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El ocio y el ejercicio de la función sexual

Leisure and the pursuit of sexual function

 

Profesor en Educación Física. Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL)

Maestría en Ciencias mención Orientación de la Conducta

Centro de Investigaciones Psiquiátricas, Psicológicas y Sexológicas de Venezuela

Msc. Fernando Antonio Alvarado Montevideo

fer25fluker@hotmail.com

(Venezuela)

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo estuvo orientado hacia el estudio del ocio y su íntima relación con el ejercicio de la función sexual como elementos idóneos para disminuir los índices disfunción en Venezuela. Sobre una investigación predominantemente documental, determinado la importancia de conocer y reflexionar sobre el valor del ocio, su importancia en ser humano como una herramienta de bienestar tanto física como mental, dando un alto a todas las actividades enfocadas al consumo de drogas (legales o ilegales), tiempo libre mal invertido o tiempo ocioso, exceso de horas de trabajo las cuales tiene una repercusión patológica propiciando un sedero directo al poco disfrute o aprovechamiento de la función sexual.

          Palabras clave: Ocio. Función sexual. Disfunción sexual.

 

Abstract

          This work was oriented towards the study of leisure and its intimate connection with the exercise of sexual function as suitable elements to reduce the rates dysfunction in Venezuela. On a predominantly documentary research, determined the importance of knowing and reflect on the value of leisure, their importance in humans as a tool being both physically and mentally, giving a halt to all activities aimed at drug (legal or illegal), time spent ill or downtime, excessive working hours which has a pathological effect favoring a direct Mercer soon enjoyment or use of sexual function.

          Keywords: Leisure. Sexual function. Sexual dysfunction.

 

Recepción: 29/08/2015 - Aceptación: 13/12/2015

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 20, Nº 213, Febrero de 2016. http://www.efdeportes.com/

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    En la actualidad se pude notar con facilidad por diferentes medios de comunicación las grandes problemáticas que están ocurriendo a nivel mundial, problemáticas que son motivadas a la imparable guerras de luchas de poderes, tanto por lo económico, ideológico, político, religioso y social, donde en su mayoría reina la miseria y enfermedades (físicas y psicológicas) para el ser humano, dicha problemática afecta a todas las sociedades como tal, no haciendo estimación alguna con referente a la raza, religión, creencia o si vive en un país “desarrollado” o en “vía al desarrollo”, es decir, que en todas la sociedades se puede observar una crisis existente a nivel de todos los continentes, como de igual forma existen de problemáticas con características de países en específicos.

    Si bien es cierto un punto importante y determinante que se hace notar en la actualidad y en diferentes continentes del mundo, es la problemática de la disfunción sexual tanto en el hombre como en la mujer, la cual tiene muchas causas y variables que intervienen en la misma, una de ellas puede ser tanto por alteraciones físicas y otras por alteraciones psicológicas, que tienden repercutir de manera negativa en la práctica en ejercicio de la función sexual. Siendo más específico, las causas que proporciona la disfunción sexual en Venezuela son por la combinación de componentes orgánicos (enfocados con el funcionamiento del organismo) y de índole psicológica (origen mental), en los hombres la problemática es alarmante, donde el factor de riesgo relacionado con la disfunción eréctil se encuentra enfocados con el campo socioeconómico y cultural, en el nivel más bajo de educación y desempleo, hábitos que son directamente contradictorio a la salud (alcohol y tabaquismo) y enfermedades comunes en el hombre que acompañado del descuidó, además de la edad, se convierte en crónicas como la hipertensión arterial, diabetes, obesidad, enfermedades cardiacas y vasculares, anormalidades de la grasa en la sangre (colesterol y triglicéridos), crecimiento prostático benigno y maligno (cáncer) enfermedades del hígado (cirrosis) y trastornos psicológicos enfocado en el estrés y la depresión. Sociedad Venezolana de Urología (2013).

