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Estudio de los referentes teóricos sobre el tratamiento de escolares obesos de segundo ciclo de la escuela primaria ‘Sergio y Luís Saiz’
del municipio Pinar del Río

 

Licenciado en Cultura Física. Master en Actividad Física Comunitaria

Profesor Asistente. Profesor principal de Cultura Física Terapéutica

(Cuba)

MSc. Raydel Gámez García

cft_gamez@pnr.uccfd.cu

 

 

 

 

Resumen

          El afán de la sociedad actual por mantener una vida saludable y un cuerpo estéticamente aceptable es algo que perdura entre las prioridades especialmente de la edad adulta, pues hay un errado pensamiento, al creer que la obesidad en escolares es sinónimo de salud siendo esta una de las enfermedades nutricionales más frecuentes en escolares, además de ser considerada la epidemia del siglo XXI. No obstante en el Municipio de Pinar del Río pesar de que se conoce que la obesidad es una enfermedad peligrosa y que es el principal factor de riesgo de otras enfermedades, aumenta considerablemente el número de escolares que la padece y este no es el único grupo etáreo en el que se manifiesta. Es muy bien sabido que el ejercicio físico influye de manera tal que puede disminuir y/o erradicar la obesidad, pero no existe un tratamiento para los infantes que padecen la obesidad en el municipio de Pinar del Río. Es por este motivo que se confecciona el presente trabajo, con el objetivo de estudiar los referentes teóricos contribuyan al tratamiento de escolares obesos del segundo ciclo de la Escuela “Sergio y Luís Saiz”, del municipio Pinar del Río. Para desarrollar dicho estudio o se analizó una gran cantidad de bibliografía relacionada con la obesidad y su trata miento. Este estudio cuenta con, la concepción de la obesidad, diferentes clasificaciones y tratamiento.

          Palabras clave: Obesidad. Escolares. Referentes teóricos.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 19, Nº 195, Agosto de 2014. http://www.efdeportes.com

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Desarrollo

    El avance de la obesidad hoy en día se ha producido en la mayoría de los países de forma paralela con al aumento del sedentarismo, de la nueva tecnología y fundamentalmente por los factores que engloba la urbanización. En la actualidad, existe una cifra muy elevada de personas que sufren de enfermedades crónicas como la Hipertensión Arterial (HTA), la Diabetes Mellitus (DM), Cardiopatía Isquemia, y la Obesidad. Ésta última es un gran mal que afecta a toda población independientemente de raza, clase social, o nivel intelectual.

    La obesidad fue considerada como una epidemia mundial por la Organización Mundial de la Salud OMS en 1998, debido a que a nivel global existen más de mil millones de adultos con sobrepeso y por lo menos trescientos millones de estos son obesos.

Conceptualización de la obesidad

    La obesidad se define como un exceso de grasa corporal y no por un aumento de peso corporal, de ahí que el estimado de peso en función de la estatura y el sexo no es un indicador de sobrepeso en tejido adiposo, (Sin embargo la obesidad es un síndrome caracterizado no solo por el aumento de peso corporal a expensa de la hiperplasia y/o hipertrofia del adiposito, sino que puede asociarse a trastornos del metabolismo de los carbohidratos, de los lípidos y de la insulina), por esto es necesario realizar otras mensuraciones que permitan la valoración de la adiposidad, y una clasificación adecuada del paciente portador de esta enfermedad, como son: la inspección visual, la circunferencia de la cadera, la circunferencia de la cintura, para conocer la distribución regional de la grasa, el estimado de los pliegues cutáneos, el índice ponderal, y relacionarlas o compararlas con evaluaciones para cada región geográfica orientadas por la Organización Mundial de la Salud –OMS-, o por tablas nacionales para cada país, el nuestro las tiene. Además de conocer a través de la entrevista con el alumno paciente el consumo de energía en 24 horas, el régimen diario de actividad física, la práctica de ejercicio físico y/o deporte, y lo que es más importante la duración y la intensidad del mismo.

    Durante los últimos años del siglo pasado, en todo el mundo, se vienen realizando campañas dirigidas a mejorar los hábitos alimentarios de la población, en nuestro país se trabaja en esa dirección a través de diferentes Ministerios y organismos, como son: El Ministerio de Salud Pública, el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, el Instituto Nacional de Deporte Educación Física y Recreación (INDER), el Ministerio de la Agricultura, el Ministerio de Educación, el Ministerio de la Industria Alimentaria, la Federación de Mujeres Cubanas y de otros.

