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Excursión al Cerro Champaquí
(Córdoba, Argentina)

Profesor en Educación Física UNRC.
Coordinador de Excursiones al Champaquí
(1997, 1998, 1999 y 2000)
Municipalidad de Berrotarán - Córdoba

Miguel Coranti
mcoranti@satlink.com
(Argentina)

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 25 - Setiembre de 2000


    Para lograr el ascenso al Cerro Champaquí es necesario arribar hasta la ciudad de Córdoba, capital de la provincia de Córdoba (República Argentina); Luego viajar hasta Villa General Belgrano, completando un recorrido total de aproximadamente 80 Kms. Desde ahí se desvía hacia el oeste, por camino de tierra hasta llegar a Villa Alpina en un recorrido de 40 Kms. Posteriormente se arriba a Villa Alpina (1220 m. sobre el nivel del mar ) ubicada al pié norte de la Mesilla y separada en dos sectores por el río Los Reartes, en cuyos márgenes se puede acampar.

   

    Debidamente indicado, a la izquierda del camino y al lado de un refugio se encuentra el comienzo del sendero. Cuando se comienza a caminar muy pronto se llega a la zona del Pinar, considerada por muchos como el obstáculo más importante de toda la excursión, ya que la trepada por momentos oscila entre 40º Y 60º. Suele llevar 30 minutos superar esta zona.

    Luego se arriba al puesto Salinas (2,8 Kmts); aquí es normal sentir fuertes dolores de pantorrillas más los agitados jadeos. Un poco a la derecha se observan las mimbreras y los restos de lo que fué Puesto Salinas, desde donde parte la senda que lleva al cementerio del Champaquí. Avanzando por la senda se llega a la parada el "Tabaquillo", en el arroyo Orco (4,9Kmts). En este sitio se habrán ascendido 480 m desde Villa Alpina, lugar ideal para detenerse y reponer energías mediante el descanso e ingestión de algún alimento, que según la hora puede ser desayuno o almuerzo y, conforme con ello, se regulará la cantidad del mismo.

    Tras un breve trecho se habrá repechado La Mesilla se la rodea y se alcanza el sector denominado La Ventana: la huella que sube muy empinada, se quiebra por descender vertiginosa, creando la impresión de estar aproximándose a un abismo. El paisaje se transforma aquí sin transición . Desaparecen las matas altas y las que quedan apenas se levantan del suelo: la imprensión es la de un desierto de piedra, sin enbargo siguen los arroyos.

    Con un poco de esfuerzo se consigue llegar sobre un lomo de rocas, allí desde "El Mirador de la Bota", al girar hacia el Oeste se descubre enseguida la construcción del Puesto de Moisés López.

   

    Al llegar al puesto de Moisés López y tras haber caminado 7,200 Km. se han superado ya 530 m. de desnivel con respecto a Villa Alpina; además se ha llegado a un punto equidistante entre la villa y la base del Cerro Champaquí. La construcción bordeada de mimbreras de este puesto está algo apartada de la senda y se ubica al Noroeste. La acogedora amabilidad de sus moradores bien vale un breve desvío para aprender de esta gente sencilla, la virtud de la hospitalidad.

    Luego de haber llegado a Moisés López se retorna la senda. Caminando 100 mts se llega al arroyo Las Socabonas (7,900 Km.) este arroyo lleva siempre una considerable cantidad de agua que la recoge de muchos hilos en su curso superior. La prudencia impone sobre todo si hay síntomas de sequía y hace mucho calor con iradiación solar ,que se carguen las cantimploras.

    El Puesto Cufré a los 10,400 Km; es una firme construcción de piedra como las demás en estos parajes. Frondosas mimbreras junto al arroyo; corral de pirca para los animales. Con mal tiempo y cercana la noche, sus dueños ofrecen un hospedaje pulcro. Para llegar hasta él se debe torcer el rumbo a la derecha, unos 200 m. Hay que considerar que solo restan 4000 Km. hasta la base del cerro.

   

    La base del Champaquí, está constituida específicamente por el río Tabaquillo (14,250 km) y sus márgenes amplios, formando pequeñas llanuras de ambos bordes; Aquí muy cerca, se constituyen los puestos de la base : Puesto Dominguez, Puesto Gonzalez y el Puesto Escalante. Para muchos en este valle, culmina la primera jornada.


