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Estudio de la psicomotricidad en el alumnado de Educación Primaria

Analysis of psychomotricity in primary school students

 

Lic. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Grado en Maestro en Educación Primaria

Profesor E.F. de E.S.O. en C.C.E. Virgen del Pasico (Murcia)

Damián Plata Martínez

damianplata@gmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Teniendo en cuenta que en las edades que comprenden la Educación Primaria se dan períodos sensibles en los cuáles se produce el desarrollo psicomotor del alumnado, este artículo pretende hacer un análisis de la psicomotricidad en estas edades para entender cómo se produce el desarrollo y aprendizaje motor de estos alumnos y alumnas. Este artículo demuestra la importancia del trabajo de la motricidad en los niños para crear los patrones motores así como conocer las características de nuestro alumnado para programar la acción docente. Para ello, se realiza un estudio de los pilares básicos de la psicomotricidad así como de los aspectos relevantes que marcan su evolución en los niños y niñas en las edades correspondientes a la etapa de Primaria.

          Palabras clave: Psicomotricidad. Desarrollo motor. Habilidad motriz. Acción motriz.

 

Abstract

          Given that sensitive periods, in which the motor development normally takes place, happen at the stage of Primary School, this article aims to analyze psychomotor activity at this age to understand how motor development and learning occur. This article shows importance of the work of motor skills in children to create motor patterns and know the characteristics of our students to schedule teaching activities. To do this, a study has been carried out on the basic pillars of psychomotricity as well as of the relevant aspects that mark its evolution in children at the ages corresponding to the Primary stage.

          Keywords: Psychomotricity. Motor development. Motor skills. Motor action.

 

Recepción: 20/04/2016 - Aceptación: 15/11/2017

 

1ª Revisión: 22/10/2017 - 2ª Revisión: 10/11/2017

 

 
Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital. Buenos Aires, Año 22, Nº 234, Noviembre de 2017. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Existe cierta confusión a la hora de la utilización de términos relacionados con la psicomotricidad, tales como el desarrollo motor, aprendizaje motor, habilidades motrices, habilidades básicas, actividad o acción motriz, etc. Esto es así porque tal como expone Justo (2014), la psicomotricidad no es sólo un concepto ambiguo, si no que lleva asociado, además, una terminología poco clara, dado el uso indiscriminado que se hace de ella.

    Este artículo pretende, por un lado, realizar un análisis y una revisión de los diferentes términos relacionados con estos contenidos, y por otro lado, analizar los elementos fundamentales de la psicomotricidad y el desarrollo motor en el alumnado de Primaria, así como los pilares para su trabajo y mejora. Esto es de vital importancia debido a que el conocimiento y la práctica de la psicomotricidad, puede ayudar a todos a comprender y mejorar las relaciones con nosotros mismos, con los objetos y con las personas que nos rodean (Pacheco, 2015).

    Como el área de Educación Física está implantada en el sistema educativo a través de una asignatura con el mismo nombre (Ley Orgánica 8/2013 para la Mejora de la Calidad Educativa) compartiendo elementos propios con la psicomotricidad y desarrollando la misma, como son las habilidades motrices, habilidades básicas, equilibrio, coordinación, entre otros (Real Decreto 126/2014 y Decreto 198/2014 de la Región de Murcia), es necesario realizar un análisis de la importancia y repercusión del trabajo de la psicomotricidad para lograr el desarrollo integral de los niños y niñas.

Concepto de psicomotricidad, desarrollo motor y habilidades motrices

    En primer lugar, para analizar el término de psicomotricidad se puede apreciar que para Montero (2008) este concepto tiene dos partes, por un lado, el aspecto motriz referido al movimiento, mientras el psico está formado por la parte socioafectiva y por la parte cognitiva, y mediante ellas la persona se adapta al entorno, entendiéndose también como la relación mutua entre la actividad psíquica y la función motriz (Justo, 2014)

    Otra definición sería la de Arnaiz, Rabadán y Vives (2001) que indican que la psicomotricidad se entiende como una educación corporal básica en la formación integral del niño, como un medio de expresión que da prioridad a la dimensión no verbal y a las actividades exploratorias en un período evolutivo concreto desde los primeros meses hasta los 7 u 8 años de edad madurativa. Además el trabajo de la misma le permite al niño la realización de su maduración y desarrollo, partiendo de sus competencias y desarrollándolas.

    Para Ovejero (2013) el objetivo de la psicomotricidad es el desarrollo de las diferentes áreas motoras, cognitivas, afectivas y sociales del niños. Otros autores que se sitúan en esta línea son Mendiara y Gil (2016), que exponen que la intervención en la psicomotricidad se puede realizar a través de los factores perceptivo motores, los factores motores y los factores afectivo relacionales. Y además, esta intervención psicomotriz según Berruezo (2008) se puede realizar con carácter preventivo, educativo, reeducativo o terapéutico.

