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Epistemología del mejoramiento de la capacidad fuerza 

explosiva en boxeadores de la categoría escolar 11-12 años

 

Licenciado en Educación Física

(Cuba)

Jorge Leyva Pérez

francisco@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          Las insuficiencias teóricos-metodológicas manifiestas en el desarrollo de la fuerza explosiva en los practicantes del Boxeo de las categorías escolares en la provincia Granma, conllevó a realizar un análisis de los fundamentos fisiológicos, psicológicos, sociológicos y pedagógicos para el mejoramiento de la capacidad fuerza explosiva en estos atletas. Para darle cumplimiento a este objetivo se empleó el método dialéctico-materialista y varios métodos teóricos y empíricos de investigación. Conformaron la población estudiada 12 boxeadores pertenecientes a la comunidad rural Las Mangas, del municipio Bayamo. La investigación aplicada aportó elementos epistemológicos para la dirección inteligente, desde una perspectiva amplia y global, del proceso de preparación física general del boxeador escolar.

          Palabras clave: Zonas del desarrollo del rendimiento físico (períodos sensitivos) de las capacidades físicas. Desarrollo de las funciones psíquicas. Predisposiciones en condiciones de instrucción-educación-formación-desarrollo favorable. Entrenamiento deportivo desarrollador.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 18, Nº 188, Enero de 2014. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El boxeo es un deporte técnico-táctico del cual se requiere de excelente preparación física. Para enfrentar el proceso de preparación del deportista no basta con enseñar, entrenar y competir, sino también, se necesita seleccionar, organizar, planificar, dosificar y controlar las cargas físicas el cual constituye un factor determinante para alcanzar resultados relevantes en las competencias.

    El boxeo escolar por su evolución, desarrollo y presencia social, ocupa un espacio importante dentro de la pirámide de formación deportiva de nuestro país. Por ello, el tratamiento metodológico en la preparación debe ser considerado de forma específica y diferenciada. En respuesta a esta disposición, los boxeadores en las escuelas comunitarias, se instruyen para interactuar en el contexto combativo, donde acontecen los primeros encuentros con la preparación y competición, así como el encuentro oficial con la parte opositora. Esto exige acciones motrices ofensivas-defensivas que demanden un óptimo funcionamiento del sistema musculo-esquelético-cartilaginoso.

    En observaciones efectuadas a diferentes clases y competencias en la provincia Granma se pudo comprobar una insuficiente manifestación de la fuerza explosiva en los boxeadores de la categoría 11-12 del municipio Bayamo. La causa principal de esta situación está dada en que en el programa de preparación deportiva del boxeador, para esta categoría, solo se presta importancia a la rapidez, agilidad, flexibilidad, coordinación y velocidad de reacción. Esta indicación carece de un sustento epistemológico que justifique la significancia del mejoramiento de la capacidad fuerza explosiva en los boxeadores de la categoría 11-12.

Desarrollo

    Se acepta que el boxeador escolar deberá desarrollarse no solamente en la actividad afectiva, volitiva o en las estructuras técnico-tácticas del deporte, sino también en el mejoramiento de sus capacidades físicas. Ahora bien, la mayor parte de los estudios realizados hasta aquí, se sustentan en el comportamiento técnico-táctico, por lo que es lógico pensar que si no se trabaja el aspecto físico esta información es errónea, incompleta o a destiempo, para elaborar una respuesta eficiente.

    La esencia el análisis que se propone se construye sobre la debilidad de los estudios que se centran solamente en lo técnico-táctico permitiendo elevar el desempeño del entrenador dentro de la flexibilidad del programa, acorde con sus posibilidades, recursos, los contenidos en general, de manera que pueda cambiar estructura, modo de presentación, medios, etcétera, de cada sesión de entrenamiento; siempre que no se altere el cumplimiento de los fines y objetivos propuestos, logrando producir aprendizajes significativos y desarrolladores en los educandos. Llegado este punto, se hace necesario explicar desde la teoría en que se fundamenta el mejoramiento de la capacidad fuerza explosiva en los boxeadores de la categoría 11-12, proceso que antesala los mecanismos ofensivos-defensivos motrices en el deporte.

