efdeportes.com

La comprensión auditiva y su incidencia en 

la enseñanza de la comprensión de textos

 

*Licenciada/o en Educación en la especialidad de Español Literatura

Master en Didáctica del Español y la Literatura. Profesor/a Auxiliar

de la Universidad de Ciencias Pedagógica de Granma “Blas Roca Calderio”

**Licenciado en Cultura Física. Master en Longevidad Satisfactoria

Profesor Auxiliar de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma

(Cuba)

MsC. Juan Eduardo Cordero Torres*

MsC. Madelaine Cabrera Pernía*

MsC. Élida Elena Sarmiento Fernández*

MsC. Lic. Dixan Alba Martínez**

dixan7@yahoo.es

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo tiene como objetivo hacer algunas consideraciones acerca de cómo la comprensión auditiva debe ser una habilidad a atender en la escuela y sobre todo en la clase de lengua materna. En él se define la compresión auditiva, sus características y se ofrecen diversos ejercicios que se pueden trabajar en la clase encaminados a lograr el desarrollo del oído fonemático, así como la habilidad de compresión auditiva, lo que repercutirá en el aprendizaje ortográfico y en la compresión de textos orales y escritos. De esta manera se estará contribuyendo al mejoramiento de la compresión de textos, componente este de una gran preocupación por la familia, maestros, estudiantes e investigadores.

          Palabras clave: Comprensión auditiva. Enseñanza. Comprensión de textos.

 

Recepción: 14/05/2014 - Aceptación: 23/08/2014.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 198, Noviembre de 2014. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    La enseñanza de la comprensión de textos orales y escrito es una de las problemáticas que más se ha investigado por docentes e investigadores en el ámbito educacional, sin embargo en la práctica escolar se observa que es un fenómeno que continua latente. Se han propuesto estrategias, sistema de actividades, modelos teóricos, la mayoría con calidad, pero las dificultades como ya se expresó continúan.

    En la revisión bibliográfica realizada y en las investigaciones que abordan este problema, no se ha tenido en cuenta ni se ha reparado en la comprensión auditiva que ha sido muy estudiada y trabajada en la enseñanza de lenguas extranjeras, que por la experiencia de estos investigadores, contribuye grandemente en la efectividad del aprendizaje de la lengua y en el desarrollo de la compresión oral y escrita. De ahí que con este trabajo se pretende hacer algunas consideraciones acerca de esta habilidad tan importante y su utilización en la enseñanza de la lengua materna.

    Desde que el niño llega a la escuela se hace mucho hincapié en el desarrollo del oído fonemático para el aprendizaje de la lectoescritura, posteriormente en los grados más avanzados se insiste en su desarrollo para la enseñanza de la ortografía, pero con relación a su incidencia en la comprensión de textos orales y escritos no se trabaja y según criterio de los autores esta es una habilidad digna de tener en cuenta en el trabajo con la comprensión de la lengua materna en forma general y específicamente en la comprensión oral y escrita, por eso que a continuación se darán algunas consideraciones al respecto.

Desarrollo

    Hasta hace muy poco la destreza auditiva no se consideraba una destreza separada e independiente, sino que siempre era puesta en función de su contraparte: la destreza oral; fenómeno también presente en la lectura en relación con la escritura. Efectivamente, por mucho tiempo los diferentes académicos e investigadores no consideraron que la destreza auditiva tuviera sus propias, características particulares, propósitos y funciones.

¿Qué es la comprensión auditiva?

    Es prácticamente imposible tener una definición única sobre la comprensión auditiva. A manera de ejemplo, Dunkel menciona el artículo “A Content Analysis of Fifty Definitions of Listening", mediante el cual Glenn, analizó 34 diferentes definiciones presentadas en variados textos y encontró que, de hecho, no existe una definición universalmente aceptada.

