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Intervención educativa sobre dieta y ejercicio físico 

en pacientes con diabetes mellitus en Guatemala

 

*Máster en Urgencias Médicas. Especialista de I Grado en Medicina Interna. Profesor

Asistente. Hospital General Docente “Martín Chang Puga” municipio de Nuevitas, Camagüey

**Máster en AIM. Especialista de I Grado en Enfermería Comunitaria. Profesor Asistente

Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, Filial Nuevitas

***Máster en Informática de la Educación Superior. Profesor instructor de Informática

y Bioestadística en la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey, Filial Nuevitas

****Especialista de I grado en Psiquiatría. Profesor instructor

Centro Comunitario de Salud mental. Nuevitas

Dra. Ángela Ramírez Torres*

art@finlay.cmw.sld.cu

MSc. Caridad Santana Serrano**

MSc. Ezequiel Hernández López***

Dra. Gladys González González****

sscaridad@finlay.cmw.sld.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          Se realizó un estudio cuasi-experimental con el objetivo de evaluar la efectividad de una intervención educativa en pacientes diabéticos sobre la dieta y el ejercicio físico en Guatemala durante el 2008 y 2009. El universo y muestra estuvo constituido por 168 pacientes que integraban los círculos de diabéticos de los municipios de Uspantán, Chicamán y Cunén, del Departamento del Quiché. Los datos se obtuvieron mediante entrevistas a los pacientes, antes y después de la intervención, según las variables de dieta y ejercicios físicos. El mismo se desarrolló en tres etapas; la primera y última permitió observar el conocimiento y ejecución de las variables seleccionadas, la etapa intermedia permitió la aplicación de la estrategia educativa. En cuanto al conocimiento sobre la dieta y la práctica de ejercicios físicos, en ninguno de los casos, antes de la intervención, sus respuestas de bien sobrepasaron el 20%; mientras que después superó el 85%, por lo que se logró con la intervención elevar el conocimiento y a su vez modificar estilos de vida que permiten mayor calidad de vida en pacientes diabéticos.

          Palabras clave: Diabetes mellitas. Ejercicio físico. Dieta. Conocimiento.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 17 - Nº 168 - Mayo de 2012. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Una de las problemáticas observadas durante la misión en la República de Guatemala en los municipios de Uspantán, Chicamán y Cunén, pertenecientes al Departamento de Quiché fue la alta demanda en consulta externa de pacientes portadores de diabetes Mellitus y el desconocimiento de los mismos sobre todos los aspectos concerniente a su enfermedad y a su autocuidado. Ya en muchos de ellos se detectó complicaciones crónicas que ponían en riesgo el pronóstico de su vida y en otros casos les limitaba la calidad de vida de los mismos, no en pocas ocasiones el diagnóstico de la enfermedad se realizó por consultar una de estas complicaciones.

    La batalla para lograr un mejor control de la diabetes mellitus y disminuir o evitar sus complicaciones a corto y largo plazo, se gana mediante las acciones de prevención y control metabólico, por lo que la dimensión educativa es el elemento fundamental para lograrlo. El propósito del presente trabajo es difundir los resultados e importancia de los programas educativos, así como las orientaciones más generales para su aplicación en la Atención Primaria de Salud, a fin de contribuir a su aplicación efectiva y uniforme en este nivel de atención, y en particular dirigido a la población para que contribuyan a lograr una calidad de vida adecuada tratando aquellos factores de riesgos modificables a través de acciones de salud tan sencillas como una dieta adecuada y la práctica del ejercicio físico.

Desarrollo

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pronosticado que en el año 2030 la diabetes mellitus afectará a 370 millones de personas, lo que supone un aumento de un 114% con respecto a las últimas cifras publicadas por esta causa.1

    La diabetes mellitus se distribuye por todo el mundo, en los últimos años se ha incrementado su prevalencia, afectando al 5,1% de la población mundial, (177 millones de enfermos,) de los cuales más del 90% son pacientes con diabetes tipo 2, las cifras globales de prevalencia en adultos oscilan entre el 4% y el 7%, aunque existen muchos de ellos no diagnosticados, los que tiene mayor peso en los países desarrollados y en aquellos en vías de desarrollo.1,2,3

