efdeportes.com

El entrenamiento de la capacidad de salto
en las divisiones formativas de baloncesto

Autor del libro Baloncesto Formativo

Pablo Alberto Esper Di Cesare
(Argentina)

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 24 - Agosto de 2000

1 / 3

     Una de las capacidades físicas de mayor importancia en el baloncesto actual es la capacidad de salto (la saltabilidad), la cual debe comenzar su desarrollo en las divisiones formativas.

     En primer término, nos vamos a referir al desarrollo de la saltabilidad en las categorías formativas, a través de una serie de consideraciones fisiológicas, metodológicas y prácticas con las que intentaremos dar un amplio panorama sobre el desarrollo de esta cualidad, de fundamental importancia en el baloncesto actual, donde las estadísticas de rebotes ofensivos y defensivos tiene un valor decisivo en la estadística de los juegos.

     La característica fundamental que demuestra este tipo de tensión muscular vienen dada por la presencia de acciones reflejas de sobreestiramiento. Esto se expresa a través de una inmediata obligación de la fuerza a ganar una moderada.

     La preparación física en el entrenamiento deportivo actual, a nuestro juicio, juega un papel importante ya que con este factor o medio nos proponemos resolver dos problemas fundamentales: en primer término, el desarrollo multilateral y armónico del jugador, su estabilización de los sistemas del organismo, el fortalecimiento de la salud, el aumento del nivel de las cualidades físicas básicas unido a las posibilidades funcionales orgánicas y, en segundo término, que lo primero señalado, nos permite obtener un mejor desarrollo de las cualidades físicas específicas de los baloncesto lo que resuelve nuestro segundo problema.

     De acuerdo a estas dos direcciones, la preparación física la dividimos condicionalmente en general y especial. Para el logro de altos resultados es necesario elevar la intensidad de las sesiones de entrenamiento. La intensidad de los entrenamientos partiendo de la intensidad de cada ejercicio que se ejecute en las sesiones de entrenamiento y el tiempo dado para cada ejercicio.

     En las etapas de preparación general y especial, el volumen y la intensidad de los entrenamientos debe aumentar por lo general, mientras que en el período pre - competitivo, el aumento de la intensidad de los entrenamientos debe acompañarse con la disminución relativa de su volumen. El descanso y el restablecimiento deben ser los capítulos con todos los derechos en los ciclos anual y semanal.

     Es necesario contemplar el descanso, como una parte inseparable del proceso de entrenamiento y ejecutarlo de modo que en el organismo del jugador la capacidad de trabajo se mantenga en un alto nivel y esté preparado para su ulterior mejoramiento. La preparación física de los jugadores la llevamos a cabo como necesaria en todos los períodos (incluyendo el competitivo), prestando particular atención a la preparación de fuerza y la fuerza - velocidad.

     Ahora bien, la preparación física general construye un gran número de hábitos motores, fortalece la salud y mejora el funcionamiento de los distintos sistemas orgánicos. En las etapas de preparación general, utilizamos ampliamente medios de otros deportes que se diferencian del baloncesto por su dinámica y estructura. Esto da la oportunidad de abrir posibilidades complementarias al organismo de los jugadores, apartándose de los fenómenos de adaptación. La preparación física especial se encamina al desarrollo de hábitos motores y cualidades motoras específicas de acuerdo a los requisitos y exigencias del deporte y el carácter del esfuerzo neuromuscular. Para ese objetivo se utilizan ejercicios especiales, los cuales tienen diferentes efectos sobre el organismo, sobre las cualidades motoras en sentido específico.

     La mejor utilización de los medios la preparación física condiciona, mantiene un equilibrio entre el S.N.C., el vegetativo y el somático. Las cualidades motoras se representan en los hábitos y los mismos requieren un nivel de desarrollo. Es por eso que en el proceso de la actividad motora se debe ver unidas la educación de las cualidades y hábitos. En la práctica, esto significa que la preparación física se realiza en unión a la preparación técnico - táctica.


Consideraciones fisiológicas sobre los ejercicios de saltos pliométricos
    Los efectos de los diferentes métodos de entrenamiento de la potencia y la fuerza "explosiva" sobre el desarrollo de la potencia explosiva máxima son bastante contradictorios. Ello se debe, en parte, a que resulta relativamente fácil demostrar un aumento de la tensión y fuerza musculares gracias a los diferentes métodos de entrenamiento que en efecto mejoran varios componentes de la función muscular, pero todavía no se ha conseguido determinar de modo definitivo la naturaleza exacta de dicho mecanismo.

