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Fútbol y política: el Mundial '78
Ariel Scher, Héctor Palomino, Carlos Ferrera y José Paparelli

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 33 - Marzo de 2001

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    El fútbol es pasión, en el fondo como tal, yo creo que excede esa manipulación, o sea, la pasión persiste, y por otra parte que la pasión siempre es desbordante, digamos, excede incluso el corsé del cual se aferra, y posiblemente el fútbol sirva también para justificar otras causas seguramente más nobles. Digo, si uno hubiera escuchado cánticos de tribuna, generalmente los análisis se concentran en aquello más deplorable vinculado con el fútbol, pero uno puede encontrar cantos políticos después del Mundial donde se atacaba a la dictadura, a los militares, etc. Digo, el fútbol vehiculiza pasiones porque es una pasión, en tanto es pasión puede ser objeto, instrumento de control social y de manipulación. De todas maneras yo creo que el film también lo que muestra es que todo intento de manipulación desde el poder en última instancia, si tiene éxito, es en todo caso momentáneo, digamos. Quiero decir, varios de los que montaron ese sistema de control y manipulación están siendo hoy juzgados o están presos. La historia continúa, la historia sigue viva, no está resuelta pero algunos de ellos están presos. No hay una manipulación sin límite, hay siempre límites a la manipulación. Y esos límites son sociales, tan sociales como la pasión por el fútbol. Eso nada más.


El fútbol y la historia

    Ariel Scher. Yo llevo, como mucha gente, 22 años haciéndome preguntas en torno del Mundial '78, tengo muchas más preguntas que respuestas, y me llevaría eso más o menos 22 años, aunque he hecho algunas otras cosas en el medio, tratan de contestarme lo que todavía no me pude contestar en términos enteros ¿qué cosa es ese Mundial?, ¿qué cosa marcó ese hito en la historia de la Argentina?

Ariel Scher     En la mesa anterior se hablaba del vínculo del fútbol con la literatura y se aludía a Eduardo Galeano que hizo un texto que seguramente muchos de ustedes leyeron o conocen la referencia, que es "El fútbol a sol y a sombra". En uno de los últimos capítulos, Eduardo Galeano se pregunta ¿por qué razón los libros de historia no incluyen al fútbol?. Los libros de historia que entienden sobre el siglo XX por lo menos, y habla de un mecanismo de negación brutal, de subvaloración del fenómeno del fútbol. Bueno, a mí me resulta en principio siempre llamativo, aunque tenemos explicaciones bastante obvias en algún caso, y negaciones bastante obvias en otros, por qué los libros de historia no sólo no cuentan al fútbol sino que quienes piensan, como decía Héctor, el presente, y en todo caso el pasado inmediato, no ubican el Mundial '78 como un hecho medular en la historia de la Argentina. Digo de nuevo, no en la historia del fútbol de la Argentina, donde desde luego es un hecho central; en la historia de la Argentina. No es que el Mundial '78 explique por sí mismo el conjunto de la historia de Argentina ni el conjunto de los procesos que signan esa época, pero el Mundial del '78 es un acontecimiento que explica por sí mismo una serie de fenómenos, que obliga a una cantidad de preguntas y que describe a un tiempo de la historia y a un país como muy pocas cosas pueden ser descriptas en la historia de la Argentina, y en la historia, me parece, de ese tiempo histórico.

    Entonces por eso yo digo que vivo lleno de preguntas y carezco naturalmente de una cantidad de respuestas, pero puesto a ver una vez más las imágenes del 1º de junio del '78, las imágenes de la inauguración que ustedes veían al principio, y después fragmentariamente, voy a tratar de resumir una parte de esas preguntas en torno de los dos dilemas centrales que tengo yo en función de dos de los roles que más me importan en cuanto a mi vida, en este tiempo de la historia.

    Uno, es que yo soy papá y tengo que hablar del Mundial '78 con las personas que son mis hijos. Segundo, es que yo soy profesor o trato, digamos que soy docente de periodismo y tengo que hablar del Mundial '78 con estudiantes de periodismo. Cada vez, por supuesto que me toca hablar con más frecuencia con quienes estudian periodismo de este tema que con mis hijos, pero en ambos casos me parece, por lo que explicaba antes, absolutamente imprescindible que sepan que el Mundial del '78 existió y que es esta suerte de combinación de pasión y sangre, de identidad y dolor, de gol y de bronca, de gloria y de terror.

