Diseño, selección y evaluación
de las tareas motrices en
Educación Física

Pedro Sáenz-López Buñuel*
psaenz@uhu.es
Francisco Javier
Giménez Fuentes-Guerra**

mferia@santandersupernet.com
(España)

*Doctor en E.F. **Licenciado en E.F.
Profesores de la Facultad de CC de la Educación (Universidad de Huelva).

    Resumen
    Las tareas motrices son uno de los elementos más importante en la enseñanza de la E.F., a través de ellas desarrollamos los diferentes contenidos de nuestra materia y el planteamiento que hagamos definirá la metodología que ponemos en práctica. Por tanto, es necesario que aprendamos a diseñar tareas de forma correcta, basándonos en una serie de características y principios que deben cumplir para que su aplicación en nuestras clases de E.F. sea motivante y estimule los aprendizajes del alumnado. Por último, realizamos una propuesta que nos ayudará a comprobar de forma más objetiva la riqueza educativa que contienen las tareas que planteamos a diario en nuestras clases de Educación Física.
    Palabras clave: Tareas motrices. Enseñanza de la Educación Física. Diseño y selección de tareas.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 5 - N° 21 - Mayo 2000

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1. Introducción

    Las tareas motrices son el contenido básico a través del cual vamos a buscar la consecución de los diversos objetivos que nos planteemos con nuestros alumnos. La elección de unas tareas u otras va a determinar el aprendizaje de los alumnos, condicionando, en parte, los contenidos a trabajar y seleccionando la metodología más adecuada.

    Por otro lado, dentro de la programación de la E.F. en Primaria, la tarea va a ser la quintaesencia del proceso de enseñanza-aprendizaje, sobre la cual se van a establecer las sesiones y unidades didácticas. El maestro utiliza las tareas como elemento básico de la programación, siendo éstas sus principales herramientas de trabajo y sobre las que más va a trabajar diariamente a la hora de programar, buscando los aprendizajes y la motivación de los alumnos en las clases de E.F.

    Siguiendo la filosofía de la LOGSE, las tareas en nuestras clases de E.F. deben tener una serie de características que las hagan realmente significativas y atractivas para los alumnos de Primaria. Vamos a buscar que no sólo eduquen en el ámbito motriz, sino que a través de ellas pretendemos incidir en la socialización y en el aprendizaje de conceptos básicos de E.F.

    A partir de estas cuestiones preliminares, el artículo continúa con la definición del concepto de tarea motriz y las principales clasificaciones de distintos autores que nos podemos encontrar, y después entramos en las características que deben cumplir y en los criterios que podemos utilizar para su programación. Por último, planteamos una propuesta de valoración de las actividades motrices con la que pretendemos conocer los objetivos y contenidos que podemos desarrollar.


2. Las tareas de enseñanza-aprendizaje en educación física


2.1. Concepto

    La esencia de las tareas motrices es el movimiento humano, y en el ámbito de la Educación Física suponen el instrumento por el que el individuo desarrolla sus potencialidades educativas. El término "tarea motriz" lo define Famose (1981), citado por Delgado (1993, p.83), como la actividad autosugerida o sugerida por otra persona que motiva a la realización de una o varias acciones motrices siguiendo unos criterios precisos de éxito. Sánchez Bañuelos (1986) considera que el conjunto de tareas motrices a enseñar define los contenidos generales de nuestra materia.

    Para Parlebás (1981), citado por Famose (1992), “la tarea motora es el conjunto organizado de condiciones materiales y de obligaciones que definen un objetivo cuya realización necesita el empleo de conductas motoras de uno o varios participantes. Las condiciones objetivas que presiden el cumplimiento de la tarea son a menudo impuestas por consignas o reglamentos”. Vamos a considerar la tarea como el juego, el ejercicio o la actividad que presentamos a los alumnos en una clase de Educación Física.


2.2. Clasificaciones

    Para familiarizarnos con el tipo de tarea que utilizamos en un momento determinado, puede ser muy útil conocer algunas clasificaciones en función de diversos aspectos propuestos por distintos autores.

    Grado de participación cognitiva (Knapp, 1963):

  • HABITUALES. Aquellas tareas cuya secuencia de movimientos se conoce y llegan a automatizarse. Por ejemplo, montar en bicicleta, correr, nadar o realizar ejercicios gimnásticos.

  • PERCEPTIVAS. Cuando las tareas requieren la participación cognitiva, por ser desconocida la secuencia de movimientos como ocurre en todos los juegos y deportes de oposición.

    Grado de participación corporal (Cratty, 1982):

  • FINAS. Cuando requieren un trabajo manual de precisión. Por ejemplo, escribir o tiro con arco.

  • GLOBALES. cuando el movimiento implica a todo el cuerpo, como los desplazamientos o saltos.

    Grado de control sobre la acción (Singer, 1986).

  • REGULACION EXTERNA. Aquellas tareas motrices que son abiertas y perceptivas, como los deportes colectivos.

  • AUTORREGULACION. Aquellas tareas motrices que son cerradas y habituales, como la gimnasia o casi todas las pruebas de atletismo.

