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El papel del entrenador en la aplicación de

la psicología del entrenamiento deportivo

 

*Licenciada en Cultura Física

Master en Ciencias en Actividad Física Comunitaria

**Director del Centro de Estudios e Investigaciones

en Pedagogía de la Cultura Física y Deportes

Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

Facultad de Camagüey

MS. Yanet Jiménez Sánchez*

Dr.C. Evelio Machado Ramírez**

jiménez@fcf.camagüey.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          La influencia de la psicología en el ámbito deportivo ya no es motivo de discusión y análisis, pues se ha aceptado que, como componente de las Ciencias de la Actividad física y Deportiva, tiene un espacio importante de actuación. La incorporación de la psicología al entrenamiento deportivo, puede ayudar al entrenador a alcanzar los objetivos que persiguen en cualquiera de los aspectos que se trabaje (físico, técnico, táctico, teórico) en sus atletas. Es por ello que ningún entrenador que trabaje en el ámbito del deporte de competición, debe olvidar que el objetivo final es la preparación del deportista en su conjunto, y no su preparación específica en algunos de los aspectos que contribuyen a su rendimiento, o sea, es la interacción entre todas ellas, la que determina el funcionamiento, más o menos eficaz de los deportistas en la competencia.

          Palabras clave: Preparación psicológica. Entrenador. Psicología del deporte.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 166, Marzo de 2012. http://www.efdeportes.com/

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    La Psicología del Deporte es una rama especial de la ciencia psicológica, cuyo objeto son las particularidades específicas de la actividad deportiva en sus diversas disciplinas y las particularidades psicológicas de la personalidad del deportista. Es necesario conocer las particularidades del deporte en sí, así como las particularidades psíquicas de los deportistas y la influencia que unas tienen sobre las otras para lograr armonizar al sujeto que realiza la acción con el medio en que se está desenvolviendo y la actividad que realiza y lograr de esto el máximo resultado, tanto en los entrenamientos así como en las competencias.

    Ella tiene la misión de responder, de forma objetiva, a las exigencias del deporte contemporáneo y de la sociedad, en cuanto a la necesidad de fundamentar científicamente, los métodos y las vías de la preparación psicológica, orientada hacia el estudio, potenciación y estabilización, de las funciones, cualidades y estados psíquicos de su personalidad; que permitan la formación de un estado óptimo de disposición y efectividad, durante el curso de la preparación y participación en las competencias deportivas, así como, de su restablecimiento ulterior.

    El trabajo con el componente psicológico está presente en todo momento de la actividad deportiva debido a la propia naturaleza del proceso, su utilización por parte del entrenador solo, o con ayuda especializada, depende de la complejidad del problema en relación con el nivel de rendimiento deportivo.

    Por otra parte, la influencia psicológica se logra tanto por la estructura y medios del entrenamiento deportivo, como por la utilización de técnicas psicológicas atemperadas a las necesidades del entrenamiento, la cual opera en los niveles personal y social tanto en relación con los entrenadores como los atletas.

    Hoy día, el deporte de competición exige que los deportistas rindan al máximo de sus posibilidades cuando compiten, y estas posibilidades pueden ampliarse mediante el trabajo que se lleva a cabo, por parte del entrenador en el entrenamiento deportivo.

    Cuanto mejor se trabaje en el entrenamiento, mejores serán las posibilidades de éxito en la competición, y por ello la importancia de que el entrenador desarrolle métodos de trabajo que ayuden a optimizar el rendimiento de los deportistas en este aspecto tan trascendente, debiendo entenderse, que el rendimiento en el entrenamiento, se refiere a la asimilación de información, la ejecución de conductas y el desarrollo de hábitos para la aplicación de los recursos del deportista, mientras que el rendimiento en la competencia, implica la puesta en práctica eficaz de los recursos disponibles en función de las demandas específicas que en cada momento concreto plantea la competencia. Esta distinción tiene gran relevancia, pues a menudo el entrenador ignora los objetivos y características específicas del rendimiento en el entrenamiento, en detrimento de su aporte a la mejora de los deportistas.