    Para ilustrar este punto, se presentan a continuación dos definiciones totalmente diferentes. Hace 20 años, Wipf en el artículo “Strategies for Teaching Second Language Listening Comprehension” definió la escucha como: un proceso mental invisible, lo que lo hace difícil de describir. Las personas que escuchan deben discriminar entre los diferentes sonidos, comprender el vocabulario y las estructuras gramaticales, interpretar el énfasis y la intención, y retener e interpretar todo esto tanto dentro del contexto inmediato como de un contexto socio-cultural más amplio.(p. 345)

    En esta definición, si bien es cierto, se hace referencia al aspecto socio-cultural, el énfasis refleja las tendencias existentes hasta hace muy poco en cuanto a los idiomas, en las cuales se daba mucho más importancia a los aspectos fonológicos, léxicos y estructurales del idioma, y no a su componente socio-cultural, tan importante hoy en día.

    Ya en la presente década, Rost define la escucha como un proceso de recibir lo que el emisor en realidad expresa (la orientación receptiva); construir y representar el significado (la orientación constructiva); negociar el significado con el emisor y responder (la orientación colaborativa); y crear significado a través de la participación, la imaginación y la empatía (la orientación transformativa). La escucha es un proceso de interpretación activa y compleja en el cual la persona que escucha establece una relación entre lo que escucha y lo que es ya conocido para él o ella. (Rost, 2002, p. 13)

    En esta definición, se nota como el enfoque ha ido cambiando para dar cabida al aspecto social del lenguaje, especialmente a la importancia de la interacción entre el emisor y el receptor.

    Sin embargo, por ser una explicación que complementa la anterior, la definición de comprensión auditiva que se tendrá en cuenta a través de este trabajo, es la que acuñó James en1984:…no es una destreza, sino una serie de destrezas marcadas por el hecho de involucrar la percepción auditiva de signos orales [además]…no es pasiva. Una persona puede oír algo, pero no estar escuchando…es absolutamente necesario para cualquier otra labor que se realice con el lenguaje, especialmente para poder hablar y aún para poder escribir. Estos criterios corroboran la hipótesis de esto investigadores, al afirmar que la comprensión auditiva incide en la enseñanza de la compresión oral y escrita.

    La definición anterior encarna tres hechos fundamentales:

  1. Para lograr escuchar se deben interpretar sonidos producidos oralmente, lo que a su vez, implica que esta tiene que distinguir los fonemas de la lengua, o sea las unidades más pequeñas del idioma. Es esto lo que permite a la persona saber que, cuando escucha alguna expresión, ésta se manifiesta en una lengua y no en otra.

  2. El hecho de escuchar es una destreza activa y no pasiva, (como se creía hasta la década de los 70, aproximadamente) por lo que cuando una persona está escuchando, debe activar una serie de procesos mentales que le permiten comprender lo que se está diciendo.

  3. Oír no es lo mismo que escuchar; lo que significa que para poder escuchar la persona tiene que concentrarse en lo que se está diciendo para poder descifrarlo e interpretarlo.

    Efectivamente, la comprensión auditiva involucra una serie de aspectos que van desde lo más sencillo, o sea la comprensión del fonema, hasta otros aspectos paralingüísticos más complejos como el significado de lo que se está escuchando, además de la entonación, el énfasis y la velocidad con que se enuncia el mensaje. El objetivo de la comprensión auditiva es desarrollar el oído fonemático del estudiante. La comprensión auditiva no consiste en reconocer elementos ya sabidos, sino en desarrollar una actividad de interpretación, que tiene sus propias técnicas y estrategias.

Importancia de la comprensión auditiva

    Se podría decir que la destreza auditiva tiene tanta o más importancia que la destreza oral, dado que la una no funciona sin la otra, ya que hablar por el hecho de hablar, no constituye mayor mérito si lo que decimos no es recibido por otra persona. En este sentido escuchar se convierte en un componente social fundamental para prácticamente todo ser humano, exceptuando quizás las personas que no cuentan con el sentido del oído. De hecho, es importante recordar que por muchos años y, aún hasta la fecha, la tradición oral de los pueblos fue más importante que la tradición escrita, que es relativamente reciente.