  • REGULACION MIXTA. La combinación cruzada de las clasificaciones de Poulton y Knapp. Por una parte, abiertas y habituales como el esquí de fondo o el ciclismo de carretera. Por otra parte, cerradas y perceptivas como el billar, el ajedrez o el golf.

    Grado de control ambiental (Poulton, 1957, citado por Macazaga, 1989):

  • CERRADAS. Cuando el contexto es conocido y estable, como en una pista de atletismo o en gimnasia.

  • ABIERTAS. Cuando el ambiente es desconocido y/o cambiante como una carrera campo a través o ciclismo en carretera. También se incluyen aquí los deportes colectivos como el baloncesto o fútbol, ya que a pesar de practicarse en un terreno conocido y estándar, las circunstancias del juego son cambiantes, lo que los convierte en tareas abiertas.

    Concluimos este apartado citando la clasificación que realiza Delgado Noguera (1993) en la que se resumen las clasificaciones anteriores y aporta alguna más:

  • Según el mecanismo predominante de utilización: perceptivas, de decisión, y de ejecución.

  • Según el factor que prevalezca: cualitativa, cuantitativa, mixta.

  • Según el área a la que se asocian: motriz, social, cognoscitiva.

  • Según el tipo de propuesta organizativa: individual y colectiva.

  • Según el tipo de ejecución: simultanea, alternativa, consecutiva.

  • Según el diseño: autopropuesta, diseño externo.

    Existen más clasificaciones, pero creemos que las citadas son suficientes. Cada tarea motriz, se puede encuadrar en cada una de las clasificaciones de los diferentes autores. Este conocimiento va a facilitar el análisis de las tareas motrices.


3. Criterios para diseñar y seleccionar tareas


3.1. Análisis de las tareas motrices

    Para iniciar este análisis es importante que conozcamos las fases que se producen a la hora de realizar cualquier actividad motriz y que Marteniuk (1971), citado por Delgado (1993), sintetiza en tres: percepción, decisión y ejecución (tabla 1).

Mecanismo o fase de percepción

Mecanismo o fase de decisión

Mecanismo o fase de ejecución

Tabla 1. Mecanismos del acto motor

    Desde este punto de vista, las tareas motrices se pueden analizar en función de la utilización de cada una de estas fases o mecanismos. En el planteamiento que vamos a hacer de las tareas en Educación Física nos interesa sobre todo potenciar los dos primeros ya que en las edades en las que trabajamos en Primaria creemos que será más interesante el desarrollo de factores psicomotrices más que la ejecución en sí de determinados gestos, sobre todo deportivos.


3.1.1. Mecanismo de percepción

    El mecanismo de percepción interviene cuando hacemos consciente un estímulo. Normalmente, sucede a nivel visual, pero cualquiera de los sentidos puede percibir. El mecanismo perceptivo depende de varios factores: la capacidad perceptiva de cada individuo, las condiciones del entorno (clasificación de Knapp), tipo y nivel del estímulo, tipo de control (clasificación de Poulton), de la movilización de objetos o del estado inicial del sujeto-objeto.

    Debemos ser capaces de analizar el mecanismo de percepción de las distintas tareas motrices. Por ejemplo, en una carrera de velocidad, la percepción es muy pobre por ser una tarea cerrada y habitual. Sin embargo, un pase en un partido de baloncesto es muy complejo por manejarse un balón, ser una tarea abierta y perceptiva. El alumno debe ser capaz, no sólo de ser consciente de sus movimientos, sino de percibir los del compañero que recibe, y de los adversarios que pueden variar el espacio y el tiempo de la acción.


3.1.2. Mecanismo de decisión.

    El mecanismo de decisión se produce tras el perceptivo. Se analizan los datos percibidos y se toma una decisión que viajará a toda velocidad desde nuestro cerebro a los músculos a través del Sistema Nervioso. Esta decisión depende de la inteligencia motriz del individuo, del número de decisiones (salto de longitud frente al lanzamiento en suspensión de balonmano), del número de respuestas alternativas (tiro con arco frente a un regate), del tiempo que requiere (golf frente al voleibol), del nivel de incertidumbre (lanzamiento de disco frente a un partido de tenis), del nivel de riesgo (carrera de 200 m. frente a "sprint" en ciclismo), del orden secuencial (gimnasia frente al baloncesto) o del número de elementos a recordar (natación frente a cualquier deporte colectivo).

    Con los ejemplos expuestos, se puede analizar cómo influye el mecanismo de decisión en diferentes tareas. En este sentido, está muy relacionado con el mecanismo perceptivo, ya que las tareas de regulación externa serán más complejas que las tareas de autorregulación.


3.1.3. Mecanismo de ejecución.

    Por último, se presenta el mecanismo de ejecución que es lo que se ve, es decir el gesto que se realiza tras el proceso cognitivo (percepción y decisión). Es, por tanto, la ejecución técnica final. Depende de aspectos cuantitativos como la velocidad, la flexibilidad, la resistencia o la fuerza, y de aspectos cualitativos como la coordinación, la agilidad o el equilibrio.