    Su comportamiento por regiones, según previsiones continuará siendo el sureste asiático, con 122 millones de pacientes diabéticos; Europa por otro lado tiende a aumentar la prevalencia actual, hasta alcanzar los 48 millones de pacientes; en países de la Unión Europea como España es el de más alta prevalencia ; se calcula que en África alcanzará cifras de 18 millones de personas; 71 millones de afectados se localizarán en el área del Pacífico, y en el continente americano un estudio ha determinado que uno de cada tres nacidos a partir del año 2000 desarrollarán diabetes a lo largo de su vida, motivo por el cual algunos autores creen que la enfermedad ha tomado proporciones epidémicas.1

    El número de personas que padecerán diabetes en las Américas se estima que en el 2025 ascenderá a 64 millones, de las cuales 40 millones (62%) corresponderán a América Latina y el Caribe.4 Estudios realizados en Chile han mostrado alta incidencia en mujeres de bajos recursos económicos y por lo general obesas, en otros países de América Latina la prevalencia se comporta como sigue: Barbados muestra una tasa de 16,4 % , Chile entre 6,1 y 8,1 % al igual que Estados unidos, Canadá y Argentina,5 mientras en Perú, Venezuela, Colombia y Cuba la prevalencia fue estimada entre un 5,1 y un 6 % 6,7 datos similares se reportan en Brasil con 5,3%, 8,9 y representa la segunda causa de morbilidad en ese país por enfermedades crónicas no transmisibles; 10,11 en Bolivia, Ecuador y Guatemala fue de un 4,5 %.9

    La prevalencia de la diabetes tipo 2, está aumentando considerablemente, su incidencia podría cifrarse en torno a 60-150 casos nuevos por 100 000 habitantes al año.1,12

    El problema es de gran magnitud, su incidencia va en aumento en tal medida que para los próximos 30 años podría ser mayor al 100%, especialmente en los países en vía de desarrollo y no solo en la población de los adultos, como hasta ahora se ha creído, sino también entre los niños y adolescentes a causa de una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en estos grupos de edades. 6

    La Diabetes Mellitus tipo 2 es una enfermedad crónica degenerativa que afecta a la población mundial y representa una importante causa de morbilidad, invalidez y mortalidad; 13 esta última debida principalmente a complicaciones como el infarto agudo del miocardio y a la enfermedad cerebro vascular, debido a que el paciente diabético tiene más riesgo a padecerlas por el factor aterosclerótico asociado a la hiperlipidemia. Otras complicaciones están relacionadas con la nefropatía diabética, la retinopatía proliferativa, las neuropatías periféricas y secuelas de la enfermedades cerebro vasculares, las cuales disminuyen la independencia y la calidad de vida de la persona, comprometiendo su capacidad laboral, sus relaciones personales y familiares.6

    Entre los motivos del aumento de la prevalencia de diabetes Mellitus para los próximos años se atribuyen a tres causas fundamentales: en primer lugar el cambio de los criterios diagnósticos aplicados en dichos estudios, en segundo lugar el aumento real de la población con niveles elevados de glucemia, y un tercer factor como es el envejecimiento e incremento de la obesidad en la población por malos hábitos dietéticos1 y la poca práctica del ejercicio físico sistemático.

    La aparición de esta enfermedad tiene una base genética importante, pero además, estilos de vida inadecuados aumentan el riesgo de adquirirlas, tal es el caso del sedentarismo y los malos hábitos alimentarios, los que conllevan al sobrepeso y la obesidad, a consecuencia de que estas personas consumen comidas rápidas, de procesos industriales, de bajo costo y alto contenido de grasa y carbohidratos, al tiempo que disminuyen la actividad física.6

    Cada región del mundo tiene sus propios retos de tratamiento de la Diabetes Mellitus tipo 2 y que son generados fundamentalmente por las condiciones sociales, culturales, económicas, familiares, de información médica, temores, supersticiones, entre otras. En América Latina se reconoce de manera consciente el compromiso con la educación médica en esta región. La Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD) ha convocado a líderes, representantes, Sociedades Médicas de Diabetes y de Endocrinología del área para realizar un consenso sobre el tratamiento de la diabetes mellitus haciendo énfasis en el trabajo educativo.14

    Se puede afirmar que la diabetes mellitus tipo 2 constituye un problema de salud, debido a las secuelas morales, emocionales y familiares, que afecta negativamente la calidad de vida de estas personas, el alto costo del tratamiento de la enfermedad en sí y de las complicaciones, que debe asumir el paciente, la familia y el sistema de salud. Existe el agravante de que muchos de los afectados están subdiagnósticados o subtratados a tal punto, que el problema empieza a ser real, sólo cuando aparecen las complicaciones.6