    Sobre esto, Brown y Yule en su libro Teaching the Spoken Language (1983) se refieren a la conversación con fines de interacción y a la conversación con fines transaccionales. El primer término señala el aspecto meramente social del lenguaje, o sea a la relación que se da entre dos o más personas cuando hablan y responden solamente para entablar un vínculo social (por ejemplo, cuando se habla de aspectos triviales con una persona en la fila del banco: el clima, la longitud de la fila, el estado del país, etc.). El segundo término describe el proceso por medio del cual entablamos una conversación para obtener y dar la información que necesitamos sobre algún tema. Como es lógico, estos dos términos representan “lo que es de hecho un continuo, de los aspectos sociales a los aspectos informativos de la comprensión de escucha” (Anderson y Lynch, 2002, p. 5).

    Teniendo en cuenta lo expuesto aquí, hace a los autores llegar a la siguiente conclusión: la comprensión auditiva precede la producción en todos los casos del aprendizaje de un idioma, y no puede haber producción a menos que se dé el estímulo lingüístico y, que éste, a su vez, se convierta en material comprensible para la persona que escucha. La comprensión es importante no sólo porque precede la producción lógica y cronológicamente, sino especialmente porque parece ser el mecanismo básico por medio del cual se internalizan las reglas del lenguaje.

    Otra de las razones por las que la comprensión de escucha es de primordial importancia es que los seres humanos pasan una gran cantidad, sino la mayor parte, de su vida escuchando.

    Posteriormente, durante la vida adulta, tanto en la vida social como profesional, la comprensión auditiva seguirá jugando un papel fundamental, ya que la persona invertirá mucho de su tiempo en escuchar a otras personas: en el trabajo, en seminarios, en eventos sociales y religiosos, entre otros. Como en la adquisición de la lengua materna, la comprensión auditiva es importante no sólo en las fases iníciales del aprendizaje de una segunda lengua, sino también en las etapas más avanzadas del proceso. Hay trabajos donde se demuestra que los estudiantes que son sobresalientes en la comprensión auditiva obtienen mejores resultados.

    En la práctica educativa, las cuatro habilidades básicas se dividen en destrezas productivas: hablar y escribir, y en habilidades receptivas: leer y escuchar.

    Estos procesos cognitivos involucrados al leer o al escuchar encierran una serie de características que en muchas ocasiones comparten.

    Entre las características que estas habilidades comparten cabe mencionar las siguientes:

  • se necesita conocer el código lingüístico tanto para leer como para lograr escuchar de forma exitosa.

  • en ambas destrezas, la información se procesa en algunos casos de forma secuencial, de la mínima unidad al texto completo.

  • tanto el acto de leer como el de escuchar requieren la interpretación del mensaje y el conocimiento previo que la persona que escucha o lea tenga sobre el tema que se trata en la interacción o texto.

  • ambas actividades involucran la solución de problemas que se deben resolver,

    Por otro lado se considera que la enseñanza de la comprensión de escucha debe ser el enfoque principal en el aula porque:

  1. las reglas de la lengua se adquieren con más facilidad y exactitud por medio de la inferencia;

  2. la adquisición de una lengua es primordialmente un proceso implícito e inconsciente por parte del estudiante.

  3. la capacidad oral se desarrolla cuando existe suficiente formación dirigida a la comprensión.

Algunas características de la comprensión auditiva

    En la práctica educativa, las cuatro habilidades básicas se dividen en destrezas productivas: hablar y escribir, y en habilidades receptivas: leer y escuchar. Aunque esta clasificación es aún válida, como se puede constatar en prácticamente todo texto de metodología de la enseñanza, la concepción de lo que es receptivo o productivo ha cambiado. En el pasado, se creía que las habilidades receptivas no involucraban mayor esfuerzo y que la demanda cognitiva se presentaba casi en su totalidad al escribir y al hablar. Hoy se sabe que, aunque receptivas, tanto la comprensión de lectura como la comprensión auditiva requieren de una serie de procesos cognitivos sin los cuales la persona no podría dar sentido a lo que lee o escucha. Hoy en día reconocemos que la capacidad auditiva es un proceso 'activo' y que las personas que son buenas al escuchar son tan activas como la persona que envía el mensaje.

    Estos procesos cognitivos involucrados al leer o al escuchar encierran una serie de características que en muchas ocasiones, pero no siempre, comparten.

    Entre las características que estas habilidades comparten cabe mencionar las siguientes:

  • Se necesita conocer el código lingüístico tanto para leer como para lograr escuchar de forma exitosa.