     Los factores que inciden en la potencia explosiva son:

  1. La fuerza muscular.

  2. La viscosidad muscular y sus subfactores.

  3. La coordinación intra e intermuscular.

  4. La velocidad de reacción.

  5. La velocidad de contracción muscular.

  6. La flexibilidad y la elasticidad muscular.

  7. La velocidad de transmisión de los mensajes del cerebro al músculo.

  8. El número de fibras musculares al que estos mensajes van destinados.

  9. La influencia de la bioretracción a partir de los husos musculares, tendones de Golgi, células de Renshaw, receptores de las articulaciones, etc., a nivel espinal y/o supraespinal. (C. Bosco, 1982)

  10. Factores antropométricos: raza, S.N.C., longitud de extremidades. (R. Patelar, 1988).

  11. Factores cineantropométricos.

  12. Impulsos de motoneuronas fásicas (unidad motriz de la fibra veloz).

  13. El tipo de fibras musculares (fibras de contracción rápida y lenta).

  14. El tamaño y fuerza de cada fibra muscular.

  15. El grado de utilización de la energía elástica en los movimientos musculares de extensión y flexión.

  16. La frecuencia de reclutamiento (períodos refractarios absolutos).

  17. El número de unidades motrices F.T. activadas en el entreno.

  18. Modificación del reflejo miotático (Eccles y Westerman, 1959; C. Bosco, 1979).

  19. Aporte de las vías neuronales inhibitorias sobre el S.N.C. (C. Bosco, 1979).

  20. Duración del estímulo (sistema ATP - CP).

  21. Aumento de las reservas totales de fosfágeno (E. Fox, 1987).

  22. Hipetrofia muscular (Saltin y Col, 1979).

  23. Sistema aeróbico (genéticamente determinado en un 93 %).

  24. Sistema anaeróbico lactácido (genéticamente determinado un 81 %).

  25. Frecuencia de los estímulos nerviosos cerebelo - músculos.

  26. Aporte provisto por energía elástica - pliométrica.

  27. La naturaleza balística de la locomoción humana (C. Bosco, 1985).

  28. La velocidad de trabajo en el entrenamiento de la fuerza.

     El principal objetivo del entrenamiento es, evidentemente, la mejora del rendimiento deportivo. Es bien sabido que el efecto de adaptación al entrenamiento es la suma de las modificaciones aportada por la repetición de los ejercicios realizados diariamente, específicos para el tipo de movimiento ejecutado.

     Según C. Bosco (1988), "... en lo que respecta a los métodos de entrenamiento adoptados para desarrollar y aumentar la potencia de explosión, el trabajo efectuado puede ser transferido si la secuencia temporal de activación de las unidades motrices y la frecuencia de éstas van íntimamente unidas a la acción competitiva".

     Algunos afirman que existen varios métodos que permiten desarrollar la fuerza máxima, entre otros el método isométrico, isotónico (concéntrico y excéntrico), e isocinético de la fuerza. Se demostraron los efectos del entrenamiento isométrico a comienzos de los años cincuenta (Hettinger y Muller en Alemania). Hacia finales de los sesenta, se pusieron a punto otros principios de entrenamiento (Hislop y Perrine, 1967), considerados actualmente como los mejores para el entrenamiento de los nadadores. NO obstante, el entrenamiento llamado isotónico se considera como el método clásico para desarrollar la fuerza. Dicho método puede realizarse en forma concéntrica (trabajo positiva) o excéntrica (trabajo negativo), o también combinando ambas formas de trabajo. En los experimentos llevados a cabo por Pletnev (1976) y Hakkinen (1980), se pudieron comprobar los efectos beneficiosos de este método de entrenamiento.

     Con relación a este punto, cabe destacar como dato interesante, que la combinación de estas dos formas de contracción (la concéntrica y la excéntrica) constituye el procedimiento preferido de actividad muscular para la locomoción normal del ser humano. Así pues, parece que el método de entrenamiento excéntrico - concéntrico combinado, constituye el estímulo más natural para el entrenamiento dado que tiene en cuenta la naturaleza balística del movimiento humano.

     Este método presenta diversas variantes y pueden realizarse centenares de ejercicios para mejorar y desarrollar la potencia de explosión de los músculos extensores de la pierna, como veremos más adelante.

     Los ejercicios pliométricos son definidos como aquellos que capacitan a un músculo a alcanzar una fuerza máxima en un período de tiempo lo más corto posible. Esta capacidad de velocidad - fuerza es conocida como potencia. Para comprender un poco más los ejercicios pliométricos, revisaremos algunos aspectos de su fisiología muscular.