    Las estadísticas venezolanas confirman de manera más específica el panorama de la disfunción sexual, tanto para el hombre como en la mujer, dicho porcentaje es un poco alarmante mostrando su cruda realidad, así lo confirma Szemat (2008) manifestando que: “La disfunción sexual femenina se encuentra afectada entre un 22 a un 45 % de las mujeres y un 36% de los hombres, el deseo sexual hipoactivo entre un 30 % en las mujeres y el 15% de los hombres, mas de 200 mujeres estudiadas en Venezuela se encontraban entre y cuarenta y sesenta y nueve, de las cuales el 51.1. tenía porcentaje fijo para el momento, manifestando que el 19.2 % efectuaba el auto ejercicio de la función sexual y el 52% expreso llegar medianamente a un orgasmos durante el ejercicio de la función sexual”. (p. 8)

    La disfunción sexual en la actualidad es un problema social que no es común de manifestar por las personas, ya predominan de los mitos, creencias y tabúes que en cierta manera incrementan mayor dificulta en el acto sexual, una de las posibles prevenciones que se puede implementar, tanto al hombre como la mujer, para hacerle frente a dicha circunstancia psicofísica perturbadora, es el implementar el buen uso de tiempo libre, es decir una buena pedagogía del ocio es sus vidas. Según Munné (1988) “el ocio se presenta como un conjunto de actividades originales fundamentalmente distintas, por una parte, de las actividades productivas, y por otra de los deberes sociales” (p 86), es decir que el ocio se podría interpretar como el tiempo de recuperación y descaso de las personas contrapuesto a todas las actividades laborales y de implicación socialmente comprometedora, además es considerable el hecho de no tener una buena educación o conocimientos de tiempo libre y el tiempo ocio diaria, que en su mayoría son dedicados a obligaciones académicas y laborales o en obligaciones cotidianas, es necesario reservar un tiempo recuperador enfocado al descaso (activo o pasivo), buscando el participar en actividades enfocadas al disfrute, la satisfacción o el crecimiento personal que se puede adquirir por medio las mismas.

    De igual forma el ocio también puede ser definido como actividades necesarias tanto para el hombre como la mujer, según Dumazedier (citado por Jorge Ramírez, 1999) manifestó que el ocio “es el conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede dedicarse voluntariamente, cuando se ha librado de sus obligaciones profesionales, familiares y sociales ya sea para descansar o divertirse, o para desarrollar su información o su formulación desinteresada” (p. 79). El ocio como tal no es el tiempo empleado para las actividades, sino las ocupaciones durante el tiempo libre y de manera productiva, saludable, escogidas con libertad.

    En Venezuela el hombre y la mujer han buscado la forma de mejorar sus condiciones económicas y para ello a pesar que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en defensa al trabajador y su tiempo de descanso - recuperador, efectuó una modificación en la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores (2012), específicamente en el artículo 173 en cual establece que “la jornada de trabajo no excederá de cinco días a la semana y el trabajador o trabajadora tendrá derecho a dos días de descanso, continuos y remunerados durante cada semana de labor” (p. 151), el venezolano ha buscado la forma de tener mayor ingresos económicos efectuando trabajos extra, en otras palabras teniendo un trabajo adicional que en su mayoría se puede clasificar como informal, es decir que la reducción de jornada de trabajo no pudo ser proporcional al alto costo de la economía país, sumado la poca educación y cultura de venezolano sobre el tiempo de ocio, es de deducir que el alto índice de enfermedades aumente haciendo repercusión inmediata al aumento del índice de deficiencia en el ejercicio de la fusión sexual en Venezuela. De igual forma Garcias (1993) determino que: “…la mujer soporta una sobrecarga de actividades arriesgando su salud física y metal, se ha incorporado al trabajo y mantiene las responsabilidades laborales domesticas y las crianza de su hijos. Su tiempo libre es muy escaso y permanentemente pospone sus gratificaciones. Los varones aparecen con un exceso de horas dedicadas al trabajo asumiendo las tareas del hogar de una manera más concentradas y relativamente más gratificantes”. (p. 51)

    Según lo planteado tanto el hombre como la mujer tienden a tener muchas horas de ocupación presentado agotamientos y estrés, los cuales son factores que afecta la actividades sexo reproductiva. Por otro lado Bianco (1990), establece la función sexual como “el conjunto de fases que existen en una acción simultánea cuando se sitúan cambios de ambiente internos o externos del organismo el cual conlleva a la ejercitación de una actividad sexual accesible a la observación y al control”. (p. 139), la función sexual son las actividades propias del sexo, las cuales tiene un proceso de ejecución iniciada por medio de una situación-estimulo sexual y una respuesta sexual, de igual forma Ramírez (2009) manifestó que “la actividad sexual como otros de los tantos tipos de la actividad física que existen, la cual pueden realizase con el objetivo de hacer efectiva la reproducción para con la perpetuación la especie o con el solo objeto de satisfacer una ’necesidad’ intangible, mental de tipo psico-suntuosa” (p. 17).