    El desconocimiento de este proceso ha hecho que se dé más importancia al mecanismo de ejecución incluso en tareas motrices en las que la percepción y la decisión son más trascendentes. En general, en los juegos y deportes de oposición los mecanismos perceptivo y decisional son claves para la eficacia final del movimiento. En los deportes colectivos esta importancia es todavía más notable. Sin embargo, muchos profesores y entrenadores se siguen empeñando en practicar casi exclusivamente el mecanismo de ejecución, lo que consideramos un error.

    Por tanto, es indudable que los tres mecanismos se pueden mejorar. También es cierto que en cada tarea tiene distinta importancia. Como ya hemos analizado, en una carrera de 100 metros el mecanismo perceptivo se centra exclusivamente en el disparo de salida, a partir de ahí la percepción y toma de decisiones es mínima o nula. En este caso el mecanismo más importante es el de ejecución. Por esta razón, los atletas o nadadores deben entrenar exhaustivamente la técnica.

    Distinto es en un regate en fútbol, baloncesto o balonmano, ya que el mecanismo perceptivo no deja de trabajar en ningún instante: controlar el balón, los propios movimientos, los del oponente directo, los de compañeros, los del resto de oponentes. De esta forma se complica el mecanismo de decisión ¿qué debe hacer, pasar, regatear? ¿por dónde le regatea? ¿a qué distancia comienza? ¿cómo le puede superar? ¿qué riesgo corre el equipo? ¿será ventajosa la situación posterior al regate?... Al final toma una decisión y realiza un determinado gesto dentro de las innumerables opciones que tiene. Nosotros creemos, siguiendo a Antón (1989) y a Pintor (1992) que el mecanismo clave en los deportes colectivos, como ya hemos afirmado, es el de percepción-decisión.

    A pesar de que todos los ejemplos propuestos son deportivos, este análisis es muy interesante para Primaria. En primer lugar, porque los deportes de oposición parecen tareas adecuadas para aplicar en 2° y 3° ciclo, debido a que desarrollan los mecanismos de percepción y decisión.

    Por otra parte, todos los juegos pueden ser analizados como tareas motrices. Por ejemplo, un "juego de relevos" será relativamente simple en los mecanismos de percepción y decisión, mientras que el "balón-tiro" sí posee un análisis más complejo e interesante.


3.2. Principios metodológicos

    La metodología que utilizamos cuando planteamos las tareas motrices en nuestras clases de E.F. será uno de los elementos determinantes y que más van a influir en el buen desarrollo de las diferentes actividades. Para ello, hemos resumido en ocho los principios metodológicos que consideramos más importantes.

    Leal de Oliveira, citado por Pila (1988), define los principios como “reglas generales enunciadas de forma abreviada que rigen el pensamiento y la conducta humana y provienen en el presente caso, del empirismo de la lógica, de la observación y de la experimentación de los ejercicios corporales”. Se refiere, por tanto, a la base, el fundamento, el origen o la razón principal sobre la cual se procede en cualquier materia. Es decir, sobre los principios se desarrolla la materia, y por tanto, hay que cumplirlos en todo momento.

    A menudo leemos los principios que debemos cumplir para poder llevar a cabo una Educación Física correcta con nuestros alumnos. Estos principios los enumeran algunos autores a la hora de hablar de metodología o didáctica de la E.F., de pedagogía, de deporte, del trabajo de la condición física, etc. En un trabajo anterior realizamos una selección de los principios más importantes, citados por distintos autores y que resumimos a continuación (Giménez y Sáenz-López, 1999).

    a) Individualización

    Es un principio básico para cualquier persona que trabaje en educación. Es imprescindible tener en cuenta las características, edad y nivel de los alumnos a la hora de plantear nuestras programaciones y la puesta en práctica de diferentes actividades (Pieron, 1988). Este autor también destaca el conocimiento de la evolución en el aprendizaje de los alumnos. Esto no significa que tengamos que realizar 30 programaciones diferentes en cada aula, pero sí que es necesario, como afirma Pila (1988), conocer a cada alumno en todos sus ámbitos para poder exigir en función de los límites y posibilidades de cada uno. Para mejor conocimiento del alumnado utilizaremos diferentes instrumentos como pueden ser el sociograma, pruebas motrices o la observación, entre otros.

    b) Socialización

    El aspecto social es uno de los elementos más importantes que abarca la educación. Coll (1985), citado por Fernández y Navarro (1989), afirma que la interacción entre los alumnos juega un papel crucial en la consecución de metas educativas. La L.O.G.S.E. destaca dos aspectos básicos en la educación social del alumnado: la relación del alumno con su entorno, y la necesidad de comunicación e integración en la escuela. Es evidente que la educación del ámbito social de los alumnos es inherente a la propia educación en la escuela. Por todo ello, aparte del desarrollo motriz, la Educación Física ayudará a la educación integral de los alumnos incidiendo en otros ámbitos de la persona como son el cognitivo, el emocional y el social.

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