     Las contracciones musculares excéntricas (de alargamiento) son seguidas rápidamente por contracciones concéntricas (de acortamiento), en muchas técnicas del baloncesto. Cuando el jugador va a realizar un dunk - shot, al dar el último paso hacia la canasta, la pierna de apoyo debe tomar todo el peso del cuerpo y parar la inercia horizontal del salto hacia arriba. Esto "carga" la pierna obligando con rapidez a sus músculos a estirarse y a sufrir una contracción excéntrica rápida. Los nervios que lanzan información al músculo ocasionan entonces una contracción concéntrica. Estas reacciones musculares se producen de forma no consciente por el jugador; pero sin ellas, la rodilla del jugador se doblaría y el jugador se derrumbaría en el suelo.

     Otra manera de pensar en estas acciones musculares consiste en imaginar un salto. En el caso del jugador de baloncesto, saltar corriendo es una acción que somete a la pierna a un esfuerzo que provoca el despegue del suelo, comprimiendo los espirales del salto. La energía acumulada en el salto se libera, entonces, cuando el atleta abandona el suelo.

     Según Chu (1996), "... la energía potencial desarrollada en este proceso puede perderse (en forma de generación de calor) si la contracción excéntrica no va seguida inmediatamente por una contracción concéntrica. Esta conversión de esfuerzo negativo (excéntrico) en positivo (concéntrico) fue descrita en la literatura europea como la fase de la amortiguación. Este acoplamiento de la contracción excéntrica - concéntrica tiene lugar en cuestión de centésimas de segundo".

     Entre estos ejercicios podemos citar el ejercicio pliométrico (por ejemplo, salto en profundidad) y los saltos con rebote con una carga ligera que son los más conocidos. Este tipo de ejercicio se efectúa de tal manera que los músculos extensores de la pierna se extiendan activamente antes de la contracción. Esto implica que durante el trabajo excéntrico se acumula cierta cantidad de energía elástica en los músculos para ser utilizados nuevamente en la fase positiva siguiente, en forma de trabajo mecánico, lo cual produce una mejora del rendimiento. Por otra parte, también se ha demostrado que parte de dicha mejora del rendimiento después de la pre - extensión se debe a la potencia mioeléctrica (C. Bosco, 1981, 1982).

     La investigación fisiológica de los ejercicios pliométricos ha sido analizada por muchos autores. Resumiremos la opinión de la mayoría en dos factores de importancia:

  1. Los componentes elásticos seriados del músculo, que incluyen a los tendones y a las características de la estructura cruzada de la actina y la miosina que forman las fibras musculares.

  2. Los sensores en los bastoncitos (propioceptores) que desempeñan la función de preestablecer la tensión muscular y transmitir la producción sensorial relacionada con la extensión muscular rápida para la activación del "reflejo de extensión".

     Según Bosco (1982), "... la elasticidad muscular es una propiedad que puede desarrollarse y mejorarse cuando los músculos reciben el estímulo apropiado". La elasticidad muscular es un factor importante para entender el modo en que el ciclo estiramiento - acortamiento puede producir más potencia que una simple contracción muscular concéntrica. Los músculos pueden acumular brevemente la tensión desarrollada mediante un estiramiento rápido, de modo que poseen un tipo de energía elástica potencial. Como analogía podemos considerar una banda de goma; la cual siempre que la estiramos, existe el potencial para un rápido retorno a su longitud inicial.

     La elasticidad muscular es un factor importante para entender en que el ciclo estiramiento - acortamiento puede producir más potencia que una simple contracción muscular concéntrica.

     Los elementos elásticos en paralelo están localizados en el interior del sarcolema y en las vainas conjuntivas que envuelven a los distintos segmentos musculares (endomisio, perimisio y epimisio), los que son puestos en tensión cuando el músculo es elongado. Cuando un músculo relajado es estirado más allá de su longitud en reposo, el retorno del mismo a su dimensión normal, es asegurado por los elementos elásticos en paralelo.

     Según Rodríguez Facal, "... el aumento de la eficacia mecánica de la contracción concéntrica subsecuente a una elongación muscular, no se debe solamente a la utilización de la energía elástica acumulada. Se piensa que, sobre todo, en los movimientos balísticos, hay además una potenciación refleja adicional como consecuencia del reflejo miotático (o de estiramiento, o de Sherrington). Para un determinado grado de elongación, la información suministrada por el huso neuromuscular, desencadena el reflejo de estiramiento que potencia la contracción muscular siguiente, incrementando el número de unidades motoras activadas".

     El reflejo miotático responde a la velocidad con que es estirado un músculo y figura entre los más rápidos del cuerpo humano. La razón de ello es la conexión directa de los receptores sensoriales en los músculos con células de la médula espinal y devuelta con las figuras musculares responsables de la contracción.