    Para el buen desarrollo del ejercicio de la función sexual se requiere de un cuerpo sano y una mente sana, y para ello el ocio es determinante ya que el individuo puede buscar de manera voluntaria la libertad de todo tipo de obligaciones profesionales, familiares y sociales, enfocado en el descanso, la diversión, mejorando su vida en la participación de la sociedad, el ocio es una necesidad humana que de igual forma están relacionada con la cultura ya estas también son empleada según el contexto que se encuentre la persona siendo íntimamente relacionada con el disfrute de la cultura, estas pueden ser denominadas como la recreación y actividades físicas deportivas , paseos, música, teatro, danza, lectura, actividades comunitarias, eventos artísticos, entre otras, siempre y cuando sean de escogencia libre y de forma confortadora.

    Por otro lado Sapetti (2008), en un artículo publicado en la Revista Sexología, titulado Diabetes y Disfunción Eréctil expone que “La diabetes está asociada con la perdida de la calidad de vida, la disfunción eréctil en los diabéticos está asociado con el incremento en el estrés y aumento muy importante en los síntomas depresivos.” (p.51).

    De igual forma Sapetti (2007), publicó otro artículo en la Revista Sexología, titulada: Obesidad y Disfunción Eréctil, en la cual consideró que “la Obesidad pone mayor resistencia al corazón y a las arterias constituyendo un factor de riesgo para las hipertrofias cardiacas, la enfermedades coronarias, la hipertensión arterial y la disfunción sexual”. (p. 44).

    La obesidad cuando es asociada con la diabetes, el tabaquismo, el exceso de grasas saturadas, la vida sedentaria y las depresiones, tienden a afectar de manera impactante el ejercicio de la función sexual. Sin duda alguna es determinante tener conocimiento sobre la pedagogía del ocio, la cual es una guía fundamental para el buen uso del tiempo disponible o también determinada como tiempo libre, esta es orinada a la adquisición de conocimientos y habilidades tanto personales como actividades grupales donde se enfatizan actividades para mejorar el autoestima, mejoramiento personal, valores personales, control de sentimientos y emociones, mejoras en relaciones personales, aplicación de actitudes de solidaridad, respeto, solución de conflictos, disminución de la agresividad y brinda aptitudes físicas las cuales son impórtate para llevar al éxito el ejercicio de la fusión sexual.

    Dentro de esta perspectiva Moles (2007), expresa cuatro sugerencias generales, pero muy prioritarias para tener una actitud física y poder realizar el ejercicio de la función sexual de manera exitosa: “Para conservar al organismo en buenas condiciones hay que cumplir cuatro líneas de acción, que tienen que ver con la implementación de hábitos higiénicos en todo el cuerpo sin descuidar el área genital. Implementación de conductas que impidan el permanecer sedentario permanentemente, es decir realizar algún tipo de ejercicio físico. Mantener una adecuada ingesta, lo que no aplica hacer dietas a menos que médicamente sea necesario y por ultimo no abusar en el consumo de ciertas drogas legales permitidas, especialmente el alcohol, la cafeína y el cigarrillo”. (p. 108).

    Cabe destacar la importancia que tiene el implementar el ocio en nuestras vidas, buscado siempre el disfrute y la salud tanto de manera mental como física, evitando actividades no autotélicas caracterizadas por ser poco productivas, pasivas, tediosas, frustrantes y enfocadas al consumo, las cuales no brindan beneficios, vistas como actividades ociosas. Estas son totalmente contrapuestas a las actividades de ocio que se caracterizan por brindar valor por sí mismas, son interesantes, motivadoras, placenteras, por tanto el ocio puede ser determinado como las actividades autotélicas, caracterizadas por brindar mejoras por sí misma y de mucho placer, las cuales son elegidas de manera autónomamente y luego se lleva de manera efectiva a la práctica.

    Por otro lado, la práctica de actividades de ocio direccionadas a las actividades fisicorporales (educación física, deporte de iniciación y recreación), consideradas del cuerpo y para robustecer el cuerpo, son definidas por Ramírez, (2014) como “toda acción-motriz realizada por y para el cuerpo humano con una consiente y estricta orientación hacia la obtención del óptimos niveles de salud física y psíquicas” (p. 22), pueden ser utilizadas de tipo terapéuticas y de estilo mantenedora para mejorar el acto sexual, las cuales al ser planificadas, organizadas y orientadas, contrarrestan las actividades no autotélicas y el tiempo ocioso, proporcionado una disminución sedentarismo, pero adquiriendo una mejora significativa de las condiciones físicas y psicológicas, manteniendo una calidad de vida en todos sus practicantes, proporcionando una gran preparación para la realización eficaz del ejercicio de la función sexual. Así lo establece Babino (2008), manifestando que: “El ejercicio aeróbico es capaz de prevenir enfermedades en el sistema endocrino, mejora las capacidades cardiovasculares, la regulación del colesterol, y los triglicéridos relacionados directamente con la erección del pene, contribuye a la reducción de la presión arterial, aumenta la circulación de la sangre en los músculos, actúa en el aumento de la capacidad del aprovechamiento de oxigeno, mejora la capacidad de elasticidad y flexibilidad necesaria para un excelente desempeño sexual, disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia, estrés, tristeza, relacionadas con las funciones sexuales, contribuye a la pérdida de peso y al logro de una autoimagen positiva y sana”. (p.1).

