo récord centroamericano. Es importante destacar, que esta misma cuarteta cubana daría mucho que hablar en próximos eventos; convirtiéndose en los competidores más cercanos de los relevos cortos del equipo de Los Estados Unidos por varios años. El relevo de 4x 400 conquistaba el oro del mismo modo; lo integraron: Olivera, García, Rodobaldo Díaz y Ñiquito Alvarez.

    En los eventos de campo sólo el lanzamiento de jabalina en la rama masculina fue ganada por un portorriqueño, los lugares 3o, y 4o fueron para Cuba. La impulsión de la bala hombres, la ganó el cubano Benigno O. Odelín; los lugares dos y tres también fueron para sus compatriotas, Silvain Hemming y Modesto Mederos. Dos veteranos, Odelín y Mederos, se retirarían después de este evento; el joven, Hemming fue el relevo.

    El lanzamiento del disco masculino tuvo como campeón a Bárbaro Cañizares, la tercera plaza la ocupó el también cubano Javier Moreno. En la jabalina, el veterano Justo Perelló ganó la medalla de bronce, no pudo ser mejor el adiós de este "Guajiro" del deporte competitivo.

    El lanzamiento del martillo tuvo a un gran ausente. Me refiero al colosal atleta cubano Enrique Samuels, quien por razones de índole política, fue suspendido de por vida de la práctica del atletismo cubano. Hay que destacar que este atleta al momento de su salida de la selección cubana, se encontraba ubicado dentro de los 10 mejores lanzadores de martillo de nivel mundial, con un envío de 68.11 mts. Ganó el evento otro lanzador cubano, el ya desaparecido Víctor Suárez, la medalla plateada la obtuvo el portorriqueño Pedro Dranell, y la de bronce, bajo todos los pronósticos en su contra, quedó en manos de quien escribe estas líneas.

    El decatlón fue ganado por Jesús Mirabal, mientras que Ramón Díaz se alzaba con la plata. Hubo otras siete pruebas donde Cuba no ganó, estas fueron del área de fondo, donde los mexicanos han dominado en mayoría. No olvidaremos las hazañas de "Capote" Larrinaga al ocupar el segundo y tercer lugar en la maratón; del mismo modo, en los 3000 metros con obstáculo y la caminata, los atletas cubanos Rigoberto Mendoza, y Lucas Lara, ganaron el bronce.

    En la rama femenil, se consagraron algunas, otras con garra se escapaban para convertirse en las revelaciones, que en los años venideros; serían conocidas en eventos centro, panamericanos y de nivel mundial y olímpico.


Podio de los 100 metros: Miguelina Cobián, Cristina Hechevarria, Violeta Quezada (izq.)
Podio de los 200 metros: Miguelina, Violeta y Fulgencia Romay (der.)

    El 3 de Marzo se corrió la final de los 100 metros planos femeninos, la Cobián llegaba primero, escoltada por sus compañeras Fulgencia Romay y Cristina Hechavarría. En los 200, las tres medallas para Cuba; Cobián, Violeta Quesada y Romay. Los 400 mts fueron corridos por Carmen Trusté , por la Pentón y la novata Marcela Chibás, en este orden se coronaron en el podio.

    La estelar Marlene Elejalde, ganaba los 100 con vallas, escoltada por dos nuevas figuras; Lourdes Jones y Raquelita Martínez. La Elejalde ganaría dos medallas de oro más, en el 4x100 y en el Pentatlón.

    Los 800 mts se los agenció Carmen Trusté, para su segunda de oro de estos juegos. La saltadora habanera, y veterana de selección nacional; Hilda Fabré ganó el salto de altura; la escoltaron: Lucía Duquet y Marina Rodríguez, ambas también de la Isla. En longitud, las veteranas Marcia Garbey, Marina Samuels y la joven Mirian Pupo hicieron el uno, dos y tres.

    El lanzamiento de bala femenil, lo ganó una extraordinaria atleta; su nombre: Grecia Hamilton. Veterana de Jamaica '62 y San Juan '66, Panamá 70 sería su adiós al atletismo competitivo. Sus compañeras de equipo Hilda "Bambina" Ramírez, una de las figuras legendarias del atletismo cubano, y Carmen Romero, la escoltaron en lo alto de las premiaciones.

    El trío bubano se dejó ver de nuevo en el lanzamiento del disco. Esta vez ganaba Carmen Romero con un nuevo registro centroamericano; seguida por otra estelar lanzadora, María Cristina Betancourt y la Bambina Ramírez. Los años posteriores dieron a Carmen Romero la posibilidad de ser la primera cubana que lanzaría el disco más allá de los 70 metros; Panamá fue su debut.

    Tomasa Nuñez lanzaba la jabalina e implantaba un nuevo registro para estos juegos, 45.64 mts, grande en esos años. La Bambina se llevó la plata.


Los estelares

    Miguelina Cobián, Marlene Elejalde y Pablo Montes, fueron sin lugar a dudas los más distinguidos en estos Juegos. Los tres se coronaron tres veces Campeones Centroamericanos y del Caribe.

    Pablo y la Cobián, igualaban el récord de ganadores en tres eventos del área que ostentaba la estrella de la velocidad cubana, el "Magnífico" Rafael Fortún.

    Como en todo certamen de atletismo las figuras atraen la máxima atención, los diarios escriben sus proezas, la historia los olvida. Han pasado 31 años desde que se inauguró el atletismo de los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe en Panamá 1970, bajo un sol abrasador y el calor de los itsmeños, que hicieron de ellos los triunfos y aplaudieron las derrotas por igual.

    Treinta y un años distan de aquel evento y todavía resuenan en mi memoria las constantes notas del himno nacional y el izamiento de nuestra bandera en el Estadio "Revolución" de Ciudad de Panamá. Esto se hizo casi familiar durante los días que duró la competencia de atletismo.

    Para mi, un lanzador de martillo que apenas daba mis primeros pasos en el campo de los eventos internacionales, y de igual manera uno de los medallistas sin pronóstico de estos Juegos, era de vital importancia escribir mis recuerdos de aquella justa; Era una deuda con los hechos y con nuestra historia. Muchos de mis compañeros de equipo ya no están entre nosotros, ellos también brillaron. Todos nos incorporamos a otros eventos de la vida fuera de las reglas de competencias, algunos seguimos el camino de los que nos enseñaron a correr, lanzar o saltar; otros campeones tomaron nuestros lugares. ¡Así sucedió!


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