    La psicología del entrenamiento deportivo abarca las necesidades específicas y las múltiples posibilidades del conocimiento psicológico del entrenador para optimizar el funcionamiento de los deportistas en este ámbito y los roles específico del entrenador en la aplicación de la psicología en este contexto.

    En este sentido, el entrenador debe comprender la importancia y los objetivos de todas las preparaciones, saber cuál es la más prioritaria en cada momento concreto, conocer los posibles puntos de interacción entre las diferentes preparaciones, la forma en la que podría conseguirse la interacción más beneficiosa, y saber renunciar a los objetivos o procedimientos de trabajo de la preparación propia, en beneficio de otras preparaciones que en el momento, sean fundamentales para el rendimiento general.

    Por otra parte, debe considerarse la importancia de mejorar y poner a punto la condición psicológica de los deportistas para el propio entrenamiento deportivo, propiciando que afronten, convenientemente, sus diferentes demandas y obtengan el máximo de beneficio. Con este propósito deben controlarse variables como la motivación, el estrés, la autoconfianza y la atención que influye en la disposición psicológica y el funcionamiento mental, ya que el rendimiento de los deportistas en el entrenamiento, depende decisivamente de ambos aspectos: la disposición con la que acometen el entrenamiento y su funcionamiento psicológico cuando trabajan en las tareas deportivas correspondientes.

    Para guiar este trabajo de la preparación psicológica, el entrenador debe conocer dos factores muy importantes que intervienen en el proceso de la preparación psicológica y son: la necesidad de alcanzar el resultado trazado para la competencia y la estimación que tiene el deportista de alcanzar dicho resultado. El entrenador ayuda a trazar los objetivos del deportista en la competencia y se incentivan los motivos que lo impulsan para su participación y la obtención de sus objetivos, trabajo que realiza el entrenador en conjunto con el deportista, luego de determinados los objetivos.

    La preparación psicológica de los atletas según Forteza (1992) es una tarea teórico-práctica de gran importancia para la psicología deportiva actual, ya que se necesita desarrollar la personalidad integral de los mismos, al contemplar en el programa de enseñanza, que esta preparación “…Está ligada al conocimiento profundo de la personalidad del deportista, lo que abarca tanto la naturaleza psicológica general del individuo, como la valoración de sus particularidades individuales.”

    La preparación psicológica de los deportistas incluye la aplicación rigurosa por el entrenador de estrategias apropiadas para conseguir que alcancen un determinado estado mental y una conducta que resulte relevante para su rendimiento. La preparación psicológica, encierra variables psicológicas tales como la motivación, la auto-confianza, la atención, la regulación, la autorregulación, el convencimiento, el autoconvencimiento, etc.; con el objetivo, en este contexto, de lograr rendimiento deportivo y personal más apropiado en cada momento concreto (entrenamientos, competiciones, momentos previos a la competición, períodos de descanso, reuniones entrenador-deportista, etc.).

    En general, existen tres grandes áreas de trabajo psicológico en el deporte de competición: del entrenamiento deportivo, en la que el principal objetivo es contribuir a ampliar las posibilidades de rendimiento de los deportistas, ayudando a incrementar y "poner a punto" sus recursos en la competición deportiva, en la que se trata de que los deportistas pongan en práctica las habilidades que dominan en las condiciones estresantes de la competición y un área de apoyo a las anteriores, en la que se incluyen variantes de la preparación que pueden contribuir a optimizar el rendimiento tanto en el entrenamiento como en la competición; principalmente: la comunicación interpersonal, el funcionamiento del grupo, la prevención y rehabilitación de lesiones y el ajuste o equilibrio psicológico.

Fundamentos teóricos de los contenidos psicológicos en el tenis

    La preparación psicológica persigue que el deportista alcance el estado óptimo de predisposición psíquica que es el componente de la formación deportiva. De esta manera, el objetivo de la preparación psicológica de los atletas está dirigido al desarrollo de las cualidades psíquicas y la disposición para intervenir en las competencias de envergadura. Es decir, que es primordial, el desarrollo de las cualidades psíquicas indispensables en el deportista para el nivel de su formación y desarrollo para su competencia, en este sentido es oportuno abordar las tareas previstas a desarrollar por el entrenador en el proceso de preparación.

  • Contribuir al perfeccionamiento de los procesos psíquicos.