    Cabe destacar, que el ocio manifiesta el gran impacto en diversas esferas, como el fortalecimiento del autoestima, el aumento de la sensación de control, la mejora de la autoconfianza y la mejora de funcionamiento mental, sirve como base fundamental para construir una mejor calidad de vida, involucradas en experiencias y actividades físicas que se pueden realizar en un tiempo libremente escogido, como un gran potencial para idóneo para enriquecer la vida, por medio del desarrollo intelectual, psíquico del individuo. De igual forma los beneficios psicológicos de ocio se podrían enfocar directamente en las emociones, la cognición y las conductas, haciendo énfasis en los sentimientos, afectos o emociones asertivas, además de proporcionar la eliminación, evitación, y disminución de sentimientos negativos que sin duda son totalmente contraindicados para la salud y por consecuencia el ejercicio de la función sexual.

    Lo importante es que podábamos tener presente el ocio como actividades que tiendan a mejorar o mantener la vida sexual del hombre y la mujer, quedando en evidencia por medio de los planteamientos ya expuestos, los cuales sustentan de manera documental, que el hecho tener un buena ejecución y disfrute placentero del ejerció de la función sexual requiere de una buena condición física y psicológica, la cual se puede obtener por medio aplicación del ocio en nuestra vidas. El ejercicio de la función sexual es considerada como una actividad física que demanda concentración psicológica y una aptitud física considerable, la cual al ser ejecutada con éxito y placer y que además tiende a brindar muchos beneficios, según Smith (2008), publicado en la Revista Digital En Plenitud, manifestó que “la endorfina que libera el organismo durante las relaciones sexuales, hace que nos olvidemos del estrés y la ansiedad que nos impulsa a ingerir alimentos compulsivamente” (p. 3).

    Por otro lado, los movimientos corporales tanto de los miembros superiores como de los inferiores, tienden a proporcionar un aumento significativo de los latidos del corazón (sístole y diástole), la dilatación de los vasos sanguíneos (venas y arterias), gastando energía de forma similar a la ejecución de la práctica de una sesión de entrenamiento físico deportiva todo esto depende la duración y la frecuencia del ejercicio de la función sexual, las posiciones adoptadas y los movimientos realizados. (Smith, 2008).

    Lo importante es que las entidades gubernamentales y privadas, profesionales de a salud, educadores y comunidad en general, puedan hacer reflexiones sobre las siguientes interrogantes, ¿Sabemos el verdadero significado del ocio o lo confundimos con actividades de ociosidad?, ¿ Conocemos los beneficios que brinda el ocio en nuestras vidas y su influencia en el ejercicio de la función sexual?, ¿Verdaderamente existen políticas para proyectar y difundir la pedagogía del ocio?, ¿Que tan cierto es el hecho que los dirigentes comunales y educadores efectúan jornadas sociales para incentivar en ocio en las comunidades y contrarrestar las actividades no autotélicas?. Sin dudas son reflexiones que ameritan de amplia discusiones, pero la mayoría se tienen que llevar al punto de los debates y las reflexiones, si verdaderamente se quiere hacer un trabajo social de excelencia, que se transforme en una vía para mejorar las problemáticas que tenemos en nuestro país, la educación social es campo trasformador y una vía idóneas para mejorar una nación que sueña y quiera superar obstáculos, que impiden el avance de la misma.

Conclusión

    Cabe considerar manera conclusiva que la práctica del ejercicio de la función sexual planificada y responsable tiende a proporciona beneficios incalculables, pero el ocio al ser puesto en práctica y tomado en cuenta como actividad prioritaria en nuestras vidas, condiciona de manera extraordinaria el acto o la función sexual, por tal motivo es importante expresar las siguientes recomendaciones:

Bibliografía

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 20 · N° 213 | Buenos Aires, Febrero de 2016
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