Propuesta educativa fundacional del INEF Gral. Belgrano
de San Fernando: entre ideales arcaicos y renacentistas

Guillermo Galantini

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 21 - Mayo 2000

4 / 4

Pulsar para ver imagen ampliada     Concluye la memoria, entre otras aseveraciones, con lo siguiente:

    "Nuestros futuros profesores de educación física tienen una gran oportunidad para ello; el instituto tiene la gran oportunidad de dotarlos de los elementos fundamentales para tan patriótica obra".

    Con una pedagogía que hoy la podríamos describir como conductista, se disimula un influjo "civilizador" con fuertes asociaciones a una educación para la "Caballería". Recordemos que ésta fue una casta militar surgida del sistema feudal y posteriormente centro del proceso civilizador de la Iglesia, la cual hizo de la Caballería "un instrumento educativo de la bárbara clase feudal y una fuerza defensora de la unidad de la civilización cristiana" (Sciacca, M. F.). "El riguroso respeto de la etiqueta o de las prescripciones que regulan las relaciones humanas; el ejercicio de las armas, acompañado de otros ejercicios físicos para dar robustez y elegancia al cuerpo"; moldean el ideal del caballero, quien además era educado en el respeto a su honor y el del señor; y donde la cortesía se imponía como el comportamiento que había que asumir ante la dama quién ahora pasaba a ser su meta ideal y no ya su presa. (Sciacca, M.F.)
Con diferentes sutilidades, no quedan dudas que los rastros de aquellos ideales en la propuesta educativa del "Gral. Belgrano", iban con destino a introducir un diagrama de poder cuya dinámica inscribía, a lo largo de todo su proyecto, un perfecto dispositivo de control sobre los sujetos. Fíjense que entre las memorias resaltadas, hasta el modo de reír debía ser "enseñado"; claro, no sea cosa que los alumnos anden a las carcajadas por el patio de la escuela...

    Al establecimiento había que dotarlo de una fundamentación científica que no sea diferente al diagrama moral y organizativo que entrelazó la institución. Esto pudo ser posible, gracias al impacto fijador de las políticas públicas que, en torno a la educación de los ciudadanos, tenían los postulados de la prácticas higiénicas en esa época. Así, la Fundamentación biológica del cuidado del cuerpo se introduce en la educación física en general y en el San Fernando particularmente por vía de esta disciplina. Angela Aisenstein indica que una de las líneas que relatan el recorrido de la higiene en occidente está vinculada "a las prácticas de aseos burguesas (urbanas y cortesanas)". Y dice: "La limpieza es inicialmente, en el siglo XVI una atención cosmética de las partes observables (ablución de manos y rostros) con fines morales exigidas por los códigos de elegancia y urbanidad. Ya desde el siglo XVIII en adelante la higiene y asepsia del cuerpo (y de las ciudades) se asumen como requisitos indispensables de la salud individual y pública, tanto en prevención como para la cura".

    Es probable que esto haya inspirado para la creación de una Subcomisión de Higiene en el Instituto, pero veamos que ésta no solo tiene el objetivo de ejercer sobre el cuerpo de los alumnos un tal moldeamiento o actitudes sino que, transformando o desfigurando su alcance, logra enmascarar otras imágenes. Gilabert, H. transcribe las ideas del Dr. Teodoro Tonina, como conceptos orientadores para los miembros de dicha comisión:

    "La higiene debe ser una escuela de nacionalismo y de cultura. No solo se aprende a conocer y amar a la patria con la Historia y la Geografía sino se aprende a conocer el patriotismo de la Nación con el conocimiento del valor de la vida, del culto de la salud de los ritos de la higiene. Es necesario practicar la higiene y enseñarla con el ejemplo hasta convertirla en hábito. Hay que hacer higiene sin saberlo como aquél que escribía en prosa sin saberlo".

    Y señala además, como algunas de las actividades diarias que encaraba dicha comisión, las siguientes:

    "Control de la higiene de los dormitorios para lo cual los miembros de la subcomisión efectuaban inspecciones periódicas y sorpresivas".