  • Formar cualidades psíquicas de la personalidad del deportista.

  • Crear un estado psíquico óptimo durante el proceso de entrenamiento y competencia y desarrollar la habilidad de controlarlos en condiciones extremas de la actividad.

  • Contribuir al desarrollo de conocimientos acerca de las competencias que se han de celebrar.

  • Crear una atmósfera psicológica positiva en los equipos deportivos para garantizar una armonía competitiva satisfactoria.

    La preparación psicológica general en la actividad deportiva, que está presente en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, “…está dirigida a la solución de tareas psicológicas de perfeccionamiento de las cualidades de la personalidad del deportista y a la formación en él de la disposición psíquica para una participación efectiva en las competencias.” (Sánchez Acosta, 1993).

    De tal manera su contenido examina:

  • La educación de rasgos morales de la personalidad del deportista.

  • Perfeccionamiento de los procesos de percepciones especializadas y lo analítico-sintético y crítico del pensamiento, la imaginación creativa, el desarrollo de la memoria motora.

  • Desarrollo de cualidades emocionales-volitivas.

  • Equipamientos de procedimientos para la autorregulación en los estados internos desfavorables y para la conservación y recuperación del equilibrio neuro-psíquico.

    La preparación psicológica especial o preparación para la competencia concreta, Sánchez Acosta (1993) la subdivide en temprana e inmediata, esta última, a su vez, considerada desde el ajuste psicológico y el control del estado psíquico, directamente antes de cada intervención deportiva, para crear un estado de disposición psíquica del deportista para la competencia. Para su cumplimiento, el entrenador dedica un lapso de dos o tres semana antes de la competencia para aplicar el sistema de eslabones interrelacionados, los cuales se realizan durante todo el tiempo hasta el inicio de la competencia.

    Por otra parte, son múltiples los valores que se pueden formar en el entrenamiento. Sin duda alguna, está la relación que se establece entre la personalidad y el proceso de enseñanza-aprendizaje, propiciando en el atleta la formación de concepciones, puntos de vista, valoraciones, actitudes, regulación de conductas y reflexiones.

    Es necesario que el entrenador domine todas las etapas de preparación psicológica, ya que persiguen un fin y se ven como un sistema por lo que es necesario hacer énfasis en la preparación psicológica, teniendo en cuenta su importancia en la obtención de buenos resultados deportivos del atleta. En este sentido, es oportuno abordar cómo la preparación psicológica puede contribuir a formar en los atletas la seguridad, el autocontrol y el dominio de la conducta y emociones, la capacidad de vencer distintos obstáculos objetivos y subjetivos, la motivación, cualidades positivas, buscando el desarrollo personal deportivo en el atleta y el equipo, en el marco de un proceso que debe llevarse a cabo con un carácter personalizado e interactivo, para favorecer la actividad.

    En tal sentido, en el deporte contemporáneo es importante que el entrenador enseñe al atleta a modelar mentalmente la solución a las dificultades y barreras que deberán vencer, lo que permite desensibilizarlo en relación con estos obstáculos que tienen generalmente un doble carácter y la práctica procedimientos de autorregulación fijados para cada deportista, por ser los más efectivos en relación con su peculiar forma de ser, deberán ser estudiados a partir de sus posibilidades de ser utilizados durante la competición. De acuerdo con las características de éstas, se elaborará una rutina precisa para la realización por parte del atleta, siendo cuidadosos de regularla en sus más mínimos detalles para que su utilización esté a disposición de la orientación del entrenador y las necesidades del atleta en los momentos necesarios.

    Es necesario bloquear los factores que conspiren contra el mantenimiento de la autoconfianza como son: la sobrevaloración del contrario, la inadaptación del deportista al equipo, el surgimiento de críticas excesivas respecto al propio comportamiento dentro del equipo, o simplemente trastornos de carácter funcional como el insomnio y los dolores musculares. Cada uno de estos factores debe ser contrarrestado por vías diferentes.