     La importancia de este mínimo retraso en el reflejo de estiramiento es que el músculo sufre una contracción más rápida durante un ciclo de estiramiento - acortamiento que en cualquier otro método de contracción. Una reacción voluntaria al estiramiento llegaría demasiado tarde para el salto del jugador.

     Trabajos experimentales realizados sobre la base de saltos pliométricos (Fig. 1) demuestran que es en la fase negativa de este tipo de trabajo, en la que se produce más fuerza; lo que es corroborado por el registro electromiográfico. Por el contrario, durante la fase concéntrica la fuerza producida es menor, el electromiograma registra valores relativamente bajos inclusive en relación con la fuerza positiva desarrollada. Pareciera que al aumentar la fuerza negativa como consecuencia de la alta velocidad de elongación propia del movimiento balístico del salto pliométrico, el umbral de excitabilidad de las unidades motoras decrece, más unidades motoras son activadas, la tensión muscular aumenta, y se almacena más energía elástica. Consecuentemente, con una actividad mioeléctrica más baja, el incremento de la fuerza en la fase positiva proporcionado por el salto pliométrico, sólo es posible como consecuencia de la contribución de los elementos elásticos en serie.

     Figura Nº 1: Salto en profundidad (1,10 mts). Electromiograma de los músculos gemelos durante un salto pliométrico. Sujeto no entrenado (arriba) y deportista (abajo). (L. Sardinha y P. Mil-Homens).

     Según D. Chu (1988), "... además del tiempo de reacción, debe tenerse también en cuenta la fuerza de la reacción al determinar la relación de los ejercicios pliométricos con el rendimiento deportivo. Aunque el tiempo de reacción de un reflejo de estiramiento es siempre aproximadamente el mismo, incluso después del entrenamiento, este último cambia la fuerza de la reacción en términos de contracción muscular. Cuanto mayor sea la velocidad con la que un músculo se extiende o alarga, mayor será su fuerza concéntrica después del estiramiento. El resultado es un movimiento más vigoroso para vencer la inercia de un objeto, tanto si se trata del peso del cuerpo del propio individuo (al saltar) o del de un objeto externo (un lanzamiento).

     La potencia muscular es la resultante de fuerza x velocidad, lo que nos permite expresar que es la capacidad de ejercer tensión muscular sin prescindencia del factor tiempo.

     El método de entrenamiento para la misma es la pliometría, de la cual se sabe que la utilizaron para denominar así al salto en profundidad que se realiza desde un altura determinada, con un rebote posterior, hace más de 20 años autores de la literatura soviética como Matveev y Verhoshanskij. Muthlah determinó sus alcances diciendo que este salto en profundidad es la actividad que tiende a unir la fuerza máxima, a la fuerza elástica, y Rick Sloan, de la Universidad del Estado de Washington, sostiene que los ejercicios pliométricos están diseñados para mejorar la capacidad reactiva y la fuerza explosiva de los músculos, convocando al reflejo miotático o principio reflejo de extensión lo cual ante un estiramiento previo a la contracción protagónica, la misma se realiza más velozmente y más intensamente, es decir, con mayor potencia.

     Lo esencial del caso es que el componente elástico puede aprovecharse para aumentar la fuerza y la velocidad: la potencia.

     Los ejercicios pliométricos están diseñados para mejorar la capacidad reactiva y la fuerza explosiva de los músculos. Durante las actividades deportivas, las contracciones musculares incorporan tres fases de trabajo: excéntrico, concéntrico y amortiguación. En pliometría se expresa que la amortiguación es la fase de absorción del trabajo muscular.

     Los ejercicios pliométricos toman la energía del cuerpo en reposo y la transforman en energía potencial almacenada en los músculos durante la contracción excéntrica creando un sustancial aumento en la tensión muscular, cuando un músculo o un tendón es forzado a extenderse más rápido, mayor es la presión ejercida. Como las fuerzas generadas durante la amortiguación son mayores que aquellas durante la fase de empuje, es importantísimo que la contracción concéntrica siga en forma inmediata a la contracción excéntrica, limitando la fase de amortiguación al mínimo posible, esto significa el progreso en la adaptación a la ejercitación pliométrica. Debido al rigor que significa el entrenamiento pliométrico, se deben tomar precauciones para reducir la posibilidad de lesiones, que se convierten en peligros y tornan a este método en un verdadero tabú para algunos deportistas.

Lecturas: Educación Física y Deportes · http://www.efdeportes.com · Año 5 · Nº 24   sigue Ü