    Intento ver aquí que las "herramientas higiénicas" conllevan, en su manipulación, un deslizamiento de su propiedad corporal hacia un significado de propiedad patriótica o nacionalista que busca afectar y comprometer al alumno con el mundo exterior. Las autoridades encuentran, y tal vez sin proponérselo, una disciplina -en el sentido de Foucault- ejemplar para el proceso de compromiso y distanciamiento. Para decirlo de otra manera; se notan acciones para lograr la afectación de los individuos en torno a los fenómenos sociales del momento (ya mencioné el arquetipo patriótico y guerrero del instante fundacional); pero ese nivel de afectación necesitaba ser: controlado, dominado, distanciado por procedimientos que de manera ortopédica o instruccional hicieran del cuerpo un objeto que ponga a distancia cualquier enlace emocional o sensible con el mundo exterior. Lo que me parece es que; en el esfuerzo de independencia y complementariedad -del que nos habla Elías, N.- entre: la afectación emocional y el autocontrol racional; la higiene contribuyó, en su dinámica civilizadora, como un dispositivo de la racionalidad instrumental. Generó una autoconstricción de las pulsiones por vía de una eufemización de ciertas conductas o manifestaciones corporales. Está claro que va germinando una educación física más volcada a mirar el cuerpo como objeto de adiestramiento que como habitación y habitante de un sujeto lúdico y alegre. Lo que gravita entonces, y desde el primer momento de contacto del alumno con la institución, es una serie de normas que ya Gilabert, H. las indica como "transmitidas tradicionalmente" (¿a qué tradición se esta refiriendo el autor cuando da cuenta de las características de una escuela que recién se fundaba? ¿Cómo puede una institución "transmitir tradicionalmente", si apenas se está constituyendo?) y la manera que vieron es hacer con que:

    "...los alumnos del segundo año se constituían como los reales conductores del grupo y transmisores del testimonio que recibieron de quienes le precedieron el año anterior. De ese modo se eludía la presencia de celadores o cuidadores de la disciplina. El ingresante, llamado cariñosamente -y no por subestimación- "pequeño", era imperceptiblemente controlado en los distintos ambientes, desde el aula hasta el comedor, desde el campo de deportes hasta el dormitorio pasando por el parque y las excursiones".

    Un verdadero cuadro de panoptismo que humillaría hasta al más convencido de los foucaultianos.
El dispositivo disciplinario se configuraba también con las reuniones que periódicamente mantenía el Director con los alumnos. En ellas se distribuía una sensación procedimental, efectivista y correctiva de las relaciones sociales, con fuertes connotaciones a las de una sociedad de corte donde se presenta- en el decir de Elías, N.- la paradoja entre la proximidad ( de la propia reunión) y el distanciamiento ( la manera de expresarse). A este efecto, Gilabert, H. señala que:

    "La sabia conducción del director evitaba las desviaciones o pérdidas de tiempo en divagaciones inútiles. La discusión se hacía en forma ordenada y se exigía a cada alumno expresarse con claridad utilizando lenguaje apropiado e ideas coherentes".

    Se enorgullece Gilabert, H. que el Instituto de San Fernando no precisaba de las amonestaciones como medio para conservar la conducta y disciplina de sus alumnos y dice:

    "Quien esto escribe no recuerda que a los integrantes de su promoción se les hubiera aplicado esta sanción".

    Y. considera que estas practicas de amonestación son:

    "...desvirtuadas en la práctica por los variados criterios existentes en su aplicación, que muchas veces estigmatizan injustamente a una alumno y encierran así un valor puramente punitivo restándole el mérito educativo, que sí trasuntaban las observaciones".

    Precisamente fueron esas observaciones las que operaban al interior de la escuela y en la subjetividad de sus integrantes, tejiendo un verdadero dispositivo de control y mecanismo por el cual se introduce la disciplina escolar. Si para Gilabert, H. las amonestaciones resultaban de carácter punitivo no queda más que desafiar sus ideas diciendo que: las observaciones se constituían en un modelo de control, sometimiento y temor en la vida de los estudiantes. Respaldo esta opinión con las propias indicaciones que señala Gilabert, H. en cuanto a lo que era "observable" en el establecimiento. Las normas básicas debían ser sostenidas en: El dormitorio, el comedor, el aula, el saludo, la marcha, en los momentos libres, en el trato y comportamiento. Una atención especial era mantenida en la ceremonia de izar y arriar la bandera, donde una quincena de pautas eran debidamente examinadas y verificadas.