    Estas consideraciones conllevan el reto de lograr una detección temprana de la diabetes y la implementación de políticas sociales y educativas, encaminadas a la transformación de actitud y/o estilos de vidas inadecuados en el individuo y las comunidades, mediante la modificación de los factores de riesgo para prevenir o disminuir las complicaciones de la diabetes, lo que se traduce en bienestar del enfermo y en disminución de los costos para el sector salud e individual.15,16

    El mayor número de pacientes diabéticos se tratan en el primer nivel de atención, siendo uno de los retos más importantes del médico y la enfermera, lograr su apego al tratamiento. Estos enfermos no tienen conciencia de la importancia del tratamiento recomendado y no le dan valor al autocuidado, de allí que se debe promover acciones de salud encaminadas a educar a esta población 17-19 para cambiar estilos de vida que eleven la calidad de los mismos.20 Para ello, es necesario mantener cifras normales de glucosa en sangre mediante un tratamiento adecuado; lo que depende de su nivel de comprensión, motivación y destrezas prácticas para afrontar las exigencias del autocuidado diario, de ello dependerá el éxito o fracaso de la terapéutica, por lo que en cada contacto con el paciente debe existir un objetivo educativo, ya sea explícito o implícito.

    Desde finales del siglo XX, se asumió la idea clara de que no existe tratamiento eficaz de la diabetes sin educación y entrenamiento de los mismos 21 y debe desarrollarse de manera efectiva en todos los servicios del Sistema Nacional de Salud, por lo que se debe contar con programas debidamente estructurados 22 que desarrollen de manera continuada la capacitación del personal de salud para realizar esta función educadora con las personas con diabetes mellitus y sus allegados.23

    Varias son las investigaciones que abogan por la implementación de acciones educativas debido al poco conocimiento de los pacientes sobre su enfermedad.24,25

    A partir de la informatización de las comunicaciones en el mundo existen varios sitios en Internet que dan promoción a artículos dirigidos a la prevención de salud y cuidados en el paciente diabético, los cuales serían de gran utilidad si todos estos pacientes tuvieran la posibilidad de acceder a estos medios.26 Por eso es de vital importancia desarrollar la propuesta educativa, recomendada fundamentalmente a la atención directa a pacientes.

    El tratamiento de la diabetes mellitus tiene varios pilares, como son la educación diabetológica que incluye la dieta, los ejercicios físicos, el tratamiento farmacológico específico de la diabetes (ya sea hipoglicemiantes orales o la insulina y en ocasiones la asociación de ambas) y el tratamiento de las patologías asociadas.27,28

    Por ello se realizó un estudio cuasi-experimental o de intervención en tres municipios de Guatemala teniendo en cuenta aspectos educativos, que se desarrolló desde febrero de 2008 a diciembre de 2009, con el objetivo de evaluar el conocimiento de los pacientes antes y después de la intervención.

    El universo estuvo constituido por los 168 pacientes que integraban los círculos de diabéticos en los municipios de Uspantán, Chicamán y Cunén, pertenecientes al Departamento del Quiché en la República de Guatemala. El total del universo constituyó la muestra del estudio.

    Los Círculos de diabéticos fueron formados uno por cada municipio a partir de la llegada del clínico cubano al territorio, los mismos funcionaban una vez al mes, los domingos en la tarde.

El estudio constó de varios momentos o etapas:

  • Primera etapa; se realizó el diagnóstico sobre el conocimiento de los pacientes a cerca de los aspectos educativos según variables seleccionadas relacionadas con la dieta y el ejercicio físico, mediante la aplicación de una entrevista, lo que sirvió de base según los resultados para el diseño de la intervención educativa dirigida a modificar estilos de vida en estos pacientes.

  • Segunda etapa: aplicación de la intervención.

  • Tercera etapa: se evaluó la efectividad de la intervención mediante la aplicación nuevamente de la entrevista, comparando los resultados antes y después de la misma.

Definiciones operacionales

  • Nivel de conocimiento sobre dieta:

    • Bien: cuando habla de 6 comidas al día y explica que en las mismas utiliza de forma balanceada carbohidratos, proteínas, grasas vegetal, verduras, vegetales y frutas y sabe cómo intercambiar entre ellos y cantidad de los mismos.