    Desde la Fisiología, se reconoce que los humanos tienen alta capacidad de gasto de energía durante muchas horas de ejercicio. El músculo esquelético quema 90 mg de glucosa cada minuto de actividad continua, generando 24 W de energía mecánica y el músculo tiene una eficiencia promedio de 22-26%, por ende solo se conserva 76 W de energía calórica. El músculo esquelético en reposo tiene una tasa basal metabólica de 0.63 W/kg, lo cual se deduce una diferencia de 160 veces entre el músculo activo y en reposo. Para esfuerzo muscular corto, el expendio de energía puede ser mayor, un hombre adulto cuando salta puede consumir una tasa de 314 W/kg, y con movimiento rápido puede llegar a generar el doble de energía en animales pequeños. El gasto de energía es muy grande comparado con el metabolismo en reposo, considerando la tasa basal metabólica del cuerpo humano adulto. Esto varía con la edad, tamaño y género, el rango va de 45 a 85 W. El expendio total dado el gasto energético es mucho más alto dependiendo de la cantidad promedio de ejercicio y trabajo físico.

    El ejercicio físico puede estar dirigido a resolver un problema motor concreto. Las acciones motoras pueden ser agrupadas por la necesidad de desarrollar alguna cualidad física como la fuerza, la velocidad, la coordinación y la flexibilidad.

    Existen muchas denominaciones hacia las manifestaciones de fuerza, que implican el desarrollo en diversas formas de ver el entrenamiento de la fuerza muscular, entre ellos las más comunes son estos:

    Manifestación activa: Indica la tensión capaz de generar un músculo por acción de una contracción voluntaria. Contiene fundamentalmente tres grupos:

  • La fuerza máxima, capacidad límite de generar fuerza de un modo voluntario y depende del diámetro de sección transversal, el número de miofibrillas de actina y miosina en el interior de las fibras musculares y de la eficiencia neuromuscular. Se puede distinguir entre fuerza absoluta o relativa.

  • La fuerza veloz, que puede ser definida genéricamente como la capacidad del sistema neuromuscular de vencer una resistencia a la mayor velocidad posible. Dentro de esta manifestación encontramos dos manifestaciones configuradas por el tercer principio de la Biomecánica.

  • La fuerza explosiva: se explica con la curva fuerza-tiempo (se necesita un tiempo óptimo para alcanzar la máxima fuerza, así como una carga intermedia-alta), en esta manifestación tiene mayor relevancia el tiempo de aplicación de la fuerza tal y como muestra la primera parte del tercer principio de la Biomecánica.

  • La fuerza rápida: se manifiesta con una gran velocidad inicial y de trabajo, y se demuestra con la curva fuerza-velocidad (a velocidad 0, la fuerza es igual a la máxima y viceversa, por lo que a cargas intermedias se producen la velocidades más altas). Tiene su base en la segunda parte del tercer principio de la Biomecánica.

  • La fuerza resistencia, es definida como la capacidad de mantener una manifestación de la fuerza durante un tiempo determinado. Depende de adaptaciones musculares y del metabolismo energético, así como de la capacidad del sistema neuromuscular de resistir la fatiga nerviosa.

    Manifestación reactiva:

  • La manifestación elástico-explosiva, que tiene lugar cuando la fase excéntrica se realiza a gran velocidad, provocando una transición muy rápida del CEA con la consiguiente liberación de la energía mecánica elástica en energía cinética de una forma explosiva. Se ha calculado que se pueden obtener beneficios de un 40% con el aprovechamiento de la energía elástica, sobre la manifestación explosivo-tónica. Podemos ilustrarla con el ejemplo de caer desde una determinada altura y amortiguar la caída flexionando las rodillas para salir hacia arriba rápidamente.

  • La manifestación reflejo-elástico-explosiva, tiene lugar cuando el alargamiento previo a la contracción es de amplitud limitada y se produce en un tiempo escaso y a una velocidad muy elevada.