Algunas conclusiones

    Creo ver, en la propuesta educativa del Instituto Nacional de Educación Física "Gral. Belgrano" de San Fernando, Buenos Aires, Como mínimo tres grandes dimensiones constitutivas y constituidas.:

  1. La Dimensión Moral. Implica la forma múltiple y yuxtapuesta conque: los valores patrióticos, Los principios guerreros y del honor, y los preceptos sobrenaturales y divinos impregnaron, de manera diversa y variada, la cultura institucional. Esto se identifica visiblemente en las letras de marchas y canciones, donde puede ser apreciada la adyacencia de lo eclesiástico con lo militar.

  2. La Dimensión Utilitaria. Significó la necesidad en demostrar el efecto educativo de las prácticas físicas para tanto, se recreó una visión caballeresca para la formación del estudiante de educación física. Esto se infundió por la viabilidad de las competencias intertribus y el tratamiento de los cuerpos de los futuros docentes. De un lado el Deporte y del otro la Higiene.

  3. La Dimensión Disciplinadora. Se extendió como forma de constituir un engranaje interno donde todo estuviera sometido al control, la vigilancia y supervisión de los hechos. Por decirlo de alguna forma, era la garante de todo el proceso pedagógico institucional. No podía ser ladeada ya que definía la fijación y adecuación del individuo al ambiente institucional. Mereciendo más importancia que cualquier acción reflexiva, discursiva o dialéctica en torno al tratamiento formador de los estudiantes.

    La adecuación de la formación como sacerdocio, junto a un ideal vigoroso y guerrero; parecen levantar con la primer dimensión los reflejos de una cultura griega arcaica. La sistematización de simbolismos y rituales, que implican un poder de subjetivación casi similar a los medioevales renacentistas, parecen emerger en la segunda dimensión. Por último, los mecanismos de las redes de poder y saber que; tan minuciosamente describiera Foucault en ciertas instituciones; afloran, por medio de la constitución prolija de procedimientos de observación, en la última dimensión señalada.

     Queda por decir que las interpretaciones que realizo, y las conclusiones que exhibo, merecen sólo un carácter aproximativo; toda vez que el estudio de nuevos documentos y fuentes deberán venir para contribuir a la confirmación, ampliación o refutación de estas ideas.


Notas

  1. Valle Muñoz Trascendencia del momento homérico arcaico en la cultura griega. Helmantica, 1973 Vol. 26 p: 159-172 "...El pasado no pervive en forma de realidad subyacente sino en forma de la posibilidad que nos otorga".

  2. Jover Ruiz, Filóstrato y "sobre la Gimnástica": Intento frustrado de restauración de los valores humanos, a los juegos deportivos del siglo III. IV Simposium historia de la educación física 1996-1997 Universidad de Salamanca. "La expansión e importancia que el ejercicio físico alcanzó en los siglos V y IV a.C., como base de la educación del ciudadano, con la influencia remanente de los ideales heroicos de los dos siglos anteriores, no es más que el último destello cegador de una potencia que comienza su agonía".

  3. Julián Garzón Díaz Vino y Banquete desde Homero a Anacreonte: Helmantica XXX 1979 p:65-96. Salamanca "...hacen de Arquíloco un inconformista ante las penas y luchador constante ante la rutina". "...hay un violento contraste entre Alceo, a quien imaginamos recitando poesía de arsenal bien pertrechado en el círculo de sus correligionarios reunidos en el banquete, y Anacreonte, que bebe vino mezclado con agua y nada quiere saber de rencillas, ni de guerras que hacen derramar tantas lágrimas."

  4. Lasso de la Vega, J. Ideales de la vida humana en la antigua Grecia. Helmantica Vol. 13 p: 23-72, 1962. "...H. economicus: La aristocracia necesita de la ostentación, del boato externo y la pompa de los objetos inútiles... Para ella el lujo no es superfluo, sino un instrumento de poder... pero la riqueza adornada de virtud, sin fraude conseguida." "H. socialis: es una figura ausente en la tipología humana arcaica. El sentido general de comunidad esta impregnado por un componente religioso y no en la existencia de una conciencia social". "H. Politicus: Es el noble, heredero de los reyes homéricos... son modelo de hombre junto con el filósofo y el poeta." "H. theoreticus: ...cada uno de ellos (Anaximandro, Heráclito, Parménides, Empédocles, Anaxágoras y Demócrito, realizan un forma posible de vida del ser espiritual, que no son las únicas posibles pero con las que guardan conexión todas nuestras posibles actitudes intelectuales o científicas". "H. Religiosus: Esta proposición muy importante no podría documentarse más claramente que en el período arcaico. Al Dios-Héroe le corresponde un modelo prototípico de hombre."