Rumbo a la Cumbre

    Cuando la excursión se realiza en invierno, el cruce del río Tabaquillo es un obstáculo muy importante a superar, más aún si el río está crecido.

    Por tramos el sendero está calado en la piedra como una canaleta. Apesar de la sofocación que produce el esfuerzo, la atención tiene que ser constante, porque constantes son las muestras de la erosión hídrica y eólica.

    A los 1600 km. aparece la cascada, que es uno de los más hermosos espectáculos del Champaquí. Al abandonar la cascada y retornar la senda,continúan los pedregales y dos anchas pampitas.

    Son pocos los arroyos que aparecen, por ello se debe llenar las cantimploras.

    Avanzando, si se desvía a la izquierda, semioculto por unos matorrales de tabaquillo se halla un precioso refugio al que se lo denomina Refugio Gonzáalez, porque recuerda al minero que lo habitaba mientras explotaba los minerales de la montaña. Esta gruta seca tiene una superficie cubierta de 20 m2, la boca esta protegida con piedras para disimular su abertura y asegurar de ese modo a las personas en caso de inclemencias metereológicas. (17,800 km).

    No es imprescindible llegar al Refugio González; se puede sortearlo y ahorrar unos metros de esfuerzo. De ese modo, se llega antes a la Casa de Piedra .

    Es una inmensa cueva con capacidad para cobijar a cuarenta caballos con sus jinetes. Su entrada es ancha y achatada y el techo abovedado. El piso excesivamente húmedo y pisoteado por el ganado, está lleno de tocas sueltas. Puede servir de refugio obligado por el fragor de una tempestad, pero no es el ideal para el descanso. Junto a su ingreso tiene como centinela un soberbio tabaquillo, viejísimo, sobre el que existen antiguos testimonios escritos y orales;es seguro que no se puede encontrar en todas las Sierras de Córdoba, otro a mayor altura sobre el nivel del mar (18,100 km.).

   

    A medida que se va cobrando altura los hitos se aproximan entre sí pero también crece la pendiente, se camina más lento, se respira con dificultad. El cañón es el paso inevitable.

    En su ingreso el suelo está cubierto con piedras partidas en grandes proporciones, todas sueltas y en desorden. Es necesario ayudarse con las manos, cuidando de golpes los tobillos y las rodillas ,y además, auxiliarse unos con otros para evitar los resbalones.

    Excepcionalmente corre a un costado un hilito de agua transparente: aprovecharla. Ya en la boca en su extremo superior, al asomarse hacia el Oeste, aparece imponente el morro cimero.


Cumbre del Champaquí

    En el tramo final quedan cuatro cuadras (Medida Urbana ) y el desnivel es de una y media.

    El lugar tiene como punto prominente el busto del Gral. José de San Martín, mirando hacia la Cordillera de los Andes.

    Sobre cada uno de los montículos rocosos del morro cimero, la mano del hombre ha ido dejando el testimonio de su paso. Trazando líneas imaginarias desde todos ellos, se dibuja un polígono pentagonal dentro de cuyo recinto se encierra la concavidad que muchas veces contiene agua. Todo dando marco a la leyenda del Champaquí.

    En dirección NNW del busto de San Martín, se ubica el de Jorge Newbery ; quebrando la línea imaginaria hacia NE se alcanza el mástil. Desde el mástil al SE se llega al ángulo que marca una pequeña torrecita que se emplea para lanzar señales luminosas, finalmente desde ésta hacia el S, la línea toca a la Cruz enclavada en el cerro.

   

    Los que tengan espíritu matemático, podran verificar la fórmula de Herón: según ésta, tomando como vértice de ángulos los cinco puntos enunciados, la superficie de la cima es de 2822 m2, es decir, aproximadamente un tercio de manzana urbana.


Bibliografía

  • CORANTI, Miguel; Cerro Champaqui. Año 2000.

  • G.M.Z. Ediciones; Todo en el Champaquí.

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revista digital · Año 5 · N° 25 | Buenos Aires, setiembre de 2000  
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