1 / 1

    La idea de este trabajo es hacer un aporte que contribuya a naturalizar (concepto que creo, hoy es clave) la función del Psicólogo en el fútbol.

    Naturalizar: admitir como si fuera natural.

    Con naturalidad: espontaneidad y sencillez en el trato y modo de proceder.

    Naturalizar, porque creo que ese es el horizonte inmediato que tenemos los profesionales que queremos insertarnos en el fútbol. Lograr que nuestra presencia sea espontánea y natural.

    Ahora bien, ¿de quién depende?, ¿de los entrenadores?, sí, porque cuando comprendan que es también en su ayuda que puede trabajar un Psicólogo especializado en Deportes, tal vez alienten su incorporación.

    ¿De los profes?, sí, porque cuando comprueben que el trabajo de un Psicólogo especializado en Deportes se complementa perfectamente con la labor de un profe (por ejemplo con ejercicios de relajación), posiblemente acuerden su inclusión. ¿De los médicos?, si, porque cuando entiendan lo útil que es acompañar una rehabilitación médica, con una rehabilitación psicológica, para ayudar a la mejor y más pronta recuperación del futbolista, seguramente estarán de acuerdo con la incorporación. ¿De los dirigentes?, sí, porque cuando comprendan que los honorarios de un Psicólogo, lejos de ser un gasto, serán una inversión para el futuro comportamiento y rendimiento de sus futbolistas, posiblemente, también alienten su inclusión.

    Por último, ¿de los Psicólogos?, sí, porque creo que es indispensable que los colegas que se acerquen al fútbol, tengan un recorrido previo en Psicología del Deporte, ya que me parece que intentar trabajar en el fútbol desde una formación teórica clínica o psicoanalítica (por citar solo dos ejemplos), es asegurarse la salida en muy poco tiempo.

    Hay diferentes formas de acceder a trabajar en el fútbol, y particularmente, creo que la mejor manera es llegar junto con el entrenador, ya que si se accede a trabajar impuesto por la dirigencia, difícilmente el profesional pueda "correrse" del lugar de informante o "buchón", aunque en la práctica esto no ocurra.

    Si nos referimos al fútbol amateur, sería ideal entrar a trabajar de la mano del Coordinador General, o bien por intermedio de alguno de los entrenadores.

    En los últimos tiempos, observo con beneplácito, que cada vez más se menciona la necesariedad de contar con un Psicólogo en las divisiones juveniles (incorporación, que debido a las edades, conflictos, intereses y presiones que sufren los jóvenes, no sólo me parece necesaria, sino que creo es trascendente).

    También es cierto, que generalmente se menciona a un Psicólogo dentro del cuerpo médico (como es el caso del Club A. Vélez Sarsfield, que tiene en su Staff al Lic. Ricardo Lorusso desde el año 1981) (sí, no es un error, 1981), con un enfoque distinto al que personalmente intento darle a mi trabajo. El Lic. Lorusso, está inserto en el cuerpo médico del Club Vélez Sarsfield, y todos los deportistas de dicho club, saben que en determinados días y horarios, él está para atender a quienes se acerquen con alguna demanda del orden deportivo o personal, y por supuesto, no está expuesto a los cambios de cuerpos técnicos del fútbol amateur o profesional, ya que hace 19 años que está incorporado al cuerpo médico.

    En lo personal, en mis experiencias laborales ( El Porvenir, Platense, Almirante Brown, y Chacarita), siempre llegué y me fui ( a excepción de Almirante Brown, donde le pedí permiso al Sr. Ricardo Calabria, para aceptar una oferta del Sr. Daniel Córdoba, para trabajar en Chacarita) con los entrenadores que me proporcionaron la posibilidad de trabajar), y si bien es cierto que tengo un plan de trabajo básico, no menos cierto es que junto con las demandas y necesidades del entrenador, ese plan se va adaptando, pero siempre dentro de determinados ejes:

• Evaluación Psico-deportiva a los futbolistas

• Evaluación de la dinámica grupal (Sociograma deportivo)

• Asesor en la inter-relación cuerpo técnico, médico, y plantel.

• Inter-relación del trabajo médico, kinésico, psicológico en los casos de lesión y rehabilitación.

• Asesoramiento a los futbolistas con demandas espontáneas.

• Seguimientos individuales en competencia

• Seguimientos grupales, cruzados con los sociogramas deportivos, y la observación diaria y sistemática de entrenamientos y competencias.

    Para que todas estas tareas sean útiles, se torna necesario, no sólo contar con la aprobación del entrenador-jefe, sino también con el resto de los colaboradores del cuerpo técnico y médico.

    Hoy el desafío, creo que ya no es el trabajo interdisciplinario, esto es distintas disciplinas (entrenador, profe, médico, kinesiólogo, psicólogo, nutricionista, etc.) una al lado de la otra, sino avanzar en la búsqueda de un trabajo transdisciplinario, que quiere decir lograr un mínimo denominador común a todos los profesionales que integren el cuerpo técnico y médico, para que cuando el deportista se dirija a uno de los profesionales que están a cargo de su salud-rendimiento, no escuche discursos contradictorios o descalificadores, sino que sienta que todas y cada una de las personas que se encuentran en la conducción, trabaja en un mismo y único sentido, que no es otro que achicar el margen de error, para que este futbolista pueda poner en acto, en la escena de la competencia, todo su potencial en beneficio del plantel que le da la posibilidad de desarrollarse.

Otros artículos de Darío Mendelsohn
sobre Psicología del Deporte

	http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
revista digital · Año 5 · N° 27 | Buenos Aires, noviembre de 2000   © 1997-2000 Derechos reservados