    Mi sensación cuando trato de explicar como arrimarse a esto, remite en general a qué cosa es el fútbol en la historia de la Argentina, que cosa es el fútbol como elemento de pertenencia colectiva en un tiempo de la historia en que las pertenencias colectivas se derraman una a una sin que nos quede nada y que cosa es el fútbol como fenómeno, como imán. Antes hablábamos con un compañero, con Eduardo Maicas que está por ahí, por qué razón el fútbol nos atrapa en los niveles en que nos atrapa y vulnera los límites tan importantes como los que se vulneraban en ese momento histórico. Hace dos semanas yo hablaba con Claudio Morresi, que ustedes se acordarán fue un muy buen jugador de fútbol de Huracán, de River, de las selecciones juveniles y además es un compañero que milita con las Abuelas de Plaza de Mayo, el tiene un hermano que desapareció durante la última dictadura militar, entonces contábamos Claudio y yo que estábamos los dos ese día, el 1º de junio en la popular oeste, separadamente, nosotros nos conocimos muchos años después, en la popular oeste del Monumental, y Claudio me contaba, el decía "Mis padres estaban buscando a mi hermano, yo extrañaba a mi hermano, yo quería ser jugador de fútbol, yo sabía que la dictadura era una mierda, yo sabía que la dictadura era la peor de las dictaduras, yo odiaba cada una de las palabras que decía Videla y yo estaba esperando que juraran Alemania y Polonia porque yo quería ver fútbol pese a todo". O sea él no negaba el conjunto del conflicto, él tenía la herida en la cama vacía del mismo cuarto donde él dormía y él veía a la selección argentina...

    A mi me parece que el fútbol genera este tipo de combinación y a veces el resultado es patético, lo que pasa es que si seguimos al fútbol como a ese conjunto de identidades bastante patéticas que ha dado a lo largo del conjunto de la historia, nosotros tendríamos sólo una visión parcial del fútbol. Efectivamente el fútbol es ese asociable a la mierda que fue la última dictadura militar, en todo el sentido de la palabra dictadura y en todo el sentido de la palabra mierda, como también el fútbol es una mierda si lo asociamos al conjunto de violencias y de muertes y de patetismo que rodean hoy cada partido.

    Ahora el fútbol a su vez está ligado a una cantidad de identidades más alegres, más positivas si se quiere entender en algún sentido de esta palabra y esto no podemos negarlo; el Mundial '78 es en algún sentido el resumen de todas las preguntas que se pueden hacer sobre este tema. ¿Cómo puede ser que el fútbol cobije, albergue, todo al mismo tiempo? Bueno, el fútbol puede. Hace un rato hablábamos, también con Maicas, decíamos que nosotros tratamos de explicar el conjunto de cosas en torno al fútbol y hay una sola que no podemos explicar que es esta: ¿cómo el fútbol puede?, ¿cómo el fútbol da lugar a todo?, ¿cómo todo cabe en el fútbol?. Yo creo que pensando, bajando este análisis hacia el video que acabamos de ver, yo creo que si una cosa está clara mientras las preguntas que muchos nos hacemos siguen sin cerrarse, la única manera de avanzar hacia las respuestas es seguir haciéndose preguntas, la mejor manera de hacerse preguntas es construir memorias, la mejor manera de hacerse preguntas es construir conocimiento, la mejor manera de hacerse preguntas y buscar respuestas tiene que ver con no olvidar.

    Durante la dictadura militar un día le preguntaron a Julio Cortázar, un escritor que se mencionó acá en la mesa anterior, por qué contaba una cantidad enorme de veces más o menos las mismas cosas, en artículos más o menos parecidos, aunque los escribiera Cortázar, y él decía, citando a un escritor francés, "que cuando todo parecía que ya se sabía hay que hacer lo único que cabe hacer con las palabras y con la vida en una circunstancia límite: hay que volver a empezar". O sea, hay que contar todo de nuevo todas las veces que sea necesario. A mí me parece que eso hay que hacer con el Mundial '78, mientras la memoria nos duele, mientras no negamos que los goles, como conjunto de goles, no necesariamente en torno de ese equipo y en esa circunstancia, son parte de nuestra vida. Hay que contarlo tantas veces como sea necesario, hay que preguntarse y hay que tratar de responderse.

    Lo mejor que tiene ese video, más allá de sus méritos específicos como video, tiene que ver con ese aporte, contribuye a saber, contribuye a no olvidar, contribuye a hacerse preguntas, contribuye a enfrentar esa ausencia entre otras múltiples ausencias que tenemos al contar nuestra historia. Que el Mundial del '78, ese Mundial de memoria dolorosa, sigue siendo una parte central de nuestra historia. Gracias.


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