Inteligencia Emocional vs. Inteligencia Social:
datos para un estudio con deportistas

Antonio Hernández Mendo , Susana Guerrero Manzano y José Francisco Arjona Arcas

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 23 - Julio 2000

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    Este planteamiento fué recogido por el Modelo del "Reto Optimo" de Csikszentmihalyi (1975, 1988, 1992) y que llevará al sujeto a la llamada "Situación de Flujo", que consiste en una experiencia tan intrínsecamente placentera que el sujeto repite la actividad con frecuencia con el fin de volver a experimentar, a sentir "flow", dándose una implicación absoluta en la conducta ejercida o en la actividad desarrollada (Hernández Mendo y González Fernández, 1995).

    En palabras del autor, "son situaciones en las que la atención puede emplearse libremente para lograr las metas de una persona, porque no hay ningún desorden que corregir ni ninguna amenaza para la personalidad de la que haya que defenderse. Hemos llamado a este estado experiencia de flujo" (Csikszentmihal­yi, 1992, p.230).

    La experiencia suele ocurrir cuando nos enfrentamos a tareas en las que tenemos al menos una oportunidad de lograr, debemos ser capaces en concentrarnos en lo que hacemos, la tarea emprendida tiene unas metas claras y nos ofrece una retroalimentación inmediata, se actúa sin esfuerzo con una absoluta involucración que aleja de la conciencia las preocupaciones cotidianas, permitiendo ejercer un sentimiento de control sobre las acciones; finalmente, el sentido de la duración del tiempo se altera.

    De forma resumida diremos que Csikszentmihalyi (1975) construye un modelo que explica los mecanis­mos intervinientes que hacen oscilar al hombre del tedio a la ansiedad. Con este modelo de flujo describe un estado que se denomina de entropía Psíquica, definido por similaridad al concepto de entropía, y al que se lle­ga a través de una experiencia óptima. Esta puede acontecer cuando todos los continentes de la conciencia están en armonía entre sí y con las metas del propio sujeto.

    Para articular el modelo, Csikszentmihalyi establece tres niveles de teleonomía. La teleonomía es un concepto cercano a la teleología, diferenciándo­se de este último en que implica una dirección sin causalidad. Los tres niveles de teleo­nomía son: Teleonomía genética, Teleonomía cultural y Teleonomía del yo.

    La experiencia óptima requiere un balance entre los retos percibidos y las habilidades del sujeto. Cada acción que requiera una habilidad puede producir una experiencia autotélica. El flow solamente apa­rece en actividades altamente estructuradas. Cuando se adquiere el control de la atención y de la conciencia, es más fácil mantener la homeostasis entre retos y habilidades para obtener experiencias flow. El flow es, por tanto y de acuerdo a lo propuesto por George Herbert, la desaparición del yo-social para que se haga realidad el yo-individual. Las características del flow son: (a) Hay un equilibrio entre los re­tos y las habilidades, (b) hay una formulación clara de las metas, (c) la información es inmediata, (d) se produce una distorsión en la percepción del tiempo y (e) se produce un olvido de los problemas.

    Cuando se produce un desequilibrio entre retos y habilidades pueden darse dos situaciones:

  1. Hay más retos que habilidades y por tanto un aumento de la ansiedad ya que el sujeto con sus habilidades actuales no puede hacer frente a los retos.

  2. Hay más habilidades que retos, aparece el tedio, el aburrimiento, la actividad no presenta reto y de esta forma no hay aliciente.

    Efectivamente, para llegar al estado de flujo (Flow), es necesario canalizar las emociones, controlar los impulsos, demorar la gratificación, regular nuestro estado de ánimo para facilitar la motivación, para persevarar.

    Es aquí donde la inteligencia emocional jugará un papel predominante para guiar más eficazmente el esfuerzo.


Estados de Humor

    El humor es una forma específica de estado afectivo, implica la existencia de un conjunto de creencias acerca de la probabilidad que tiene el sujeto de experimentar placer o dolor en el futuro, de experimentar afecto positivo o negativo. Un humor concreto puede durar varios días, variando según lo hagan las expectativas de futuro del sujeto.

    La emoción, por su parte, que también es una forma de afecto, suele durar muy poco. Habría que distinguir el humor de la emoción, siendo aquel como más difuso y generalizado, mientras que la emoción es una reacción específica a eventos concretos. También podemos diferenciar ambos conceptos por la proximidad de la causa, el humor tiene una causa más remota en el tiempo que la emoción, ésta suele ser más intensa pero más breve, el humor, por su parte, es menos intenso pero más breve.