    El espacio epistemológico de la psicomotricidad abarca, pues, las ciencias de la salud, de la educación, del movimiento, así como las técnicas de intervención; y el espacio profesional del psicomotricista se encuentra próximo al del fisioterapeuta en el área sanitario, al del profesor de educación física en el ámbito educativo, al del terapeuta ocupacional en el ámbito social, y al del estimulador temprano en el ámbito preventivo (Berruezo, 2008).

    Como se aprecia en la bibliografía especializada, el término psicomotricidad es un término muy amplio y está muy relacionado con otros como desarrollo psicomotor, desarrollo motor, maduración, etc.

    El ámbito de la Educación Física se centra en el desarrollo motor, entendido como los cambios que se dan en las competencias motrices de las personas a lo largo de su vida (Ruiz Pérez, Gutiérrez Sanmartín, Graupera Sanz, Linaza Iglesias y Navarro Valdivieso, 2007).

    Tal como expresa Ovejero (2013), este desarrollo motor está muy relacionado con el desarrollo cognitivo, con el desarrollo social y con el crecimiento, puesto que la acción motora es el resultado de una serie de procesos que implican a esos ámbitos, ya que como se puede ver en la figura 1, la persona tras el procesamiento de la información que obtiene de los sentidos (ámbito sensorial) a través del sistema nervioso central (ámbito cognitivo) emite una respuesta motora (ámbito físico) (Ruiz Pérez et al., 2007).

Figura 1. Esquema de procesamiento de la información (Ruiz Pérez, 2007)

    Por tanto, la educación psicomotriz sería el enfoque pedagógico fundamentado en la integración de las funciones motrices y mentales combinando el desarrollo del sistema nervioso y las acciones educativas (Rigal, 2006).

Etapas del desarrollo motor

    Siguiendo a Pacheco (2015) el desarrollo del niño y la niña es una secuencia ordenada de logros físicos y motores, es decir, que se producen de manera continua y gradual, de acuerdo a un orden determinado; sin embargo, manifiestan aspectos particulares en cada niño o niña de acuerdo a factores genéticos y ambientales.

    El desarrollo motor, es un complejo proceso que es el resultado de la maduración y la experiencia (Ruiz Pérez et al, 2007). Como se ve en la figura 2, cada edad o etapa biológica va ligada a unos cambios que influyen en el desarrollo de la persona. En ella se aprecia las diferencias en el desarrollo de los elementos implicados en el movimiento a lo largo de las diferentes etapas.

Edad cronológica

Etapa

Características de desarrollo

0-2

Primera infancia

Rápido desarrollo de los órganos.

3-5

Segunda infancia

Ritmo de desarrollo desigual mientras que se producen importantes cambios funcionales.

6-11 (mujeres)

7-12 (hombres)

Pre-pubertad

Desarrollo más lento y equilibrado. Los grandes grupos musculares se desarrollan más rápidamente que los pequeños. Los ligamentos se hacen más fuertes. Calcificación de las zonas óseas cartilaginosas. Los tejidos conectivos y musculares poseen una gran elasticidad.

11-13 (mujeres)

12-14 (hombres)

Pubertad

Rápido crecimiento y desarrollo en talla, peso y la eficiencia de algunos órganos. Los músculos crecen en tamaño, luego desarrollan fuerza y posteriormente adquieren la función. Cambios en las capacidades hormonales (maduración sexual).

13 - 18 (mujeres)

14-18 (hombres)

Post-pubertad

Adolescencia

Continúa el crecimiento más lento y equilibrado. En algunos casos pueden alcanzar el tamaño de adulto. El proceso de osificación del esqueleto casi se completa hacia el final de la adolescencia. Maduración funcional.

19 - 25

Madurez

Perfeccionamiento de todas las funciones.

Figura 2. Características generales de las fases de desarrollo de los niños y los jóvenes (Ruiz Pérez, 2007)

    Esto quiere decir que a la hora de diseñar las actividades hay que tener en cuenta el grado de desarrollo de nuestros alumnos tanto para plantearles actividades que desarrollen habilidades a su alcance, así como estimular sus capacidades para fomentar el desarrollo.

    La etapa de Educación Primara se encuentra en el tercer estadio, puesto que los alumnos están comprendidos entre los 6 y 12 años.

El desarrollo motor y las habilidades motrices

    Analizando a los autores que han estudiado el tema desde el campo de la Educación Física, se aprecia que la manera de trabajar la psicomotricidad o el desarrollo motor es a través de las denominadas habilidades básicas, habilidades fundamentales, habilidades motrices o habilidades motrices básicas.