    El alimento es necesario para la salud siempre y cuando este sea consumido de una forma moderada y balanceada, por el contrario cuando se ingiere más cantidad de lo que el organismo necesita para realizar sus funciones vitales, trae consigo un incremento del tejido adiposo, dando paso a la obesidad.

    La necesidad energética diaria de una persona esta condicionada por su Gasto Energético Total. Este gasto energético total es función de la suma de su metabolismo basal, el efecto termogénico de los alimentos, el trabajo muscular y el factor de injuria.

    La cuantificación del sobrepeso u obesidad debe realizarse mediante el índice de masa corporal (IMC), Se considera como obesidad un IMC superior a 30.

    Para que todo el mundo pueda determinar fácilmente cuál es su peso adecuado, se mide simplemente la relación entre peso y altura, que se denomina Índice de Masa Corporal (IMC). El IMC es una útil herramienta que es utilizada comúnmente por médicos y otros profesionales de la salud para determinar la prevalencia de peso por debajo de lo normal, exceso de peso y obesidad en adultos. Se obtiene dividiendo el peso en kilogramos de una persona entre el cuadrado de su altura en metros (kg/m²). Por ejemplo, un adulto que pesa 70 kg y cuya altura es de 1,75 m tendrá un IMC de 22,9 kg/m².

    Se considera que hay exceso de peso y obesidad cuando el IMC es respectivamente superior a 25 y 30. Normalmente, se considera que un IMC es “saludable” cuando está entre 18,5 y 25, que es "de riesgo" cuando es de 25-29 y de "alto riesgo" cuando es superior a 30.

    Las pruebas que se utilizan son:

Talla: Se determina colocando el paciente sin zapatos, de espalda al altímetro y con la cabeza en posición Francfort, se mide la distancia en cm. entre el piso y el vértex.

Peso corporal: Se determina colocando el paciente con la menor cantidad de ropas posible sobre la báscula, se expresa el resultado en kg.

Índice de Masa corporal Activa: Se determina por la siguiente formula:

IMC= Peso (Kg.)/Talla (m2), el resultado se expresa en Kg/m2

Grado de obesidad: Se determina según la propuesta de Garrow donde relaciona el rango de IMC con grado de obesidad:

Índice Cintura Cadera: Se determina para conocer el tipo de distribución de grasa por la siguiente fórmula:

ICC= Circunferencia Cintura (cm.) / Circunferencia Cadera (cm)

Tipo de distribución

ICC

Inferior

< 0.78

Intermedio

0.79 – 0.84

Superior

> 0.85

Metabolismo Basal: Se determina para conocer las necesidades calóricas en estado de reposo relativo de cada paciente por la ecuación (Harris Benedict) donde el resultado se expresa en caloría.

MB= 66.5 + (9.6 x peso kg) + (1.7 x talla cm) – (4.7 x edad)

    El gasto diario de calorías para los hombres es de 2925 Kcal., y para las mujeres 2425 kcal.

Distribución de grasa: manzanas y peras

    Pero el IMC no nos facilita información sobre la cantidad total de grasa, ni sobre cómo dicha grasa está distribuida en nuestro cuerpo, lo cual es importante, ya que el exceso de grasa abdominal puede tener consecuencias negativas para la salud.

    Una forma de determinar la distribución de la grasa es medir el perímetro de la cintura. El perímetro de la cintura no tiene nada que ver con el peso, y es un método simple y práctico de identificar qué personas tienen sobrepeso y por lo tanto mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la obesidad.

Según lo que mida el perímetro de la cintura, se divide a estas personas en dos categorías:

    Las que tienen una distribución androide de la grasa (normalmente conocida como forma de "manzana"), lo que significa que la mayoría de su grasa corporal es intraabdominal y se acumula en el estómago y el pecho, y supone que corran mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad.

    Y las personas con una distribución ginoide de la grasa (normalmente conocida como forma de "pera"), lo que significa que la mayor parte de la grasa corporal está acumulada en las caderas, los muslos y los glúteos, y supone que pueden aparecer problemas mecánicos (articulaciones, interior de los muslos) en casos extremos. Normalmente, la distribución de grasa en el sexo masculino es en forma de "manzana" y en el sexo femenino en forma de "pera".