  • En ambas destrezas, la información se procesa en algunos casos de forma secuencial, de la mínima unidad al texto completo.

  • Tanto el acto de leer como el de escuchar requieren la interpretación del mensaje y el conocimiento previo que la persona que escucha o lea tenga sobre el tema que se trata en la interacción o texto.

  • Ambas actividades involucran la solución de problemas que se deben resolver, basándose en lo que se escucha o lee y en el conocimiento previo.

  • Cuando una persona lee o escucha, él o ella crea una serie de imágenes que coadyuvan en la comprensión del texto.

    Por otro lado, existe una serie de características exclusivas de la destreza auditiva:

  • Lo que una persona escucha es, la mayoría de las veces, de un carácter efímero, por lo cual, generalmente, la persona no puede revisar lo escuchado y reevaluarlo, como sí ocurre en la lectura.

  • La comprensión de escucha requiere, en gran medida, el uso de la memoria, ya que la persona debe almacenar la información para poder responder a ella.

  • El escuchar involucra una serie de aspectos que el acto de leer no posee, tales En el mensaje oral se encuentra una serie de formas no gramaticales, reducciones,

  • Eliminaciones, repeticiones, pausas, correcciones, redundancias y otros.

  • Fenómenos que, por lo general, no se presentan en el mensaje escrito, por lo que la persona que escucha debe dar sentido al mensaje, aún cuando este no sea del todo claro y completo.

  • En muchos casos, existe la necesidad de procesar y responder de forma inmediata.

  • Por lo general, la persona que escucha pierde la concentración rápidamente, lo que provoca que se “pierda” en el mensaje y luego no pueda responder apropiadamente.

  • En muchas ocasiones, el mensaje oral va acompañado de una serie de ruidos (música, otras conversaciones, bocinas, altavoces, por ejemplo, que interfieren con el mensaje; por lo tanto, la persona que escucha debe eliminar lo que no sirve y utilizar lo que sí es importante.

¿Cómo escuchamos?

    Como en muchos otros aspectos del diario vivir, el acto de escuchar sigue un proceso que es esencial, si queremos ser buenos receptores del mensaje. Galvin (1988) estima que este proceso requiere de cuatro pasos fundamentales:

    El primer paso es la recepción y consiste en poner nuestro sentido del oído a trabajar. En este primer, paso la persona “decide” escuchar, o lo que es lo mismo, la persona empieza a clasificar entre lo que constituye únicamente “ruido” y lo que él o ella realmente desea o debe escuchar.

    El segundo paso es la interpretación. En este nivel, el receptor activa todas sus experiencias y vivencias para decodificar lo que acaba de escuchar.

    El paso número tres es la evaluación, el cual se basa en decidir qué hacer con el mensaje; por ejemplo: ¿Estoy o no de acuerdo?, ¿Requiero más información?, ¿Qué es lo importante de todo lo que he escuchado?, y otras preguntas similares. Por último, el paso final en este proceso es la respuesta, que no es necesariamente una respuesta oral, ya que puede ser perfectamente cualquier otra reacción tal como sonreír, asentir, realizar alguna otra acción o escribir algo.

    Este proceso fue ilustrado por una de las investigadoras de este proyecto en un artículo previo de la siguiente manera:

Situación: En un restaurante un empleado está conversando con su jefe sobre un estudio de precio para un nuevo producto.

Paso 1: Jefe: Tenemos que hacer un estudio de precio para nuestro nuevo producto.”

    En esta etapa, el empleado activa su sentido del oído y elimina todo lo que no es importante tal como lo que otras personas están diciendo, la música del restaurante, el ruido de la calle, por ejemplo.

Paso 2: El empleado da sentido a lo que su jefe dijo, rescata lo importante del mensaje: “estudio de precio” y “producto nuevo” y activa su conocimiento previo: la clase de estudio que se debe hacer; cómo hacerlo; el tipo de producto del que están hablando, y otros aspectos que le permitirán responder adecuadamente.