    Estas acciones favorecen el reclutamiento de U.M., por estimulación del reflejo miotático (que permite reclutar hasta un 60% de U.M.; en contracción normal entre el 40-50%), lo que permite el desarrollo de una gran tensión en un período breve.

    Todos estos tipos de manifestaciones responden a las características del proceso de incremento de la fuerza mediante algunas directrices básicas a saber:

  1. Desarrollo de la flexibilidad articular: El incremento de la flexibilidad permite mayor amplitud de movimiento, con lo cual favorecerá el desarrollo de la fuerza y el aumento de tensión muscular a lo largo de todo el movimiento.

  2. Desarrollo de la fuerza de los tendones: Una mejor planificación y trabajo de los tendones, permitirá un proceso de refuerzo, profilaxis y ajuste a las sobrecargas sometida en sus bases y tendones.

  3. Desarrollo de la fuerza del tronco: Se debe favorecer principalmente el mayor desarrollo de los músculos abdominales y espinales. Todo con la finalidad de evitar posibles desestabilizaciones, asimetrías y/o patologías por sobrecarga.

  4. Desarrollo de los músculos estabilizadores: Si los músculos estabilizadores son débiles o poco entrenados inhiben la capacidad de contracción de los músculos motores primarios, es por ello que remarcamos la importancia del fortalecimiento y desarrollo muscular de los músculos fijadores o estabilizadores

  5. Desarrollo multi-articular: En el entrenamiento de la fuerza aplicada, no debemos entrenar solo en forma aislada, sino que debemos entrenar también los músculos en forma multi-articular, es decir varias articulaciones al mismo tiempo (cadena cinética).

    Para Volkov y Filin (1989) el mejoramiento de la fuerza explosiva comienza a partir de los 7 años; según Grosser (1981), Hahn (1987)), entre otros, esta debe comenzarse a partir de los 10 años. No obstante, el autor de la presente investigación estima que se debe iniciar a partir de los seis años, coincidiendo con la distribución de las diferentes zonas del desarrollo del rendimiento físico (períodos sensitivos) de las capacidades físicas por edades para el sexo masculino, de Collazo Macías, A. (2003), que se muestra en la siguiente tabla:

    Zonas de desarrollo:

5 - Zona de máximo desarrollo.

4 - Zona de desarrollo adecuado.

3 - Zona de desarrollo estable.

2 - Zona de poco desarrollo.

    Esta coincidencia está sustentada en que a partir de los seis años el crecimiento y maduración somática es intensa, por eso cuando es suficiente la cantidad y calidad de movimientos y trabajo muscular, en ellos aumenta considerablemente tanto el volumen de los músculos como la fuerza muscular. (Lalayan, 1974)

    Desde la Psicología, el mejoramiento de la capacidad fuerza explosiva puede determinarse no solo concretamente como congénita, sino como histórica y sociocultural al considerarse que todas las capacidades se forman en el proceso de la actividad en la cual la ha de manifestarse. Sobre la formación de capacidades ejercen influencia no solo las predisposiciones, las condiciones de vida, educación y actividad, sino también las propiedades psicológicas de la personalidad.

    Las numerosas investigaciones han demostrado que la compleja estructura de las capacidades en los deportes de combate está determinada por el alto nivel de desarrollo de las funciones psíquicas que facilitan la recepción y el procesamiento de la información sobre todos los detalles que componen la estructura general de los ejercicios y sus variaciones de tiempo-espacio. Por lo tanto la velocidad y calidad del procesamiento central de la información están unidas, a la dinámica individual de los procesos nerviosos.

    La representación sobre las cualidades físicas propias se presentan en forma de imágenes concretas y su riqueza dependen del grado de dinamismo. No obstante, estos indicadores no son constantes y cambian en relación con las posibilidades funcionales y el nivel de entrenamiento. Su formación requiere una elevada manifestación activa, en primer lugar, de las sensaciones músculo-motoras y orgánicas.