    • Regular: no habla de 6 comidas, menciona lo restantes pero de manera imprecisa, denota desconocimiento del tema pero en forma imprecisa.

    • Mal: respuestas incorrectas, desconoce todo sobre el tema.

  • Sobre el conocimiento de la importancia del ejercicio físico.

    • Siempre: lo practica sistemáticamente.

    • Ocasional: lo realiza esporádicamente

    • No lo cumple: no realiza ejercicios físicos.

    Una vez recopilado los datos, estas fueron procesadas por métodos estadísticos descriptivos automatizados, mediante el paquete estadístico de Microsta, los resultados se expresaron en tablas y textos.

    Para evaluar el incremento de conocimiento adecuado se realizó a partir de la obtención de respuestas de bien en más del 60% de los pacientes una vez culminada la intervención.

    El autocuidado se tradujo a partir del aumento del cumplimiento de ejercicios físico y la dieta adecuada, al observar resultados con respuestas de siempre, igual o mayor a 70% después de la intervención, a diferencia de las obtenidas antes de efectuar la misma.

Contenidos de la intervención educativa

    Tema 1: dieta de diabéticos: en este aspecto se hizo énfasis en la distribución de los alimentos en seis tiempos (desayuno, merienda, almuerzo, merienda, comida y cena) además en cada caso se pusieron ejemplos prácticos de confección e intercambio de los alimentos según fueran carbohidratos, proteínas, grasas, verduras, vegetales y frutas. También se les insistió en la cantidad a comer de cada uno de ellos de manera práctica, se tenía en cuenta su cultura relacionadas con sus costumbres alimentarias propias del país. Se concluía la actividad con una merienda para ejemplificar lo explicado.

    Los objetivos del tratamiento dietético en la diabetes están dirigidos a contribuir a la normalización de los valores de glucemia durante las 24 horas, y también, favorecer la normalización de los valores lipídicos, ya que ambos están considerados como importantes factores de riesgos en el origen de las complicaciones crónicas. Esto se debe lograr sin afectar la calidad de vida de los enfermos sin llegar a la hipoglucemia en pacientes tratados con sulfonilureas o insulina.

    Para determinar el total de calorías que se deben ingerir se calcula el peso ideal del paciente y luego se multiplica por el número de calorías que le corresponden según edad, estado nutricional y la actividad física que realiza; una vez obtenido el cálculo total, estas son cubiertas con las proporciones de nutrientes ya señaladas mediante modelos confeccionados al efecto y con la información sobre los intercambios de alimentos.

    El total de calorías que se debe suministrar se distribuirá durante el día dividido en tres comidas y tres meriendas. En los diabéticos insulinodependientes se ajustará la dosis de insulina de acuerdo con las características de la alimentación durante el día y se mantendrá el mismo patrón de distribución.

    Recomendaciones importantes:

  1. Deben restringirse los alimentos que sean ricos en grasa de origen animal, ricas en ácidos grasos saturados.

  2. Aunque las dietas ricas en carbohidratos se asocian a valores elevados de triglicéridos, cuando se asocia fibra dietética soluble este efecto es abolido, además, es mayor esta acción cuando se incorporan a los alimentos que cuando se dan en forma separada como suplementos.

  3. La ingesta de proteínas debe ser de 1,5 g/kg/día y restringirse en presencia de nefropatía diabética a 0,8 g/kg/día.

  4. El sodio debe restringirse a menos de 6 g/día y si existe hipertensión arterial se recomienda disminuir a menos de 3 g/día.

  5. El alcohol debe ser consumido en cantidades muy limitadas; debemos señalar que puede agravar los episodios hipoglucémicos en pacientes con tratamientos farmacológicos cuando se ingiere asociado a períodos de ayuno, además que puede favorecer a la aparición de neuropatías periféricas.

  6. Se pueden utilizar edulcorantes como sacarina, aspartano y ciclamato en cantidades moderadas para mejorar el gusto de bebidas y alimentos.

  7. Los diabéticos tienen los mismos requerimientos de vitaminas y minerales que los no diabéticos, solo se necesitan suplementos cuando se ingieren dietas de muy bajo valor calórico.

    Existen programas encaminados a la educación diabetológica dirigido a la población diabética latina, para lograr un mejor estilo de vida y así prevenir o controlar la diabetes mellitus.