Paso 3: El empleado “estudia” la situación y decide cómo debe contestar o reaccionar a lo que su jefe acaba de decir: ¿Necesito hacer alguna pregunta?,

¿Debo decir sí o debo decir no?, etc.

Paso 4: Empleado: “¡Claro que sí! Precisamente en eso estaba pensando.

¿Cuándo desea que empecemos?”

    En este paso, el empleado también puede reaccionar de otros modos tales como: un movimiento de la cabeza, tomar nota del mensaje, cambiar de tema si considera que no puede responder adecuadamente, o cualquier otro.

    Parte fundamental del proceso de comprensión auditiva es lo que se conoce como procesamiento de abajo hacia arriba, e interpretación de arriba hacia abajo. Estos procesos funcionan simultáneamente, permitiendo a la persona que escucha tener éxito en su tarea. El procesamiento de abajo hacia arriba se inicia debido a una fuente externa, o sea por el mensaje mismo y consiste en “decodificar los sonidos que uno escucha de una forma lineal, de lo más pequeño (el fonema) a lo más complejo.” En este tipo de procesamiento, la persona da sentido al mensaje, uniendo cada fonema para constituir palabras, que a su vez crean frases, las cuales dan forma a oraciones, y estas, a su vez, se unen para configurar el texto en su totalidad. Ejemplos de ejercicios que involucran el procesamiento de abajo hacia arriba, son los ejercicios en los cuales el estudiante debe discriminar entre sonidos, o escribir la palabra exacta en un ejercicio de completar los espacios en blanco. En este caso, a la persona que escucha se le ve como una grabadora porque asume que ella almacena los mensajes en una secuencia, de la misma manera que una grabadora.

    La interpretación de arriba hacia abajo proviene de una fuente externa que impulsa al receptor del mensaje a construir o reconstruir activamente el significado del mismo, utilizando su conocimiento de la lengua, su conocimiento previo y analizando la situación: quién envía el mensaje, la relación entre emisor y receptor, el momento en que se da el mensaje y otros aspectos similares. Ejercicios tales como poder identificar la idea principal de un mensaje o determinar el estado de ánimo de la persona que emite el mensaje, son ejemplos de ejercicios que corresponden a la interpretación de arriba hacia abajo.

    Como se indicó anteriormente, estos dos modelos trabajan simultáneamente en la vida real y se compensan el uno al otro durante el proceso de escucha de un mensaje. Sin embargo, para efectos de la enseñanza de la comprensión auditiva, estos dos modelos pueden utilizarse por separado. Tal separación no solamente es recomendable en una clase de idioma extranjero, sino que también es fundamental para lograr que el estudiante pueda dar sentido al mensaje y así ser un participante activo de la interacción.

Tipos de ejercicios para la comprensión auditiva

    Los ejercicios de comprensión auditiva deben ofrecer una práctica significativa para atraer la atención de los estudiantes, y como regla general, los profesores deben preparar a los estudiantes para la comprensión de escucha en la vida real.

    Además, los ejercicios de escucha son más efectivos, si se estructuran alrededor de una tarea. Es decir, se requiere que los estudiantes realicen alguna actividad en respuesta a lo que escuchan para demostrar su comprensión.

    Para realizar esto, se sugiere cuatro tipos de ejercicios:

  • escucha sin respuesta.

  • escucha con respuestas cortas.

  • escucha con respuestas más largas.

  • escucha como base para el estudio y discusión.

    En el primer tipo de ejercicio, escucha sin respuesta, los estudiantes se enfrentan a grandes cantidades de texto acompañadas de algún tipo de apoyo visual. Algunos ejemplos son:

  • escuchar y seguir un texto escrito

  • escuchar ayudado por materiales visuales.

  • escuchar cuentos, canciones, películas y programas de televisión.

    En el segundo tipo de ejercicios, escucha con respuesta corta, los estudiantes son expuestos a diálogos cortos u oraciones para los cuales tienen que proveer respuestas breves, generalmente no verbales, en forma inmediata. Ejemplos de estos ejercicios son:

  • detectar errores.

  • discriminar información falsa o verdadera.

  • dibujar.

  • seguir mapas.

  • adivinar.

  • obedecer instrucciones.

  • ordenar fotos o dibujos.