    Las percepciones especializadas en el proceso del conocimiento de las cualidades físicas se presentan en el aspecto del sentido de la fuerza del impulso, de la fuerza de comprensión y del tempo del movimiento y otros. Su surgimiento está relacionado con una determinada manifestación activa de los alumnos para esclarecer la plenitud y precisión del os elementos estructurales de cada cualidad física en las condiciones concretas de ejecución directa de la acción motora.

    Desde la Sociología marxista-leninista se reconoce que el hombre es un ser social por tanto el desarrollo de sus capacidades tienen un lugar determinante los factores sociales. Por su naturaleza la persona posee, predisposiciones anatomofisiológicas de las capacidades. Esas predisposiciones en condiciones de instrucción-educación-formación-desarrollo favorable alcanzan el grado de eficiencia, eficacia y efectividad, asegurando la correspondiente manifestación activa del sujeto, teniendo la posibilidad de desarrollarse amplia e intensamente, con lo que se asegura el aumento y perfeccionamiento de las capacidades de las personas en esas condiciones sociales.

    Desde la pedagogía boxística se justifica la importancia del mejoramiento de la fuerza explosiva desde la etapa de iniciación en las áreas deportivas ya que esta permite realizar una serie de combinaciones de golpes en tiempo las cuales puede aumentar la efectividad en el golpeo, incluso propinar cuenta de protección o terminar el combate lo antes posible.

    Lo anterior significa que al concebir sus clases de preparación deportiva el entrenador tenga precisión hacia donde debe lograr un nivel superior de desarrollo en sus alumnos, es decir, los objetivos, que expresan el nivel de logros superiores que deben alcanzar en cada categoría competitiva. Con ello no solo estará proyectando su aprendizaje en el presente, sino también para el futuro.

    La Zona de Desarrollo Próximo, nos revela, que trabajar con las potencialidades significa propiciar condiciones que le faciliten organizar la actividad de manera que el alumno opere en primer lugar en un plano externo, de comunicación, de relación, en la cual las acciones que realice le permitan gradualmente interiorizarlas y poder entonces trabajar en un plano independiente de logro ya individual, lo que evidencia que el alumno ha adquirido mediante la vía anterior el procedimiento.

    Si se plantea el trabajo con una concepción de entrenamiento deportivo desarrollador, es necesario tener precisión que ello supone además poner en práctica el principio de la unidad entre la formación y desarrollo. No se trata de formar sólo a un boxeador que sepa (edad 11-12 años) la parada de combate, tirar los golpes rectos con sus respectivas defensas desde la distancia larga y las acciones tácticas de ataque y contra-ataque de ripostas con golpes rectos, sino, que sea capaz de orientar su comportamiento ofensivo-defensivo en relación con sus capacidades físicas a partir de la autopercepción de sus cualidades más relevantes. Esto significa trabajar en la unidad de lo técnico-táctico con lo físico en el proceso de preparación del deportista, para lo cual hay que tener en cuenta que el alumno es un ente que piensa, siente, que tiene necesidades y que su iniciación deportiva está ligada con lo que consideremos su alfabetización boxística donde atendemos sus intereses, preocupaciones, puntos de vista, motivos, predisposiciones y convicciones morales, como condiciones esenciales para un proceso integral de desarrollo de su personalidad.

Conclusiones

    Con base en este pensamiento, se afirma que la preparación deportiva de los boxeadores de la categoría 11-12 años, es contentiva de la organización, planificación, ejecución y control de ejercicios encaminados al mejoramiento de la capacidad física fuerza explosiva a partir de la elaboración de una estrategia metodológica que se fundamenta en criterios epistemológicos íntimamente ligados a las posiciones que se manejan actualmente en torno al perfeccionamiento del proceso de preparación deportiva desde la base, el cual puede ser analizado desde la perspectiva de la teoría general de sistema al tener una estructura y funcionamiento dirigido a modelar el proceso de preparación deportiva en la etapa escolar, mediante la determinación de sus componentes, así como las relaciones entre ellos, las que conforman una nueva cualidad como totalidad.

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