    Tema 2: importancia de la práctica de ejercicios físicos. En este aspecto se explicó que la práctica de ejercicios físicos sistemático contribuye a un mejor control de la enfermedad ya que el sedentarismo favorece a la aparición de la obesidad y otras complicaciones como las cardiovasculares. Los mismos deben ser orientados por personal calificado, y adecuado a las condiciones físicas y la edad del paciente.

    En pacientes insulinodependientes el ejercicio debe ser planificado, un programa inadecuado de ejercicios puede dar como resultado hipoglucemias, cetosis e hiperglucemia severa. Los ejercicios deben ser programados adecuadamente, sobre todo en período de buen control metabólico y en pacientes no complicados con ajustes dietéticos adicionales convenientemente orientados.

    En pacientes no insulinodependiente su efecto es muy beneficioso. Debe realizarse con todo enfermo una prueba de tolerancia al ejercicio, luego prescribirse individualmente el tipo, la intensidad, la duración y la frecuencia. Se prefieren actividades aeróbicas con duración de 30-60 min/día de 4-6 días a la semana. En ancianos, caminar es un excelente ejercicio para pacientes con complicaciones crónicas. Se debe realizar ajustes de acuerdo con el tipo de complicación.

    Todos los elementos antes expuestos, son de vital importancia para poder dirigir las acciones educativas tanto en el tratamiento farmacológico como en el no farmacológico, para lograr estilos de vida saludables que eviten o disminuyan el riesgo de complicaciones en los pacientes diabéticos tratados; aspectos que corroboramos en otros estudios revisados. 11,29,30

Evaluación de la intervención educativa aplicada

Tabla 1. Distribución según conocimiento sobre la dieta

    En la tabla 1 se muestran los cambios obtenidos en el conocimiento sobre la dieta del diabético antes y después de la intervención educativa. La evaluación de bien solo se reflejó en el 5,76 % antes de la intervención, mientras que hubo una evaluación de bien luego de aplicada la misma de un 72,02 %, por lo que se puede apreciar un cambio importante en el nivel de conocimientos obtenidos por los pacientes después de su aplicación.

    Estudios consultados corroboran la importancia de desarrollar intervenciones educativas en los pacientes con diabetes mellitus y sugieren además la ingestión de fibras dietéticas para la reducción del riesgo de complicaciones de esta enfermedad. 31,32

    El cumplimiento de la dieta por el paciente diabético tiene esencialmente dos objetivos, el primero es aproximar al paciente a la normalidad de su peso corporal, y así contribuir a su normoglucemia. La dieta de diabético debe ser cuantitativa, dinámica y uniforme para así lograr los objetivos antes planteados, y adaptada al momento biológico del paciente en cuanto a su edad, estilo de vida, trabajo, presencia de complicaciones, etc. Y porque deben estar con los % de carbohidratos, proteínas, grasas, que le corresponden por su peso corporal, por lo general el paciente diabético tipo 1 tiene un peso insuficiente, mientras que el tipo 2 más frecuentemente está sobre peso, en cierto número de pacientes tipo 2 la única terapéutica necesaria para estar controlado metabólicamente es haciendo correctamente su dieta y los ejercicios recomendados, el paciente y sus familiares deben saber intercambiar los alimentos, distribuirlos en 6 comidas al día, en sentido general deben evitar las grasas saturadas, la ingesta de proteínas no deberá pasar de 1,5 gr. por kilo de peso en 24 horas ,el sodio deberá ser limitado y la ingestión de bebidas alcohólicas y el hábito de fumar deberán ser eliminados.27,28

Tabla 2. Distribución de pacientes diabéticos según prácticas de ejercicios físicos

    En la tabla 2, se aprecia la evaluación de la práctica del ejercicios físicos , antes de la intervención la respuesta de siempre, en solo el 15,48 %;, luego de la intervención la respuesta de siempre fue en el 80,36%.

    Autores coinciden con la propuesta de esta investigación, los que plantean la necesidad de la ejecución de programas sociales, donde se incluya el ejercicio físico, lo que permitirá mejorar la calidad de la vida de estos pacientes.33,34

    La recomendación de ejercicios físicos por parte de los médicos y enfermeros en el tratamiento de la diabetes debe ser individualizada, es una práctica tan generalizada como poco precisa y raramente se concretan aspectos importantes y claros a la hora de orientar al paciente, para ello se debe siempre explicar a los enfermos sobre cómo, cuánto tiempo y cuándo realizarlos, se ha señalado que el paciente descompensado no debe realizar ejercicios físicos.