    Una especial importancia, entre los factores que conspiran contra la seguridad en sí mismo, la tienen las derrotas que pueden producirse durante la competición, los cuales llevan al deportista a estados de ansiedad precompetitivos que deben ser prevenidos por el entrenador mediante la aplicación de todos los procedimientos psicológicos que domina al atleta. En este momento, más que en ningún otro, es indispensable no confundir el estado de ansiedad con la intranquilidad propia de un alto nivel energético disponible. Mediante estos recursos deberá lograrse un sueño suficientemente extenso y profundo en el atleta que permita la recuperación. Dichos recursos pueden prevenir otros desajustes vegetativos.

    En los momentos competitivos, el dominio del entrenador sobre el grupo, debido a la utilización adecuada de los lideres informales y a sus propias características es importante evitar la ansiedad, mantener la autoconfianza de cada cual y lograr así la movilización de suficiente energía para alcanzar resultados deportivos de alto nivel, es por ello que esta situación tiende a crear síntomas psicológicos tales como: el insomnio, la anorexia y la ansiedad. Por tanto en este periodo el entrenador debe disponer de todos los recursos psicológicos necesarios de relajación, sueño dirigido y respiratorios que sirvan de moderador a los síntomas de carácter general.

    Este proceso puede ser doloroso, sobre todo con un fracaso por el medio, pues se puede perder sin que ello lesione el concepto que se tiene del propio valor cuando se sabe de antemano que el contrario es superior o tan semejante que se puede ganar o perder, pero, cuando hay fracaso, es necesario saber qué lo produjo y resulta preciso un análisis de los comportamientos del entrenador, sacando la experiencia necesaria que modifiquen la actitud de uno y otro.

    El trabajo psicológico no es algo que sirva únicamente para los deportistas con problemas emocionales o alteraciones mentales de cualquier tipo, sino que constituye una rama más de la preparación global de este, al igual que la preparación física, el entrenamiento técnico o el entrenamiento táctico. Lógicamente, la prevención de alteraciones mentales y el control o alivio de éstas, cuando estén presentes, serán también objetivos de la intervención psicológica.

    La intervención psicológica debe centrarse prioritariamente en el rendimiento deportivo o en cuestiones más relacionadas con el deportista como persona, tales como su desarrollo integral, su funcionamiento general o su ajuste emocional. Parece claro, que el rendimiento del deportista debe ser, en general, el principal objetivo del entrenador a partir del trabajo psicológico en el contexto del deporte de competición, pero no por ello se debe olvidar al atleta como persona, ayudándole a que aproveche su experiencia en un sentido más amplio que el del rendimiento, se enfrente saludablemente a los riesgos y problemas psicológicos que pueden derivarse de las exigencias permanentes del deporte de competición y, en definitiva, sea una persona equilibrada, satisfecha y feliz, sin que por ello desvíe su atención del objetivo principal de su cometido como deportista de alto rendimiento.

    Además, puesto que el deportista equilibrado y satisfecho también tenderá a rendir mejor a lo largo del tiempo, esta vertiente del trabajo psicológico no sólo es perfectamente compatible con la preparación psicológica dirigida específicamente a la optimización del rendimiento deportivo, sino que constituye una alternativa complementaria que indirectamente beneficiará también al rendimiento, razón por la que debe incluirse dentro del área que hemos denominado de apoyo.

    La importancia de la preparación psicológica dentro del proceso de entrenamiento ha sido una cuestión abordada por varios especialistas tales como: Puni (1969), Rodionov (1981), Gorbunov (1988), Buceta (1992), Cañizares (1999), pero aún sigue siendo un tema en el que se hace necesario profundizar.

    En este sentido, ha sido tratado por distintos autores diferentes definiciones de preparación psicológica, entre ellos el de Sánchez Acosta (2005, p. 213) y Gorbunov (1988, p. 83) entre otros; los cuales los abordan indistintamente como cualidades, habilidades, capacidades psíquicas del deportista en entrenamientos o competencias para una actuación acertada.

    Por otra parte, los autores anteriormente abordados al referirse a la preparación psicológica hacen referencia al desarrollo de cualidades y habilidades psíquicas del deportista en condiciones extremas de entrenamientos y competencias, lo cual es adecuado; sin embargo, la autora de esta tesis considera que la preparación psicológica puede ser vista además como un proceso psicopedagógico insertado de forma dinámica en las diferentes direcciones del entrenamiento deportivo que permite el desarrollo e integración de los procesos psíquicos de las que depende la actuación confiable de toda actividad deportiva.