    En el tercer tipo de ejercicios, los estudiantes contestan con respuestas más extensas que requieren un poco más de análisis de lo escuchado. Algunos tipos de ejercicios son:

  • contestar preguntas

  • completar espacios en blanco

  • parafrasear

  • predecir

  • repetir un texto

  • resumir

    En el cuarto tipo de ejercicio, la escucha como base para el estudio y discusión, se espera que los estudiantes entiendan lo que han escuchado para que lo analicen, interpreten y evalúen. Algunos ejemplos de estos ejercicios son:

  • escucha grupal en la cual tres o cuatro grupos de la misma clase escuchan una sola parte de la información. Esta información sólo se comprenderá en su totalidad cuando todos los grupos compartan el resto de la información.

  • solución de problemas.

    En la clase de idioma es importante combinar estos diferentes tipos de ejercicios.

    Por ejemplo, los estudiantes pueden escuchar un cuento y luego ordenar los dibujos de acuerdo con la secuencia del mismo. Ellos pueden también contestar preguntas sobre el cuento y discutir la moraleja o mensaje de este.

    Al planear actividades de comprensión auditiva, se debe tomar en cuenta la secuencia o las etapas que guíen a los estudiantes hacia el desarrollo de esta habilidad. Estas etapas son:

  • pre-escucha.

  • durante la escucha.

  • después de la escucha.

    Durante la etapa previa a la escucha, o pre-escucha, se prepara a los estudiantes para escuchar. Ellos pueden escuchar una breve introducción al texto en que se podría incluir escuchar el título, la primera oración o varias frases. Luego, los estudiantes podrían inferir el contenido, el vocabulario, la estructura y la organización del texto. De esta forma, se estaría activando el conocimiento previo o esquema. Es durante esta etapa, cuando se despierta el interés y la curiosidad de los estudiantes por lo que van a escuchar.

    En la segunda etapa, durante la escucha, los estudiantes escuchan el texto para entender el mensaje y determinar la idea principal, sin prestarle atención a todos los detalles, como ocurre cuando se escuchan noticias, comerciales y entrevistas, entre otros. Los estudiantes pueden también examinar la información o los detalles de partes específicas incluidas en el texto, tales como escuchar el reporte del tiempo, seguir instrucciones dadas en la radio, o dar los nombres o el número de víctimas de un accidente automovilístico presentados en las noticias. Es importante señalar que para que los estudiantes desarrollen su comprensión auditiva deben escuchar el segmento de escucha, durante esta segunda etapa, varias veces. Al finalizar esta etapa, los estudiantes reciben retroalimentación cuando se revisan los ejercicios.

    Por último, en la tercera etapa, después de la escucha, a través de la producción oral y escrita, los estudiantes opinan acerca del texto que escucharon en forma oral o escrita, al tiempo que expresan sus sentimientos y actitudes al realizar actividades como guiones, entrevistas, análisis de personajes, ensayos o discusiones, entre otras.

    Estas tres etapas son importantes en todas las actividades de escucha y ayudan a los estudiantes a asimilar la información progresivamente, para los estudiantes de lenguas extranjeras hay algunos aspectos en la comprensión auditiva que son más fáciles de adquirir que otros.

    Otro ejemplo de actividades para trabajar la comprensión auditiva es el trabajo con las canciones, a continuación se demostrará cómo proceder con una de ella: “Guajiro natural”, Polo Montañez.

    Motivación hacia el tema que escucharán. (Antes deben investigar quién fue Polo Montañez).

  • ¿Quién fue Polo Montañez?

  • ¿Por qué se le conoce como el "Guajiro Natural"?

    Trabajo con la canción “Guajiro natural”, Polo Montañez.

  1. De los datos del autor, menciona:

    • Nombre:

    • Fecha y lugar de nacimiento:

    • País:

    • Años en que alcanza popularidad su repertorio:

    • Tipo de música que compone:

  2. Explicarles a los estudiantes el tipo de música que se escucha en las fiestas y guateques campesinos.

Lee las siguientes preguntas para que después de ver y escuchar el video respondas. (Se proponen modelos de posibles preguntas)

  1. Identifica algunos de los instrumentos que se utilizan en la canción.

  2. Trabajo con el nuevo vocabulario: guajiro, monte, cimarrón, posición, equivoques, yunta de buey (aparece en el video), carretón, carbón y la importancia que tiene para el campesinado cubano y la forma de hacer la comida, aroma, batey, confusión, zorzal)

  3. Responder ejercicios de verdadero o falso.

    • Polo se considera un guajiro natural.