Diferentes formas de obesidad

    El término obesidad mórbida hace referencia a pacientes que tienen del 50 al 100% ó 45 Kg. (100 libras) por encima de su peso corporal ideal. Por otro lado, un valor mayor a 39 en el índice de masa corporal se puede utilizar para diagnosticar este tipo de obesidad.

    La obesidad secundaria es aquella que se observa asociada a otros procesos patológicos como: diabetes mellitus, hipotiroidismo, enfermedades de Cushing, tumores hipofisiarios o trastornos gonadales.

    La obesidad mixta: se produce como resultado de la coexistencia de las causas primarias y secundarias en un mismo individuo.

    El sobrepeso también se ha definido como el peso corporal que se encuentra en exceso respecto a un patrón arbitrario y no necesariamente implica un exceso de grasa corporal.

Etiología

    Desde el punto de vista etiológico (según El Colectivo del Grupo Nacional de Áreas Terapéuticas de la Cultura Física de Cuba) la obesidad puede considerarse:

    Este mismo grupo considera que la obesidad atendiendo a su mayor menor grado de peso para la talla puede considerarse:

    De acuerdo a la edad de aparición puede agruparse en dos grandes grupos:

    Por la causa de origen puede ser:

Obesidad Exógeno: El aumento de peso condicionado por una elevada ingesta y conducta sedentaria.

Obesidad Endógena, que representa el 10% de los casos, esta condicionada por razones genéticas, endocrinas/ metabólicas u otras enfermedades.

    Según otra topología se puede decir que es:

Tratamiento de la obesidad

    Él se apoya en cuatros pilares fundamentales:

Educación para la salud: El obeso debe conocer todo lo relacionado con la obesidad, por lo que la información constituye un pilar fundamental. Lo ayudará a comprender su problema y a erradicarlo adecuadamente.

El apoyo psicológico: Es un aspecto de mucha importancia en el tratamiento de estos pacientes, ya que una gran parte de los obesos son muy ansiosos, y esto les da más apetito, además es importante descubrir las motivaciones que puede llevar a cada paciente a interesarse por el tratamiento de reducción del peso corporal.

Dieta: Sin ella no hay reducción de peso. La dieta debe ser hipocalórica, calculada para las 24 horas del día, fraccionada en seis comidas, individual, en dependencia del gusto del paciente y su familia, ya que surge de lo que come la familia, solo que reducida en cantidad. Debe ser calculada a razón de 20 calorías por kilogramo de peso ideal.

Ejercicio físico: Los ejercicios más recomendados para ser realizados por los obesos son los aeróbicos, por consumir mayor cantidad de energía y crear menos productos de desecho nocivos al organismo (como el ácido láctico), así como por utilizar como fuente de energía, además de los carbohidratos, los lípidos. Estos procesos aeróbicos se logran con ejercicios de larga duración, sin ser excesivamente prolongados, efectuados con un ritmo lento o medio y la participación de grandes grupos musculares con esfuerzos dinámicos. Aunque hoy en día el ejercicio con pesas, es un componente importante en el entrenamiento de los obesos ya que hace aumentar el volumen muscular y esto contribuye a mantener un metabolismo basal elevado.

    Como podemos ver el tratamiento del obeso es multifactorial, aunque fundamentalmente está sustentado sobre la combinación de los dos últimos pilares (dieta-ejercicio).

    La combinación de una dieta generalmente hipoenergética (adecuada para la constitución y la forma de vida de cada sujeto), acompañada de ejercicios moderados permanentes, es una buena opción en la prevención y tratamiento de la obesidad. El ejercicio no solo conserva sino inclusive aumenta la masa muscular, la combinación de ambos enfoques permite que ni la dieta sea tan estricta ni el ejercicio tan vigoroso, lo cual facilita la permanencia del obeso en el programa de reducción de peso.

    Para el éxito del trabajo con obesos, es necesario tener en cuenta que el programa sea ameno, y que a su vez, combine varias formas de trabajo para mantener el nivel de satisfacción y la permanencia de los pacientes en el área donde se realiza la actividad.

Conclusiones

    En el análisis de los antecedentes teóricos referentes a la obesidad y su tratamiento, se incluyen los mismos ejercicios físicos para escolares obesos que para los que no padezcan de ninguna enfermedad, siempre y cuando los escolares cumplan con las medidas higiénicas sanitarias.

Bibliografía

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