    En este sentido, se considera que el proceso de preparación psicológica está en reconocer la importancia de los métodos y medios pedagógicos por su influencia en la personalidad del deportista. Tanto los medios propios de la actividad deportiva como otros recursos psicológicos son válidos y necesarios para alcanzar los objetivos de la preparación psicológica a partir del entrenamiento psicológico.

    Hoy día, el término entrenamiento psicológico ha sido abordado por distintos autores tales como: Puni (1969), Rodionov (1981), Gorbunov (1988) y González (1992), y la importancia que estos le confieren dentro del proceso de entrenamiento para así lograr que los atletas alcancen la independencia deportiva con vista al logro de satisfactorios resultados deportivos.

    El estudioso Martens (1987), señala que el entrenamiento psicológico es el: “…entrenamiento de habilidades psicológicas con el objetivo de ayudar al deportista a mejorar su capacidad de rendimiento, a disfrutar de la participación en el deporte y desarrollar actividades que vayan más allá del deporte y que les ayudará a disfrutar de la vida.”

    Por otra parte, García Ucha (1997, p. 94), señala que: “Del entrenamiento psicológico podemos señalar que se trata de actividades mediante las cuales se entrena al deportista para la adquisición y desarrollo de habilidades psicológicas que facilitan un accionar más eficiente y que tienen como fin mejorar la capacidad de autorregulación.”

    Ambos autores hacen referencia a las habilidades psicológicas para garantizar acciones más eficientes en la actividad deportiva. En este sentido, teniendo en cuenta las consideraciones comunes de los autores citados; así como sus diferencias, se considera que el entrenamiento psicológico es:

    Un proceso encaminado a desarrollar habilidades psicológicas para que la conducta y la autorregulación sean eficientes, además permite al deportista lograr la dirección de sí mismo, uno de los elementos fundamentales para alcanzar altos resultados deportivos; que a su vez, desde el punto de vista pedagógico se encuentra dirigido por el entrenador. Puede ser considerado también como un componente de la preparación psicológica integrada por procesos psicopedagógicos deportivos conformando un sistema de técnicas de intervenciones psicológicas, mediante el cual se forman y desarrollan conocimientos, hábitos, y habilidades psíquicas.

    Todas estas ideas refuerzan la necesidad de utilizar una posición más integradora dentro del proceso de entrenamiento donde la preparación psicológica sea vista como una dirección del entrenador de la preparación del deportista que posibilite el desarrollo de habilidades y cualidades psíquicas.

    Por tanto, la aportación de la ciencia psicológica al entrenamiento deportivo, puede resultar decisiva. Para ello, debe comprenderse que el entrenador tiene su papel específico aplicando la psicología y el psicólogo deportivo el suyo, y que los dos son complementarios y necesarios si se pretende obtener el máximo de rendimiento. Desde esta perspectiva, es importante que los entrenadores adquieran el conocimiento psicológico que les ayude a realizar eficazmente su trabajo.

Bibliografía

  • Cañizares, M. (1999). El Entrenamiento Sociopsicológico para el mejoramiento de la eficiencia grupal del equipo deportivo. Tesis para optar por el grado de doctor en Ciencias Psicológicas Universidad de la Habana e ISCF Manuel Fajardo, Cuba.

  • Forteza, A. (1999). Direcciones del entrenamiento deportivo. Editora Científico-Técnica.

  • García Ucha, F. (1997). La Psicología del deporte: Un enfoque Cubano. Editorial Alsina.

  • González, L. (1996). El entrenamiento psicológico en los deportes. Editorial Biblioteca Nueva.

  • Gorbunov, G. D. (1988). Psicopedagogía del deporte. (Trad. A. V. Postóev). URSS: VIPO.

  • Puni, A. Z. (1969). Ensayos de Psicología del deporte. INDER, S.A.

  • Radionov, A.V. (1990). Psicología del deporte de altas marcas. Moscú. Editorial Vneshtorgidat.

  • Sánchez, M. E. (2005). Psicología del entrenamiento y la competencia deportiva. La Habana. Editorial Deportes.

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