    • No puede montar en un avión.

    • Le gusta cómo canta el zorzal en el monte.

  4. Anota palabras que escuches.

  5. Completa los espacios en blanco (El profesor revisará lo completado por los estudiantes).

  6. Del texto extrae dos sustantivos y redacta una oración con ellos.

  7. Repite las siguientes palabras: natural, normal, cimarrón, yunta, buey, carretón, avión, montar, complicar, enredar, amarro, colorao, zorzal, sinsonte, mejor, guajirito, enseñar, hacer.

    Mostrar el video de la canción “Guajiro natural”, preguntar por las impresiones que les causa. (Primera audición)

Lee las siguientes preguntas para que después de ver y escuchar nuevamente el video respondas.

  1. Semantizar: estrofa, versos, estribillo, improvisación.

  2. Interpretación de cada estrofa.

  3. Determina el tema de la canción.

  4. Cantar la canción.

    Se aprovechará las posibilidades que brinda la canción para trabajar todas las estructuras de la lengua, así como la comprensión auditiva y la compresión de textos orales y escritos. Además se realizarán las correcciones oportunas en cada caso. También se llamará la atención sobre la vegetación de las Terrazas y la fauna, lugar dónde vivía Polo Montañez.

Conclusiones

    Como conclusión es importante enfatizar en que las actividades en la clase de idiomas son fundamentales porque atraen la atención de los estudiantes e incrementan la eficacia y la efectividad de la comprensión de escucha.

    No importa la cantidad de materiales y actividades que se utilicen, si éstos no son relevantes, interesantes y apropiados para el nivel de los estudiantes, el objetivo primordial, que debe ser el buen desarrollo de la comprensión auditiva, no podrá lograrse.

    Si se logra en las clases de lengua desarrollar la comprensión auditiva de los estudiantes, se estará dando un paso importante para lograr una correcta comprensión de los textos orales y escritos que se trabajen en el aula.

Bibliografía

  • Acosta Padrón, Rodolfo, Alfonso Hernández, José (2007). “Didáctica interactiva de lenguas”. Editorial “Félix Varela”, La Habana.

  • Anderson, A. and Lynch, T. (2002). Listening. Oxford: Oxford University Press.

  • Antich de León, Rosa (1986). “Metodología de la enseñanza de las lenguas extranjeras”. Editorial Pueblo y Educación. La Habana.

  • Brown, G. and Yule, G. (1983). Teaching the Spoken Language. Cambridge: Cambridge University Press.

  • Buck, G. (1995). How to Become a Good Listening Teacher. In D. Mendelsohn and J. Rubin (Eds.). A Guide for the Teaching of Second Language Listening.

  • Byrnes, H. (1984). The Role of Listening Comprehension: A theoretical Base. Foreign.

  • Cortés Moreno, Maximiano (2000). “Guía para el profesor de idiomas. Didáctica del español y segundas lenguas”. Colección Octaedro. Barcelona.

  • Feyten, C.M. (1991). The Power of Listening Ability: An Overlooked Dimension in Language.

  • Galvin, K. (1988). Listening by Doing: Developing Effective Listening Skills. Lincolnwood, Ill. National Textbook Company.

  • James, C.J. (1984). Are you Listening: The Practical Components of Listening.

  • Lamas C. y Osorio A. (1993). “Ciencias del Lenguaje, Competencia comunicativa y Enseñanza de Lengua”. Barcelona. Paidós.

  • Roméu Escobar, A. Mañalich Suárez, R. y otros (2004). Taller de la Palabra. Editorial Pueblo y Educación, Ciudad Habana.

Otros artículos sobre Educación Física

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 19 · N° 198 | Buenos Aires, Noviembre de 2014
© 1997-2014 Derechos reservados