    El ejercicio sistemático origina aumento en la sensibilidad a la insulina, efecto que se ha utilizado en la diabetes mellitus 2 con excelentes resultados, de forma que en algunos casos ha sido suficiente la práctica del ejercicio físico y la dieta para compensar a esos pacientes y tener un buen control metabólico. Está probado que caminar entre media a una hora diaria a un buen paso, reduce de forma significativa el riesgo de enfermedad cardiovascular, lo que sería de gran utilidad para los adultos mayores, los ejercicios no deben pasar de más de 30 a 60 minutos y de 4 a 6 días a la semana. La práctica de deportes en personas diabéticas debe ser evaluada por personal calificado.28

    Los médicos y enfermaras tiene un papel importante en la educación del paciente diabético, pues lo ayudará a comprender cómo manejar su enfermedad y los beneficios del apego al tratamiento, las buenas prácticas dietéticas y de la actividad física, lo que se corrobora por otros autores. 17,24,35

    Se ha observado con este estudio el poco conocimiento y práctica del autocuidado relacionado con la dieta y el ejercicio físico por los pacientes diabéticos antes de aplicar el programa educativo propuesto. Estudios nicaragüenses reportan deficientes conocimientos, actitudes y prácticas de los mismos,36 Armas,37 encontró en su estudio resultados similares.

    En el presente estudio se obtuvo un importante cambio en las situaciones relacionadas con el conocimiento a partir de la intervención educativa, con un incremento notable de las evaluaciones de bien, similares a los resultados encontrados por Armas37 así como a un estudio en Brasil donde se reportó luego de aplicar un programa educativo que 78,05 por ciento tuvieron puntajes superiores a 8 (bien) en relación al conocimiento en diabetes, indicando comprensión acerca de la enfermedad. 38

    Enfrentarse a una enfermedad crónica como la diabetes mellitus constituye un reto importante para la vida del paciente. Los cambios en los hábitos, la eliminación de conductas riesgosas para la salud, y la adquisición de nuevos comportamientos que resulte una mejor calidad de vida no son siempre fáciles de asumir, esta depende de la adquisición de estilos de vida saludables, lo que puede ser logrado a partir de acciones educativas. Varios estudios han mostrado relación entre el nivel de conocimiento y la práctica de estilos de vida saludables, el mantenimiento del mismo, es una recomendación esencial en todos los pacientes con esta enfermedad.39-41 La diabetes mellitus es una entidad clínica que podría ser prevenida, en algunos casos, a partir de cambios de hábitos y comportamientos saludables,42-44 tal es el caso de la dieta adecuada y el ejercicio físico sistemático.

    Estar enfermo significa en muchos de los casos un problema para el individuo. La salud le garantiza el trabajo y este a su vez permite satisfacer las necesidades.40 La reflexión sobre el comportamiento y la adaptación al nuevo modo de actuar, luego de diagnosticado el paciente, debe ir dirigido al auto-cuidado, orientados a partir de tareas educativas, conscientes de que en cada acto de cuidarse esté implícita la necesidad de enseñar a cuidarse, y que solo aquel que aprende a cuidarse puede alcanzar un mejor pronóstico y evolución.21,45

    Por lo que es recomendable realizar una dieta adecuada unida al ejercicio físico desde edades tempranas, para evita contraer enfermedades como la diabetes mellitas. Estilos de vida saludables desde la niñez favorecen una adecuada calidad de vida que repercutirá al arribar a edades avanzadas.

Consideraciones finales

  • Relacionado con el conocimiento sobre el tratamiento no farmacológico antes de la intervención, la práctica de ejercicios físicos y una dieta adecuada, en ninguno de los casos las respuestas de bien sobrepasaron la quinta parte. Luego de la intervención las respuestas de bien alcanzaron las dos terceras partes de los diabéticos.

  • Una adecuada instrucción, mediante la educación para la salud, permite cambios de estilos de vida en los pacientes diabéticos que contribuyen a mejorar la evolución clínica de los mismos.

  • Una dieta adecuada unida al ejercicio físico desde edades tempranas, disminuirá la incidencia de diabetes mellitus en la población.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 17 · N° 168 | Buenos Aires, Mayo de 2012  
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