  5. Marrou, H. cita a Tirteo, quien compara los ideales: "No juzgaría a un hombre digno de memoria, ni haría caso alguno de él sólo por su valor en la carrera pedestre o en la lucha, así fuera tan grande y fuerte como los cíclopes, más veloz que el tracio de Bóreas, más hermoso que Titono, más rico que Midas o Ciniras, más poderoso que el rey Pélope, hijo de Tántalo, así fuera su lengua más dulce que la de Adrasto y poseyera toda suerte de gloria, si careciese de valor militar, si no fuera un hombre capaz de aguantar a pié firme la batalla... que éste es el valor verdadero, el más alto premio que un hombre pueda obtener entre los hombres; es un bien comunitario, útil a la ciudad y al pueblo entero, que cada cual, bien plantado sobre sus dos piernas, se mantenga firme en primera línea, apartando de su corazón toda idea de fuga".

Los documentos que acompañan este texto pertenecen al archivo personal del Prof. Norberto Antuña.


    
Bibliografía consultada

  • AISENSTEIN, A. (1998) Rastreando las raíces de la educación física en Argentina. Congreso de la COPIFEF, La Rioja.

  • ALVAREZ PALACIOS, E. (1997-98) La educación física en el renacimiento español. IV Simposio historia de la Educación Física, Salamanca.

  • CASTRO ALBARRAN, A. DE (1942) Concepto pagano y concepto cristiano de nuestro cuerpo. Salamanca, 3ª ed.

  • DIAZ, E. (1995) La filosofía de Michel Foucault. Ed. Biblos, Bs. As.

  • FERNANDEZ, L.M. (1994) Instituciones educativas, Dinámicas institucionales en situaciones críticas, Bs. As. Paidós.

  • FERNANDEZ. S. Y DOS SANTOS, M. (1999) Orígenes y devenir del bautismo en el ISEF Cesar Vásquez de Santa Fe. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital.www.efdeportes.com/ Nº 14 Junio

  • FOUCAULT, M. (1989) Vigilar y Castigar: nacimiento de la prisión. Ed. Siglo XXI, México.

  • GARZON DIAZ, J. (1979) Vino y banquete desde Homero a Anacreonte. Hellmantica, vol. 91, Salamanca. España.

  • GILABERT, H. (1991) Una escuela ideal inolvidable. Ed. Escuela de artes gráficos, Rosario.

  • GUTIERREZ CONTRERAS (1997-98) La nación: Comunidad de destino y exaltación de la grandeza patria. Módulo II Curso de esp. En Cs. Sociales. ISPCSER.

  • JOVER RUIZ, R. (1997-98) Filóstrato y "sobre la gimnástica": el intento frustrado de restauración de los valores humanos, a los juegos deportivos del siglo III. IV Simposio de historia de l educación física. Salamanca, España.

  • KRAGH, H.: Introducción a la historia de la ciencia. Ed. Crítica

  • MARROU, H. I. (1985) Historia de la educación en la antigüedad. Ed. Akal/universitaria, España.

  • MORENO HERNANDEZ, C. :Raíces medievales del nacional catolicismo: El poema de Fernán González. Revista electrónica Lemir Nº 3: http://parnaseo.uv.es/lemir

  • MOROCHO GAYO, G. (1997-98) Educación física: disciplina fundamental de la paideia griega. IV Simposio de historia de la educación física. Salamanca, España.

  • MUÑOZ VALLE, J. (1973) Trascendencia del momento homérico-arcaico en la cultura griega. Helmantica. Vol. 26.

  • SCENNA, M. A. (1982) La Argentina de los años 30. Ed. Del mar dulce, Bs. As.

  • SCIACCA, M. F. (1962) El problema de la educación. Ed. Casal I Vall.

  • VALLADARES, R. I. El discurso didáctico moral de la comedia Thebaida. Revista electrónica Lemir Nº 1: http://parnaseo.uv.es/lemir


| Inicio |

Otros artículos de Guillermo Galantini
Formación Docente | sobre Historia

  www.efdeportes.com/
http://www.efdeportes.com/ · FreeFind
   

revista digital · Año 5 · N° 21 | Buenos Aires, mayo 2000  
© 1997-2000 Derechos reservados