    Díaz (1999) en Ureña et al. (2006) define las habilidades motrices básicas como “todas aquellas conductas y aprendizajes adquiridos por una persona, que se caracterizan por su inespecificidad y porque no responden a los modelos concretos y conocidos de movimientos que caracterizan las actividades regladas y estandarizadas” (p. 19).

    Para Ureña et al (2006) son las piezas básicas con las que los alumnos construyen respuestas motoras más ricas, complejas y adaptadas.

    Según Ruiz Pérez et al (2007), las habilidades fundamentales son las que hacen que el niño sea capaz de desplazarse de forma variada, equilibrarse y moverse de formas diferentes, así como manejar objetos con manos o pies.

    No es fácil nombrar estas habilidades básicas o fundamentales, debido al gran número de clasificaciones existentes debido a los autores que las han estudiado. Para dar una visión clara y global de estas habilidades, se muestran las clasificaciones que dan algunos autores, las cuales han mejorado las clasificaciones tradicionales, aunque en el fondo, como es lógico, no difieren mucho unas de otras.

    La clasificación que propone Ureña et al (2006) la vemos en la Figura 3, donde se aprecian los dos tipos de movimientos con sus respectivas categorías.

Figura 3. Clasificación de las habilidades motrices básicas

    Por otro lado, Ruiz Pérez et al. (2007) diferencian las habilidades fundamentales que implican locomoción (marcha, carrera y saltos), habilidades fundamentales que implican empleo de objetos (lanzamientos, recepciones, golpeos, habilidades fundamentales que implican la equilibración o el cambio de posición, y las combinaciones complejas de las anteriores.

    Todas estas habilidades se van mejorando como se ha visto anteriormente con el crecimiento biológico, con la maduración y con la experiencia. En la figura 4, se aprecia el afinamiento del control motor que sufre el individuo con el paso de los años. De unos primeros movimientos reflejos o movimientos exploratorios en los primeros años de vida, a movimientos más controlados y refinados conforme va creciendo, tal como indica Williams (1983, en Ruiz Pérez et al., 2007).

Figura 4. Niveles de control motor (Williams, 1983, en Ruiz Pérez et al., 2007)

    Se aprecia una clara relación entre la complejidad de las habilidades que pueden hacer las personas (y los alumnos) a lo largo de su crecimiento con el grado de desarrollo de cada edad. Los alumnos estarían mayoritariamente (conforme el curso sea más alto, el nivel sería mejor) en el nivel IV de desarrollo motor, citado por Williams (1983) en Ruiz Pérez et al. (2007), por lo que tendrían un control motor organizado, lo que significa que el niño tiende a tener unos patrones de movimiento que le permiten enfrentarse a tareas exigentes y complejas gracias a un amplio bagaje de habilidades puesto que ya controla los desplazamientos, recepciones y lanzamientos. La concreción de esto en los alumnos de Primaria se puede observar en la figura 5, donde se aprecia las competencias de los alumnos y alumnas en función de su edad y curso (Díaz, 1999, en Ureña et al., 2006, p. 64).

La actividad motriz en la etapa de primaria

 

Espontánea

Elaborada

Codificada

Primer ciclo

Segundo ciclo

Tercer ciclo

Edad

De 6 a 8 años

De 9 a 10 años

De 10 a 12 años

Características

Actividad motriz libre.

Sin interiorización.

No existe idea motriz previa.

Los movimientos básicos y manipulación de todo tipo de objetos, enriquecen el bagaje motor del niño.

Existe una idea previa de movimiento.

Interiorización de la acción motriz.

Organización de la motricidad para lograr un objetivo concreto.

El juego tiene un simbolismo.

La acción motriz se orienta hacia la eficiencia.

Búsqueda de la técnica adecuada.

Competencia entre compañeros.

 

Ejemplo

El juego del niño se fundamenta en lanzar y recepcionar sin una orientación precisa.

A través de la actividad motriz se descubre a sí mismo, el mundo, los objetos y los demás.

Los niños y niñas quieren lanzar más lejos. En definitiva: conseguir un objetivo concreto.

Los niños y niñas quieren imitar acciones motrices propias del adulto: lanzar jabalina.

Establecer normas, técnicas, etc. en sus actividades.

 

Figura 5. La actividad motriz en la etapa de la enseñanza

primaria (Díaz, 1999 en Ureña et al., 2006)

    Si se analiza qué es lo que se trabaja/desarrolla con este tipo de actividades, se observa que, tal como exponen Arnaiz et al. (2001), se mejora la relación del sujeto con el espacio, la relación del sujeto con el tiempo, la relación con los objetos, la relación con el otro y la relación con el propio movimiento.

    Y no sólo se desarrollan aspectos implicados en el ámbito psicomotor, sino que además se desarrollan algunos procesos cognitivos, tales como la atención, la memoria, la toma de decisión y el feedback o regulación de las acciones (Ruiz Pérez et al., 2007).