Método

Participantes

    El trabajo se realizo sobre una muestra de 248 sujetos deportistas, de ambos sexos, pertenecientes a dos modalidades diferentes: tenis y atletismo, con un nivel de competencia a nivel provincial y autonómico, en un rango de edad de los 11 a los 30 años.

Material

    Se utilizaron dos cuestionarios, el Profile of Mood States (POMS) de McNair, Lorr y Dropleman (1971) como medida de los estados de humor en su versión informática (Hernández Mendo, Ramos Pollán, 1996) y la escala Trait Meta-Mood (TMMS) (Salovey, Mayer, Goldman, Turvey Palfai, 1995) como medida de la Inteligencia Emocional

Procedimiento

    El presente estudio se lleva a cabo en Málaga durante los meses de mayo y junio de 1998 y se enmarca en el área de la Psicología del Deporte. En este trabajo nos propusimos establecer las posibles relaciones existentes entre la "Inteligencia Emocional" y los estados de humor en deportistas, en concreto los objetivos que nos planteamos fueron:

  1. Estimar el nivel de asociación existente entre las dos variables medidas en las escalas utilizadas, estados de humor e inteligencia emocional.

  2. Conocer el nivel de asociación entre dichas variables y los diferentes deportes estudiados (tenis y atletismo).

    Para ello, se realiza un estudio descriptivo de corte transversal. Los datos obtenidos se archivan en base de datos y se procesan mediante el programa estadístico SPSS, realizando análisis de regresión, análisis de la varianza (ANOVA) y análisis de correlación.

    Como ya se ha referido anteriormente, para el desarrollo del estudio la totalidad de los sujetos que componían la muestra escogida completaron los dos cuestionarios propuestos en la investigación, el Profile of Mood States (POMS) de McNair, Lorr y Dropleman (1971) como medida de los estados de humor y la escala Trait Meta-Mood (TMMS) como medida del concepto Inteligencia Emocional.

    Dada la importancia de estos cuestionarios utilizados, en torno a los cuales se desenvuelve el trabajo, se hace conveniente recordar sus características.

    En primer lugar, la escala Trait Meta-Mood (TMMS) fue escogida para medir la inteligencia emocional. Hemos visto ya en la introducción el desarrollo de este concepto, con ello, y partiendo de la idea ya comentada de que las emociones pueden ser fuente de información con función adaptativa para los sujetos, y que por lo tanto los individuos pueden ser más o menos hábiles en el procesamiento de este tipo de información, la escala TMMS se crea para medir concretamente las diferenicas existentes entre los sujetos en dicha habilidad. Es decir, las diferencias individuales en la habilidad con que los sujetos discriminan sus emociones y las de los demás, las identifican, las regulan, y usan de forma adaptativa la información proveniente de ellas, todo ello muy relacionado con la motivación y el éxito en la vida, y lo que nos permite acceder a través de esta escala al marco de trabajo denominado inteligencia emocional.

    Con la escala TMMS se pretende valorar la habilidad para reflexionar y manejar nuestras propias emociones y más concretamente las diferencias individuales de los sujetos en tres aspectos: atención a las emociones, discriminación de las emociones, y reparación de las mismas.

    Estos tres aspectos van a dan lugar a tres subescalas dentro de la escala TMMS que se crean a partir de su análisis factorial. La escala en total se compone de 48 items, cada uno de ellos con cinco opciones de respuesta que van desde "(1) Nada de acuerdo" hasta "(5) Totalmente de acuerdo", según el sujeto se identifique con la afirmación o negación propuesta en el item. De esos 48 items que componen la escala TMMS, veintiuno definen la primera subescala denominada "ATENCION" y referida al grado en que cada sujeto piensa sobre sus sentimientos, quince definen la segunda llamada "CLARIDAD" referida a la habilidad para comprender nuestro propio estado de humor, y doce la tercera denominada "REPARACION" y definida como control o reparación de los sentimientos desagradables o mantenimiento de los agradables.

    La consistencia interna de las tres subescalas fue evaluada a través del coeficiente Alpha de Cronbachˇs con los siguientes resultados:

    En el desarrollo de la TMMS se ha verificado la extracción de estos tres factores, atención, claridad y reparación. A continuación aparece un diagrama del Análisis Factorial Confirmatorio efectuado.    

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