    Por la demostración de todos estos aspectos importantes además de otros, se encuentra la presencia de la psicomotricidad, o elementos relacionados como el desarrollo motor o las habilidades motrices, en el currículo educativo actual. El Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria en España, basa el desarrollo de la programación de la Educación Física en torno a cinco situaciones motrices que son: acciones motrices individuales en entornos estables; acciones motrices en situaciones de oposición; acciones motrices en situaciones de cooperación, con o sin oposición; acciones motrices en situaciones de adaptación al entorno físico; y acciones motrices en situaciones de índole artística o de expresión.

    A primera vista se ve que el concepto acción motriz es el elemento principal para el desarrollo de la asignatura, con lo que se puede intuir que las acciones motrices son tareas a realizar a través de habilidades motrices.

    También resalta la importancia que se le otorga a la psicomotricidad desde el ámbito educativo puesto que según el Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria en España, la asignatura de Educación Física tiene como finalidad principal desarrollar en las personas su competencia motriz, entendida como la integración de los conocimientos, los procedimientos, las actitudes y los sentimientos vinculados a la conducta motora fundamentalmente.

    Además de esto, en el Decreto 198/2014 se detallan los criterios de evaluación y estándares de aprendizaje que señalan claramente a la psicomotricidad como un campo sobre el que trabajar puesto que hay que lograr esos estándares, que pueden interpretarse como objetivos, siendo algunos ejemplos los siguientes:

1.1. Adapta los desplazamientos a parámetros espacio-temporales.

1.2. Adapta el salto a diferentes planos, adaptados a su edad y peso.

1.3. Adapta el manejo de objetos con los segmentos superiores e inferiores a juegos y actividades sencillas, utilizando los segmentos dominantes y no dominantes.

1.4. Mantiene una adecuada actitud postural en la realización de actividades sencillas, juegos y ejercicios.

1.5. Aplica el giro sobre el eje longitudinal cuando se le pide.

1.6. Mantiene el equilibrio en diferentes posiciones y superficies.

Discusión y conclusiones

    En primer lugar, comparando las referencias bibliográficas que analizan el campo de estudio de este artículo, se puede apreciar que durante la infancia, y dentro del desarrollo motor de las personas, la base la constituyen las habilidades motrices básicas. Como indica Ureña (2006), la finalidad debe ser la creación de una amplia base motriz sobre la que se irá construyendo el resto de la motricidad.

    En segundo lugar, y siguiendo la idea anterior, se puede apreciar que el pilar fundamental del trabajo de la psicomotricidad en el alumnado de Primaria es realizar un análisis previo de qué es lo que se pretende trabajar en el aula con nuestros alumnos y alumnas, lo que permite proponer una programación docente acorde a los objetivos que se quieren conseguir, a sus características psicoevolutivas e intereses, así como a lo que se pretende fomentar.

Bibliografía

  • Arnaiz, P., Rabadán, M., Vives, I. (2001). La psicomotricidad en la escuela: una práctica preventiva y educativa. Málaga: Aljibe.

  • Berruezo, P.P. (2008). El contenido de la psicomotricidad. Reflexiones para la delimitación de su ámbito teórico y práctico. Murcia: Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado. 62 (22,2), 19-34.

  • Justo, E. (2014). Desarrollo psicomotor en Educación Infantil. Bases para la intervención en psicomotricidad. Almería: Editorial Universidad de Almería.

  • Mendiara, J. y Gil, P. (2016). Psicomotricidad educativa. Sevilla: Wanceulen Editorial Deportiva.

  • Montero Vivo, M. L. (2008). La psicomotricidad en el primer curso de educación primaria. Hekademos: Revista Educativa Digital, (1), 23-40.

  • Pacheco, G. (2015). Psicomotricidad en Educación Inicial. Quito, Ecuador. http://www.runayupay.org/publicaciones/psicomotricidad_nivel_inicial.pdf

  • Ovejero, M. (2013). Desarrollo cognitivo y motor. Barcelona: Macmillan Profesional.

  • Real Decreto por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria (Real Decreto 126/2014, 28 de febrero). Boletín Oficial del Estado, nº 52, 2014, 1 de marzo.

  • Rigal, R. (2006). Educación motriz y educación psicomotriz en Educación Infantil y Primaria. Barcelona: Inde.

  • Ruiz, L.M., Gutiérrez, M., Graupea, J.L., Linaza, J.L. y Navarro, F. (2007). Desarrollo, comportamiento motor y deporte. Madrid: Síntesis.

  • Ureña, N., Ureña, F., Pablo, A., Alarcón, F. (2006). Las habilidades motrices básicas en Primaria. Programa de intervención. Barcelona: Inde.

  • Decreto 198/2014, de 5 de septiembre, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.

  • Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.

  • Real Decreto 126/2014, de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria.

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